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sábado, 31 de julio de 2021

3423. EL ROCÍO* - Almonte (XIII), Huelva: 27 de septiembre de 2020.





EL ROCÍO* - Almonte (XIII), provincia de Huelva: 27 de septiembre de 2020.
   El principal atractivo de la aldea lo constituye el famosísimo santuario de Nuestra Señora del Rocío. Aunque la aldea tiene un origen prehistórico, el actual poblamiento se fue formando en torno a la primitiva ermita de Nuestra Señora de las Rocinas, a partir del siglo XVI. Esta ermita y la imagen de la Virgen debieron existir ya a mediados del siglo XIII.
   Posteriormente, los continuos ataques de los árabes despoblaron el lugar y la imagen debió ser ocultada para evitar profanaciones. 
   En el siglo XV, normalizada la situación, se reconstruyó de nuevo la ermita en el lugar en el que, según la tradición, encontró la imagen el cazador de Villamanrique Gregorio Medina.
   El terremoto de Lisboa del año 1755 arruinó el santuario. Entonces se construyó uno nuevo, más amplio, adecuado al número cada vez mayor de peregrinos que ya por entonces se ponían en camino. La ermita sufre diversas reparaciones y reconstrucciones a partir de entonces, hasta que en 1963 se derriba y se construye de nuevo enteramente.
   El edificio actual es un hermoso templo de estilo neobarroco, obra de los arquitectos sevillanos Delgado Roig y Balbotín. Comenzó su construcción en 1964 y hasta el 2 de mayo de 1981 no se bendijo, poniendo punto final a las obras, la portada principal y la espadaña. Posee tres naves, la central con bóveda de cañón y de arista las laterales. El crucero se abre con una cúpula sobre pechinas, con linterna dotada de vidrieras. La cabecera cuenta con un gran ábside semicircular en el que se encuentra el camarín con la Virgen. En la fachada sobresale la enorme venera, enmarcada por cuatro pilastras, que corona la amplia portada de arco escarzano. Está coronada por una espadaña con una gran cruz de hierro forjado.
   La imagen de la Virgen, conocida como la Blanca Paloma, obra del siglo XIII, fue muy restaurada en el siglo XV, tras su hallazgo. Se le rehicieron casi enteramente las manos y el rostro, adquiriendo la morfología propia del estilo gótico final. En el siglo XVIII sufrió otra importante transformación, al cambiársele los bordados y la estructura de los vestidos. Así permaneció hasta 1919, año en el que con la coronación canónica adquirió su aspecto actual.

Enlace a la Entrada anterior de El Rocío*:
28008. EL ROCÍO* - Almonte (XII), Huelva: 11 de noviembre de 2018.

