1. VERGARA, Guipúzcoa. Fachada del Ayuntamiento.
2. VERGARA, Guipúzcoa. Balcón esquinero de la casa de Agirrebeña.
3. VERGARA, Guipúzcoa. Igl. de San Pedro.
4. VERGARA, Guipúzcoa. Otra perspectiva de la igl. de San Pedro.
VERGARA - BERGARA** (I), provincia de Guipúzcoa: 7 de agosto de 2012.3. VERGARA, Guipúzcoa. Igl. de San Pedro.
4. VERGARA, Guipúzcoa. Otra perspectiva de la igl. de San Pedro.
Es una villa histórica y monumental conocida por haber dado nombre al abrazo con que los caudillos Maroto y Espartero dieron fin a la primera guerra carlista. Pero además es un importante centro industrial y cultural del País Vasco. Es sede de la Dirección de Patrimonio Documental y de la Universidad a Distancia de Guipúzcoa.
Tanto si se ha llegado desde Zumárraga, como de Eibar, la visita a Vergara puede comenzar por el parque e iglesia de Santa Marina de Oxirondo, a orillas del río Deba.
Desde aquí, cruzando el río y subiendo por el paseo Irizar, se llega al casco viejo y a las traseras del palacio Egino-Mailea*, edificio del siglo XVI cuya fachada renacentista está en el final de Barrenkale, haciendo esquina con la calle Mahasterreca.
Antes de recorrer la parte antigua, merece la pena seguir por la calle Arruriaga al parque de Errotalde, donde se halla el palacio homónimo, renacentista, convertido en Casa de Cultura, y la ermita de Santa Ana, también renacentista.
Volviendo a Barrenkale, en ella se encuentran, en el número 33, el palacio barroco de Irizar; en el número 26, la Casa renacentista de Arrese, con escudo esquinero bajo un precioso balcón del siglo XVI; en el número 7, la Casa Aróstegui, palacio renacentista del siglo XVI con una gran puerta gótica, y en el número 1, haciendo esquina con la plaza de San Martín, la Casa Izaguirre-Moia, barroca del siglo XVII.
En la plaza se levantan frente a frente el Ayuntamiento*, bello edificio barroco porticado, y el Real Seminario*, sede de la UNED. La Casa Jauregi, del siglo XV, tiene un precioso esgrafiado* en la fachada que da a la calle Bidekurutzeta.
Al lado se encuentra la Casa Iturritxo o Zabala Ondartza, del XVI. El número 6 es el palacio barroco de Moyúa-Zuloaga y, enfrente, con fachadas a la plaza y a las calles Bidekurutzeta y Komenio, se halla el palacio renacentista de Ondartza.
Puede seguirse adelante para luego volver por la calle de San Pedro hasta su confluencia con la de Komenio, ya en plena plaza de Ariznoa. Aquí se encuentran la casa blasonada renacentista de Agirrebeña, con balcón esquinero, y la casa-torre Olaso, más conocida por Casa de Monzón*; en una torre renacentista del siglo XVI, con garitones y pináculos en las esquinas.
El edificio del Juzgado, coronado por la estatua de la Justicia, cierra otro de los lados de la plaza de Ariznoa y la parroquia de San Pedro*, el último. Ésta es de estilo renacentista, con una torre barroca del año 1742 y un pórtico de estructura de madera de 1645; en su interior destacan el retablo mayor plateresco y la escultura del Santo Cristo de la Agonía, que es obra del artista barroco Juan de Mesa.
Dando la vuelta a la iglesia, por la parte del ábside, se accede al palacio Errekalde, en la calle Irazabal. Es renacentista, de planta cuadrada, y se encuentra rodeado de jardines. Recientemente restaurado, acoge el Centro de Patrimonio Documental de Euskadi y el Archivo Histórico Municipal.
En el lateral de San Pedro comienza la Goenkale o calle de Arriba, que tiene en su número 3 una casa del siglo XVI y en el 2 el convento de las Religiosas Franciscanas de la Trinidad, también del siglo XVI.
Paralela a la anterior y comenzando del pórtico de San Pedro, se extiende Artekale, que, como cosa curiosa, conserva en el número 15 parte de la fachada* de una casa urbana renacentista.
