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viernes, 31 de marzo de 2017

1839. PARIS** (XIV), capital: 22 de agosto de 2014.

265. PARÍS, capital. Porte Saint Martin.
266. PARÍS, capital. Place Blanche.
267. PARÍS, capital. Señalética de la estación de metro de la Place Blanche.
268. PARÍS, capital. Ante el Moulin Rouge.
269. PARÍS, capital. En la entrada al Moulin de la Galette.
270. PARIS, capital. Vignes de Montmartre.
271. PARÍS, capital. Place du Tertre con una de las cúpulas del Sacré-Coeur.
272. PARÍS, capital. Otra visión de la place du Tertre.
273. PARÍS, capital. Acercándonos al Sacré-Coeur.
274. PARÍS, capital. Vista de la Tour Eiffel, en las inmediaciones del Sacré-Coeur.
275. PARÍS, capital. Ante el Sacré-Coeur.
276. PARÍS, capital. El Sacré-Coeur.
277. PARÍS, capital. Vista de la ciudad, desde el Sacré-Coeur.
278. PARÍS, capital. Interior del Sacré-Coeur.
PARÍS** (XIV), capital del departamento, de la región y de Francia: 22 de agosto de 2014.
   Porte St-Martin*. Este arco, proyectado en 1674 por el discípulo de Blondel, Pierre Bullet, mide 18 m de lado y tiene tres arcos, siendo el central el más alto. Una inscripción latina en la parte superior recuerda que fue construida en honor de Luis XIV por las victorias del Franco-Condado, descritas en los bajorrelieves que la decoran, esculpidos por Desjardins, Legros y Marsy.
LA "BUTTE" MONTMARTRE
   Entre las villas anexionadas a París en 1860, Montmartre (18º arrondissement) es la que conserva una autonomía mayor y una fisonomía más característica. Considerado uno de los barrios más fascinantes y característicos de la capital, conserva su identidad pese a la afluencia masiva de turistas. Respetada por las grandes obras de la época imperial, la historia de la colina está "estratificada". El mito de Mercurio se encadena con la leyenda de la decapitación de Saint-Denis; el protectorado instaurado por los benedictinos con la ocupación española de 1590, la cosaca de 1814 y la inglesa de 1815. Pero Montmartre es, sobre todo, la imagen  de la bohemia, de las historias de los grandes artistas que en el siglo XIX eligieron este lugar no sólo para trabajar, sino también para vivir. En los locales nocturnos, en las guinguettes, en los caféchantant con el sonido de la polca y del irresistible cancán. Para poder disfrutar de la atmósfera del barrio, de su dimensión de pequeña villa, sería mejor perderse entre las calles que ascienden por la colina hasta el Sacré-Coeur. Por todas partes se descubren rincones sugerentes; siempre se puede abandonar la calle principal para subir una escalinata, atravesar una reja, llegar a una terraza panorámica y divisar París. 
   Place Blanche. Atravesada por el boulevard de Clichy, con una interminable fila de autobuses turísticos aparcados delante de los miles de locales nocturnos, conserva aún una dimensión metropolitana. De hecho, el tráfico intenso estropea el mito de Pigalle, del cancán y del Moulin Rouge.
   Rue Lepic. Esta calle sale de la Place Blanche y sube una empinada cuesta, animada en el primer tramo por un mercado popular; en el nº 54 vivió Van Gogh. Después de describir una gran curva, la calle pasa bajo un molino de viento, último superviviente de los viejos molinos de Montmartre, cuyo origen se remonta al siglo XVII y que en la actualidad es utilizado como reclamo de la famosa sala de baile del Moulin de la Galette, que debe su nombre a la costumbre del siglo XIX de servir galletas calientes a los hambrientos bailarines.
   Vignes de Montmartre. Están en el cruce entre la rue des Saules y la rue St-Vincent. Parecía que este lugar estuviese destinado a desaparecer para dejar sitio a la especulación inmobiliaria, pero en torno a los años 30 del siglo XX una activa campaña disuasoria emprendida por algunos ilustres habitantes de Montmartre, como Poulbot, el diseñador del "niño de Montmartre" tantas veces representado en los muros del barrio y vendido como recuerdo en las tiendas de la place du Tertre, logró su supervivencia. En el lugar se plantó un viñedo y cada año, tras las fiestas de la vendimia, se vende en subasta el vino de Montmartre y los beneficios se entregan a obras de beneficiencia.
   Place du Tertre. Equilibrada y algo aislada, con una espléndida vista de las blancas cúpulas del Sacré-Coeur, ésta sería una de las plazas más simpáticas de París si no tuviera una concentración tan alta de turistas y de retratistas callejeros. Fundada en el siglo XIV, la plaza fue arbolada en 1635; las Dames de Montmartre (las monjas benedictinas de la vecina abadía) fijaron una multa elevada para quien se atreviese a dañar los árboles. En el nº 3, en 1790 se instaló el primer ayuntamiento del Municipio de Montmartre. Tres años más tarde abrió sus puertas el célebre restaurante La mère-Catherine, que desde entonces ocupa con su terraza la rue Norvins. El paisaje más sugestivo se disfruta desde place du Calvaire. En rue Poulbot se encuentra el Espace Salvador Dalí que expone una bella colección del artista catalán.
   Sacré-Coeur*. La lista de frases célebres que hablan de la fealdad del monumento es interminable. Las injurias dedicadas a sus constructores, también. Pero el Sacré-Coeur parece ignorar estos contratiempos; junto a la Tour Eiffel y la Tour Maine-Montparnasse, domina el perfil de la ciudad. No sólo se trata de piedra y arquitectura; la basílica se confunde formando un todo con los miles de peregrinos que día y noche (se practica la adoración perpetua con la ayuda de todas las parroquias de París) llenan las escaleras y sus naves.
   Increíblemente blanca, realizada con la piedra calcárea de Château-Landon, que parece tener la propiedad de repeler el polvo, ofrece una imagen irreal; la esbeltez de las cúpulas, constreñidas en la base por un conjunto de volúmenes encastrados los unos en los otros, crea una imagen de verticalidad que apenas logran las catedrales góticas. Se necesitó más de 40 años para construirla. Para expiar los pecados de un siglo sin religión (la derrota prusiana, la Comuna, la pérdida de la Alsacia y de Lorena), dos nobles parisinos, Legentil y Rohault de Fleury, hicieron la promesa de construir una iglesia dedicada al culto del Sagrado Corazón. Se creó una asociación para recoger fondos para su edificación.
   Las obras comenzaron en 1877 según un proyecto de Paul Abadie, con un objetivo que no dejaba lugar a dudas: ni catedral, ni iglesia, ni parroquia, sino un lugar de peregrinaje. Se explican así la presencia del Sagrario y de la escalinata, lo suficientemente amplios como para permitir la organización de procesiones y la construcción de numerosas capillas y de una iglesia subterránea para celebrar varias misas al mismo tiempo. Durante los 46 años de obras, el proyecto de estilo románico-bizantino de Abadie se modificó hasta perder el aspecto de pastiche, las referencias al clasicismo son escasas o descontextualizadas. Queda, sin embargo, el Sacré-Coeur, con sus cúpulas de "pan de azúcar" y el campanario con la campana Savoyarde (una de las más grandes del mundo).

