Las primeras 450 entradas de este blog las puedes consultar en el enlace Burguillos Viajero.

jueves, 9 de noviembre de 2023

3901. BADAJOZ* (I), capital: 26 de febrero de 2023

























BADAJOZ* (I), capital de la provincia: 26 de febrero de 2023.
     La ciudad pacense constituye el mayor núcleo de población de Extremadura y es capital de la provincia más extensa de España. La proximidad a la frontera portuguesa ha marcado una historia de conflictos bélicos y repetidos asedios, cuyas huellas aún son visibles en el recinto urbano. Actualmente, su condición de centro administrativo y comercial, que trasciende hasta las vecinas poblaciones lusas, hacen de ella una ciudad en expansión y con futuro.
     Asentada sobre el cerro de La Muela, en la margen izquierda del Guadiana, la ciudad ha extendido su perímetro a uno y otro lado del río con nuevas barriadas, amplias avenidas radiales y zonas verdes que, a modo de círculos concéntricos, rodean el núcleo primitivo, muy transformado, y la antigua Alcazaba.
El casco histórico
     La plaza de España es el centro del Badajoz tradicional. En ella se alzan el edificio del Ayuntamiento de fachada neoclásica, y la catedral de San Juan*, sencillo y macizo templo de aspecto gótico. Su construcción la inició el obispo Pedro Pérez (1232) sobre el solar de una anti­gua iglesia mozárabe, lo que explicaría su situación a extramuros de la alcazaba, aunque las obras se prolongaron hasta el siglo XVIII, con la consiguiente mezcla de estilos que van del gótico al barroco pasando por el renacentista. Posee un marcado carácter de fortaleza, acentuado en el exterior por la sólida torre almenada en la que posteriormente se abrieron ventanas gótico-platerescas. El interior, de la transición del románico al gótico, tiene planta de cruz latina, con tres naves y doce capillas. Dentro de la sobriedad general destacan la sillería del coro, obra de Jerónimo de Valen­cia (siglo XVI); el retablo churrigueresco (1708) del altar mayor; el conjunto de rejas del presbiterio, diversas imágenes renacentistas y barrocas y el claustro gótico manuelino. En la sacristía cuelgan tapices flamencos del siglo XVII. La antigua sala capitular acoge el Museo Catedralicio, que exhibe orfebrería sacra y valiosas pinturas, entre ellas cinco tablas del artista pacense Luis de Morales, apodado "el Divino" (siglo XVI).
     Un laberinto de bulliciosas y sombreadas calles arranca de la plaza cargado del sabor que crean las tabernas y cafés más señeros y los aires de zoco del comercio más tradicional. Precisamente por Virgen de la Sole­dad (la calle con más encanto) y Duque de San Germán, se llega al museo de Bellas Artes. Instalado en dos casas-palacio colindantes de principios del siglo XIX, reúne una amplia colección de obras realistas y costumbristas de artistas extremeños, con especial atención a los siglos XIX y XX.
     Ascendiendo por la calle San Juan desde la plaza de España hacia la Alcazaba, salen al paso la iglesia de la Concepción (siglo XVII), erigida según planos de Ventura Rodríguez, y la Plaza Alta, un singular espacio porticado y colorido, construido en el siglo XV y reformado en el XVII, que antiguamente desempeñaba funciones de Plaza Mayor, mercado y centro de espectáculos. Se encuentra, al igual que otras zonas contiguas, un proceso de restauración que poco a poco parece devolverle todo su esplendor.
La Alcazaba
     El arco del Peso del Colodrazo da paso, desde la Plaza Alta, a la contigua plaza de San José, donde se levantan un último reducto de asoportaladas casas mudéjares, el convento de las Adoratrices y la portada rena­centista que precede al acceso originario a la alcazaba, la puerta del Capitel, característica entrada almohade en recodo llamada así por el capitel romano que hay incrustado sobre el arco de herradura apuntado. La alcazaba*, que se remonta al siglo IX, se vio favorecida por sucesivas reformas y am­pliaciones, en especial las del califa Abu Yacub Yusuf (siglo XII) , quien le confirió su imponente aspecto actual. Su perímetro ovalado (400 x 200 m) mantiene las murallas, algunas de sus puertas y varias torres defensivas, todo ello en un precario estado de conservación. Dentro del recinto, junto a los solares ajardinados del alcázar y la mezquita, la torre de la antigua catedral de Santa María del Castillo y el reconstruido palacio de los duques de la Roca, sede del Museo Arqueológico Provincial. Con cuatro torres flanqueando las esquinas y un amplio arco aterrazado en la fachada principal, alberga piezas procedentes de toda la provincia, desde el Paleolítico hasta la Edad Media.
