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miércoles, 24 de octubre de 2018

2411. CARMONA** (XIV), Sevilla: 17 de septiembre de 2017.

149. CARMONA, Sevilla. Patio de los Naranjos de la igl. de Sta. Mª.
150. CARMONA, Sevilla. Arco central de la galería norte del Patio de los Naranjos de la igl. de Sta. Mª.
151. CARMONA, Sevilla. Torre de la igl. de Sta. Mª desde el Patio de los Naranjos.
152. CARMONA, Sevilla. Interior de la igl. de Sta. Mª.
153. CARMONA, Sevilla. Nave central de la igl. de Sta. Mª.
154. CARMONA, Sevilla. Bóveda del cimborrio de la igl. de Sta. Mª.
155. CARMONA, Sevilla. Portada neogótica de los pies de la igl. de Sta. Mª.
156. CARMONA, Sevilla. Portada abierta al Patio de los Naranjos de la igl. de Sta. Mª.
157. CARMONA, Sevilla. Capilla de la Virgen de Gracia en la igl. de Sta. Mª.
158. CARMONA, Sevilla. La Virgen de Gracia en su altar de cultos en el presbiterio de la igl. de Sta. Mª.
159. CARMONA, Sevilla. Retablo del Cristo de los Martirios, en su capilla de la igl. de Sta. Mª.
160. CARMONA, Sevilla. Cancel de la portada de acceso al Patio de los Naranjos de la igl. de Sta. Mª.
161. CARMONA, Sevilla. Retablo de la Virgen de Belén, en su capilla de la igl. de Sta. Mª.
162. CARMONA, Sevilla. Capilla Sctal. de la igl. de Sta. Mª.
163. CARMONA, Sevilla. Retablo de la capilla sctal. de la igl. de Sta. Mª.
164. CARMONA, Sevilla. Capilla bautismal de la igl. de Sta. Mª.
165. CARMONA, Sevilla. Retablo-tríptico de la cap. bautismal de la igl. de Sta. Mª.
166. CARMONA, Sevilla. Retablo de San Cristóbal, de la igl. de Sta. Mª.
167. CARMONA, Sevilla. Retablo de la Virgen de la Antigua, en la igl. de Sta. Mª.
168. CARMONA, Sevilla. Calvario en la igl. de Sta. Mª.
169. CARMONA, Sevilla. Retablo de San José en su capilla de la igl. de Sta. Mª.
170. CARMONA, Sevilla. Políptico de la Vida de Sto. Tomás, en la capilla de San José de la igl. de Sta. Mª.
171. CARMONA, Sevilla. Retablo del Sgdo. Corazón.
172. CARMONA, Sevilla. Retablo de la Virgen con el Niño en la igl. de Sta. Mª.
173. CARMONA, Sevilla. Cuadro del Cachorro e imagen de Sto. en la igl. de Sta. Mª.
174. CARMONA, Sevilla. Retablo de Gaspar del Águila en la igl. de Sta. Mª.
175. CARMONA, Sevilla. Retablo de los Stos. Jesuitas, en la igl. de Sta. Mª.
176. CARMONA, Sevilla. Trascoro de la igl. de Sta. Mª.
177. CARMONA, Sevilla. Políptico de San Pedro en el trascoro de la igl. de Sta. Mª.
CARMONA** (XIV), provincia de Sevilla: 17 de septiembre de 2017.
Iglesia de Santa María*
   El sector más antiguo del templo está constituido por el Patio de los Naranjos, que se encuentra adosado a su muro izquierdo. Al parecer formó parte del patio de las abluciones de la antigua mezquita almohade derribada en 1424 para construir el templo cristiano. Presenta una galería porticada en dos de sus frentes, soportada por columnas de mármol o granito rematadas por cimacios, una de las cuales tiene una inscripción de época visigoda. En el lado norte del patio aparecen siete arcos, el central más amplio y peraltado y los laterales con forma de herradura apuntada. También son peraltados los arcos del flanco este que van encuadrados por un alfiz. La tipología de estos últimos y el despiece de los anteriores señalan que si pertenecieron a la obra islámica, fueron retocados en el siglo XV. A esta misma época corresponde la Capilla de los Apóstoles, situada en el lado norte, que se cubre con una bóveda de ocho paños sobre trompas angulares. Aunque tipológicamente parece más antigua hay que fechar en el mismo siglo la portada del muro del este, que exteriormente presenta una sencilla arquivolta apuntada, encuadrada por alfiz y rematada por un alero de modillones. En el muro contrario se eleva la torre, constituida por cuatro cuerpos decrecientes y rematada por un chapitel piramidal. Fue construida entre el siglo XVI y el XIX, conociéndose la intervención del maestro cantero Francisco Gómez en 1702.
