20. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Murallas de la ciudad.
21. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Otra vista de las Murallas, con la torre de la catedral al fondo.
22. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Ayto. en la plaza homónima.
23. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Casa del Santo.
24. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Vista de la torre y ábside de la catedral desde la plaza del Ayuntamiento.
25. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Una peregrina en la c/ Mayor.
26. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Un peregrino por la c/ Mayor.
30. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Portada principal de la catedral.
31. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Interior de la catedral.
32. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Una de las salas del museo catedralicio.
33. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Una imagen de la Virgen María en la zona musealizada de la catedral.
34. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Maqueta de la catedral.
35. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Retablo de la Virgen de la Leche.
36. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Gallinero del interior de la catedral.
37. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Detalle del gallinero de la catedral.
38. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Templete del Santo en la catedral.
39. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Girola de la catedral.
40. SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, La Rioja. Retablo mayor de la catedral.
SANTO DOMINGO DE LA CALZADA** (III), provincia de La Rioja: 9 de agosto de 2012.
Además del puente de piedra alzado por el santo sobre el río Oja -o Glera, pues ambos nombres recibe-, la ciudad calceatense conserva amplios restos de sus murallas, en las que se abren varias puertas bellamente arqueadas que constituyen el mejor acceso al casco antiguo.
Abundan en la ciudad las calles de aspecto medieval, como la de Caballeros, con casas blasonadas y grandes aleros de madera, y otras más recoletas que se abren en pequeñas plazuelas o en espacios más amplios, como la parcialmente aportalada y remozada plaza del Ayuntamiento.
Aunque muy transformado y convertido en acogedor Parador de turismo, ampliado en los últimos años, se conserva el antiguo hospital de peregrinos, también el albergue, que permanece abierto en la casa del Santo al cuidado de una cofradía jacobea. Se trata sin duda de uno de los mejores albergues para peregrinos de toda la ruta compostelana, pues en los nuevos estatutos de la cofradía (aprobados en 1990) todavía sigue vivo el espíritu de asistencia al peregrino, "con el fin de conservar y fomentar las tradiciones religiosas y populares de la ciudad".
Sin embargo, el principal monumento de la ciudad, y uno de los más notables de toda La Rioja, es la catedral**, que reúne en buena armonía elementos de épocas y estilos distintos.
Iniciada en 1158, sobre la pequeña iglesia fundada por el santo, la huella del románico pervive en una parte de la fachada principal, en el ábside semicircular, con amplia girola y hermosos canecillos labrados, y en la obra estatuaria.
El templo fue ampliado durante los siglos XIV-XV, en los que se levantaron sus tres naves góticas, y fue reformado en el siglo XVI dentro de una estética ya prerrenacentista visible en el presbiterio y en el crucero, que se halla cubierto por bóvedas estrelladas.
Por fin, en el siglo XVIII, se remató la fachada principal y se erigió, separada del edificio, la alta torre, ambas destacadas obras barrocas.
Entre las valiosas joyas artísticas que alberga la catedral**, sobresalen el templete-mausoleo de Santo Domingo*, ejecutado en estilo gótico tardío por Juan de Rasines (1513), si bien incluye una estatua yacente del santo, románica. Igualmente magnífico es el retablo* plateresco del altar mayor, debido a Damián Forment (1537).
Frente a la tumba del santo, sobre el arco de una pequeña puerta se levanta un lucillo con rejería y celajes, que no es otra cosa que un suntuoso e insólito gallinero: en su interior un gallo y una gallina blancos, renovados con cierta periodicidad, recuerdan el más célebre de los milagros de Santo Domingo.
El centro de la nave principal está ocupado por el coro, cuya sillería de labra plateresca (siglo XVI) es obra, entre otros, de Andrés de Nájera y Guillén de Holanda. Buenas pinturas renacentistas adornan las paredes laterales.
Próxima a él se halla la capilla de Santa Teresa, que acoge notables sepulturas y un retablo hispano flamenco presidido por una talla de la Virgen de la Leche.
La capilla de la Magdalena, en la nave opuesta, se cierra con magnífica reja y conserva el mausoleo de Pedro de Carranza, mientas que en la capilla del Santo Cristo hay retablos renacentistas y barrocos.
Entre las obras románicas de la girola sobresale la capilla de San Pedro, provista de valiosos capiteles, y los relieves escultóricos del trasaltar, que representan a San Pedro, San Juan Evangelista y Santo Domingo de la Calzada.
Finalmente, se recomienda visitar el claustro, construido a finales del siglo XVI y reconstruido en parte a mediados del siglo siguiente, superpone a su traza básicamente gótica elementos renacentistas.
Tanto en sus dependencias como en la sacristía y, sobre todo, en la antigua sala capitular pueden verse numerosas obras de gran valor, entre ellas sendos trípticos de los siglos XV y XVI.
Enlace a la Entrada anterior de Santo Domingo de la Calzada**:
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