12. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Portada principal de la basílica menor de Sta. Mª de la Asunción.
13. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Lateral de la basílica menor de Sta. Mª de la Asunción.
14. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Portada del Ayuntamiento.
15. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Mirador de la Peña Nueva.
16. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Vista de la basílica menor de Sta. Mª de la Asunción desde la plaza del Cabildo.
17. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Torre-portada de la basílica menor de Sta. Mª de la Asunción.
18. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Uno de los accesos al castillo.
19. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Una de las torres del castillo.
20. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Ayuntamiento y castillo en la plaza del Cabildo.
21. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Torre de la basílica menor de Sta. Mª de la Asunción.
22. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Portada de la igl. de la Encarnación.
23. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Bellísimo rincón de la población con la igl. de la Encarnación y la basílica menor de Sta. Mª de la Asunción.
24. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Fachada del convento de las Mercedarias.
25. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Portada de la capilla de la Misericordia.
26. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Otro precioso rincón de la villa gaditana.
27. ARCOS DE LA FRONTERA, Cádiz. Portada del palacio del Mayorazgo.
ARCOS DE LA FRONTERA** (II), provincia de Cádiz: 4 de noviembre de 2007.
Un gran espacio público.
A continuación, Deán Espinosa, lleva hasta la monumental plaza del Cabildo, gran espacio público en cuyo lateral sur se encuentra el mirador de la Peña Nueva, espléndido balcón en lo más alto del tajo desde el que se obtienen privilegiadas vistas del río y de los alrededores.
Enfrentada al mirador; se alza la basílica menor de Santa María de la Asunción*, primer templo de la población, como lo confirma una sentencia del Tribunal de la Rota de 1764 que venía a resolver la pugna que en punto a antigüedad y primacía venía sosteniendo con la no menos noble iglesia de San Pedro, no obstante se aquélla de construcción posterior. Su construcción, siguiendo las pautas del mudéjar; se inició en el siglo XV en el lugar en el que había estado la mezquita de los musulmanes, aunque la edificación actual data en su mayor parte del siglo XVI. La fachada que da a la plaza, con la torre levantada por Vicente Catalán poco después de 1755, constituye desde entonces el principal punto de referencia de la ciudad. El templo es principalmente gótico tardío, circunstancia que al exterior se observa en el imafronte o fachada de los pies, a la que se llega a través de una amplia escalinata. El interior presenta tres naves de idéntica altura, separadas por robustos pilares circulares con finas columnillas adosadas que suben hasta el techo y se extienden a través de una delicada crucería. Son numerosas las obras de arte que esta iglesia guarda. La primera de todas es el retablo mayor, adaptado a la cabecera ochavada del templo y bajo un gran arco abocinado con casetones. Presenta una impecable factura manierista y en su ejecución, que se prolongó de 1585 a 1620, intervinieron numerosos artistas, siguiendo el proyecto elaborado por Pedro Díaz de Palacios. Presenta siete calles, repartidas en tres cuerpos, más un ático con una serie de relieves que representan escenas evangélicas relacionadas con la Virgen María. Otra pieza importante es el coro, construido en 1728 para sustituir a otro anterior. En la nave del evangelio hay una gran pintura al temple con la Coronación de la Virgen. Debió pintarse a comienzos del siglo XV y constituye un bellísimo ejemplo de la pintura gótica andaluza. En esta misma nave se encuentra el retablo con el cuerpo incorrupto de san Félix. Otro retablo importante es el de Ánimas, a los pies de esta misma nave, principalmente por el conjunto escultórico de San Pedro y San Jerónimo ante Cristo atado a la columna, obra que se atribuye a Pedro Balduque. La capilla bautismal, ya en la nave de la epístola, guarda una tabla con la Virgen de Belén, de exquisita factura, pintada probablemente por Alonso Vázquez, así como una imagen en madera policromada de la Virgen con el Niño de algún seguidor de Roque Balduque.
En la misma plaza del Cabildo se encuentran el castillo y el Ayuntamiento, el primero de origen musulmán, aunque muy reformado en el siglo XV, cuando ya era residencia de los duques de Arcos, bajo el reinado de Juan II. De variados estilos y muy bien conservado por sus actuales propietarios, los marqueses de Tamarón, asoma su poderosa mole sobre el tajo que domina la amplia y frondosa vega. Por tratarse de una propiedad particular, no es posible su visita; y el segundo, que guarda un buen artesonado mudéjar y una pintura de Carlos IV atribuida a Goya, construido en el siglo XVII en el solar de la antigua cilla.
Un poco más abajo de esta plaza, por el callejón de las Monjas, está la iglesia de la Encarnación, que perteneciera al convento de monjas concepcionistas fundado en 1537, del que apenas queda nada más que un trozo del antiguo claustro.
Siguiendo por Marqués de Torresoto, se alcanza el convento de las Mercedarias que fundó en 1650 doña Beatriz de la Calle. Tiene dos bellos claustros y la iglesia es una pequeña joya con un brillante conjunto de retablos.
Bajando por Boticas y Núñez de Prado, se llega a la capilla de la Misericordia, que formó parte del hospital de mujeres fundado en 1490 por el marqués de Cádiz, aunque el pequeño templo data de 1530. Después de un largo periodo de abandono, ha sido rehabilitado por el Ayuntamiento y se dedica a usos culturales. Enfrente está el palacio del Mayorazgo, sin duda uno de los mejores de los muchos con los que cuenta Arcos. Se construyó en el siglo XVIII para residencia de la familia Ayllón de Lara, pasando después a la de Núñez de Prado. Dedicado a distintos servicios municipales, tiene dos magníficos patios y, en la parte trasera, un jardín que ha sido habilitado como jardín Andalusí.
Enlace a la Entrada anterior de Arcos de la Frontera**:
464. ARCOS DE LA FRONTERA** (I), Cádiz: 4 de noviembre de 2007.
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464. ARCOS DE LA FRONTERA** (I), Cádiz: 4 de noviembre de 2007.
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