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9. PLASENCIA, Cáceres. Murallas de la ciudad con el palacio arzobispal de fondo. |
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10. PLASENCIA, Cáceres. Casa consistorial en la plaza Mayor. |
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11. PLASENCIA, Cáceres. Capilla y retablo mayor de la igl. de San Esteban. |
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12. PLASENCIA, Cáceres. Retablo del Crucificado de la igl. de San Esteban. |
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13. PLASENCIA, Cáceres. Fachada del pal. episcopal. |
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14. PLASENCIA, Cáceres. Fachada del hospital de Sta. Mª. |
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15. PLASENCIA, Cáceres. Exterior de la Pta. de Trujillo. |
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16. PLASENCIA, Cáceres. Ermita de la Virgen de la Salud, sobre el interior de la Pta. de Trujillo. |
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17. PLASENCIA, Cáceres. La Casa del Deán. |
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18. PLASENCIA, Cáceres. Palacio de Monroy. |
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19. PLASENCIA, Cáceres. Portada del pal. de Monroy. |
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20. PLASENCIA, Cáceres. Igl. de San Nicolás. |
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21. PLASENCIA, Cáceres. Capilla mayor de la igl. de San Nicolás. |
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22. PLASENCIA, Cáceres. Retablo renacentista de la igl. de San Nicolás. |
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23. PLASENCIA, Cáceres. Palacio del Marqués de Mirabel. |
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24. PLASENCIA, Cáceres. Pal. de los Carvajales Girón. |
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25. PLASENCIA, Cáceres. Torre de la igl. de San Martín. |
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26. PLASENCIA, Cáceres. Igl. del Salvador. |
PLASENCIA** (II), provincia de Cáceres: 23 de noviembre de 2005.
Desde la ciudad nueva crecida extramuros, especialmente hacia el sureste, un punto idóneo de acceso al casco histórico, parcialmente cercado por la poderosa y doble muralla que aún conserva restos de los siglos XII y XIII, es la puerta del Sol, una de las cuatro que se mantiene en pie. Es de estilo renacentista y la adorna el escudo de los Reyes Católicos. Desde ella, por la animada calle del Sol y tras dejar a la izquierda la iglesia de San Pedro, que posee restos románicos y mudéjares, se alcanza la Plaza Mayor*, espacio configurado por viejas casonas porticadas y principal lugar de encuentro ciudadano. A la entrada se alza la Casa Consistorial, edificio gótico-renacentista (siglo XVI), con la torre del reloj y el popular Abuelo Mayorga, que marca el paso del tiempo con sus golpes sobre la campana. En el interior, restaurado, son destacables el salón de sesiones y la escalera de acceso al piso superior. Adosada al Ayuntamiento está la antigua cárcel, construida bajo el reinado de Felipe IV y con el escudo real en la fachada.
El entorno de la catedral
Desde el ángulo suroeste de la plaza, al que asoma la iglesia de San Esteban, del siglo XV, provista de un meritorio retablo mayor, y tras pasar ante la portada gótico-flamígera del convento de las Claras (siglo XV), se llega a la plaza de la Catedral, que reúne los edificios más sobresalientes.
En la misma plaza se eleva la fachada renacentista (siglo XVI) del Palacio Episcopal, al que los distintos prelados fueron incorporando reformas hasta configurar un notable conjunto, del que merecen especial atención los dos patios y el ala oeste, con influencias del barroco portugués. Al lado se encuentra el antiguo hospital de Santa María, fundado por la familia Monroy en el siglo XIV.
Enfrente queda uno de los lienzos mejor conservados de la muralla, con la puerta de Trujillo, reconvertida en ermita de estilo colonial dedicada a la Virgen de la Salud.
Entre la puerta de Trujillo y la plaza de la Salud abre sus puertas el Museo Etnográfico y Textil Pérez Enciso. También en el entorno catedralicio se sitúan la casa del Deán, del siglo XVI, precedida de vistoso balcón esquinado y portada en dintel con columnas toscanas, y la casa del Doctor Trujillo, torreado palacete gótico que es la sede del Palacio de Justicia.