Enlace a la Entrada anterior de París**:

jueves, 30 de marzo de 2017

1838. PARIS** (XIII), capital: 21 de agosto de 2014.

244. PARÍS, capital. En el Pont de Solférino, ante el Musée d'Orsay
245. PARÍS, capital. Descansando en los sofás del Musée d'Orsay.
246. PARÍS, capital. Descansando tras sufrir el síndrome de Stendhal, en el Musée d'Orsay.
247. PARÍS, capital. El enorme reloj de la antigua estación, hoy Musée d'Orsay.
248. PARÍS, capital. Los candados invadiendo el Pont de Solférino.
249. PARÍS, capital. Entrada al Musée de l'Orangerie.
250. PARÍS, capital. Fachada lateral de la igl. de Saint-Eustache.
251. PARÍS, capital. Zona absidial de la igl. de Saint-Eustache.
252. PARÍS, capital. Vista de la nave central de la igl. de Saint-Eustache.
253. PARÍS, capital. Bóvedas del crucero de la igl. de Saint-Eustache.
254. PARÍS, capital. Capilla mayor de la igl. de Saint-Eustache.
255. PARÍS, capital. Capilla principal de la girola de la igl. de Saint-Eustache.
256. PARÍS, capital. Girola de la igl. de Saint-Eustache.
257. PARÍS, capital. Una de las vidrieras del coro de la igl. de Saint-Eustache.
258. PARÍS, capital. Tumba de Colbert, en la igl. de Saint-Eustache.
259. PARÍS, capital. Detalle de la tumba de Colbert, en la igl. de Saint-Eustache.
260. PARÍS, capital. Fachada principal de los grandes almacenes Au Printemps.
261. PARÍS, capital. Cúpula vidriada de los grandes almacenes Au Printemps.
262. PARÍS, capital. Tras el Lamborghini en las inmediaciones de la Tour Eiffel.
263. PARÍS, capital. Fuente de los jardines del Palais de Chaillot y la Tour Eiffel.
264. PARÍS, capital. La Tour Eiffel iluminada en la noche parisina.
PARÍS** (XIII), capital del departamento, de la región y de Francia: 21 de agosto de 2014.
Musée d'Orsay
   Salvar la gare d'Orsay cuando estaba a punto de ser demolida y transformarla en museo fue, en 1977, una decisión del presidente Valery Giscard d'Estaing. La estación construida con ocasión de la Exposición Universal de 1900 bajo la dirección de Victor Laloux, incluía también un palacio que fue demolido después. La restauración del edificio y su transformación en museo (que se llevó a cabo entre 1980 y 1986, año de la inauguración) fue obra de los arquitectos Jean-Paul Philippon, Renaud Bardon y Pierre Colboc, quienes intentaron respetar la arquitectura original. El gran espacio interior mide 138 x 40 m y tiene una altura de 32 m.
   Musée d'Orsay**. Gae Aulenti intentó que la instalación interior estuviera en armonía con el carácter monumental de la antigua estación y resolver al tiempo los problemas de iluminación, de forma que se conciliase la luz natural que procede de las grandes vidrieras que la cubren con la distinta intensidad lumínica necesaria para la exposición de las obras.
   La colección del museo, que incluye obras de principios del siglo XIX a los años 30 del XX, está expuesta en orden cronológico describiendo los movimientos artísticos a caballo entre las dos centurias: realismo, impresionismo y modernismo. En Historia del Arte, las obras que aquí se insertan después de las del Louvre, y antes de las muestras de arte contemporánea que conforman el patrimonio del Beaubourg.
   Dedicar un museo a este periodo (y utilizar para este fin una estructura que se remonta a 1900) ha hecho que muchas obras mostradas antes en el Louvre o procedentes del antiguo Musée du Luxembourg se reuniesen y ordenasen en un único espacio, para poner de manifiesto la riqueza de un periodo artístico, el siglo XIX, hasta entonces poco valorado. Algunos lienzos proceden del Jeu de Paume, como las obras maestras de los impresionistas que tanto cambiaron la historia del arte moderno. Las colecciones postimpresionistas, antes en el Palais de Tokyo, han encontrado aquí su lugar. Algunas colecciones privadas, como la colección Moreau-Nélaton, las donaciones (muy a menudo para reducir el coste de los impuestos) y una intensa política de adquisiciones han llenado las antiguas lagunas.
   El circuito propuesto tiene en cuenta los problemas derivados de la transformación de una estación en museo. La cantidad de obras y la necesidad de separarlas por corrientes artísticas obligó a Gae Aulenti a construir dos niveles en la parte superior, de forma que hubiera el espacio necesario para exponer todas las obras.
   La visita comienza en la planta baja y continua en la superior (niveau supérieur) para finalizar en el piso intermedio (niveau médian). Lamentablemente fue imposible el realizar fotografías de las obras expuestas de ahí que obvie el comentario de la muestra.
   Musée de l'Orangerie**. En 1927, los ocho paneles de los Nenúfares* de Claude Monet se instalaron en el limonero de las Tullerías, que data del Segundo Imperio. Siguiendo las indicaciones del artista y gracias a la ayuda de su amigo y político Georges Clemenceau, se dispusieron dos salas en forma de elipse para sus obras. La instalación puede considerarse una obra conceptual, dado que fue proyectada por el artista: los paneles se disponen de modo que son elementos decorativos del conjunto. Lamentablemente, al igual que el Musée d'Orsay, fue imposible el realizar fotografías de las obras expuestas de ahí que obvie el comentario de la muestra.
   Saint-Eustache**. Según Viollet-le-Duc, St-Eustache es "un esqueleto gótico revestido con un tejido romano". Considerada la más bella de París después de Notre-Dame, fue construida entre 1532 y 1637 según un proyecto de Le Mercier. La planta, la estructura general y el sistema de las bóvedas son todavía góticos, pero los elementos del alzado y la decoración son ya renacentistas, mientras que la pesada fachada de grandes columnas fue añadida en el siglo XVIII por Mansart de Jouy; sólo una de las dos torres proyectadas fue construida. Las portadas, bellamente esculpidas están dispuestas al estilo gótico. La que da al norte se abre entre dos pequeñas torres que esconden la escalera de caracol. El interior, de 88 m de longitud, 43 de anchura y 33 de altura, está dividido en cinco naves, y además del crucero posee un profundo ábside rodeado por una girola doble con capillas radiales.
   En 1631 A. Soulignac realizó las 11 vidrieras* del coro. En las capillas que lo rodean se puede admirar la tumba de Colbert* (1619-83), el famoso ministro de finanzas de Luis XIV, diseñada por Le Brun y con bellas esculturas de Coysevoux y Tuby, y el Éxtasis de la Magdalena, obra del pintor de Siena Rutilio Manetti (1627). Entrando en la primera capilla de la izquierda se encuentra el Martirio de San Eustaquio, del siglo XVII, obra de Simon Vouet.
   Au Printemps. Suerte de templo del comercio, es uno de los primeros grandes almacenes construidos en París. Nacido como tienda de curiosidades en 1865, fue destruido por un incendio unos años después y reconstruido por Paul Sédille. El nuevo espacio se convirtió en el prototipo de muchas construcciones posteriores. En un volumen de piedra con amplias vidrieras, se superponen las galerías comunicadas por pasadizos aéreos, todo iluminado con una gran cúpula de vidriera y la primera instalación eléctrica realizada en un almacén. Posteriormente transformado, conserva parte de las fachadas y la cúpula de cristal de Binet (1910).
   Tour Eiffel**. París organizó, con ocasión del primer centenario de la Revolución, la más grande de las exposiciones universales realizadas hasta entonces. La muestra organizada en el Champ-de-Mars tenía dos puntos cardinales: la galerie des Machines en un extremo y la Tour Eiffel en el eje con el puente que comunica con el Trocadéro. La galería cubría con sus arcos de acero, de 115 m de ancho, una distancia de casi medio km: ¡nunca se había visto un espacio tan grande! Se había perdido toda referencia a las dimensiones humanas: comenzaba la era de la modernidad. Los pabellones de la Exposición fueron demolidos en 1910, conservándose la Tour Eiffel como único testimonio del renovado espíritu de la época. Se la galerie des Machines, en cuanto a sala de exposiciones, se consideraba funcional, la torre parecía, por el contrario, no tener utilidad alguna, se consideraba un desafío técnico, un capricho de su inventor. Durante su construcción se orquestó una hábil campaña difamatoria, iniciada en primer lugar por los habitantes del barrio, que temían que la torre se desplomara sobre sus casas y, después, por la publicación del manifiesto de los artistas, denominado de los Trois cents, en el que se hablaba de "torre inútil y monstruosa", de "gigantesca y oscura chimenea de oficina", e incluso de "odiosa columna de hierro" y de "deshonor de París" (entre los firmantes del manifiesto estaban Maupassant y Zola).
   Pese a las adversidades, Gustave Eiffel construyó su torre en tan solo 25 meses. No sólo se ganó el favor del público, sino que la torre se convirtió pronto en el símbolo de París. Destinada a ser destruida 20 años después, como todo lo que se construyó para la Exposición Universal, se ganó lentamente el derecho a permanecer en pie; se convirtió en estación meteorológica y después en emisora de radio; una convención internacional de 1912 estableció que desde la torre se difundiera la hora universal y, en 1922, comenzaron las primeras transmisiones radiofónicas de Radio Tour Eiffel. Con una altura de 300,65 m y organizada en tres niveles (el primero a 57,33 m, el segundo a 115,73 y el tercero a 276,13 m), la torre es hoy el monumento más visitado del mundo. Concebida para desafiar el viento, registra una oscilación de sólo 15 cm. Sin embargo, sufre una deformación que llega hasta los 20 cm y que varía con la exposición al sol. Las partes de metal expuestas a los rayos sufren una dilatación superior a las que permanecen en sombra. A pesar de su peso (7.000 toneladas), la presión sobre el suelo es de 4 kg por cm2, equivalente a la de un hombre sentado en una silla. Una acertada iluminación nocturna* la hace aún más ligera. Los ascensores suben entra la filigrana de su estructura: se abre la vista, el horizonte se aleja y, en la cima, se disfruta de un panorama extraordinario.