Continuando por la calle Arruriaga, donde se encuentra el palacio Acedo-Loiola, barroco de inspiración herreriana, se llega al palacio Errotalde, reseñado al principio del recorrido.
Fuera del casco antiguo se encuentran los palacios de Laureaga y Ozaeta, ambos junto a sendos puentes sobre el Deba, pero el primero junto al de Zubieta, en el número 7 del paseo Urdangarin, y el otro en el barrio de Zubiarre, camino de Arrasate, donde también se halla la torre de Gabiria.
En el barrio de Mugerza, dirección Eibar, se alza la casa-torre Moiua (siglos XVII-XVIII).
Antes de recorrer la parte antigua, merece la pena seguir por la calle Arruriaga al parque de Errotalde, donde se halla el palacio homónimo, renacentista, convertido en Casa de Cultura, y la ermita de Santa Ana, también renacentista.
Volviendo a Barrenkale, en ella se encuentran, en el número 33, el palacio barroco de Irizar; en el número 26, la Casa renacentista de Arrese, con escudo esquinero bajo un precioso balcón del siglo XVI; en el número 7, la Casa Aróstegui, palacio renacentista del siglo XVI con una gran puerta gótica, y en el número 1, haciendo esquina con la plaza de San Martín, la Casa Izaguirre-Moia, barroca del siglo XVII.
En la plaza se levantan frente a frente el Ayuntamiento*, bello edificio barroco porticado, y el Real Seminario*, sede de la UNED. La Casa Jauregi, del siglo XV, tiene un precioso esgrafiado* en la fachada que da a la calle Bidekurutzeta.
Al lado se encuentra la Casa Iturritxo o Zabala Ondartza, del XVI. El número 6 es el palacio barroco de Moyúa-Zuloaga y, enfrente, con fachadas a la plaza y a las calles Bidekurutzeta y Komenio, se halla el palacio renacentista de Ondartza.
Puede seguirse adelante para luego volver por la calle de San Pedro hasta su confluencia con la de Komenio, ya en plena plaza de Ariznoa. Aquí se encuentran la casa blasonada renacentista de Agirrebeña, con balcón esquinero, y la casa-torre Olaso, más conocida por Casa de Monzón*; en una torre renacentista del siglo XVI, con garitones y pináculos en las esquinas.
El edificio del Juzgado, coronado por la estatua de la Justicia, cierra otro de los lados de la plaza de Ariznoa y la parroquia de San Pedro*, el último. Ésta es de estilo renacentista, con una torre barroca del año 1742 y un pórtico de estructura de madera de 1645; en su interior destacan el retablo mayor plateresco y la escultura del Santo Cristo de la Agonía, que es obra del artista barroco Juan de Mesa.
Dando la vuelta a la iglesia, por la parte del ábside, se accede al palacio Errekalde, en la calle Irazabal. Es renacentista, de planta cuadrada, y se encuentra rodeado de jardines. Recientemente restaurado, acoge el Centro de Patrimonio Documental de Euskadi y el Archivo Histórico Municipal.
En el lateral de San Pedro comienza la Goenkale o calle de Arriba, que tiene en su número 3 una casa del siglo XVI y en el 2 el convento de las Religiosas Franciscanas de la Trinidad, también del siglo XVI.
Paralela a la anterior y comenzando del pórtico de San Pedro, se extiende Artekale, que, como cosa curiosa, conserva en el número 15 parte de la fachada* de una casa urbana renacentista.
Continuando por la calle Arruriaga, donde se encuentra el palacio Acedo-Loiola, barroco de inspiración herreriana, se llega al palacio Errotalde, reseñado al principio del recorrido.
Fuera del casco antiguo se encuentran los palacios de Laureaga y Ozaeta, ambos junto a sendos puentes sobre el Deba, pero el primero junto al de Zubieta, en el número 7 del paseo Urdangarin, y el otro en el barrio de Zubiarre, camino de Arrasate, donde también se halla la torre de Gabiria.
En el barrio de Mugerza, dirección Eibar, se alza la casa-torre Moiua (siglos XVII-XVIII).
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