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martes, 24 de abril de 2018

2228. MARCHENA (VIII), Sevilla: 18 de septiembre de 2016.

81. MARCHENA, Sevilla. Interior de la igl. de Sto. Domingo.
82. MARCHENA, Sevilla. Bóveda de crucería sobre el presbiterio de la igl. de Sto. Domingo.
83. MARCHENA, Sevilla. El Xto. de San Pedro, entre los varales del paso de palio de la Virgen de las Angustias, en la igl. de Sto. Domingo.
84. MARCHENA, Sevilla. Retablo de la Virgen del Rosario, en la igl. de Sto. Domingo.
85. MARCHENA, Sevilla. Ntra. Sra. del Rosario sobre sus andas, donde presidió un Rosario Público, en la igl. de Sto. Domingo.
86. MARCHENA, Sevilla. Ntra. Sra. del Rosario, en la igl. de Sto. Domingo.
87. MARCHENA, Sevilla. El retablo de la Virgen de las Angustias, en la igl. de Sto. Domingo.
MARCHENA (VIII), provincia de Sevilla: 18 de septiembre de 2016.
Iglesia de Santo Domingo
   La verdadera advocación de este templo es la de San Pedro Mártir, aunque por haber pertenecido a la Orden Dominica tradicionalmente se llama de Santo Domingo. Formó parte del convento fundado en 1517 por D. Rodrigo Ponce de León, señor de Marchena y Duque de Arcos. La iglesia ha perdido sus capillas laterales quedándole únicamente su gran nave central, que se cubre con bóveda de cañón. El presbiterio tiene bóveda de crucería y en sus plementos se conservan pinturas que representan ángeles músicos y labores doradas realizadas en 1638. En 1754 se documentan una serie de obras en la bóveda de la nave realizadas por los maestros Nicolás Carretero, Miguel Batán y Francisco Díaz.
   En el presbiterio, elevado sobre el nivel de la nave, se dispone un retablo, fechable hacia 1620, con esculturas de Santa Elena, San Pedro Mártir, Santo Domingo, Santa Catalina, Santo Tomás y otro santo dominico. Preside el retablo un Cristo Crucificado del siglo XVI. Un conjunto de pinturas de la misma fecha que el retablo se sitúa en sus calles laterales. Representan el Éxtasis de Santa Catalina, la Inmaculada, el Éxtasis de Santa Teresa y el Éxtasis de San Francisco. Las paredes de este presbiterio se adornan con un excelente zócalo de azulejería, fechado en 1638, que presenta un amplio repertorio de motivos geométricos y figurativos, entre los que destacan escudos de los Ponce de León y de la Orden Dominica, así como temas serlianos. Dichos azulejos se atribuyen al taller de los Valladares. En las paredes laterales del altar mayor se disponen los sepulcros de D. Rodrigo Ponce de León y sus descendientes, realizados en jaspe rojo y negro, siendo fechables en el primer cuarto del siglo XVII. Completa la decoración del presbiterio un conjunto de cuatro pinturas, dispuestas en lo alto del muro, que narran episodios de la vida de San Pedro Mártir; otras dos pinturas de la Inmaculada, del siglo XVII, y de Santo Tomás de Aquino, de la misma época, figuran en la parte baja de las paredes.
   En el muro izquierdo de la nave hay tres retablos. El más próximo a los pies de la iglesia es fechable hacia 1700 y tiene en su hornacina principal una escultura de candelero de Santo Domingo de Guzmán, datada en el siglo XVIII; a sus lados figuran esculturas de Santa Isabel de Hungría y Santa Isabel de Portugal. El siguiente retablo, de mediados del siglo XVIII, tiene en su centro una imagen de candelero de la Virgen de las Angustias, realizada en 1867 por Gabriel de Astorga (en el momento de la visita se encontraba entronizada en su paso de palio para participar en la Magna Mariana). El ático del retablo, de movida arquitectura, presenta relieves del Ecce Homo y del Padre Eterno. El retablo más próximo al presbiterio, también barroco de mediados del XVIII, está dedicado a la Virgen del Rosario (en el momento de la visita se encontraba sobre unas sencillas andas tras haber presidido el día anterior un rosario público con motivo de la Magna Mariana), completando su inconografía esculturas de Santa Catalina de Siena y Santa Catalina de Risis, en las calles laterales,  y la Virgen con el Niño, San Francisco y Santo Domingo, en el ático.
   En el muro derecho se sitúa un retablo del primer tercio del siglo XVII con pinturas de San Antonio Abad y Santa Catalina de Siena, en los laterales, una escultura de Santa Lucía en la hornacina central, y una pintura de la Inmaculada en el ático. Sigue un retablo rococó fechado en 1774 con pinturas de San José con el Niño. Otros dos retablos, de menor interés, completan la decoración de este muro. El primero es de mediados del siglo XVIII y alberga una imagen de vestir de Santo Tomás. El segundo es neoclásico, de principios del XIX, y está presidido por una escultura de Santa Ana y la Virgen, de esa misma época.
   La entrada principal, situada a los pies de la nave, aparece cerrada en su parte interior por un espléndido cancel de madera fechado en 1757. En unas dependencias laterales se guarda el ajuar litúrgico y el tesoro de la Hermandad del Cristo de San Pedro, que tiene su sede en el templo. Asimismo se conserva en una sala de la iglesia un lienzo representando a Santa Úrsula y el Martirio de las Once Mil Vírgenes, obra del pintor Juan Bautista de Amiens fechable a comienzos del siglo XVII.

Textos de:
ARJONA, Rafael: Guía Total: Andalucía. Ed. Anaya. Madrid, 2005.
ARJONA, Rafael y WALLS, Lola: Guía Total: Sevilla. Ed. Anaya. Madrid, 2007.
MORALES, Alfredo J.; SANZ, María Jesús; SERRERA, Juan Miguel y VALDIVIESO, Enrique: Guía artística de Sevilla y su provincia [II]. Fundación José Manuel Lara y Diputación provincial de Sevilla. Sevilla, 2004.

Enlace a la Entrada anterior de Marchena: 
2227. MARCHENA (VII), Sevilla: 18 de septiembre de 2016.

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