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domingo, 2 de febrero de 2020

2877. SEVILLA** (MCLXXIX), capital: 11 de diciembre de 2018.

8936. SEVILLA, capital. Vista de la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8937. SEVILLA, capital. "San Juanito dormido", Carmen Jiménez Serrano, 1948. En la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8938. SEVILLA, capital. "Gitana", Joaquín Bilbao. Depósito de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla (1966), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8939. SEVILLA, capital. "Chumberas en flor", José Arpa Perea, 1928. Donación de José Arpa Perea (1944), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8940.  SEVILLA, capital. "Cuento de brujas", Nicolás Jiménez Alperiz, h. 1910. Donación Marqués de Yanduri (1915), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8941. SEVILLA, capital. "Mujer y perro blanco", Andrés Parladé, 1899. Donación de D. Cayetano Sánchez Pineda (1945), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8942. SEVILLA, capital. "La Pescadora", Rafael Senet, 1885. Donación D. Fernando Ybarra Llorente (1944), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8943. SEVILLA, capital. "Sevillana en su patio", Diego López, 1918. Donación de D. Francisco Luque Cabrera (1995), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8944. SEVILLA, capital. "El Monaguillo", Alfonso Grosso, 1920. Donación de D. Alfonso Grosso, en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8945. SEVILLA, capital. "La Santera", Manuel González Santos, h. 1930. Donación D. Manuel González Santos (1944), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8946. SEVILLA, capital. "Pinar de Oromana", Javier de Winthuysen, 1912. Adquisición de la Junta de Andalucía (1996), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8947. SEVILLA, capital. "Sevilla en fiestas", Gustavo Bacarisas, 1915. Donación del Comercio Sevillano (1939), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8948. SEVILLA, capital. "Claustro Mayor de la Merced de Sevilla", Gonzalo Bilbao, h. 1920. Adquisición del Estado (1984), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8949. SEVILLA, capital. "Noche de verano en Sevilla", Gonzalo Bilbao, 1905. Donación de Dª María Roy (1939), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8950. SEVILLA, capital. "La casta Susana", Gonzalo Bilbao, h. 1900. Donación de Dª María Roy (1939), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8951. SEVILLA, capital. "Retrato de Dª María Roy", Gonzalo Bilbao, 1905. Donación de Dº Gonzalo Bilbao (1926), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8952. SEVILLA, capital. "Retrato de Dº Alfonso XIII", Gonzalo Bilbao, 1929. Depósito de la Excma. Diputación Provincial de Sevilla (1934), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8953. SEVILLA, capital. "La madrecita", Gonzalo Bilbao, 1899. Donación de Dº Gonzalo Bilbao (1903), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8954. SEVILLA, capital. "Desnudo femenino", Joaquín Bilbao. Donación de Dª Ana Bilbao (1962), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
8955. SEVILLA, capital. "La toilette", Gonzalo Bilbao, h. 1910. Donación de Dª Manuela Ternero, Vda. de Urcola (1949), en la Sala XIII del Museo de BB. AA.
SEVILLA** (MCLXXIX), capital de la provincia y de la comunidad: 11 de diciembre de 2018.
Museo de Bellas Artes** - Sala XIII - La pintura sevillana del siglo XX