viernes, 30 de julio de 2021

3422. PALACIO DEL ACEBRÓN - Almonte (I), Huelva: 27 de septiembre de 2020.















PALACIO DEL ACEBRÓN - Almonte (I), provincia de Huelva: 27 de septiembre de 2020.
   En el entorno del Parque Nacional de Doñana, en el tramo medio-bajo del arroyo de la Rocina, se alza el Palacio del Acebrón. Se trata de una antigua casa-palacio, construida en 1961 como residencia privada, que actualmente alberga un centro de difusión y conocimiento del patrimonio etnográfico del parque nacional y de los usos y costumbres de la zona.
   Su promotor y primer propietario fue Luis Pedro Espinosa Fondevilla, que quiso dejar su huella entre las paredes de su residencia. De hecho, sus iniciales 'LEF' pueden leerse en el frontispicio del palacio y en la chimenea. La edificación posee también otros rasgos singulares, como un águila bicéfala y sin corona sobre la chimenea, la escalera de ascenso a la primera planta construida en mármol rojo, los curiosos frescos de sus techos o la actual sala de audiovisuales anexa al palacio, que en otra época fue una pequeña capilla dedicada a la Virgen del Rocío.
   En su interior, el Palacio del Acebrón posee una azotea con un interesante mirador y su exterior esta adornado con figuras de apicultores, ornitólogos y otras profesiones relacionadas con el entorno. A su salida, los visitantes pueden disfrutar de un sendero circular de un kilómetro y medio de longitud que desemboca en una laguna popularmente conocida como 'El charco del Acebrón' y que lleva a un espectacular bosque en galería con lianas y enredaderas, alcornoques, pinos, sauces y helechos.
   Actualmente, dentro de su función como centro de visitantes, el palacio alberga la exposición 'Doñana y el hombre'. La muestra ofrece la posibilidad de conocer diversos aspectos de la relación de los lugareños con su medio natural. Se muestran desde cómo eran sus chozas o viviendas, construidas a partir de elementos vegetales del entorno, hasta la organización de la familia. También se profundiza en la dura vida en las marismas y en los oficios tradicionales que se desarrollaban en ella, como la caza, la pesca y la ganadería.
   Las personas que recorren esta exposición pueden conocer, igualmente, la evolución actual de otros usos de la zona como los cultivos de fresa, el turismo o la hostelería, junto a tradiciones muy arraigadas, como la Saca de las Yeguas o la Romería del Rocío.

jueves, 29 de julio de 2021

3421. ALMONTE (VI), Huelva: 27 de septiembre de 2020.














ALMONTE (VI), provincia de Huelva: 27 de septiembre de 2020.
   Almonte, un pueblo llano, de calles muy limpias y muy blancas, cautiva por su luminosidad y por el encanto de su trama urbana, constituida por caprichosos radios que van a confluir a la amplia plaza de la Virgen del Rocío, verdadero corazón de la ciudad. En ella se encuentra el Ayuntamiento, notable edificio barroco del siglo XVI en el que destaca la fachada, abierta en arcos sostenidos por dobles columnas. Enfrente del Ayuntamiento está el casino, sosegado lugar para tomar una copa y degustar sus excelentes tapas. En el extremo opuesto de la plaza se levanta la iglesia parroquial de la Asunción, templo del siglo XVIII construido en el alegre barroco característico del sur, de clara influencia colonial.

Enlace a la Entrada anterior de Almonte:
3278. ALMONTE (V), Huelva: 10 de noviembre de 2019.

miércoles, 28 de julio de 2021

3420. SEVILLA** (MDXVI), capital: 26 de septiembre de 2020.




SEVILLA** (MDXVI), capital de la provincia y de la comunidad: 26 de septiembre de 2020.
   Mostramos imágenes de la Virgen de la Salud, en su Capilla de la Iglesia de San Isidoro. La Antigua, Real e Ilustre Hermandad del Dulce Nombre de Jesús, Nuestra Señora de la Salud y San Ignacio de Loyola; es ésta una corporación que ya existía en 1674, con sede canónica en la iglesia parroquial de San Isidoro, siendo su imagen titular Nuestra Señora de la Salud, obra anónima de la primera mitad del siglo XVI.

Enlace a la Entrada anterior de Sevilla**:
3419. SEVILLA** (MDXV), capital: 26 de septiembre de 2020.

martes, 27 de julio de 2021

3419. SEVILLA** (MDXV), capital: 26 de septiembre de 2020.




SEVILLA** (MDXV), capital de la provincia y de la comunidad: 26 de septiembre de 2020.
   Mostramos imágenes del altar de cultos de la Virgen de la Merced, de la Hermandad de Pasión, con ocasión de su onomástica, en el presbiterio, ante el Retablo Mayor de la Iglesia Colegial del Divino Salvador. La Archicofradía del Santísimo Sacramento, Pontificia y Real de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y Nuestra Madre y Señora de la Merced; es ésta una corporación fundada en 1531, con residencia canónica en la iglesia colegial del Divino Salvador, siendo sus imágenes titulares Nuestro Padre Jesús de la Pasión, obra de Juan Martínez Montañés entre 1610 y 1615; el Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, talla de Antonio de Quirós en 1696; Nuestra Madre y Señora de la Merced, tallada por Sebastián Santos en 1966, acompañada por San Juan Evangelista, tallado por Gabriel de Astorga en 1862; Nuestra Señora del Rosario, obra atribuible a Cristóbal Ramos en el siglo XVIII; la Inmaculada Virgen del Voto, obra anónima de 1654; y la Custodia procesional, obra de Miguel Sánchez en 1612.

