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martes, 19 de marzo de 2024

3987. ROMA** (XX), capital: 9 de septiembre de 2023








ROMA** (XX), capital de la provincia, de la región, y de Italia: 9 de septiembre de 2023.
Circo Massimo. Via del Circo Massimo. Metro línea B, Circo Mas­simo. Solo una amplia zona ajardinada recuerda hoy las dimensiones de la mayor instalación deportiva de todos los tiempos, cuya capacidad, para 300.000 espectadores, da idea de la popularidad que alcanzaron en la antigua Roma las carreras de carros (bastante bien representadas, aunque con alguna que otra exageración como en la superproducción de Hollywood Ben Hur, 1959).
     Dejando a un lado las leyendas según las cuales la depresión que media entre el Aventino y el Palatino se utilizaba anteriormente para la celebración de competiciones en honor al dios Consus (durante una de las cuales ocurrió el rapto de las sabinas), lo cierto es que la edificación existía ya en el siglo II a.C. y que experimentó varias modificaciones y restauraciones: por parte de Julio César, de Augusto (que dotó al circo del palco imperial y del obelisco de Ramsés II ahora emplazado en pia­zza del Popolo), por Trajano, Caracalla y aun por Constantino (que ordenó traer el obelisco de Tutmosis II, hoy en la piazza S. Giovanni in Laterano). De estas instalaciones, que se mantuvieron en funcionamiento hasta el 549, que­dan hoy pocos restos de ladrillo que datan de la reconstrucción de Trajano (100-104), y que son visibles cerca de la medieval torre della Moletta (VV.AA. Guía total: Roma y el Vaticano. Anaya. Madrid, 2020).

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3986. ROMA** (XIX), capital: 9 de septiembre de 2023.

domingo, 17 de marzo de 2024

3986. ROMA** (XIX), capital: 9 de septiembre de 2023














ROMA** (XIX), capital de la provincia, de la región, y de Italia: 9 de septiembre de 2023.
Scala Santa. Piazza di S. Gio­vanni in Laterano, 14. Metro A, S. Giovanni (visita a la capilla, de 9.30 h a 12.40 h y de 15 h a 17.10 h. Cierra domingos y festivos, www.scala-santa.com). El apelativo con el que se conoce la iglesia de S. Lorenzo in Palatio ad Sancta Sanctorum se debe a un error histórico come­tido a mediados del siglo XV, cuando se empezó a difundir la creencia de que la escalera de honor del Patriarcado era la misma de Pilatos, aquella que recorriera Jesús durante el procesamiento y que, según la tradición, Santa Elena, madre de Constantino, transportó hasta Roma desde Jerusalén.
     La escalinata se reutilizó después en el edificio que Sixto V encargó a Do­menico Fontana en 1589, para 'conservar' la capilla privada de los papas, el Sancta Sanctorum (llamado así por las reliquias que custodiaba), anteriormente parte del conjunto constantiniano. Desde entonces, la Scala Santa, que tiene 28 peldaños y es de piedra forrada de madera (se usa solo para subir de rodillas; para hacerlo a pie, se utilizan las rampas laterales), lleva a la capilla de S. Lorenzo, dando paso al Sancta Sanctorum, que puede verse solo a través de unas rejas, y cuyo actual aspecto es fruto de la remodelación ordenada por los Cosmati en 1278; los frescos son del siglo XIII, así como el mosaico (Cristo Pantocrátor) de la bóveda del presbiterio; los postigos que hay sobre el altar protegen una tabla del siglo V o VI, que muestra una imagen aqueropita (es decir, no pintada a mano) del Redentor, y sobre ella una reproducción en seda del siglo XIII (VV.AA. Guía total: Roma y el Vaticano. Anaya. Madrid, 2020).