Enlace a la Entrada anterior de París**:

miércoles, 29 de marzo de 2017

1837. PARIS** (XII), capital: 20 de agosto de 2014.

233. PARIS, capital. El Hôtel de Ville.
234. PARIS, capital. Zona central de la fachada del Hôtel de Ville.
235. PARÍS, capital. Ante el Hôtel des Invalides.
236. PARÍS, capital. La impresionante fachada del Hôtel des Invalides.
237. PARÍS, capital. Los conejos deambulando a sus anchas por los jardines del Hôtel des Invalides.
238. PARÍS, capital. El Dôme des Invalides en el conjunto de Les Invalides.
239. PARÍS, capital. Dôme des Invalides desde place Vauban.
240. PARÍS, capital. Cúpula del Dôme des Invalides.
241. PARÍS, capital. Ante la Tour Eiffel en los jardines del Palais de Chaillot.
242. PARÍS, capital. La Tour Eiffel en el atardecer parisino.
243. PARÍS, capital. La Tour Eiffel en la noche parisina.
PARIS** (XII), capital del departamento, de la región y de Francia: 20 de agosto de 2014.
EL MARAIS
   Hôtel de Ville*. En 1246 se constituye, bajo Luis IX, el primer consejo municipal de los comerciantes-navegantes, y el sello de ésta, la famosa barquita con el lema fluctuat nec mergitur, que significa "navega y no se hunde" se convirtió en el escudo del municipio. Pero fue gracias al prévôt de los mercaderes, Etienne Marcel, que en 1357 se edificó en el lugar que actualmente ocupa el Hôtel de Ville, conocido entonces como Casa de los Pilares. Construido en varias fases entre el 1533 y el 1628, fue destruido por un incendio en 1871.
   Reconstruido en idéntico estilo renacentista, en conjunto puede considerarse un museo del siglo XIX: participaron en el proyecto decorativo treinta escultores y, en su interior, muchas salas conservan pinturas de estilo pompier. Desde entonces, además de ser la sede administrativa de la ciudad, alberga todos los años celebraciones y bailes: el salón de fiestas mide 150 x 12,80 m y tiene una altura de 13 m. En invierno el jardín se transforma en una pista de patinaje al aire libre.
DESDE LES INVALIDES A LA TOUR EIFFEL
   Les Invalides**. Los soldados y los oficiales que ya no podían servir en el ejército, por enfermedad o simplemente porque eran demasiado mayores, estaban en general abocados a la mendicidad o, en el mejor de los casos, eran acogidos en los monasterios de las órdenes religiosas. Para todos estos soldados Luis XIV decidió crear un hospital militar y, en 1671, se puso la primera piedra del Hôtel des Invalides. Una institución real, administrada por un gobernador, exenta de impuestos, un lugar donde médicos, cirujanos y farmacéuticos eran nombrados directamente por el rey y tenían los mismos derechos que la corte.
   La construcción del enorme complejo fue confiada a Libéral Bruant, que acababa de terminar el Hôpital de la Salpêtrière, una obra destinada a acoger a los indigentes. La planta, muy sencilla, está compuesta por un amplio patio central, la cour d'honneur, en torno al cual se desarrollan los espacios destinados al hospital. A ambos lados, los edificios se organizan alrededor de dos patios de dimensiones más reducidas. Por el fondo del patio se accede a dos iglesias contiguas: la église des Soldats, destinada a los inválidos, y la église du Dôme, reservada al rey a la corte.
   Hôtel des Invalides*. La perfecta simetría del solar permitió planificar su construcción en dos tiempos. La parte oriental se llevó a cabo entre 1671 y 1674 y la occidental se completó cuando ya se habían instalados los primeros huéspedes. El hôtel, construido para cerca de 2.000 inválidos, ha llegado a albergar a 3.000. Siguiendo una nueva concepción, más que alojarlos en grandes estancias, los pensionados eran instalados en habitaciones de seis camas, si eran simples soldados, o en salas de de una o dos plazas, si eran oficiales. En la enfermería, para evitar un eventual contagio, los enfermos disponían de habitaciones individuales. La severas normas de convivencia incluían el rezo diario y duros castigos para quienes infligieran el reglamento. Quien fuera sorprendido en la cama "con una mujer o un hombre" sería izado en una especie de caballete de madera y colgado del techo. Los pensionados trabajaban en los talleres de tapicería, cerámica y caligrafía y ofrecían sus productos a la corte.
   La distribución del edificio sigue las reglas de la arquitectura hospitalaria y conventual de la época. Alrededor de la cour d'honneur se instalaban los refectorios y las enfermerías; en los edificios de la parte posterior se encontraban las estancias de los soldados y los oficiales; aparte, las cocinas. Al fondo del patio, la entrada a la iglesia está flanqueada a la izquierda por el ala de los panaderos y a la derecha por los alojamientos de los sacerdotes. Las fachadas son austeras y regulares; los tragaluces del techo están insertados en escudos, o en bustos esculpidos de hombres armados que conforman una armada silenciosa y una original variante decorativa. Muy original es la entrada concebida como un arco de Triunfo en el que destaca el bajorrelieve de Luis XIV a caballo (reconstruido en 1815), con la cabeza de Hércules en la clave de la bóveda. A los lados, las imágenes de la Justicia y la Prudencia son de Guillaume Coustou (1735). Marte y Minerva, a los lados de la portada, son del mismo autor (copias instaladas en 1966).
   Dôme des Invalides**. Separada por una vidriera de St-Louis-des-Invalides, la iglesia tiene su entrada en la place Vauban (se puede acceder desde la cour d'honneur). La riqueza y majestuosidad de sus formas contrastan con la severidad de la arquitectura de Les Invalides. Hay dos hipótesis que explican esta diversidad de estilos. Hardouin-Mansart, además de construir una iglesia digna de un rey, quería realizar una entrada igualmente honorable. Pensó entonces acceder a Les Invalides desde la place Vauban, a través de la nueva iglesia. Para reforzar su proyecto diseñó a su lado una columnata semicircular (que no llegó a realizarse), a imitación de la creada por Bernini para la plaza de San Pedro de Roma. La otra teoría que explica tal monumentalidad es la probable utilización de la iglesia como capilla funeraria de la familia real. Colbert encargó un proyecto análogo en 1665 a François Mansart para la catedral de St-Denis. El joven Hardouin-Mansart encontró en el estudio heredado de su tío el proyecto del mausoleo y lo retomó para los Inválidos sin hacer demasiados cambios.
   El complejo sistema de tres cúpulas superpuestas representa el elemento más complejo y sugerente del templo. La primera cúpula bien iluminada por las ventanas del tambor, oculta una serie de vanos que iluminan la segunda cúpula decorada con las pinturas de Charles Delafosse. En el exterior, una tercera cúpula recubierta de oro (cerca de 12 kg de oro de 24 quilates en láminas) cubre las dos primeras. La iglesia es de planta central (una cruz griega inscrita en un cuadrado) y se extiende en torno a la cripta circular (15 m de diámetro y 6 m de profundidad) excavada en el suelo. El sarcófago de pórfido rojo de Finlandia, en el centro de la cripta, fue realizado según el diseño de Louis-Joachim Visconti y conserva las cenizas de Napoleón llegadas desde Santa Elena en 1840. Están guardadas en un cilindro blanco realizado en hierro, que a su vez está encerrado en un sarcófago de madera de acacia, en dos de plomo, en un quinto de ébano y un último de encina.
   Tour Eiffel**. París organizó, con ocasión del primer centenario de la Revolución, la más grande de las exposiciones universales realizadas hasta entonces. La muestra organizada en el Champ-de-Mars tenía dos puntos cardinales: la galerie des Machines en un extremo y la Tour Eiffel en el eje con el puente que comunica con el Trocadéro. La galería cubría con sus arcos de acero, de 115 m de ancho, una distancia de casi medio km: ¡nunca se había visto un espacio tan grande! Se había perdido toda referencia a las dimensiones humanas: comenzaba la era de la modernidad. Los pabellones de la Exposición fueron demolidos en 1910, conservándose la Tour Eiffel como único testimonio del renovado espíritu de la época. Se la galerie des Machines, en cuanto a sala de exposiciones, se consideraba funcional, la torre parecía, por el contrario, no tener utilidad alguna, se consideraba un desafío técnico, un capricho de su inventor. Durante su construcción se orquestó una hábil campaña difamatoria, iniciada en primer lugar por los habitantes del barrio, que temían que la torre se desplomara sobre sus casas y, después, por la publicación del manifiesto de los artistas, denominado de los Trois cents, en el que se hablaba de "torre inútil y monstruosa", de "gigantesca y oscura chimenea de oficina", e incluso de "odiosa columna de hierro" y de "deshonor de París" (entre los firmantes del manifiesto estaban Maupassant y Zola).
   Pese a las adversidades, Gustave Eiffel construyó su torre en tan solo 25 meses. No sólo se ganó el favor del público, sino que la torre se convirtió pronto en el símbolo de París. Destinada a ser destruida 20 años después, como todo lo que se construyó para la Exposición Universal, se ganó lentamente el derecho a permanecer en pie; se convirtió en estación meteorológica y después en emisora de radio; una convención internacional de 1912 estableció que desde la torre se difundiera la hora universal y, en 1922, comenzaron las primeras transmisiones radiofónicas de Radio Tour Eiffel. Con una altura de 300,65 m y organizada en tres niveles (el primero a 57,33 m, el segundo a 115,73 y el tercero a 276,13 m), la torre es hoy el monumento más visitado del mundo. Concebida para desafiar el viento, registra una oscilación de sólo 15 cm. Sin embargo, sufre una deformación que llega hasta los 20 cm y que varía con la exposición al sol. Las partes de metal expuestas a los rayos sufren una dilatación superior a las que permanecen en sombra. A pesar de su peso (7.000 toneladas), la presión sobre el suelo es de 4 kg por cm2, equivalente a la de un hombre sentado en una silla. Una acertada iluminación nocturna* la hace aún más ligera. Los ascensores suben entra la filigrana de su estructura: se abre la vista, el horizonte se aleja y, en la cima, se disfruta de un panorama extraordinario.
   