     Desde la muralla se dominan sugeren­tes perspectivas sobre el Guadiana y sus cuatro puentes. Unida a ella por medio de un adarve puede verse la torre albarrana popularmente conocida como Espantaperros. De planta octogonal, su interior se dispone en dos cuerpos rematados por una terraza almenada, siendo en su aspecto muy similar a la Torre del Oro sevillana, a la que sirvió de modelo. Enlazando con la muralla se construyeron en el siglo XVII las fortificaciones que envolvían la totalidad del casco histórico y donde el uso de la artillería obligó a consolidar una sucesión de ocho baluartes ajustados al diseño del ingeniero militar francés Vauban, quien acabaría dando su nombre a este sistema defensivo. Asimismo, en la muralla se abrieron varios accesos, entre los que destacan la puerta de la Trinidad y la puerta del Pilar por su buen estado de conservación. La visita a este con­junto supone un gran paseo, que el fatigado caminante puede limitar a los interesantes baluartes de San Vicente, sobre el río Guadiana, y el sucesivo baluarte de San José con estéticas garitas colgadas sobre las murallas.
     En el descenso desde la Alcazaba, tras pasar por la plaza de la Soledad, la torre de la iglesia de la Soledad y el edificio La Giralda, en dirección al río se llega a uno de los monumentos más representativos de la ciudad: la puerta de Palmas, construida en el siglo XVI para control del puente. Sus dos sólidos torreones almenados, a los que rodea el cordón franciscano, se unen por un arco de medio punto y la hornacina con la Virgen de los Ángeles. Frente a la puerta se prolonga el puente de Palmas, erigido en 1596 siguiendo los planos de Juan de Herrera y aprovechando, según se cree, pilares de la época romana. En la orilla opuesta conserva el baluarte defensivo, así como dos torreones centrales desde donde se obtienen las mejores panorámicas del recinto amurallado de la alcazaba.
     El parque de Castelar, muy cercano a este punto, o el parque de la Legión, al este del casco antiguo a modo de prolonga­ción del bosque de pinos del castillo, son espacios idóneos para el paseo.
     Muy a tener en cuenta es la sugerente oferta cultural que supone el museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo, que dispone de una de las mejores colecciones de arte peninsular e iberoamericano del momento; y el museo de la ciudad Luis de Morales, ubicado en una casa-palaciega del siglo XVI conocida como Casa de Luis de Morales (plaza de Santa María). Comprende varias salas explicativas de la historia de Badajoz, una de ellas dedicadas a Luis de Morales, genial pintor manierista de temática religiosa que contradiciendo a la creencia popular nunca habitó en esta casa (Alfredo J. Ramos, y Santiago Llorente. Guía total: Extremadura. Anaya. Madrid, 2005).
     La Catedral de Badajoz fue levantada por mandato de Alfonso X El Sabio en el siglo XIII a base de mampostería y sillares de refuerzo. Dedicada a San Juan Bautista, fue declarada monumento histórico-artístico en 1931.
     A simple vista, te llamará la atención la gran cantidad de escudos de obispos y nobles, además del de la diócesis, que luce su fachada. Para acceder al templo, se crearon tres puertas, siendo la mas importante la llamada "del Cordero", pues era la que usaban las personalidades de la época.
     El interior de la catedral, con doce capillas menores, es fiel representante del gótico ya decadente y alberga verdaderas obras de arte. Cabe destacar la rejería de forja, que data de finales del s. XVII y sigue modelos del Alentejo portugués, y la gran lámpara que pende del crucero.
     También son dignos de mención la sillería del coro, sus tres órganos barrocos, el altar mayor, el museo catedralicio y una magnifica exposición de tapices flamencos del siglo XVI que encontrarás a los pies del templo.
     Antes de alejarte de la catedral, no olvides levantar la vista hacia sus 41 metros de torre, obra de Gaspar Mendes. En su sobria composición destacan dos hermosas ventanas labradas en piedra, una gótica y otra plateresca. Luce un reloj en dos de sus caras y está coronada por el cuerpo de campanas y las almenas, que otorgan una sensación de fortaleza a la catedral metropolitana (Turismo de Extremadura).

No hay comentarios:

Publicar un comentario