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3985. ROMA** (XVIII), capital: 9 de septiembre de 2023.

sábado, 16 de marzo de 2024

3985. ROMA** (XVIII), capital: 9 de septiembre de 2023













ROMA** (XVIII), capital de la provincia, de la región, y de Italia: 9 de septiembre de 2023.
Piazza di San Giovanni in Laterano. Metro línea A, S. Giovanni. Entrada sur de la ciudad histórica, la plaza constituye un resumen de la cultura arquitectónica romana, con elementos que la datan de la antigüedad al siglo XX. 
     El actual trazado se debe a la profunda transformación llevada a cabo por Domenico Fontana, entre 1585 y 1589, por encargo del papa Sixto V. Bajo la dirección del arquitecto, se reconstruyeron el palacio de Letrán, la loggia delle Benedizioni y el edificio de la Scala Santa, y se abrieron las avenidas rectilíneas que llevan hacia Santa María la Mayor, el Coliseo y la via Appia Antica. En el vértice donde con­fluían estos radios, se emplazó el obelisco de Tutmosis o Lateranense*, del siglo XV a.C. Con una altura de 47 m, Constante II lo había transportado desde Tebas hasta Roma en 357 para colocarlo en el Circo Massimo.
     Actualmente, escenario de eventos públicos y religiosos como el concierto del 1º de mayo y la fiesta de los santos protectores de Roma, Letrán tiene a sus espaldas una larga historia, que se remonta a los albores de la cristiandad. Desde los inicios del Imperio fue sede de palacios patricios que más tarde fueron confiscados por Nerón, vio a la mu­jer de Constantino donar el palacio de los Lateranos al papa Melquíades, que lo destinó a residencia propia y de sus sucesores; el emperador, por su parte, donó los terrenos colindantes para le­vantar en ellos la primera basílica cristiana (hacia 313-318). El conjunto arquitectónico del Patriarcado -que, tras la huida de los papas a Avignon y el de­finitivo traslado de la residencia papal al Vaticano, cayó en la ruina- se sacrificó para dar paso a la remodelación de Fontana y a la construcción de los hospitales del Salvador y de las Mujeres, y que actualmente recibe el nombre de complejo hospitalario de S. Giovanni-Addolorata.
     La fachada de la basílica data del si­glo XVIII y la disposición del Triclinio Leoniano. Con las obras de urbanización posteriores a la unificación italiana desaparecieron las villas y los jardines que hasta entonces ocupaban la zona.
Palacio de Letrán. Piazza di S. Giovanni in Laterano. Metro línea A, S. Giovanni. A la derecha de la loggia, el Baptisterio Lateranense o S. Giovanni in Fonte, construido por Constantino en 315-324, sirvió de modelo para este tipo de edificios. 
     En el interior, de planta octogonal, ocho columnas de pórfido con capiteles corintios sustentan el arquitrabe rematado con un cimborio, mientras que un recinto circular envuelve una urna de basalto, utilizada para celebrar bautismos por inmersión. De la antigua decoración quedan mosaicos del siglo VII en la capilla de S. Venancio y de finales del siglo v en las de Santa Rufina y San Juan Evangelista, esta última cerrada por unas antiguas puertas** de bronce de finales del siglo XII (VV.AA. Guía total: Roma y el Vaticano. Anaya. Madrid, 2020).

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3984. ROMA** (XVII), capital: 8 de septiembre de 2023.