GONZALO BILBAO MARTÍNEZ (Sevilla, 1860 - Madrid, 1938)
   Ya en la frontera entre el siglo XIX y el XX, la pintura andaluza entra de lleno en las ideas renovadoras marcadas por el Impresionismo francés representado en España por el luminismo de Sorolla.
   Será Gonzalo Bilbao el iniciador de un nuevo costumbrismo luminista y figura clave de la escuela sevillana en el tránsito del siglo XIX al XX.
   Su aprendizaje artístico lo inicia en el taller de los hermanos Francisco y Pedro de Vega. En 1880 marcha a Roma para ampliar conocimientos en el taller de José Villegas. Viaja a París en 1883. En 1887 se presenta a la Exposición Nacional de Bellas Artes con su cuadro Daphnis y Cloe, obteniendo Segunda Medalla. En 1888 viaja a Marruecos donde pinta Esclavas en una terraza, obra con la que gana la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de París en 1889. Establecido definitivamente en Sevilla se convierte en uno de los más brillantes representantes del costumbrismo regionalista. En 1925 es nombrado presidente de la Academia Santa Isabel de Hungría.
   Encuadrado decididamente en el luminismo, una de sus máximas preocupaciones y uno de sus máximos aciertos, fue la utilización de la luz, muy próxima a la de los impresionistas franceses. Su técnica se distingue por un experto dibujo, grandes dotes para la composición y una rica gama cromática.
   Los temas, muy variados,van desde el retrato y el paisaje, a las escenas de costumbres andaluzas, interpretadas con un hondo sentido realista captado de la misma realidad de la vida. La vida cotidiana de Sevilla y de sus campos, el esforzado trabajo de las cigarreras o segadores, fueron llevados al lienzo con una sinceridad que en ocasiones trasluce preocupación social.
   El Museo conserva una amplia colección de sus pinturas entre las que destaca Las cigarreras (1915). El motivo anecdótico del trabajo de estas mujeres sirve a Bilbao para realizar un estudio de perspectiva y de efectos de luz con los que logra una de sus mejores composiciones.
   El tema costumbrista está representado en el Museo por su obra Noche de verano en Sevilla (1905).
   Gonzalo Bilbao apenas trata el tema del desnudo, sin embargo su cuadro La toilette (hacia 1910) le sirve de pretexto para mostrar un leve tratamiento del tema, cuyo protagonista en definitiva es el estudio de la luz, destacamos aquí también su innovadora obra La casta Susana.
   Entre los retratos conviene destacar los realizados a D. Francisco Rodríguez Marín (1934) y D. José Gestoso (1914), así como los realizados a miembros femeninos de su propia familia como los de su hermana Flora (1914) y el de su esposa Dª María Roy (1926), en los que el artista interpreta el prototipo femenino de la burguesía sevillana, estamento destacado en la sociedad local del momento, ata­viada a la española y dotadas de una gran belleza y elegancia.
   El tema del paisaje, en sus diferentes modalidades, está representado en el Museo por las obras Marina (1928),  Plaza de Zocodover (1910) y Claustro Mayor del Convento de la Merced de Sevilla (1905).
   Toda su producción lo acredita como el creador de la escuela sevillana que arranca en los comienzos del siglo XX y en la que se forman maestros como  Miguel Ángel del Pino, Gustavo Bacarisas, Javier de Winthuysen, Santiago Martínez y Alfonso Grosso.