   El enorme templo gótico presenta planta de salón constituida por tres naves, con capillas entre los contrafuertes. Los soportes son pilares de sección poligonal o casi circular, según estén situados en las proximidades de los pies o de la cabecera del templo. Estos últimos presentan multitud de baquetones, que arrancan a distintas alturas, mientras los primeros ofrecen un esquema más simple. Esta misma diferencia muestran las bóvedas de nervaduras de las tres naves, que son sexpartitas en la zona de los pies y estrelladas en el sector de la cabecera. Especialmente complejo es el diseño de las nervaduras del cimborrio, levantado en el cuarto tramo de la nave central, que presenta en las claves y en los muros que lo soportan medallones de ángeles, santos y personajes legendarios. También aparecen bóvedas de nervaduras con forma estrellada en algunas capillas laterales, mientras en otras el abovedamiento es casetonado. Este mismo sistema se emplea en la sacristía. La capilla colateral izquierda, que presenta una bóveda ochavada, se cubre con una cúpula rematada en linterna.
   La iglesia presenta tres portadas. La situada en el muro de los pies es neogótica; la del lateral izquierdo, abierta al Patio de los Naranjos, no está terminada; y la del muro derecho fue construida en 1775, y conjuntamente con el pórtico que la precede, denominada Lonja del Sol, por Antonio Chamorro con trazas de Antonio Matías de Figueroa o José Álvarez.
   La construcción del templo se inició en 1424, concluyéndose la primera fase en 1518. Durante estos años intervinieron en la obra Rodrigo Gibaja, el maestro mayor de la catedral de Sevilla, Alonso Rodríguez y Antón Gallego. Poseriormente trabajó en la iglesia el maestro Juan de Matienzo y en 1525 se inició la segunda etapa. En ella ocupó un papel destacado el arquitecto Diego de Riaño, a quien debe corresponder el abovedamiento del cimborrio. En 1542 figura al frente de las obras el maestro Juan de Escalona, quien diseñó la capilla de la Virgen de Gracia. Por una serie de problemas, al parecer de tipo laboral, se solicitó la presencia del maestro mayor de la catedral sevillana Hernán Ruiz para que tasase lo construido. Esta visita, fechada en 1566, dio nuevo impulso a la obra, que fue finalizada en 1578 por el arquitecto Pedro Díaz de Palacios. Por estos mismos años debió de edificarse el coro, situado extento en el tercer tramo de la nave central, que presenta elementos de estilo manierista. Diversas obras de reforma se ejecutaron en los siglos XVII y XVIII. Las últimas obras dignas de mención corresponden al siglo XIX, en el que se ejecutaron la portada de los pies, las dos de la capilla mayor y sus ventanales.
   El retablo mayor consta de banco, cuatro cuerpos de cinco calles y ático (en el momento de la visita al celebrarse los cultos en honor a la virgen de Gracia, apenas se ven el último cuerpo y el ático). Iniciado en el segundo cuarto del siglo XVI, su ejecución corrió a cargo sucesivamente de Nufro de Ortega y de Juan Bautista Vázquez. Finalizado en 1564, la policromía se realizó entre esa fecha y 1670. En los laterales del banco figuran relieves con los Padres de la Iglesia; en los cuerpos superiores se representan diversas escenas de la vida de Jesucristo y en el ático se sitúan la Coronación de la Virgen y el Calvario. El altar presenta un frontal de azulejos de superficie lisa y de cuenca fechable en el último tercio del siglo XVI. Dos leones lampareros de madera policromada de la misma fecha que el retablo se sitúan a ambos lados del presbiterio, donde asimismo figuran dos grandes lámparas de plata de principios del siglo XIX que presentan los punzones de los plateros sevillanos Palomino y Sánchez. El cancel de hierro que cierra el presbiterio y el púlpito del mismo material que allí aparece son obras de Pedro Fernández, quien los ejecutó en 1664.