Enlace a la Entrada anterior de Paris**:

martes, 28 de marzo de 2017

1836. PARIS** (XI), capital: 20 de agosto de 2014.

149. PARÍS, capital. Ante la Pyramide del Musée du Louvre.
150. PARÍS, capital. Bajo la Pyramide del Musée du Louvre.

151. PARÍS, capital. "Escena de caza" de una placa decorativa. S. XI arte islámico, procedente de Egipto, en el Musée du Louvre.
152. PARÍS, capital. "Pavo real", aguamanil del 972. Arte islámico procedente de España, en el Musée du Louvre.
153. PARÍS, capital. "Píxide de al-Mughira" del 968, Arte islámico procedente de España, en el Musée du Louvre.
154. PARÍS, capital. Otra perspectiva del "Píxide de al-Mughira", en el Musée du Louvre.
155. PARÍS, capital. "León" boca de una fuente, S. XII-XIII, Arte islámico procedente de España, en el Musée du Louvre.
156. PARÍS, capital. "Capitel corintio" S. XVI. Arte islámico procedente de Egipto o Siria, en el Musée du Louvre.
157. PARÍS, capital. "Cofre" hacia 1650-1700. Arte islámico procedente de la India, en el Musée du Louvre.

158. PARÍS, capital. "El intendente Ebih-il" hacia el 2400 a.C. del templo de Ishtar en Mari, en el Musée du Louvre.

159. PARÍS, capital. "Código de Hammurabi, rey de Babilonia", piedra de basalto, hacia 1792-1750 a.C. Mesopotamia, en el Musée du Louvre.

160. PARÍS, capital. Detalle del "Código de Hammurabi, rey de Babilonia", en el Musée du Louvre.

161. PARÍS, capital. "Estela babilónica de botín de guerra",  de basalto, procedente de Susa. s. XII a.C., en el Musée du Louvre.

162. PARÍS, capital. Héroe amaestrando un león. Friso del salón del trono del palacio de Sargón II en Khorsabad, Asiria. 713-706 a.C., en el Musée du Louvre.

163. PARÍS, capital. Ante un Toro androcéfalo alado, del palacio de Sargón II en Khorsabad, Asiria. 713-706 a.C., en el Musée du Louvre.
164. PARÍS, capital. "Asa de vasija en forma de cabra con alas". Plata dorada, s. IV a.C. procedente del palacio de Darío I en Susa, en el Musée du Louvre.
165. PARÍS, capital. "Ritón con cabeza de gacela", plata dorada. ss. VI-IV a.C., procedente del palacio de Darío I en Susa, en el Musée du Louvre.
166. PARÍS, capital. Capitel de una columma de la sala de audiencias (Apadana) del palacio de Darío I en Susa. Hacia el 510 a.C., en el Musée du Louvre.
167. PARÍS, capital. Vista de la sala 12 con los capiteles y los frisos de los arqueros de Darío I., en el Musée du Louvre.
168. PARÍS, capital. "Friso de los arqueros de Darío I", hacia el 510 a.C. procedente del palacio de Darío I en Susa, en el Musée du Louvre.
169. PARÍS, capital. Detalle del Friso de los arqueros de Darío, en el Musée du Louvre.
170. PARÍS, capital. "Friso de los leones", hacia el 510 a.C. procedente del palacio de Darío I en Susa, en el Musée du Louvre.
171. PARÍS, capital. "Paneles decorativos"  hacia el 510 a.C. procedente del palacio de Darío I en Susa, en el Musée du Louvre.
172. PARÍS, capital. "Sarcófago de Eshmunazor II, rey de Sidón, 1º 1/4 s. V a.C., procedente del Líbano, en el Musée du Louvre.

173. PARÍS, capital. "Relieve cultual con divinidades orientales" 1ª 1/2 s. I d.C., procedente de Siria, en el Musée du Louvre.
174. PARÍS, capital. Escena de caza del "Puñal de Gebel Arak", hacia 3300-3200 a.C. Arte egipcio en el Musée du Louvre.
175. PARÍS, capital. Escena de guerra del "Puñal de Gebel Arak", hacia 3300-3200 a.C. Arte egipcio en el Musée du Louvre.
176. PARÍS, capital. Tras el Escriba Sentado, IV o V Dinastía, 2600-2350 a.C. encontrada en Saqarah. Arte egipcio en el Musée du Louvre.
177. PARÍS, capital. Otra perspectiva del Escriba Sentado, en el Musée du Louvre.
178. PARÍS, capital. El inspector de escribas Raherka y su esposa Merséânkh, hacia 2350 a.C. Arte egipcio en el Musée du Louvre.
179. PARÍS, capital. El faraón Amenemhat III. 1843-1798 a.C. Arte egipcio en el Musée du Louvre. 
180. Cabeza Moai de la Isla de Pascua exhibida temporalmente en el Musée du Louvre.