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3418. SEVILLA** (MDXIV), capital: 26 de septiembre de 2020.

lunes, 26 de julio de 2021

3418. SEVILLA** (MDXIV), capital: 26 de septiembre de 2020.









SEVILLA** (MDXIV), capital de la provincia y de la comunidad: 26 de septiembre de 2020.
   Con legendario origen visigodo o mozárabe, según los historiadores más aferrados a la leyenda, la iglesia de San Ildefonso ha sido alguna vez comparada con edificaciones hispanoamericanos, por sus torres y por la bicromía de su fachada. Situada frente a la puerta de acceso al torno del convento de San Leandro, es una edificación que sustituyó al ruinoso templo anterior, iniciándose sus obras en 1794, según un proyecto de Julián Barcenilla que dirigiría José Echamorro. Un proceso de construcción largo que se fue inaugurando por fases: se sabe que en 1816 se usaba como templo la nave izquierda, que acogía a la legendaria pintura mural de la Virgen del Coral, terminando las obras de forma definitiva en 1841. Es uno de los escasos templos puramente neoclásicos de la ciudad, todo un centro devocional por la talla del Cautivo que congrega, especialmente en Cuaresma, a numerosos fieles y devotos. Arquitectónicamente su fachada presenta dos torres iguales con tres cuerpos decrecientes y con depurada decoración alterna de blancas columnas y sencillos óculos sobre los vanos, un esquema derivado del barroco al que se despojó de toda ornamentación añadida. El mismo esquema de balaustradas y jarrones, con columnas blancas que desetacan sobre la bicromía almagra y albero de la fachada, se repite en la portada principal y la lateral. La principal, precedida de un pequeño atrio de acceso, se corona por una imagen en piedra de San Ildefonso, el titular de la iglesia. Encima se sitúa un frontón circular que acoge el emblema del santo. Junto a la portada lateral se sitúa un retablo cerámico de Antonio Kiernam que representa a la imagen de Jesús Cautivo.
   El interior del templo sigue los modelos academicistas, con gran pureza de líneas en su planta de tres naves con crucero y presbiterio. Las cubiertas se sustentan por pilares cuadrangulares con pilastras adosadas sobre las que se sostienen los arcos fajones de la bóveda de cañón, con entablamento y arcos formeros de medio punto. La nave central, los brazos del crucero y del presbiterio se cubren con bóvedas de cañón y lunetos, las naves laterales con bóveda de aristas. Sobre el crucero se sitúa una cúpula con tambor y linterna.
   Siguiendo modelos neoclásicos, no hay retablo en en la zona del presbiterio. Su lugar lo ocupa, al igual que construcciones coetáneas como la parroquia de Santa Cruz, un templete de inspiración clásica realizado por José Barrado en 1841. Está organizado mediante columnas de jaspe que sostienen un elemento cupuliforme sobre el que se sitúa una alegórica de la Fe. En su interior acoge una talla de la Inmaculada del siglo XVIII. Son un recuerdo del desaparecido retablo mayor de la antigua iglesia las esculturas de San Ildefonso, San Pedro y San Pablo, que están colocadas en hornacinas sobre el arco de acceso al presbiterio. Fueron realizadas por Felipe de Ribas en 1637, siendo restaurados por Juan de Astorga ya en el siglo XIX, con lo que se perdió su apariencia barroca original. 
