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jueves, 14 de diciembre de 2017

2097. VALLADOLID** (XII), capital: 17 de marzo de 2016.

150. VALLADOLID, capital. Portada de la igl. del Salvador.
151. VALLADOLID, capital. Torre de la igl. de Santiago.
152. VALLADOLID, capital. Otra visión de la torre de la igl. de Santiago.
153. VALLADOLID, capital. Interior de la igl. del Salvador.
154. VALLADOLID, capital. Retablo mayor de la igl. del Salvador.
155. VALLADOLID, capital. Retablo de la Traslación de San Pedro Regalado, en su capilla de la igl. del Salvador.
156. VALLADOLID, capital. El Pasaje de Gutiérrez.
157. VALLADOLID, capital. Otra visión del interior del Pasaje de Gutiérrez.
158. VALLADOLID, capital. Lucernario del Pasaje de Gutiérrez.
159. VALLADOLID, capital. Fachada principal de la catedral.
160. VALLADOLID, capital. Torre de la catedral.
VALLADOLID** (XII), capital de la provincia y de la comunidad: 17 de marzo de 2016.
Iglesia del Salvador*
   Esta iglesia presenta una extensa fachada de sillería y una torre clasicista de cuatro cuerpos (los dos primeros, de piedra; los dos últimos, de ladrillo). Sobresale la portada, ejecutada en estilo renacentista en el año 1559 por el arquitecto Juan Sanz de Escalante, que, a manera de retablo, despliega columnas, óculos, imágenes y una ventana.
   El retablo mayor, muy escenográfico y terminado a mediados del siglo XVIII gracias al mecenazgo ejercido por don Pascual Enríquez de Cabrera, patrono del templo y almirante de Castilla, contiene en la parte central el grupo de la Transfiguración, obra de Pedro de la Cuadra.
   Conviene examinar la capilla de San Pedro Regalado, patrono de la ciudad y bautizado en este templo, que fue edificada en el siglo XVIII. Luce un curioso retablo tallado por el imaginero Pedro de Ávila donde se representa la traslación del santo. Dicha traslación no es otra cosa sino el viaje que realizó, transportado en volandas por dos ángeles, entre el convento vallisoletano del Abrojo y el burgalés de La Aguilera.
   En la capilla de San Juan Bautista, levantada como recinto funerario a finales del siglo XV por don Gonzalo González de Illescas, oidor de la Chancillería y miembro del Consejo de los Reyes Católicos, se guarda el espléndido tríptico flamenco -talla en la parte central y pintura en las alas- dedicado a San Juan Bautista y considerado una de las obras más sobresalientes del arte flamenco en España. Relieves realizados en los talleres de Amberes y tablas debidas al llamado Maestro Morrison, que se considera seguidor de Quentin Messys.
Pasaje de Gutiérrez
   La calle Castelar sitúa al viandante al comienzo del Pasaje de Gutiérrez, galería comercial abierta en 1885 que comunica la vía citada con la de Fray Luis de León. Encargada por el comerciante Eusebio Gutiérrez y realizada de acuerdo con los planos trazados por Jerónimo Ortiz de Urbina, se pone como ejemplo de las actuaciones urbanísticas emprendidas por la burguesía decimonónica.
   La luz que se filtra por el lucernario permite contemplar el universo de hierros, vidrieras, pinturas alegóricas y esculturas que adornan el pasaje.
Catedral*
Historia. Lo que hoy puede verse de la catedral de Santa María de la Asunción responde en gran parte al diseño efectuado por Juan de Herrera sobre un proyecto iniciado en 1527 (cuya construcción había avanzado muy poco en los años siguientes), que marca las pautas de un clasicismo largamente repetido en la provincia y en la Nueva España.
   El templo fue elevado en 1595 a la categoría de catedral, encontrándose todavía inacabado en 1668, debido a las escasas rentas del cabildo. Ejecutaron las obras diversos maestros del clasicismo vallisoletano, entre los que destacan Pedro de Tolosa, Diego de Praves y Pedro de Mazuecos el Mozo.
   Se apartan del proyecto de Herrera la torre octogonal, levantada en el siglo XIX y coronada en 1923 por la estatua del Corazón de Jesús, y también el último cuerpo de la fachada principal, reinterpretado en el siglo XVIII en clave barroca por Alberto Churriguera. Y falta la torre del lado del evangelio, que se hundió en 1841 como consecuencia del terremoto de Lisboa.
Exterior. Al final de la calle Cascajares se muestra la fachada principal, que articula con sobria solemnidad dos cuerpos: el primero está ocupado por el gran arco de triunfo tetrástilo; y el segundo, el reinterpretado por Churriguera, despliega escudos y estatuas y se corona con frontón triangular.

Textos de:
RAMOS, Alfredo J. Guía Total: Castilla y León. Ed. Anaya. Madrid, 2004.
IZQUIERDO, Pascual. Guía Total: Valladolid. Ed. Anaya. Madrid, 2008.

Enlace a la Entrada anterior de Valladolid**:

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