181. PARÍS, capital. "La Victoria de Samotracia" presidiendo la sala de las Cariátides del Musée du Louvre.
182. PARÍS, capital. "La Victoria de Samotracia" obra cumbre de la escultura helenística, en el Musée du Louvre.
183. PARÍS, capital. "Dama de Auxerre" procedente de Creta, de hacia 640-630 a.C. en el Musée du Louvre
184. PARÍS, capital. "Vaso de Pérgamo", s. II a.C. en el Musée du Louvre.
185. PARÍS, capital. Ante "Afrodita, la Venus de Milo" de hacia el 130-100 a.C., del Musée du Louvre.
186. PARÍS, capital. La "Afrodita o Venus de Milo" del Musée du Louvre.
187. PARÍS, capital. "Artemisa, llamada Diana de Versalles", s. II d.C., de un original griego del 330 a.C., en el Musée du Louvre.

188. PARÍS, capital. "Eros cabalgando sobre un centauro", s. II d.C., de un original griego del s. II a.C., del Musée du Louvre.

189. PARÍS, capital. "Hermafrodita dormido", s. II. d.C., de un original griego del 150 a.C., en el Musée du Louvre.
190. PARÍS, capital. Otra perspectica del "Hermafrodita dormido" del Musée du Louvre.
191. PARÍS, capital. "Marsias colgado de un pino", s. II d.C., de un original de un grupo de bronce de hacia el 200 a.C., en el Musée du Louvre.
192. PARÍS, capital. "Sileno ebrio" hacia el 150-200 d.C. del Musée du Louvre.
193. PARÍS, capital. "Cubiertas de sarcófagos etruscos". siglos II-III a.C., procedentes de Chiusi, Italia, en el Musée du Louvre.
194. PARÍS, capital. "Sarcófago con el mito de Dionisos y Ariadna", hacia 330-340 d.C., en el Musée du Louvre.
195. PARÍS, capital. "Sarcófago de la cacería del león", 1ª 1/2 s. III d.C., en el Musée du Louvre.
196. PARÍS, capital. "Sarcófago de la Entrega de los Mandamientos", comienzos del siglo IV d.C. en el Musée du Louvre.

197.  PARÍS, capital. "Pentecostés" de la familia Della Robbia, hacia el 1500, en el Musée du Louvre.

198. PARÍS, capital. "La Virgen adorando al Niño Jesús, en presencia de San Juan Bautista Niño y dos ángeles querubines" de Andrea y Giovanni della Robbia, hacia el 1500, en el Musée du Louvre.
199. PARÍS, capital. "Cristo Crucificado", procedente de España, s. XVII. En el Musée du Louvre.
200. PARIS, capital. Cautivo "El Esclavo moribundo" uno de los prisioneros, de Miguel Ángel, 1513-15, ante la portada del palacio de Stanga, en el Musée del Louvre.
201. PARÍS, capital. Otra perspectiva del "Esclavo moribundo" de Miguel Ángel, 1513-15, en el Musée du Louvre.
202. PARÍS, capital. Cautivo "El Esclavo rebelde" otro de los prisioneros, de Miguel Ángel, 1513-15, en el Musée del Louvre.

203. PARÍS, capital. "Busto del Papa Urbano VII" de Bernini (s. XVII), en el Musée du Louvre.
204. PARÍS, capital. "Eros y Psique" de Antonio Canova en 1793, en el Musée du Louvre.

205. PARIS, capital. "María Magdalena", hacia 1515-1520 de Gregor Erhart, proveniente de la igl. de Sta. María Magdalena del cvto. de dominicas de Augsburgo (Alemania), en el Musée du Louvre.
206. PARÍS, capital. "Joven mendigo" de Murillo, h. 1650, en el Musée du Louvre.
207. PARÍS, capital. "Cristo en la cruz" de El Greco, h. 1580, en el Musée du Louvre.