   En la capilla de cabecera de la nave izquierda figura un templete neoclásico en el que recibe culto la Virgen de Gracia, escultura fechable a principios del siglo XIV, que lleva en sus manos un Niño Jesús del XV. Delante de este altar cuelgan cuatro lámparas de plata: una está fechada en 1698; dos son de principios del siglo XIX y presentan los punzones de Sevilla y del platero Palomino y la última es del siglo XVIII. Una vez en el muro de la nave, en primer lugar se halla un retablo del último cuarto del siglo XVIII en el que figuran esculturas de santos de esa misma fecha y un Niño Jesús del XIX. Colgado en el muro se halla un lienzo de la Asunción de la Virgen firmado y fechado al dorso en 1665 por el pintor granadino Pedro Atanasio Bocanegra. A continuación se encuentra la capilla del Cristo de los Martirios, cerrada por medio de una reja fechado en 1537 y en cuyo interior aparece un retablo que se ha datado hacia 1550 y se atribuye a Roque Balduque. En el banco figuran relieves de santos y escenas de la Pasión; en el cuerpo central aparecen las imágenes del Calvario y los relieves del Descendimiento y la Calle de la Amargura; en el intradós se hallan relieves con temas de la Pasión y en el ático se encuentra la imagen de Dios Padre. En uno de los muros de esta capilla se halla un lienzo de la Huida a Egipto de finales del siglo XVII firmado por el pintor José García, y colocada delante del altar se sitúa una lámpara de plata fechada en 1797 que presenta el punzón del platero Guzmán. Una vez pasada la puerta de ingreso al templo se encuentra la capilla de la Virgen de Belén, cerrada por medio de una reja de finales del siglo XVI. En ella se sitúa un retablo de hacia 1770 que se ha atribuido a Miguel de Gálvez, en el que figuran una imagen de candelero de la Virgen con el Niño y esculturas de santas y santos de esa misma época. completa el conjunto una serie de pequeñas pinturas. La capilla contigua es la sacramental, figurando en ella un retablo realizado en 1724 por Tomás Guisado. En la hornacina central se encuentra una escultura de la Inmaculada ejecutada en 1719 por Pedro Duque Cornejo y en la superior una escultura de Santa Bárbara de la misma fecha que el retablo. En esta capilla se hallan cuatro lámpara de plata: una de ellas es de principios del siglo XVII; otra está fechada en 1800 y presenta los punzones de Sevilla y de los plateros Gargallo y García y las dos restantes son del XIX. La capilla siguiente tiene una reja fechada en 1841. Al fondo se encuentra un tríptico pintado hacia 1510 en el que figuran Santa Marina, San Andrés y San Bartolomé y en uno de los muros se sitúa una escultura de la Virgen con el Niño de mediados del XVII. A los pies de la nave se halla una gran pintura mural de San Cristóbal fechable a mediados del siglo XVIII, cronología que asimismo hay que fijar para el retablo que la enmarca. Sobre el banco se sitúa una escultura de San Antonio Abad del último tercio del siglo XVI.
