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miércoles, 16 de marzo de 2016

1459. CARMONA** (X), Sevilla: 20 de octubre de 2012.

94. CARMONA, Sevilla. Último cuerpo de la torre de la igl. de San Felipe.

95. CARMONA, Sevilla. Portada lateral de la igl. de San Felipe.

96. CARMONA, Sevilla. Arcos y techumbres de la igl. de San Felipe.

97. CARMONA, Sevilla. Artesonado mudéjar de la nave lateral.

98. CARMONA, Sevilla. Artesonado mudéjar de la nave central.

99. CARMONA, Sevilla. Bóveda de la cabecera de la nave lateral.

100. CARMONA, Sevilla. El retablo mayor de la igl. de San Felipe.

101. CARMONA, Sevilla. El mismo retablo mayor de la igl. de San Felipe desde otro ángulo.

102. CARMONA, Sevilla. Calle lateral del retablo mayor de la igl. de San Felipe con la imagen de San Juan Nepomuceno.

103. CARMONA, Sevilla. Detalle del retablo mayor de la igl. de San Felipe.

104. CARMONA, Sevilla. Otro detalle del retablo mayor de la igl. de San Felipe.

105. CARMONA, Sevilla. Un detalle más del retablo mayor de la igl. de San Felipe.

106. CARMONA, Sevilla. El retablo lateral de la igl. de San Felipe.

107. CARMONA, Sevilla. Hornacina central del retablo de San Joaquín, de la igl. de San Felipe.

108. CARMONA, Sevilla. Parte superior del retablo de San Joaquín, de la igl. de San Felipe.

CARMONA** (X), provincia de Sevilla: 20 de octubre de 2012.
   Otra entrada muy interesante para Burguillos y los burguilleros, pues se muestran imágenes de los retablos de la iglesia de San Felipe, obras de Juan Cano Zamorano, autor del retablo mayor de la iglesia parroquial de Burguillos en 1754, por lo que podemos y debemos comparar ambas obras para observar sus similitudes y diferencias, algo que sin duda debería haberse hecho en la "restauración" del mayor de Burguillos, y así no cometer las barbaridades perpetradas en nuestro pueblo.   
   La iglesia de San Felipe está edificada en piedra y ladrillo. Tiene planta basilical, con tres naves separadas por arcos apuntados que descansan sobre pilares ochavados con columnas adosadas. Las naves se cubren con estructura de madera, en forma de artesa en la central y de colgadizo en las laterales. Presentan cabeceras independientes, que se cubren con bóvedas de nervaduras en las laterales y gallonada en la central. Las tres están precedidas por sendos tramos rectangulares cubiertos por sencillas bóvedas nervadas.
   A los pies de la nave central se sitúa una torre-fachada en la que se aloja una portada con arquivoltas apuntadas y jambas en degradación, presentando decoración con puntas de clavo. La portada va encuadrada por un alfiz y se remata con una cornisa de canecillos. Sobre ella se levanta la torre, coronada por un sencillo campanario terminado en chapitel piramidal. En las naves laterales se abren sendas portadas cuyo esquema estructural es semejante al empleado en la situada en los pies.
   El núcleo más antiguo del edificio parece datar del siglo XIV, aunque se aprecian intensas reformas correspondientes a la segunda mitad del siglo XV. La portada principal se construyó entre 1468 y 1470, considerándose obra del maestro albañil Martín García. Tres años más tarde se edificaron las portadas laterales, interviniendo en la obra el albañil Fernán García. Durante el último cuarto del siglo XV y primero del XVI se realizaron las armaduras de cubierta, decoradas con lacerías y en las que aparecen los escudos de los arzobispos Hurtado de Mendoza y Deza. Del siglo XVI data la torre, en cuyo campanario se sitúa una inscripción en azulejos fechada en 1572. A partir de 1757 se efectuaron diversas reparaciones bajo la dirección de de Pedro de Silva, arquitecto que también dirigió la renovación de la torre en 1770.
   El retablo mayor, compuesto por banco, un cuerpo de tres calles y ático, se fecha hacia 1765 y su autor fue Juan Cano, de estructura tradicional articulada por cuatro estípites. No obstante, lo más atractivo del mismo es su decoración rococó, a lo que hay que añadir las esculturas que lo pueblan y sus pinturas, que realizaría Joaquín Cano. Su hornacina principal está ocupada por una imagen de San Felipe, apareciendo en las calles laterales esculturas de San Juan Nepomuceno y San Juan Evangelista. A un lado del altar, sobre un pedestal, se encuentra una escultura de San José, fechable en el primer tercio del siglo XVI.
   En la nave izquierda de la iglesia se conserva un retablo pintado de blanco y decorado con rocallas, presidido por una imagen de San Joaquín, que se fecha en 1769 y se debe a Juan Cano. En el ático del retablo aparece un relieve de los Desposorios, de la misma fecha.

Enlace a la Entrada anterior de Carmona**:

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