208. PARÍS, capital. "El rey San Luis y un paje", de El Greco, h. 1585-90, en el Musée du Louvre.
209. PARÍS, capital. "La Sagrada Familia, llamada la Virgen de Sevilla" de Murillo, h. 1665-70, en el Musée du Louvre.
210. PARÍS, capital. "Sta. Apolonia" de Zurbarán, en el Musée du Louvre.
211. PARÍS, capital. "Retrato de niño" de Goya, en el Musée du Louvre.
212. PARÍS, capital. "La Coronación de Napoleón en Notre-Dame de París", 1804-07 de J.L. David, en el Musée du Louvre.
213. PARÍS, capital. Detalle del cuadro anterior "La Coronación de Napoleón en Notre-Dame de París", en el Musée du Louvre.
214. PARÍS, capital. "El Calvario", h. 1440-45 Fra Angélico, en el Musée du Louvre.
215. PARÍS, capital. La Virgen con el Niño, y Retrato de joven, de Botticelli, h. 1480-85, en el Musée du Louvre.
216. PARÍS, capital. La coronación de la Virgen, de Fra Angélico, h. 1430-32, en el Musée du Louvre.
217. PARÍS, capital. La Visitación, de Ghirlandaio, 1491, en el Musée du Louvre.
218. PARÍS, capital. Retrato de viejo y niño, de Ghirlandaio, h. 1490, en el Musée du Louvre.
219. PARÍS, capital. La Virgen de las rocas, de Leonardo da Vinci, h. 1490, en el Musée du Louvre.
220. PARÍS, capital. Retrato de dama, de Leonardo da Vinci, h. 1495-99, en el Musée du Louvre.
221. PARÍS, capital. San Juan Bautista, de Leonardo da Vinci, h. 1513-16, en el Musée du Louvre.
222. PARÍS, capital. La Santa Ana - Santa Ana, La Virgen y el Niño jugando con un cordero, de Leonardo da Vinci, h. 1503-19, en el Musée du Louvre.
223. PARÍS, capital. San Sebastián, de Mantegna, h. 1480, en el Musée du Louvre.
224. PARÍS, capital. Muchedumbre en la sala 6 ante La Gioconda de Leonardo da Vinci, en el Musée du Louvre.
225. PARÍS, capital. La Gioconda, tras un cristal, de Leonardo da Vinci, h. 1503-19, en el Musée du Louvre.
226. PARÍS, capital. Las bodas de Caná, de Veronés, 1563, en el Musée du Louvre.
227. PARÍS, capital. Retrato de Baltasar Castiglione, de Rafael, h. 1514-15, en el Musée du Louvre.
228. PARÍS, capital. La Primavera, de Arcimboldo, h. 1573, en el Musée du Louvre.
229. PARÍS, capital. El Verano, de Arcimboldo, h. 1573, en el Musée du Louvre.
230. PARÍS, capital. El Otoño, de Arcimboldo, h. 1573, en el Musée du Louvre.
231. PARÍS, capital. El Invierno, de Arcimboldo, h. 1573, en el Musée du Louvre.
232. PARÍS, capital. Leyendo la buenaventura, de Caravaggio, h. 1595-98, en el Musée du Louvre.
PARIS** (XI), capital del departamento, de la región y de Francia: 20 de agosto de 2014.
MUSÉE DU LOUVRE
   Es el más grande de París y uno de los más importantes del mundo. Construido bajo el reinado de distintos regentes, ha sido siempre símbolo del poder del rey y de la nación y escenario de grandes acontecimientos nacionales. Es también uno de los lugares predilectos de los parisinos para el paseo del domingo. Hasta la revolución fue la sede de la Academia de pintura y escultura y, hasta 1806, la residencia de algunos artistas y sus familias.
   El palacio**. Tras haber residido durante años en los castillos del Loira y a su regreso de Italia en 1528, Francisco I quiso construir en París un palacio que pudiera rivalizar con el Vaticano y Hampton Court y para ello contrató al humanista Pierre Lescot. Desde sus inicios el Louvre ha sido terreno de prueba de los diversos arquitectos que han participado en su construcción. Los diseños de Lescot, realizados durante el reinado de Enrique IV, conformaron el primer núcleo de lo que más tarde sería el Grand Dessin (1594), que continuó creciendo hasta el siglo XIX. El Grand Louvre de Mitterand es, pues, la continuación de un proyecto desarrollado durante siglos.
   Francisco I ordenó la demolición del fuerte erigido por Felipe Augusto en 1190 para construir en su lugar una gran terraza que llegase al Sena. Para ello pidió consejo al humanista Pierre Lescot quien diseñó el ala oeste de la Cour Carré, a la izquierda del pavillon de l'Horloge. Francisco I murió en 1547 sin ver concluido el proyecto. Su hijo Enrique II ordenó la construcción de un edificio similar en el ala sur y, para unir las dos alas, Lescot diseñó un pabellón con magníficas vistas sobre el río que se convertiría más tarde en la residencia del rey. A la muerte de Enrique II, Catalina de Médicis dio carta blanca a P. Delorme (1564) para construir un nuevo palacio (las Tullerías) al este del Louvre. Hacia 1566 Carlos IX encargó a Lescot la Petite Galerie, comunicada con el ala sur del Louvre a través de un pasadizo. El proyecto de las Tullerías no se completaría hasta mucho tiempo después del fallecimiento de la reina. Con el paso del tiempo los arquitectos cambiaron la estructura y la decoración, incorporando nuevos estilos. Luis XIV y Luis XV vivieron parte de su vida en las Tullerías, como Luis XVI y Napoleón I, hasta que en 1871, el palacio ardió durante la rebelión de la Comuna y fue demolido completamente en 1884 por orden del Parlamento. Del edificio sólo se conservaron los dos pabellones de los extremos, el pavillon de Flore y el pavillon Marsan. Enrique IV, para demostrar su poder y la buena salud del reino, impulsó las grandes obras del Louvre (Grand Dessin); el proyecto preveía cuadruplicar la superficie de la Cour Carrré (proyecto que llevó a término Luis XIV) para acomodar a 1.500 personas que formaban la Corte y comunicar el palacio con las Tullerías a través de una galería a lo largo de las orillas del río. Entre 1595 y 1610 se completó la Grande Galerie y el rey pudo recorrer sus 450 m para llegar al pavillon de Flore.
   Con Luis XIV, Colbert (1667) retomó el proyecto del Grand Dessin y solicitó a Louis Le Vau un diseño para cerrar la Cour Carré por el este; pidió lo mismo a François Mansart, Carlo Rinaldi, Pietro da Cortona y Giovanni Bernini, pero sus proyectos fueron descartados (se conservan los magníficos planos). Colbert reunió a un grupo de arquitectos (petit conseil) compuesto por Le Vau, Claude Perrault y también el pintor del rey, Charles Le Brun, por lo que en la actualidad se desconoce quién fue realmente el artífice de la Colonnade. La obra se completó en 1670 tras numerosos conflictos, pero la decoración no se terminó jamás, pues Luis XIV decidió establecer su residencia en Versalles.
   Tras un periodo de abandono, el Grand Dessin continuó con Napoleón I. Los arquitectos Percier y Fontaine construyeron el ala de la rue de Rivoli (donde se encuentra el Musée des Arts Décoratives) mientras Jacques-Germain Soufflot levantó el segundo piso del lateral del patio de la Colonnade.
   Durante el reinado de Napoleón III los arquitectos Luis Visconti y Hector-Martin Lefuel diseñaron un amplio espacio cuadrado en el Viejo Louvre y el palacio de las Tullerías en 1857. Las casas y los palacios que se encontraban en medio fueron derribados para crear esta plaza central y varias vías de acceso.
   La decisión de Mitterrand en 1981 de convertir todo el Louvre en museo (trasladando la sede del Ministerio de Hacienda) implicó la transformación y reorganización de las colecciones y la creación de una nueva entrada principal. La Pyramide se concibe como una inmensa lucerna que ilumina la zona subterránea donde se encuentra el nudo principal de acceso a los distintos departamentos del museo, las taquillas y las galerías comerciales.
   En el centro de la cour Napoléon se eleva la Pyramide* de Ieoh Ming Pei que fue terminada en 1988. Realizada en acero inoxidable y cristal con una altura de 21 m, la estructura está montada sobre un esqueleto de aluminio de 30 m de lado. La base de la pirámide, así como la de los tres pyramidion y los siete estanques que la rodean, es de granito negro de Bretaña. La construcción de esta estructura desencadenó una violenta polémica (llamada la "batalla de la pirámide") que llegó hasta las esferas políticas y Mitterrand fue incluso tachado de megalómano faraónico.
   En la plaza se encuentra una copia en plomo de la estatua de Luis XIV esculpida por Bernini a finales del siglo XVII. El original de mármol está en Versalles.
   En la galería comercial (no se ve desde el exterior) se encuentra la Pyramide du Carrousel du Louvre*, también diseñada por Pei. Más pequeña que la anterior (7 m de altura), tiene la cúspide abierta y está suspendida a 1,40 m del suelo. La luz procedente de la parte superior, en torno a la que circulan los automóviles, inunda la galería.
   Al oeste de la Pirámide se encuentra el Arc de Triomphe du Carrousel*. Para conmemorar sus victorias, Napoleón I quiso que se construyera un monumento al estilo de la época de Luis XIV. El resultado final fue un pastiche arqueológico, imitación del arco de Septimio Severo de Roma, construido por Percier y Fontaine y completado en 1808. Está decorado con columnas con capiteles de bronce y seis bajorrelieves conmemorativos de las campañas de Bohemia y las victorias del Gran Ejército. En la actualidad, está rematado por cuatro estatuas de soldados a cada lado, aunque inicialmente había un conjunto de bronce que representaba a Napoleón en un carro tirado por caballos dorados que habían sido sustraídos de la basílica de San Marcos en Venecia en 1815. Cuando los caballos fueron devueltos a Venecia en 1828, Bosio colocó algunas copias y una alegoría de la Restauración en el carro.