   En la cabecera de la nave derecha se sitúa un retablo de dos cuerpos y ático, fechado en 1711 y obra de Juan de Gatica. En el centro figura una pintura sobre tabla de la Virgen de la Antigua de finales del siglo XV y en los laterales y en el segundo cuerpo aparecen esculturas de santos del momento del retablo. El frontal del altar es de azulejos de cuenca de finales del siglo XVI. En la capilla que sirve de tránsito a la sacristía se encuentra un grupo escultórico del Calvario fechable hacia 1500; un lienzo del Crucificado de finales del XVII de escuela granadina y una lámpara de plata fechada en 1724. A continuación se halla la capilla de San José, cuya reja realizó en 1540, y siguiendo un diseño de Martín de Gaínza, el rejero Pedro Ramírez. A Martín de Gaínza hay que vincular asimismo las trazas del retablo, cuyas pinturas sobre tabla ejecutó hacia 1540 Pedro de Campaña. En al banco aparecen representados San Jerónimo y San Atanasio, La Piedad y Santa Catalina y Santa Marta; en el primer cuerpo figuran San Bartolomé y el Martirio de este Santo; en el segundo cuerpo se hallan San Andrés, la Asunción de la Virgen y San Juan Bautista y en el ático se sitúa la Trinidad. En la hornacina central se halla una escultura de San José con el Niño del siglo XVIII. En esta misma capilla se encuentra un políptico pintado hacia 1500 en el que figuran siete pinturas sobre tabla con escenas de la Vida de Santo Tomás y cuatro lámpara de plata. Una de ellas está fechada en 1800 y presenta el punzón del platero sevillano Palomino y las otras tres son de finales del siglo XVIII. A continuación se encuentra la capilla del Sagrado Corazón, en la que figuran tres retablos. Dos son neoclásicos, apareciendo en ellos las imágenes de la virgen del Carmen, imagen de candelero de mediados del siglo XVIII y de la Dolorosa, moderna. También es moderna la del Sagrado Corazón, que preside un retablo de hacia 1740 que se ha relacionado con José Maestre y Tomás Guisado. La capilla contigua presenta un retablo de finales del siglo XVIII en el que se sitúan las esculturas de esa misma época de la Virgen con el Niño, San Juan Bautista y San Buenaventura. En uno de los muros de esta capilla se encuentra una pintura del Cristo del Cachorro firmada en 1942 por Arpa y en el suelo aparece una lápida sepulcral de 1517. Una reja del último tercio del siglo XVI cierra la capilla contigua. En el testero se encuentra un retablo cuya arquitectura contrató Gaspar del Águila en 1580. Transformado y ampliado en el primer tercio del siglo XVII, las pinturas sobre tabla que lo integran corresponden a esa segunda etapa, pudiéndose vincular estilísticamente a Juan del Castillo. En esta misma capilla figuran dos retablos neoclásicos. En uno aparece un grupo escultórico de finales del XVIII que representa a Santa Lutgarda abrazando a Cristo y en otro se sitúa una escultura del beato Juan Grande de mediados del mismo siglo. En el muro de los pies de la nave se halla un retablo, obra que realizó Juan de Gatica entre 1710 y 1713, en el que figuran esculturas de esa misma época de santos jesuitas y de San Sebastián y San Lorenzo.
   El coro se sitúa a los pies de la nave central. En su interior se localiza una sillería fechada en 1706 y que aparece decorada con relieves de santos y santas. En el lado exterior derecho aparece una pequeña capilla cerrada por medio de una reja de finales del XVI en cuyo interior figura un lienzo de la Virgen con el Niño del último cuarto del XVII. El frontal del altar es de azulejos y está fechado en 1598, apareciendo en él la imagen de San Bartolomé. La capilla del lado opuesto está cerrada por medio de una reja fechada en 1601. En el interior aparece un retablo, dedicado a la Inmaculada e integrado por pinturas sobre tablas, firmado y fechado en 1601 por Juan Bautista de Amiens. El frontal del altar es de azulejos de la misma fecha que el retablo, figurando en el centro un medallón con la Inmaculada. En el trascoro se sitúa un polítptico pintado sobre tabla en el que se representan diversas escenas de la vida de San Pedro. Fechado en 1598, su ejecución se vincula a Juan Bautista de Amiens.
