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miércoles, 22 de febrero de 2023

3890. SEVILLA** (MDCCLVIII), capital: 21 de febrero de 2023.






SEVILLA** (MDCCLVIII), capital de la provincia y de la comunidad: 21 de febrero de 2023.
     Mostramos imágenes del "Baile de los Seises", en la Capilla Mayor de la Catedral de Santa María de la Sede, durante el Triduo de Carnaval.
     Los seises son una agrupación de niños que realizan una danza sagrada delante del Santísimo de la Catedral de Sevilla en la Octava del Corpus, en la Inmaculada Concepción y en el Triduo de Carnaval.
   Los niños cantores en las iglesias suponen una tradición muy antigua. Tras la Reconquista de Sevilla, la ciudad contaría con la presencia organizada de cuatro a seis mozos de coro para la liturgia solemne, costumbre que se extiende por España. La autorización para emplear estos niños cantores viene dada a instancias del Cabildo Sevillano por la bula del Papa Eugenio IV en 1439. Además, el 27 de junio de 1454 el Papa Nicolás V concede a la Catedral de Sevilla un maestro de canto para los niños.
   En la segunda mitad del siglo XV se generaliza que sean seis niños. A principios del siglo XVI ya se conocen como seises en toda España y en Sevilla se llamarán así desde la segunda mitad del siglo XVI. Actualmente, en Sevilla son diez niños. Estos niños vivían con el Maestro de Capilla de la Catedral, recibiendo de él educación y manutención. En el siglo XVII pasaron a vivir internos en colegios creados por los propios cabildos. En el caso de Sevilla fue el Colegio de San Isidoro, más conocido como de San Miguel, donde ingresaron los seises el 1 de enero de 1633 y que cerró sus puertas en 1960. Desde el año 1985 los seises pertenecen al Colegio Portaceli, de la Compañía de Jesús. 
     No se sabe cuándo empezaron a bailar los seises de la Catedral de Sevilla pero hay referencias de esto desde principios del siglo XVI y lo hacían los niños de manera esporádica e imprecisa durante la procesión del Corpus. En el siglo XVII esa costumbre se convierte en una tradición cristiana de la ciudad para que siempre se produzca dicha danza con los niños en el Corpus. En 1654 se decide dotar a la festividad de la Inmaculada de ese honor y en 1695 se hará lo mismo con el Triduo del Carnaval.
     El traje de los seises es muy llamativo, con detalles dorados, mallas, pantalones abombados y chaquetillas. Como curiosidad, el traje incorpora detalles celestes en la festividad de la Inmaculada y siembre bailan con un sombrero con plumas.
     El coro infantil de la Catedral, también del Colegio Portaceli, entona cánticos que acompañan la danza.
     Existían unas fiestas denominadas «El Obispillo», en el que los niños que formaban el coro ejercían un especial protagonismo. Son los niños cantores o, como se les llamó en un principio, cantorcillos y mozos del coro.
     Su origen data del año 1.439, y sus trajes, bailes y canciones se mantienen sin variaciones desde el siglo XVI.
     Se les puede ver en los ocho días siguientes a la festividad del Corpus Christi, y en la semana de octava de la Inmaculada, también en el Triduo de Carnaval.
     En sus comienzos, vestían de pastorcillos, con una pelliza que mostraba la lana del cordero, calzones cortos y unos borceguíes o botas de becerro.
     El nombre de seises, es una modificación fonética. Mediante el seseo andaluz de la palabra castellana seize, que significaba dieciséis. Como su nombre indica, el grupo estaba compuesto por dieciséis niños, aunque actualmente se ha reducido a doce.
     En el siglo XVI-XVII se cambió la ropa por un trajecito de paje al estilo de la corte de los Austrias, con un juboncillo (que viene a ser una chaquetilla sin mangas), muy ajustado al cuerpo. Este juboncillo es de color rojo para los días de la octava del Corpus y de azul para los días de la Inmaculada Concepción.
     La prenda inferior es de calzón corto de color blanco, al igual que las medias. Todo ello, se completa con una banda que cruza el pecho, zapatos forrados de raso y un sombrero con plumas.
     Originariamente, los seises bailaban con el adufe o pandero, instrumento muy popular en Sevilla en épocas pasadas pero con el tiempo, este instrumento se sustituyó por unas castañuelas.
     La música que interpretan en sus bailes, en un principio, eran Villancicos (entre ellas, el guárdame las vacas Carillo). A finales del siglo XVI se sustituyen por canciones musicales de mayor empeño creados por los maestros de capilla de la catedral, con acompañamiento de órgano polifónico, que han evolucionado desde las gallardas, hasta las pavanas.
     En todos los actos que participan realizan tres bailes: El primero, en honor al Santísimo Sacramento o para la Virgen. El segundo, en honor al prelado. El último para las autoridades y el pueblo.
     Cabe decir, que la Iglesia Católica debe a los seises de Sevilla el color celeste de las fiestas de la Virgen (www.sevillamisteriosyleyendas.com).
                   
Enlace a la Entrada anterior de Sevilla**:
3889. SEVILLA** (MDCCLVII), capital: 15 de febrero de 2023.

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