jueves, 14 de marzo de 2024

3984. ROMA** (XVII), capital: 8 de septiembre de 2023























ROMA** (XVII), capital de la provincia, de la región, y de Italia: 8 de septiembre de 2023.
Piazza di San Giovanni in Laterano. Metro línea A, S. Giovanni. Entrada sur de la ciudad histórica, la plaza constituye un resumen de la cultura arquitectónica romana, con elementos que la datan de la antigüedad al siglo XX. 
     El actual trazado se debe a la profunda transformación llevada a cabo por Domenico Fontana, entre 1585 y 1589, por encargo del papa Sixto V. Bajo la dirección del arquitecto, se reconstruyeron el palacio de Letrán, la loggia delle Benedizioni y el edificio de la Scala Santa, y se abrieron las avenidas rectilíneas que llevan hacia Santa María la Mayor, el Coliseo y la via Appia Antica. En el vértice donde con­fluían estos radios, se emplazó el obelisco de Tutmosis o Lateranense*, del siglo XV a.C. Con una altura de 47 m, Constante II lo había transportado desde Tebas hasta Roma en 357 para colocarlo en el Circo Massimo.
     Actualmente, escenario de eventos públicos y religiosos como el concierto del 1º de mayo y la fiesta de los santos protectores de Roma, Letrán tiene a sus espaldas una larga historia, que se remonta a los albores de la cristiandad. Desde los inicios del Imperio fue sede de palacios patricios que más tarde fueron confiscados por Nerón, vio a la mu­jer de Constantino donar el palacio de los Lateranos al papa Melquíades, que lo destinó a residencia propia y de sus sucesores; el emperador, por su parte, donó los terrenos colindantes para le­vantar en ellos la primera basílica cristiana (hacia 313-318). El conjunto arquitectónico del Patriarcado -que, tras la huida de los papas a Avignon y el de­finitivo traslado de la residencia papal al Vaticano, cayó en la ruina- se sacrificó para dar paso a la remodelación de Fontana y a la construcción de los hospitales del Salvador y de las Mujeres, y que actualmente recibe el nombre de complejo hospitalario de S. Giovanni-Addolorata.
     La fachada de la basílica data del si­glo XVIII y la disposición del Triclinio Leoniano. Con las obras de urbanización posteriores a la unificación italiana desaparecieron las villas y los jardines que hasta entonces ocupaban la zona.
Palacio de Letrán. Piazza di S. Giovanni in Laterano. Metro línea A, S. Giovanni. Con la firma de los Pactos de Letrán (11 de febrero de 1929), que pusieron fin a más de 50 años de desencuentros entre el reino de Italia y la Iglesia católica, nacía el Estado de la Ciudad del Vaticano: el edificio se incluyó entonces entre los bienes pontificios, recibiendo así el privilegio de extraterritorialidad. El arquitecto Domenico Fontana lo había ideado en 1586-1589 para sustituir el Patriarcado, con una planta cuadrada de tres vistas iguales, rematado con un mirador con colum­nas. Tras destinarse a hospital, archivo y sede museística, el palacio se convirtió en 1967 en la sede del vicariato de Roma. A partir de 1987 se instaló aquí el Museo de la Historia del Vaticano, dedicado a la iconografía papal desde el siglo XVI hasta nuestros días, al ceremonial de la corte pontificia y a sus cuer­pos armados.
     Una balaustrada, desde la que aso­man dos campanarios gemelos, con tres ventanas cada uno, del siglo XIII con cúspides de 1370, corona la loggia delle Benedizioni, realizada por Dome­nico Fontana en 1586 en el extremo del transepto derecho de la basílica. A la derecha de la loggia, el Baptisterio Lateranense o S. Giovanni in Fonte, construido por Constantino en 315-324, sirvió de modelo para este tipo de edificios. 
     En el interior, de planta octogonal, ocho columnas de pórfido con capiteles corintios sustentan el arquitrabe rematado con un cimborio, mientras que un recinto circular envuelve una urna de basalto, utilizada para celebrar bautismos por inmersión. De la antigua decoración quedan mosaicos del siglo VII en la capilla de S. Venancio y de finales del siglo v en las de Santa Rufina y San Juan Evangelista, esta última cerrada por unas antiguas puertas** de bronce de finales del siglo XII. 
