Las primeras 450 entradas de este blog las puedes consultar en el enlace Burguillos Viajero.

viernes, 30 de enero de 2015

1048. ZAMORA* (IV), capital: 3 de agosto de 2010.

54. ZAMORA, capital. El palacio de los Momos.

55. ZAMORA, capital. Igl. de Santiago del Burgo.

56. ZAMORA, capital. Edificios modernistas.

ZAMORA* (IV), capital de la provincia: 3 de agosto de 2010.
Hacia la ciudad nueva
   La zona que se extiende al este de la plaza, por la calle Renova, marca la transición entre el casco antiguo y el ensanche reorganizado desde principios del siglo XX.
   El contraste se hace mucho más evidente a partir de la bifurcación entre las calles de San Torcuato y Santa Clara, especialmente a lo largo de esta última.
   Casi en el vértice entre ambas calles, en una plaza presidida por un monumento a la maternidad, puede verse la laboriosa fachada gótico-florida del palacio de los Momos, del siglo XVI, lo único que se conserva del antiguo edificio rehabilitado como Palacio de Justicia.
   Detrás, entre enrevesadas callejuelas, eleva su esbelta torre* coronada por un negro capitel dieciochesco la iglesia de San Vicente, también de origen románico, aunque tardío (siglo XIII) y muy modificada.
   Ya en la calle de Santa Clara, frente a la plaza de la Constitución y muy próxima a la bulliciosa zona del mercado, se levanta la iglesia de Santiago del Burgo, de los siglos XII y XIII, pero reformada en el siglo XIX, de original portada en el flanco meridional y, excepcionalmente, todavía provista de sus tres naves.
   Si bien la larguísima estela del románico zamorano aún se prolonga con ejemplos como el de la iglesia de San Esteban, encajonada frente a la plaza de igual nombre, así como con otros templos de interés situados en barriadas de extramuros (Sancti Spiritus, San Frontis ...), a partir de este punto la ciudad nueva impone su arquitectura de principios de siglo XX, a veces con vistosas fachadas y miradores de aire modernista o ecléctico, también con buenos ejemplos de arquitectura racionalista, hasta desembocar en un más impersonal urbanismo adaptado -o sometido- a los usos y necesidades del presente.
   El recorrido por algunos rincones de hondo tipismo, como la pronunciada y pintoresca cuesta de Balborraz, al sur de la Plaza Mayor, diversas áreas lúdicas y, singularmente, el gran pulmón del bosque de Valorio, que ocupa un vasto espacio al noroeste, son otras opciones a tener en cuenta.

Enlace a la Entrada anterior de Zamora*:

No hay comentarios:

Publicar un comentario