Otros núcleos monumentales
En el trayecto hacia la plaza de San Nicolás sale al paso el palacio de Monroy, del siglo XIII-XIV, el más antiguo de los muchos que enriquecen el patrimoio monumental placentino, conocido también como la "Casa de las dos Torres", aunque una de ellas tuvo que ser desmontada a raísz del terremoto de Lisboa. Fue residencia de Fernando el Católico y de San Pedro de Alcántara, y posee una bella portada protogótica flanqueada por leones. Aquí nació doña María de Monroy, por sobrenombre "la Brava", mujer de más que recio carácter del que, allá por 1465, dejó imborrable recuerdo en la Salamanca de las luchas ciudadanas, al vengar la muerte de sus hijos persiguiendo y decapitando a sus matadores.
En el centro de la plaza se halla la iglesia de San Nicolás, con traza originaria románica del siglo XIII, aunque las reformas del siglo XV le confieren su actual aspecto gótico. El cercano palacio del Marqués de Mirabel*, considerado el más suntuoso de la ciudad, fue casa fuerte de los Zúñiga durante el siglo XV y experimentó remodelaciones al gusto renacentista en la centuria siguiente. En su interior, donde puede visitarse un museo de caza, son destacables el patio neoclásico porticado, de grandes dimensiones, y otro más pequeño con un original jardín colgante en el piso superior. Unido al palacio está el convento de Dominicos, fundación también de los Zúñiga, cuyo panteón se encuentra en la anexa iglesia gótica, puesta bajo la advocación de San Vicente Ferrer. La sacristía y otras estancias exhiben buenas muestras de azulejería talabricense del siglo XVI. En el camino de retorno a la Plaza Mayor, puede contemplarse la fachada de sillería almohadillada del palacio de los Carvajales Girón, con influencias del renacimiento florentino.
Cerca de la Plaza Mayor, al noroeste, en un entorno de callejuelas de la antigua judería, la iglesia de San Martín, posee vestigios románicos del siglo XIII y un retablo con pinturas de Luis de Morales. Al nordeste de la plaza, un grupo de edificios de los siglos XVI-XVII (los palacios de Almaraz y de las Infantas, el convento de las carmelitas y la iglesia de San Ildefonso) conforman otro espacio monumental relevante. También se sitúa aquí la iglesia del Salvador, en la que modernas restauraciones han permitido recuperar elementos del románico original (siglo XIII) enmascarados por la reedificación del siglo XVIII. No queda lejos la antigua iglesia de Santa Ana, del siglo XVI, de fachada plateresca y cuyo interior fue restaurado en 1991 para convertirlo en auditorio municipal, mientras que en la inmediata calle del Rey, además de la casa solariega de los Trejos-Barrantes, también renacentista, se halla la llamada casa de las Argollas, del siglo XIII, donde se celebraron los desposorios de Juana la Beltraneja y Alfonso V de Portugal.
La Torre de Lucía, que cierra el cinturón amurallado por el oriente, acoge el centro de interpretación Medieval.
La visita puede prolongarse con otros edificios civiles y religiosos, y debe incluir también diferentes rincones medievales, especialmente al pie de las murallas, que ofrecen detalles y contrastes hasta configurar una atmósfera urbana de acusada personalidad y enorme atractivo.
Fuera del recinto histórico merecen atención los puentes sobre el Jerte: el de San Lázaro, gótico de 1498 y próximo a la ermita del mismo nombre, y el Puente Nuevo, de 1512, y también el acueducto, del siglo XVI, integrado en el parque de San Antón, que, junto con el Parque de la Isla, abrazado por las aguas del río, envuelven en un cinturón arbolado a ciudad nueva.
Textos de:
RAMOS, Alfredo J. y LLORENTE, Santiago: Guía total: Extremadura. Anaya. Madrid, 2005.
Enlace a la Entrada anterior de Plasencia**:
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