San Juan de Letrán*. Piazza di S. Giovanni in Laterano, 4. Metro A, S. Giovanni (visita de 7 h a 18.30 h, www.vatican,va/various/basiliche/san_giovanni/index_it.htm). Dedicada a Juan el Bautista, Juan Evangelista y al Santísimo Salvador, se considera la catedral de Roma y es heredera de la basílica constantina erigida en 313-318. Esta basílica, propiedad de la Santa Sede, es una de las iglesias que se deben visitar en el peregrinaje de las siete iglesias de Roma para alcanzar el jubileo en el Año Santo.
     Restaurada varias veces, debe su grandiosa fachada a la intervención de Alessandro Galilei (1732-1735), con balaustrada coronada con las estatuas de Cristo, San Juan Bautista y los evange­listas. Poco menos de un siglo antes, en 1660, desde la Curia del Foro se traje­ron hasta aquí las hojas* de bronce de la puerta central, a la derecha de la cual se encuentra la Puerta Santa, que solo se abre con motivo del año jubilar. A Francesco Borromini (que trabajó aquí en dos fases, en 1646-1650 y de 1656 a 1657) se debe la reconstrucción del interior, basilical de cinco naves, con una longitud de 130 m, y que conserva tanto el pavimento cosmatesco como el techo de madera del siglo XVI; llevan su firma los 12 nichos que se distribuyen a lo largo de la nave central, y que acogen las colosales estatuas de los apóstoles que se colocaron aquí antes de 1718. El tabernáculo (1367) ojival al final de la nave es de Giovanni di Stefano, y está decorado en sus paneles exteriores con frescos atribuidos a Barna da Siena, posteriormente retocados por Antoniazzo Ro­mano y Fiorenzo di Lorenzo; arriba, tras la verja, las custodias de plata contienen las reliquias de los apóstoles Pedro y Pablo; debajo, en el altar papal, desde el cual solo el papa puede decir misa, ha conservado el de madera en el que, según se cree, oficiaron los primeros papas.
     En la nave lateral derecha, entre la segunda y tercera capillas, se encuen­tra una pequeña estatua de Santiago de Andrea Bregno (1492); más adelante, el sepulcro del cardenal Antonio Martino de Chaves (1447) con esculturas de Isaia da Pisa. La nave central de­recha acoge la tumba del cardenal Ranuccio Farnese (m. 1565), diseñada por Vignola; en el primer pilar, Bonifacio VIII proclamando el Jubileo de 1300*, fragmento de un fresco de Giotto. La capilla Corsini es de Galilei, que acoge el monumento de Clemente XII, con urna y columnas de pórfido procedentes del atrio del Panteón. En el último pilar de la nave central izquierda se halla el sepulcro de Elena Savelli de Jacopo del Duca (1570). En 1597-1601 Giacomo della Porta y el Caballero de Arpino (Giuseppe Cesari) renovaron el transepto, este último asistido por Paris Nogari, el Pormarancio (Cristoforo Roncalli), G. B. Ricci, Cesare Nebbia, Giovanni Baglione y Bernardino Cesari (desde el brazo derecho se accede al museo, con apreciables piezas de orfebrería y la Cruz constantiniana, del siglo XIII o XIV).
     La remodelación del ábside, realizada en el siglo XIX por Francesco Vespignani, permitió recuperar el mosaico* de Jacopo Torriti (de finales del siglo XIII) de Cristo y la Jerusalén celestial: los cuatro ríos representan los Evangelios, y las ovejas y los ciervos que se refrescan en ellos, los fieles. El claustro*, construido en 1215-1232 por los Vassalletto, es una obra maestra del arte cosmatesco, y sus paredes están salpicadas con lápidas sepulcra­les -entre ellas restos del sepulcro de Ricardo degli Annibaldi*, obra de Ar­nolfo di Cambio- y materiales procedentes de excavaciones romanas y paleocristianas. 
     Al este de la basílica, la puerta de S. Giovanni se abre en la muralla Aure­liana para marcar el comienzo de la via Appia Nuova. Realizada en 1574 por Jacopo del Duca (VV.AA. Guía total: Roma y el Vaticano. Anaya. Madrid, 2020).

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3983. ROMA** (XVI), capital: 8 de septiembre de 2023.