   Si comenzamos nuestro recorrido por la nave de la Epístola (muro derecho), a sus pies se encuentra la capilla bautismal, con un excelente relieve de las Dos Trinidades, obra de Juan Martínez Montañés (1609). Combina la representación convencional de la Trinidad y de la Sagrada Familia, enmarcándose en un retablo neoclásico sin especial interés. Le sigue el retablo de comienzos del siglo XIX que aloja el grupo escultórico de la Aparición de la Virgen a San Cayetano, una representación del santo de la "divina providencia", realizado por Cristóbal Ramos en el siglo XVIII y que habría que poner en relación con el conjunto similar de la iglesia de Santa Catalina. El retablo de Nuestra Señora de la Soledad, neoclásico, cobija a la notable dolorosa que realizó Juan de Astorga hacia 1844, una obra de gran calidad que presenta la característica mirada ensimismada del maestro romántico. Aunque ha sido pretendida por varias hermandades, es una talla que no procesiona en Semana Santa. Del siglo XIX es también el retablo de San José con tallas de San Joaquín y de Santa Ana. En mármoles rojizos se enmarca la imagen de Santa María Magdalena. Por último, la cabecera del muro está presidida por el retablo dedicado a la Entrega de la casulla a San Ildefonso, con grupo titular del siglo XVIII que llegó a procesionar en el Corpus del año 1866. 
   La cabecera de la nave del Evangelio está presidida por la pintura mural de la Virgen del Coral, interesantísima representación de la Virgen con el Niño de la segunda mitad del siglo XIV que se encuentra enmarcada por un retablo neoclásico de mármol realizado por Bartolomé Piña y Antonio Barrado. La pintura muestra a la Virgen con el Niño, que porta un collar con fragmentos de coral que se interpretan como un símbolo de su sangre redentora. Es pintura que algunos autores quisieron datar "en tiempos de Recaredo" pero se debe situar en la corriente italogótica imperante en la ciudad hacia 1375. Ocupaba ya un lugar de privilegio en los muros de la antigua iglesia y fue conservada al realizarse el nuevo edificio. La pintura fue restaurada en 1980 por Francisco Arquillo, que eliminó repintes y barnices que no eran originales. 
   En el crucero, el retablo del Cautivo es obra del siglo XIX. La imagen del Cautivo es talla anónima realizada en el siglo XVIII, con pelo natural y siguiendo la iconografía que propagaron los frailes trinitarios, dedicados a la redención de cautivos presos en tierras de infieles. A los pies de la nave se sitúa el retablo neoclásico de la Virgen de los Sastres, imagen fernandina del siglo XIII que está flanqueada por las tallas de San Hermenegildo y San Fernando, cercanas al estilo de Pedro Roldán. La Virgen apenas conserva elementos de su origen gótico ya que debió ser remodelada en el siglo XVI. Sus ojos de cristal son ya del periodo barroco, al igual que la talla del Niño. Sigue el modelo de Virgen - trono y es titular de la histórica hermandad gremial de los Sastres o Alfayates, que gozaron del privilegio de custodiar los restos incorruptos del rey San Fernando. Su sede primitiva estuvo en el llamado Hospital de San Mateo, que estaba en la Alfalfa. En 1587 pasó al convento de San Francisco, en la Plaza Nueva, y en 1840 se trasladó a esta parroquia. En los últimos años ha recuperado su procesión anual bajo un palio de tumbilla.
   Ya junto a la puerta de entrada se sitúa una vitrina con un interesante grupo de la Piedad, del siglo XVIII. A la salida, las yemas de San Leandro del convento vecino nos esperan en una característica caja de madera... 
Textos de:
Manuel Jesús Roldán,  Iglesias de Sevilla. Almuzara, 2010.

