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jueves, 5 de agosto de 2021

3428. CASTAÑO DEL ROBLEDO (II), Huelva: 3 de octubre de 2020.















CASTAÑO DEL ROBLEDO (II), provincia de Huelva: 3 de octubre de 2020.
Iglesia inacabada (“El Monumento”)
   La iniciativa de la construcción de este templo se remonta al año 1783 cuando los vecinos de Castaño del Robledo solicitaron al Arzobispado de Sevilla la ampliación de la iglesia de Santiago en relación con el aumento demográfico experimentado por la población. Para atender a la solicitud se desplazó a la villa el arquitecto José Álvarez quien informó de la dificultad para realizar dicho aumento, proponiendo como alternativa realizar una iglesia de nueva planta y dando las directrices generales de sus trazas. Dos años después, en 1785, Antonio Matías de Figueroa y Fernando Rosales realizaron sendos proyectos para dicha iglesia, sin que podamos precisar cuál de los dos fue el aprobado.
   En 1788 comenzó el proceso constructivo, encontrándose al frente de las obras el maestro albañil Alonso Sánchez. Un año después se paralizaron por discrepancias entre el Arzobispado y las autoridades locales. En 1791 se reanudaron las obras, deteniéndose definitivamente en 1794, quedando el edificio inconcluso.
   Este templo es un magnífico exponente de la arquitectura sevillana de las últimas décadas del siglo XVIII en que se advierte, en todos sus elementos, la definitiva desaparición de las formas barrocas, sustituidas por otras neoclásicas.
   La iglesia permanece actualmente inconclusa faltándole el cuerpo de campanas de la torre, aunque durante la última restauración del año 1995 a cargo de la arquitecta Alicia de Navascues, fue sometida a una limpieza general y fueron cerradas las bóvedas que aun permanecían sin terminar, con el fin de destinarla a fines culturales.
Iglesia de Santiago el Mayor
   En origen, el templo debe datar de finales del siglo XVI. Su planta es de cruz latina y de una sola nave.
   Las obras debieron prolongarse durante el siglo XVII, como parece por su portada lateral, hoy cegada, de traza purista. En el año 1704, quizás en relación con la obtención del título de villa, se comenzó a ampliar, renovándose su cabecera con el actual crucero, estando al frente de las obras el alarife Alonso Romero. Los trabajos de este sector se terminaron en 1723. Años después, en 1740, se labró la escalinata de acceso a la fachada del hastial. Durante el siglo XX se le añadieron nuevas dependencias tras el presbiterio, obras que concluyeron en el año 1818, según consta en otra inscripción existente en su exterior; y finalmente la capilla Sacramental fue erigida en 1893.
   Lo único interesante que hoy se conserva su interior es la pila bautismal, de mármol blanco, semiempotrada en un zócalo revestido con azulejos polícromos sevillanos del siglo XVIII –entre los cuales se encuentra uno fechado en 1746- y un órgano muy deteriorado que fue realizado entre 1750 y 1751 por Francisco Ortíguez y costeado a expensas de don Antonio Suárez da Franca, vecino de la villa, de ascendencia portuguesa, cuya lápida sepulcral se encuentra en el lado derecho del crucero y está fechada en 1749.
   En la sacristía se conservan algunas piezas de orfebrería, entre las que destacan un cáliz sevillano, de la segunda mitad del siglo XVII, y un copón cordobés de estilo rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII, con toda su superficie recorrida por profundas estrías entorchadas.
Plaza de Toros
   La plaza de toros no se encuentra dentro del casco urbano como suele ser la norma, si no en frente del pueblo al otro lado de la pequeña ribera que en su tiempo posibilitó el regadío de las huertas. Pero esto no es su única peculiaridad. En vez de construir el coso de nueva planta, se aprovechó el terreno al máximo. Las gradas de la plaza se apoyan sobre la ladera de una elevación; son de una pendiente pronunciada, muy altas, irregulares en planta y en número de gradas, según lo determina la adaptación a la topografía. Sus sillares y mampostería ciclópea insinúan un carácter ancestral, aunque sus características constructivas y formales la sitúan, a todas luces, en el siglo XIX, época de apogeo del pueblo. Los espectadores tenían pues la silueta de la villa como fondo. Este tipo de plaza de toros suele darse en lugares donde se celebra una romería o una festa campera pero es raro hallarlo cerca de una población.
   En los albores del siglo XX se cortó parte de la plaza de toros al construir la carretera que une Castaño del Robledo con Jabugo. Aún se pueden ver los burladeros y las gradas según el estado de la vegetación. Asimismo quedan dos entradas desde la carretera al ruedo y dos puertas en la parte posterior que facilitaban el acceso del público desde lo alto de las gradas. 
Textos de:
ARJONA, Rafael. Guía total: Andalucía. Anaya Touring. Madrid, 2005.
CARRASCO TERRIZA, Manuel Jesús; GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel; OLIVER CARLOS, Alberto; PLEGUEZUELO HERNÁNDEZ, Alfonso; SÁNCHEZ SÁNCHEZ, José María. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación de Huelva y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006.
Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía

Enlace a la Entrada anterior de Castaño del Robledo:
2751. CASTAÑO DEL ROBLEDO (I), Huelva: 23 de agosto de 2018.

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