ESCUELA SEVILLANA
   En estos momentos la pintura sevillana tiene unas características muy particulares. Los movimientos de vanguardia como el Cubismo, Fauvismo, Expresionismo... son ignorados casi por completo por los pintores sevillanos de esta generación.
   Éstos, sin embargo, son grandes entusiastas y defensores de los valores artísticos identificados con la tradición sevillana y el regiona­lismo andaluz. Lo que los lleva a la práctica de una pintura anecdótica y superficial en la que recrearan escenas costumbristas, gitanos, bailaores, monaguillos y campesinos, de clara influencia romántica. No obstante, algunos pintores se sienten comprometidos con el realismo social más por captar la atención de los jurados de las Exposiciones Nacionales que por complacer a su clientela.
   En este ambiente cerrado en el que se desenvuelve el arte sevillano de la primera mitad del siglo XX destacamos las figuras de tres pintores nacidos o formados en Sevilla, a los que sería exagerado llamar vanguardistas pero que sí supieron superar los convencionalismos de la pintura decimonónica.
   Gustavo Bacarisas (Gibraltar, 1873 - Sevilla,1971). Pintor cosmopoli­ta que viaja a Roma y París y  en 1914, en la plenitud de su vida y carrera, se instala en Sevilla definitivamente. Esta ciudad no sólo aporta al pintor color y luz para sus cuadros, sino también un estilo de vivir y de pensar.
   Es un artista que aunque influenciado or la pintura anterior, es capaz de dar un paso hacia adelante creando un estilo muy personal de clara influencias modernistas e impresionistas, pero sobre todo del Arte Fauve.
   Tiene predilección por los cuadros de ambiente nocturno a los que dotar de una atmósfera bajo la que fluye una gran emoción lírica. Trata temas muy de la vida andaluza como son las flamencas, gitanos, toreros, bailaoras...
   En estas salas se expone su obra Sevilla en fiestas (1915) donada al Museo por el comercio sevillano en 1939. Es esta una composición donde el artista hace gala de elegancia y riqueza cromática que caracterizó su estilo a lo largo de toda su carrera. En definitiva un canto a la belleza y la gracia de la mujer sevillana.
   Javier Winthuysen (Sevilla, 1874 - Barcelona, 1956). Se forma en el taller de su maestro Gonzalo Bilbao. En 1903 viaja a París donde entra en contacto con el Impresionismo. En 1912 se instala en Madrid donde estudia, influenciado por su estancia parisina, jardinería. Como especialista en esta materia dirige la construcción y reforma de importantes jardines de toda España. Esta faceta suya, la de arquitecto de jardines, es la que le lleva a dedicarse especialmente a la pintura de paisajes tanto rurales como urbanos.
   La calidad de su pintura se fundamenta en su clasicismo y luz ambiental donde los colores aparecen como "formas iluminadas". Sus paisa­jes son poéticos, reflejando la naturaleza tal y como él la siente.
   El Museo conserva, desde 1980, una amplia muestra de su producción, gracias a la donación que realizara su hija Salud Winthuysen. Esta colección la componen tanto paisajes como retratos. Temática esta última que supo tratar con un dibujo seguro y exacto, de alta calidad técnica y de un profundo estudio psicológico. Son obras a destacar su Autorretrato realizado en 1920, donde el pintor supo plas­mar su elegancia y honda espiritualidad, El patio de los Ceperos.
   Su obra Pinar de Oromana, adquirida por la Junta de Andalucía en 1996, es claro ejemplo de su faceta de paisajista, en la que el pintor capta y transcribe las sensaciones que el paisaje contiene y éste le transmite a través de un lenguaje plástico de toques impresionistas y transparencias pictóricas que le vinculan al movimiento simbolista.
   Alfonso Grosso (Sevilla, 1893 - 1983). Alumno de García Ramos y Gonzalo Bilbao, de ambos recoge influencias que van a perdurar a lo largo de su producción artística. De García Ramos adquiere su gusto por los temas regionalistas y de Bilbao el color y la predilección por los efectos de luz.
   Pintor que nunca aceptó las vanguardias europeas, siguiendo siempre fiel a lo académico y tradicional, la única concesión que hace a la modernidad es adoptar algunos postulados impresionistas. Participa en numerosas Exposiciones Nacionales, obteniendo en la de 1920 la tercera medalla con su obra El Monaguillo (1920).
   En 1942 es nombrado Director del Museo Provincial de Bellas Artes de Sevilla, cargo que desempeña hasta 1969. Sus años en el Museo influyen en su producción artística, ya que recibe un gran impacto de la obra del gran pintor del Barroco sevillano Francisco Zurbarán.
   Su temática es muy variada tratando temas como: paisajes urbanos, jardines, costumbres, figuras, bodegones e interiores. Es este último su tema preferido, debido a la influencia de su maestro Gonzalo Bilbao. La obra de éste Las cigarreras (1915) es la que más le impresiona y la que le sirve de base para sus composiciones intimistas. Sus interiores nunca están vacíos, la presencia de la figura humana es imprescindible.
   En cuanto a los tipos físicos como la gitana, el torero, la bailaora... Grosso no los crea sino que los retrata. Son auténticos retratos de personajes famosos, a diferencia de su maestro García Ramos que los creaba y dibujaba.
   El Museo conserva cinco obras donadas por el propio artista durante sus años como director del Museo. Destacamos El Monaguillo (1920), La Comunión de la novicia (hacia 1930) y Los patronos del Museo (1951).
   Los cuadros de Alfonso Grosso muestran, en general, un sentimiento alegre, desprovisto de dramatismo, pero no ausentes de sentimiento.
   Santiago Martínez (Villaverde del Río, 1890 - Sevilla, 1979). Discípulo de García Ramos y Gonzalo Bilbao añadió a la influencia de estos dos maestros la adquirida en Madrid de Sorolla. Su estilo es de un impresionismo atemperado al que sabe darle un especial sentido de la luz y el color. Está representado en esta Sala con su obra Paisaje de Ávila (1955).
   Otros pintores de este momento dignos de mencionar y que están representados en el Museo son: Miguel Ángel del Pino (Sevilla, 1890 - 1973). Manuel González  Santos (Sevilla, 1875 - 1949), Juan Rodríguez Jaldón (Osuna, Sevilla, 1890 - Sevilla, 1967), José Mª Labrador (Benamejí, Córdoba, 1891 - Nerva, 1971).
Textos de:
SAN MARTÍN MONTILLA, Concha. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Guía Oficial. Consejería de Cultura, Junta de Andalucía. Sevilla, 2009.

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2876. SEVILLA** (MCLXXVIII), capital: 11 de diciembre de 2018.

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