Enlace a la Entrada anterior de Sevilla**:
3417. SEVILLA** (MDXIII), capital: 26 de septiembre de 2020.

domingo, 25 de julio de 2021

3417. SEVILLA** (MDXIII), capital: 26 de septiembre de 2020.











SEVILLA** (MDXIII), capital de la provincia y de la comunidad: 26 de septiembre de 2020.
   Un aire hispanoamericano parece soplar por la calle Sol en torno a la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, popularmente conocida como Los Terceros en recuerdo de su pertenencia a la Orden Tercera de San Francisco, asentada en la collación de Santa Catalina desde 1602 y proveniente de Bollullos del Condado. 
   El nuevo templo y conjunto conventual se comenzó a construir en 1648. Sufrió la invasión francesa en 1810 y el expolio de las pinturas de su claustro por las tropas del mariscal Soult, llegando a residir en el conjunto las monjas agustinas expulsadas del convento de la Encarnación. Volverían los terciarios, pero la desamortización del templo los exclaustró definitivamente. Desde 1887 fue colegio de los padres escolapios hasta el traslado de sus instalaciones a Montequinto en 1975. El conjunto conventual sufrió un derribo parcial en aquellos años, salvándose los patios, algunas dependencias y la monumental escalera interior, al transformarse en un inmueble protegido en el que se instalarían las dependencias de EMASESA. En 1973 fue cedida la iglesia, por decreto del cardenal Bueno Monreal, a la hermandad de la Sagrada Cena. En el año 2002 la Consejería de la Junta de Andalucía catalogó el templo como Bien de Interés Cultural.
   Su original portada, se suele atribuir a fray Manuel Ramos, aunque no haya documento que lo prueba. Se estructura como un gran retablo de tres calles, con gran profusión de una imaginativa decoración estructurada mediante estípites realizados en ladrillo y barro cocido, con unas formas que se suelen comparar con las del barroco hispanoamericano. Iconográficamente  acoge las imágenes de San Francisco, Santa Isabel de Hungría, Santa Rosa de Viterbo y San Elseario, presidiendo desde el ático superior la imagen de la Virgen de Consolación.
   El interior se presenta como una gran nave cubierta con un reciente techo plano, levantándose una airosa bóveda semiesférica en la zona de crucero. En los laterales se abren diversas capillas, situándose a los pies un coro alto cuyo sotocoro se adorna de originales yeserías con emblemas marianos, ángeles, flores, frutas y guirnaldas; un auténtico compendio del Barroco sevillano de la segunda mitad del siglo XVII.
   Domina la iglesia el espectacular retablo mayor, considerado como uno de los mejores de la arquitectura retablística del siglo XVII, siendo el punto focal más importante del interior, a la altura de la grandeza de espacio del presbiterio. Fue realizado por Francisco Dionisio de Ribas en 1669 y se hizo por Baltasar de Barahona hacia 1700, momento en el que se añadió el camarín barroco donde se alojó a la titular del edificio, Nuestra Señora de Consolación. En la historia de la obra habría que anotar el añadido, a finales del siglo XX, de una gran plataforma en la que se colocaría el gran conjunto escultórico de los apóstoles que participan en la Cena, grupo que fue la obra póstuma de Luis Ortega Brú. El retablo mayor se configura como un gran cuerpo central enmarcado por potentes columnas salomónicas que lo ordenan en tres calles, coronando el conjunto un ático de grandes dimensiones. La iconografía de las calles laterales presenta diversos santos relacionados con la Orden Tercera: San Conrado de Piacenza (con una bandeja de peces en sus manos), San Ivo (famoso abogado francés del siglo XIII que aparece togado), San Luis de los Franceses (que sigue la iconografía de San Fernando) y San Elseario (noble francés del siglo XIV que porta el pan). La gran hornacina central la ocupa en la actualidad el conjunto del misterio de la hermandad de la Cena, siendo el Cristo obra de Sebastián Santos y el apostolado obra de Luis Ortega Bru. En la pequeña hornacina superior del primer cuerpo se sitúa la pequeña imagen de la Virgen de Consolación, interesante talla en la que se funden el rostro de la Virgen y el del Niño, un conjunto de posible procedencia onubense y que se fecha en época bajomedieval. Ya en el segundo cuerpo se sitúan las tallas de Santa Isabel de Hungría y de Santa Isabel de Portugal, que enmarcan un grandioso altorrelieve que representa la fundación de la Orden Tercera, San Elseario y Santa Delfina que, arrodillados, toman de San Francisco el documento fundacional. 