   La parte más reciente del palacio da a la Cour Napoléon. El conjunto es obra de Visconti y Lefuel; fue completado durante el reinado de Napoleón III e inaugurado en 1857. Al norte y al sur del edificio se erigen tres pabellones. Están realizados con dos órdenes de columnas superpuestas; en la planta baja, los pórticos sostienen terrazas decoradas por 86 estatuas de personajes ilustres; en el tercer piso, las ventanas, encastradas en el tejado, están decoradas con motivos florales.
   Desde la Pyramide se continúa en dirección este hacia el pavillon Sully para llegar a la Cour Carrée** que en el siglo XVI se limitaba a la esquina sudeste; el proyecto de crear un patio cuadrado de 120 m de lado fue de Enrique IV, iniciado con Luis XIII y terminado con Luis XIV. El ala oeste, a la izquierda del pavillon de l'Horloge, fue construida por Pierre Lescot y esculpida por Jean Goujon (1549), que utilizó los trofeos de guerra del antiguo panteón y realizó las alegorías de la Guerra y la Paz (en la parte superior). En la planta baja, las arquerías cerradas esconden la Sala de las Cariátides: las ventanas del primer piso están decoradas con columnas corintias y frontones muy distintos, lo que influyó en toda la arquitectura francesa posterior (en el interior se encuentra la Sala de la Guardia*, antecámara de los apartamentos del rey).
   El Pavillon de l'Horloge* fue ideado en 1640 (durante el reinado de Luis XIII) por Jacques Lemercier para completar el proyecto de Lescot. Algunos detalles, como el reloj del siglo XIX, no estaban contemplados en el diseño original. La parte situada a la derecha del pabellón fue edificada por Lemercier; las esculturas de la fachada son de 1806 y fueron realizadas por Percier y Fontaine. Del mismo periodo son las estatuas que decoran las fachadas de la ala norte, este y sur y de los frontones, a excepción del frontón del ala este que fue ejecutado a mediados del siglo XVIII por Guillaume Coustou.
   El ala sur, hacia el Sena, fue concebida por Lescot y se terminó en el reinado de Enrique IV; en la fachada se pueden identificar las iniciales de Enrique II, Carlos IX (K) y Enrique IV (los originales se conservan en el museo). El pabellón central de este ala, que recuerda al del l'Horloge, es obra de Le Vau (1665).
   El ala norte (hacia la rue de Rivoli) se comenzó en 1639 por orden de Luis XIII según un proyecto de Lemercier (parte inferior izquierda). El resto del patio, desde el pabellón central al ala norte y todo el ala este, fue ideado y realizado por el petit conseil (Le Vau, Le Brun y Perrault) reunido por Colbert en 1667. Destaca la Colonnade* (en el exterior del ala este), ideada para Luis XIV; el proyecto se modificó en 1668 y fue continuado sólo por Perrault. El foso es obra de Malraux (1964).
   Al salir de la Cour Carrée por el sur, a la derecha se halla la Petite Galerie* (1566-1567), donde estaban las estancias de Ana de Austria, en un único piso rematado por una terraza cubierta. Tras un incendio, Le Vau, hacia 1661, añadió una segunda planta, la Galerie d'Apollon. Desde aquí, a lo largo del Sena, se proyecta la Grande Galerie*, realizada con Enrique IV, por Louis Métezeau y Jacques II Androuet du Cerceau (1595-1610) y reconstruida por completo por Lefuel en 1861-1870.
EL MUSEO**
   Las colecciones del museo se dividen en tres secciones correspondientes a la cour Carrée y a las dos alas del Louvre: Sully, en torno a la Cour Carré; Denon, hacia el Sena; y Richelieu, hacia la rue de Rivoli.
   La extensión del Louvre (que en 2013 recibió alrededor de 9.200.000 visitantes), la riqueza de sus colecciones y los complejos problemas de gestión y mantenimiento obligan a que a menudo haya alguna sala cerrada por obras o que algunas piezas no estén expuestas. La visita a todas las secciones requeriría disponer de varios días, así que haremos un "breve" recorrido por el museo reseñando algunas de sus muchísimas obras maestras.
Antigüedades islámicas. año 622 d.C. - siglo XIX.
   En julio de 2005 los arquitectos Mario Bellini, de Milán, y Rudy Ricciotti, francés de origen italiano, ganaron el concurso para realizar el departamento de arte islámico en el Musée du Louvre, proyecto que se llevó a cabo en la Cour Visconti. La primera piedra la colocaron el 16 de julio de 2008 el presidente Sarkozy y el príncipe saudí Al-Walid bin Talal bin Abdul Aziz Al Saud. Las obra se exponen en una superficie de 3.500 m2 repartidos en dos niveles. Según el proyecto "las nuevas salas del museo, están cubiertas por un velo luminoso que, filtrando una discreta y difusa iluminación, flotará delicadamente sobre el edificio. Gracias a este velo, desde el interior del nuevo espacio se pueden ver las fachadas de la Cour Visconti. El visitante tiene la posibilidad de admirar el juego de pliegues y ondas de esta cubierta, que da al conjunto una forma poética y sugestiva".
   La colección reúne muy distintos objetos de arte islámico desde la Hégira (622 d.C.) a los tiempos modernos. Proceden de un territorio muy extenso que, desde España, se extiende a la India pasando por Egipto, Siria, Turquía e Irán. Algunos forman parte del Tesoro de Saint-Denis o del Tesoro de la Corona y pertenecen a Francia gracias a donaciones realizadas durante las dos últimas centurias (Despointes, Sauvageut, Arconati, Visconti, Stern, Koechlin).
   De la España de los siglos VIII al XV se exhibe, una copa de marfil* en la que aparecen grabados la fecha (968) y el nombre del califa Al-Mughira y el pavo real* y el león* (s. XII), ambas realizadas en bronce y ejemplos de una artesanía muy sofisticada.
Antigüedades orientales
   Cuando en 1843 el cónsul francés Paul-Emile Botta comenzó las excavaciones cerca de Mosul, en Irak, descubriendo Khorsabad (una de las ciudades más importantes de Próximo Oriente, citada en la Biblia) no sabía que estaba abriendo camino a una serie de interesantísimos descubrimientos que continúan en la actualidad. La colección del Louvre se inauguró en 1847 con los objetos encontrados por los arqueólogos franceses en Siria, Irak, Irán y Levante. A lo largo de las salas se ilustra de forma exhaustiva la complejidad de las distintas civilizaciones que se sucedieron en Oriente Próximo y que, con las de Egipto y el Valle del Indo, fueron tres de las civilizaciones más importantes de la Antigüedad. La nueva instalación responde al proyecto del Grand Louvre terminado en 1993, cuyo ejemplo más importante es la Cour Khorsabad (sala 4), cubierta con placas de cristal por el arquitecto Peter Rise.
Mesopotamia y la civilización hitita (4º milenio a.C. - siglo VII a.C.). Ala Richelieu, planta baja, salas 1-6 y 8-9). La civilización sumeria se expandió desde el sur de Mesopotamia hacia el norte: la estatua del intendente Ebih-il** (2400 a.C.; sala 1B), encontrada en un templo de Mari, refleja la gran calidad de la escultura sumeria. Más tarde, Sargón, primer rey de la civilización acadia, conquistó Mesopotamia de norte a sur y su nieto, Narâm-Sîn, consolidó su poder. Los sumerios reconquistaron el país; En la sala 3, el Código de Hammurabi** de Babilonia (1750 a.C.) de 2,25 m de altura y compuesto por 282 artículos de distinto tipo, es el primer compendio de leyes de la historia.
   En la Cour Khorsabad (sala 4) se instalaron los gigantescos toros androcéfalos llamados Lamassu** (705 a.C.) que decoraban una de las entradas del palacio de Sargón II de Asiria y fueron hallados por Botta. Cada uno pesa 24 toneladas.
Antiguo Irán (5º milenio a.C. - siglo V a.C.); ala Sully, planta baja, salas 7 y 10-14). Las excavaciones francesasen la ciudad de Susa (Irán) permitieron descubrir muchos objetos que bien podían rivalizar con los sumerios y babilónicos. En la sala 12 (Irán) se encuentran los frisos de los arqueros de Darío I** (522-486 a.C.) realizados sobre ladrillos esmaltados que revestían los muros del palacio de Darío en Susa, de donde procede también uno de los capiteles*, como muestra de la grandeza del imperio persa aqueménida.
Levante (8º milenio a.C. - siglo III d.C.); ala Sully, planta baja, salas A-D y 17-21). Girando a la derecha se entra en la Galerie d'Angouleme* con piezas procedentes de Siria (una de los numerosos reinos del Levante). Al bajar las escaleras se encuentra la hermosa colección de sarcófagos** fenicios antropomorfos (s. VI-IV a.C; en la sala 20 se exhibe una serie de altorrelieves funerarios* (s. II-III d.C.) procedentes de Palmira, importante ciudad de la ruta de las caravanas en el desierto sirio.
Antigüedades egipcias
