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sábado, 27 de agosto de 2016

1623. GRANADA** (LXVII), capital: 19 de mayo de 2013.

391. GRANADA, capital. La Basílica de Ntra. Sra. de las Angustias.

392. GRANADA, capital. Fachada de la basílica de Ntra. Sra. de las Angustias.

393. GRANADA, capital. Portada de la basílica de Ntra. Sra. de las Angustias.

394. GRANADA, capital. Interior de la basílica de Ntra. Sra. de las Angustias.

395. GRANADA, capital. Zona del presbiterio y capilla mayor de la basílica de Ntra. Sra. de las Angustias.

396. GRANADA, capital. Cúpula de la basílica de Ntra. Sra. de las Angustias.

397. GRANADA, capital. Retablo mayor de la basílica de Ntra. Sra. de las Angustias.

398. GRANADA, capital. Ntra. Sra. de las Angustias en su paso procesional.

399. GRANADA, capital. Ntra. Sra. de las Angustias.

400. GRANADA, capital. Otra perspectiva de Ntra. Sra. de las Angustias.

401. GRANADA, capital. Retablo de San José en la basílica de Ntra. Sra. de las Angustias.

402. GRANADA, capital. Imagen de San Antonio de Padua en su retablo de la basílica de Ntra. Sra. de las Angustias.

GRANADA** (LXVII), capital de la provincia: 19 de mayo de 2013.
La Basílica de Nuestra Señora de las Angustias*
   La Carrera del Genil se inicia enfrente de la Diputación. Es esta la calle por antonomasia de Granada. Se trata de un bello paseo arbolado que ya existía en el siglo XVI. Orientada hacia el Genil, la Carrera ofrecía preciosas panorámicas que se mantuvieron hasta los años setenta del siglo XX, momento en que la desaforada construcción de elevadas alturas a este y al otro lado del río, las hizo desaparecer. A pesar de ello, aún conserva un aire gozoso y entrañable, proporcionado principalmente por el arbolado boulevard de brillante pavimento que hace las veces de eje, lleno la mayor parte del día de gente de todas las edades que sube y baja por él, que charla animadamente formando pequeños grupos bajo los árboles o se sientan un momento en los bancos disfrutando del ambiente.
   Pero si por algo es importante este paseo para los granadinos es porque en la acera de la derecha, conforme se baja, se sitúa la iglesia de de Nuestra Señora de las Angustias, en la que se guarda y se venera a la Virgen de Granada, su Patrona, la imagen no sólo más querida de la ciudad, sino aquella capaz de reunir a los granadinos bajo su manto, por encima de las diferencias sociales, ideologías y creencias. Hasta tal punto llega la comunión con la imagen, que los granadinos no llaman a la calle Carrera del Genil, sino Carrera de la Virgen, y cuando se refieren a esta ni siquiera la nombran, les basta con decir: la que está en la Carrera.
   La iglesia remonta su origen a una ermita dedicada a las santas Úrsula y Susana, a la que Isabel I había donado una pintura con la imagen de la Virgen de las Angustias realizada por Francisco Chacón. Esta imagen se ganó la veneración de la gente de los alrededores, sumamente humilde en su mayoría, hasta el punto de que en 1545 se fundó una hermandad para darle culto. A finales del siglo XVI, como la devoción iba en aumento, se construyó una iglesia en sustitución de la ermita, que recibió ya el nombre de Nuestra Señora de las Angustias, sustituyéndose también la pintura por una imagen de bulto redondo.
   La iglesia actual data de mediados del siglo XVII, siendo edificada tras el derribo de la antigua. El templo presenta la fachada más característica de la ciudad en este tipo de edificios, con la espléndida portada barroca abrazada por dos esbeltas torres que terminan en afilados chapiteles de pizarra. Realizada en piedra de Sierra Elvira, dicha portada tiene dos cuerpos. El inferior consiste en un vano de acceso de medio punto flanqueado por sendos pares de columnas corintias adornadas con vides y racimos en espiral. En el segundo cuerpo va una hornacina con la imagen de la Virgen de las Angustias labrada en 1666 por Bernardo de Mora y su hijo José. Dos lápidas recuerdan la coronación canónica de la Virgen en 1913 y la bula de Pío XI elevando la iglesia a basílica. Toda la fachada estuvo pintada al fresco hasta principios del siglo XIX. En una restauración realizada hace pocos años se dejó al descubierto la fábrica de ladrillo.
   A la derecha de la portada, una puerta da acceso al patio. Sobre ella hay una hornacina con una imagen de San Cecilio de José Risueño. El interior del templo es una joya barroca. Tiene una sola nave con capillas laterales, crucero y camarín en el altar mayor. Nave y capillas, incluídas las bóvedas, están decoradas con pinturas vegetales. El bellísimo altar mayor fue realizado por Marcos Fernández Raya en mármoles de colores, data de 1760 y sustituyó al anterior de madera. Consta de banco y un cuerpo articulado mediante cuatro estípites profusamente decorados, entre los que se abren cuatro hornacinas con las imágenes de San Nicolás de Bari, San Lorenzo, Santa Úrsula y Santa Susana, las cuatro esculpidas en mármol blanco por Pedro Tomás Valero.
   Un gran arco de medio punto de ancho trasdós, igualmente muy decorado, deja ver el camarín en el que se encuentra la Virgen. Dicho camarín es una pieza barroca de primer orden. Es también uno de los primeros que se construyeron en Andalucía. El proyecto se debe al mercedario fray Baltasar de la Pasión y en su ejecución intervinieron Juan de Mena, Hurtado Izquierdo y Francisco Beltrán, dándose por concluido en 1742. Comprende dos partes, una principal formada por columnas salomónicas sobre las que se apea una cúpula de gallones con linterna rebosante de hojarasca dorada, y la otra compuesta por dos antecamarines laterales con pinturas murales que reproducen escenas relacionadas con la vida de la Virgen. En el conjunto se dan cita másrmoles de Íllora, Sierra Nevada, Cabra (Córdoba) y Macael (Almería), lo que da como resultado un brillante juego de colores. En el centro del espacio se encuentra la Virgen. La imagen fue hecha en Toledo hacia 1565. En principio semejaba más una Soledad, pues aparecía erguida, con los brazos cruzados sobre el pecho y vestía saya azul, sin manto, pudiendo atribuirse a Gaspar Becerra. En el siglo XVIII, concretamente, en 1718, se le encargó a Pedro Duque Cornejo que le hiciese unos nuevos brazos, le irguiera la cabeza y le igualara la altura de los hombros. Antes, en el siglo XVII, se la había añadido la imagen  de Cristo yacente, lo que la convertía en Angustias, se le colocó la cruz de plata, la saya blanca, un manto de seda negra adquirido al mercader Francisco Suárez, y la media luna y el cetro, de plata, labrados por el platero Diego Romero. En 1734, Marcos Fernández Raya realizó el trono y ya en el siglo XIX el Cristo fue sustituido por otro de autor anónimo.
   La iglesia tiene otras muchas obras de arte. En el retablo del lado del Evangelio del crucero hay un magnífico Nazareno de Pablo de Rojas. En repisas colocadas en las pilastras de la nave figuran las imágenes de los evangelistas realizadas por Duque Cornejo entre 1714 y 1718. En la última capilla del lado izquierdo, se venera al Cristo de Burgos, talla del siglo XVII de autor anónimo. En la última capilla de la derecha se venera una imagen de San Antonio de Padua, de José de Mora.

Enlace a la Entrada anterior de Granada**:

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