   En la sacristía son de destacar un aguamanil de mármol de finales del siglo XVI que está enmarcado por un panel de azulejos de cuenca de esa misma época; una cajonera de la primera mitad del siglo XVII; dos espejos con marcos de madera negra de esa misma fecha; una sacra fechada en 1755 y dos Crucificados, uno de finales del siglo XVI y otro del primer cuarto del XVIII. Entre las pinturas que allí se conservan sobresalen una Última Cena pintada sobre tabla del primer tercio del XVI y dos lienzos de mediados del XVII que representan a San Francisco de Asís y a San Juan Bautista. En una de las dependencias anejas a la sacristía se hallan tres Crucificados de marfil del XVII; otros tres de igual material del siglo XVIII de origen hispano-filipino y las imágenes en barro policromado de la Virgen y San José firmadas y fechadas en 1795 por Bonilla, que formaron parte de un Nacimiento.
   La parroquia de Santa María conserva uno de los tesoros de orfebrería más ricos de toda la provincia. Sobresalen unas cubiertas de plata dorada de un Evangelio de finales del siglo XIV que presentan medallones de esmaltes con el Calvario y los símbolos de los Evangelistas en uno de los lados y en el otro con el Pantocrátor, la Virgen, San Juan y ángeles; un portapaz de plata sobredorada de tracería gótica con incrustaciones de esmaltes de principios del XVI en cuyo centro figura Cristo atado a la columna y San Sebastián; un relicario de plata dorada de estilo gótico de igual cronología; una cruz parroquial de plata sobredorada con la manzana de traza gótica del primer tercio del siglo XVI y la cruz de principios del XVII; la gran custodia en forma de templete ejecutada entre 1579 y 1584 por Francisco Alfaro; un ostensorio del mismo maestro ejecutado en 1580 cuya manzana y resplandores son del primer cuarto del XVI que presenta asimismo el punzón de Alfaro; dos ciriales de la misma época atribuibles a este mismo orfebre; unas crismeras del tercer cuarto del siglo XVI y un portapaz de plata sobredorada con el relieve de la Asunción en el centro de la misma fecha. Entre las piezas del siglo XVII destacan un cáliz de plata dorada con incrustaciones de esmaltes fechado en 1623; una cruz parroquial de metal dorado de la primera mitad del XVII que presenta, en el centro, medallones de la Virgen con el Niño y, en los extremos, relieves de santos; dos portapaces de finales de esta centuria con las imágenes de la Inmaculada y santos entre columnas salomónicas; un relicario de Santa Teresa fechado en 1687 y una bandeja petitoria de plata fechada en 1691. Entre las piezas del siglo XVIII hay que destacar, entre otras muchas, dos atriles de plata fechados en 1730, obras del platero de Carmona Antonio de Luna; un portaviático fechado en 1756; una cruz parroquial de plata dorada ejecutada en 1772 que presenta los punzones de Sevilla y de los plateros Cárdenas y Alexandre; un copón fechado en 1788, presenta el punzón del platero Camacho; una palmatoria fechada en 1798 punzonada por el platero Juan Ruiz; dos portapaces decorados con rocallas que presentan los punzones de Sevilla y de los orfebres Juan Ruiz y García; un guión de plata con los medallones de la Asunción y el Cordero místico del tercer cuarto del XVIII que presenta el punzón del maestro platero Cárdenas; un portaviático y un portapaz de finales del XVIII que presentan los punzones del platero Camacho; un relicario de San Juan Nepomuceno del tercer tercio del XVIII que presentan los punzones de Córdoba y del platero Aranda; unas sacras de igual fecha obra del platero José Alexandre; un portaviático de finales de esa centuria que ostenta el punzón del platero Gámiz y una bandeja de plata de finales del XVIII que presenta los punzones de los orfebres Cárdenas y Azada.
Textos de:
ARJONA, Rafael: Guía Total: Andalucía. Ed. Anaya. Madrid, 2005.
ARJONA, Rafael y WALLS, Lola: Guía Total: Sevilla. Ed. Anaya. Madrid, 2007.
MORALES, Alfredo J.; SANZ, María Jesús; SERRERA, Juan Miguel y VALDIVIESO, Enrique: Guía artística de Sevilla y su provincia [II]. Fundación José Manuel Lara y Diputación provincial de Sevilla. Sevilla, 2004.

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