   Las colecciones arqueológicas egipcias están directamente ligadas a la expedición de Bonaparte en Egipto y a la publicación, en 1802, del libro Voyage dans la Basse et haute Egypte de Dominique-Vivant Denon, que tuvo gran influencia en la vida cultural del momento. En 1826 Jean-François Champollion, que poco tiempo antes había descifrado los jeroglíficos, fue llamado por Carlos X para dirigir el "museo egipcio" del Louvre y las grandes colecciones adquiridas por el Estado. Desde 1997 se encuentran en el ala construida por Luis XIV antes de que decidiese trasladarse a Versailles.
Circuito cronológico (4º milenio a.C. - siglo IV d.C.) Ala Sully, primera planta, salas 20-30. La gran habilidad técnica  en la ejecución y la atención a los detalles de la naturaleza son algunas de las características de la cultura egipcia desde la prehistoria; el puñal de Gebel Arak* (aprox. 3300-3200 a.C.; sala 20) es uno de los primeros ejemplos de ello.
Antigüedades griegas, etruscas y romanas
   Cuando se inauguró en 1800, esta sección contaba con las colecciones de Francisco I y Luis XIV, que aumentaron gracias a adquisiciones sucesivas, como la Colección Borghese en 1808, Albani en 1818 y, durante el Segundo Imperio, la Colección Campana, que aportó 12.000 objetos a los fondos del museo. En la planta baja, en los apartamentos de Ana de  Austria y bajo techos pintados en el siglo XVII por Giovanni Romanelli, se reúnen las colecciones de escultura griega, romana y etrusca, mientras en la sala de las Cariátides, restaurada en 1989, se exhiben las copias romanas de obras helenísticas. La Victoria de Samotracia** (aprox. 190 a.C.) domina desde lo alto de la escalera del primer piso, que fue diseñada exprofeso para la escultura.
   Grecia preclásica (3º milenio a.C. - siglo VIII a.C.) Ala Denon, entreplanta, salas 1-3. (En la sala 1). No se trata de una colección muy extensa pero, gracias a algunas piezas notables, es muy interesante,, como la misteriosa Dama de Auxerre* (aprox. 630 a.C.), una de las estatuas griegas más antiguas que se conservan.
   Antigüedades griegas (siglo VII-IV a.C.) Ala Denon, planta baja, salas A-B y 4-6; ala Sully, planta baja, salas 7-17. En la sala 12, está la célebre Venus de Milo** (aprox. 100 a.C.), que fue encontrada en 1820 en Melos (Cícladas) y llevada a Francia por el embajador de Constantinopla. La estatua fue realizada en dos piezas que se unen en los pliegues del vestido.
   En la sala de las Cariátides** (sala 17), un gran salón de baile dominado por un palco de música sostenido por cuatro inmensas cariátides esculpidas por Goujon, se exhibe Diana de Versalles*, una de las estatuas más antiguas pertenecientes al rey de Francia, mientras Eros cabalgando sobre un centauro* es un interesante ejemplo de escultura romana de origen helénico.
   Antigüedades etruscas (siglo IX-I a.C.) Ala Denon, planta baja, salas 18-20. En el campo artístico, a partir del siglo VIII a.C. las ciudades de Etruria conocieron un gran desarrollo, sobre todo gracias a los contactos con Grecia y Oriente que dejaron claras influencias en la pintura funeraria, en la cerámica y en la orfebrería. En la sala 20 destacan los sarcófagos* en la que se presentan a los difuntos en el tradicional banquete ritual.
   Antigüedades romanas (siglo V a.C. - siglo V d.C.) Ala Denon, planta baja, salas A, 17 y 21-31. La colección de escultura romana del Louvre es muy importante, sobre todo por los bustos y algunos bajorrelieves, aunque los mosaicos y objetos de bronce también están muy bien representados. A lo largo de la historia se ha comparado la creación artística griega con la romana, que se considera una derivación directa de la primera. Probablemente, hubo artistas griegos trabajando en Roma a partir de finales del periodo republicano.
Escultura italiana y española
   Durante el reinado de Napoleón III en lo que hoy es la Galerie Donatello se encontraban los establos construidos en 1859; restaurados en 1994, albergan en la actualidad la escultura italiana de finales de la Edad Media a principios del primer Renacimiento. En la Galerie Michel-Ange (antigua galerie Mollien) se conservan obras que datan del Renacimiento a la época Neoclásica, entre ellas las de los Prisioneros de Miguel Ángel, que fueron llevadas a Francia, aun en vida del artista, para decorar el castillo de Anne de Montmorency en Ecouen y el Richelieu.
   En la sala 2 se exhiben terracotas vidriadas de la familia Della Robbia.
   En la sala 3 se exhiben obras de imagineros españoles de los siglos XIV al XVI destacando varios crucificados.
   En la sala 4 domina la portada del palacio Stanga (s. XV) de Cremona junto a los Prisioneros** (1513-1515) de Miguel Ángel, concebidos para el monumento funerario de Julio II; como muchas de las obras del gran escultor, están incoclusas. El busto de Richelieu* de Bernini es uno de los raros ejemplos de escultura barroc del museo y, junto al retrato de Leopoldo de Médicis* de Foggini demuestra la capacidad e importancia de la retratística italiana de los siglos XVII-XVIII. Eros y Psique* (1793) de Canova está considerada una de las obras maestras del escultor neoclásico que tanto influyó en la escultura europea.
Escultura de Europa septentrional
Siglos XII-XVI. Ala Denon, entreplanta, salas B-C.
   Una de las obras maestras es María Magdalena** (s. XV) de Gregor Erhart (sala C), de hacia 1515-1520 y proveniente de la iglesia de Santa María Magdalena del convento de dominicas de Augsburgo (Alemania), inspirada probablemente en un grabado de Durero, que hizo popular el tema de la redención del pecado, muy presente en Italia y Alemania en el siglo XVI.
Pintura española
Ala Denon, primera planta, salas 26-32.
   La única obra española de la colección de Luis XVI era el Joven mendigo* (aprox. 1650) de Murillo; de hecho, hasta el Romanticismo no se puso de moda la pintura española. Luis Felipe coleccionó centenares de piezas que influyeron enormemente en pintores como Manet (que descubrió a Velázquez y a Goya), pero la Galerie espagnole de Luis Felipe se subastó en Londres en 1853, y sólo se recuperaron las obras de El Greco, muchos años después. La colección cuenta con un número de obras limitado, pero es representativa por la gran calidad de las piezas.
   Formado en Italia pero de origen cretense, Domenico Theotocopulos, llamado El Greco, abrió taller en Toledo, donde muy pronto adquirió gran reconocimiento: el Cristo en la cruz** (aprox. 1580) data de los primeros años de su producción española. De la siguiente centuria obras de Zurbarán y de José de Ribera pertenecen al "siglo de oro" de la pintura española, que alcanzó con Velázquez su máximo apogeo. Perteneciente ya al siglo XIX hay que destacar a Francisco de Goya.
Pintura francesa (gran formato)
Siglo XIX. Ala Denon, primera planta, salas 75-77.
   La contraposición entre Ingres y Delacroix es ya un tópico: Ingres como maestro del dibujo nítido, limpio, inspirado en el siglo XV florentino y en Rafael, y Delacroix, el admirador de Rubens y de la escuela véneta.
   En la sala 75, La Coronación de Napoleón en Notre-Dame de París** (1804-1807) J.L. David expresó su talento como retratista en un lienzo imponente por sus proporciones y su importancia histórica.
Pintura italiana
Siglos XIII-XVIII. Ala Denon, primera planta, salas 1-23.
   La pintura italiana fue la más apreciada por los reyes de Francia. Francisco I y después Richelieu fueron los primeros en coleccionar piezas de Mantegna y Perugino; la colección del duque de Mantua llegó al Louvre en el siglo XVII gracias al financiero Jabach y a Mazzarino. Algunas de las obras enviadas de Italia por Napoleón y su ejército como botín de guerra aún se exhiben en el museo (Las bodas de Caná, de Veronés). Por intervención de Antonio Canova, se llenaron numerosas lagunas, sobre todo de los pintores primitivos y manieristas, ausentes en las antiguas colecciones.
   En el Salon Carré* (sala 3), que servía ya en el siglo XVIII para celebrar exposiciones, se reúnen las obras más notables, como La coronación de la Virgen** (anterior a 1435) de Fran Angelico, aún con características medievales. En la Grande Galerie** (salas 5-11), el Calvario** (aprox. 1456-1460) y San Sebastián** (aprox. 1480) de Andrea Mantegna (sala 5) revelan la maestría del pintor en la construcción del espacio y su atención al detalle arqueológico.
   Las obras de Leonardo da Vinci están representadas en el Louvre de forma extraordinaria, con la Virgen de las Rocas** (1483-1486) y la Gioconda** (aprox. 1503-1506). Las bodas de Caná** (1562-63) de Veronés, todas en la sala 6, contribuye a la comprensión de las tendencias pictóricas en Venecia a mediados del siglo XVI. En la sala 7, el Retrato de Badassare Castiglione** (1514-1515) de Rafael demuestra, de forma distinta, el gran conocimiento psicológico y la calidad del dibujo del artífice.
   A finales del siglo XVI, se abrió un nuevo capítulo de la historia de la pintura con los Carracci en Bolonia y con Caravaggio en Roma, que ejercieron una enorme influencia en toda la pintura europea. Muchos pintores boloñeses se trasladaron a Roma, donde recibieron la influencia de la cultura del momento. 

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