   En el brazo izquierdo del crucero se sitúa un retablo de principios del siglo XVIII con la imagen de Nuestra Señora del Subterráneo, obra de Juan de Astorga (hacia 1815) titular de la hermandad penitencial de la Cena. El retablo perteneció a la hermandad del Amor, que residió antaño en este templo, conservando su estructura en forma de cruz donde se cobijaba al crucificado del Amor y un altorrelieve con el tema de la Sagrada Entrada en Jerusalén. En el mismo testero aparece otro retablo barroco de finales del siglo XVII, con una escultura de San Miguel Arcángel de 1727. Destaca también en esta zona el retablo dedicado a Nuestra Señora de la Encarnación, imagen del siglo XVII procedente de la llamada Esclavitud de Nuestra Señora de la Encarnación, que llegó a contar con capilla propia. En el brazo derecho del crucero se sitúa un retablo similar que acoge al Arcángel San Rafael, talla pareja del frontero, siendo ambas realizadas por el escultor José Fernando de Medinilla, autor del retablo contiguo. Lo preside la imagen del Cristo de la Humildad y Paciencia, titular de la hermandad penitencial de la Cena, devota imagen del siglo XVI cuya iconografía se inspira en los misterios teatrales de origen medieval , mostrando a Cristo pensativo antes de ser crucificado. Fue una escena que representó Alberto Durero en una de las estampas de “La Pasión”, lo que ayudó a su difusión por toda Europa. La imagen, que procesiona en un paso de caoba en la tarde del Domingo de Ramos, tiene la particularidad de estar realizada en pasta de madera. Fue el origen de una hermandad penitencial en la parroquia de Omnium Sanctorum, con reglas conocidas ya en 1580, institución que luego se fusionaría con la hermandad del Subterráneo. Destaca también en este testero un retablo de columnas salomónicas, con talla anónima de un Nazareno de comienzos del siglo XVIII.
   En el muro del Evangelio destaca la Capilla Sacramental, de planta rectangular y profusamente decorada con pinturas murales de comienzos del siglo XVIII. Está presidido por la imagen de una Inmaculada del siglo XVIII, en un retablo neoclásico que también cobija tallas de Santa María Egipciaca y San Antonio de Padua, ambas de comienzos del siglo XIX. En la misma capilla se sitúa una imagen de San Francisco de Asís del siglo XVII, vestida con ropajes naturales. Ya en el muro de la nave se puede observar también un deteriorado lienzo de la Virgen de los Reyes (siglo XVIII) y, ya junto a la puerta de entrada, el Crucificado de la Buena Muerte, interesante talla anónima de comienzos del siglo XVIII que ha sido en alguna ocasión pretendida por diferentes hermandades penitenciales. Proviene de un encargo de la Confraternidad de la Pía Unión y fue proyectada para un retablo, lo que motiva la sumaria terminación de su parte posterior.   
   En el muro de la Epístola permanece cerrada la capilla de la Encarnación, distribuyéndose por sus muros un discreto grupo de Santa Justa y Rufina, un moderno San José con el Niño y un San Francisco del siglo XVII.
   Además de la Hermandad del Amor, radicaron en el templo la hermandad de la Entrada en Jerusalén (su fusión se produjo en este templo) y la hermandad de la Columna y Azotes, conocida como las Cigarreras, habiendo acogido temporalmente a otras corporaciones como la de los Gitanos o la Exaltación.
Textos de:
Manuel Jesús Roldán,  Iglesias de Sevilla. Almuzara, 2010.

Enlace a la Entrada anterior de Sevilla**:
3416. SEVILLA** (MDXII), capital: 21 de septiembre de 2020.