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viernes, 23 de octubre de 2015

1314. GRANADA** (XXX), capital: 29 de enero de 2012.

186. GRANADA, capital. En el arco de las Pesas, o Puerta Nueva.

187. GRANADA, capital. Igl. del Salvador.

188. GRANADA, capital. Portada de la igl. del Salvador.

189. GRANADA, capital. Minarete de la mezquita mayor, y al fondo la ermita de San Miguel Alto.

190. GRANADA, capital. En el mirador de San Nicolás, con la Alhambra y Sierra Nevada, al fondo.

191. GRANADA, capital. La igl. de San Nicolás.

192. GRANADA, capital. Las magníficas vistas desde el mirador de San Nicolás.

193. GRANADA, capital. En un restaurante del Albayzín con vistas increíbles de la Alhambra.

194. GRANADA, capital. En la puerta de Elvira, desde el exterior.

195. GRANADA, capital. En la puerta de Elvira, desde el interior.

196. GRANADA, capital. En la calle Elvira.

GRANADA** (XXX), capital de la provincia: 29 de enero de 2012.
El arco de las Pesas
   En la plaza Larga, a su derecha, conforme se ha llegado a ella, se abre el arco de las Pesas, denominado así por colgar en él las que decomisaban los oficiales de abastos por defectuosas. Constituyó una entrada a la alcazaba Qadima o Vieja. Se la conocía como puerta Nueva, sin duda, porque fue construida por los ziríes en el siglo XI sobre la muralla del IX dañada durante las guerras con el califato cordobés. Recientemente restaurada, muestra un magnífico aspecto. Un arco de herradura apuntado encajado entre potentes muros deja paso a un espacio en recodo, abovedado, tras del cual se encuentra la salida.
La iglesia del Salvador
   Por la calle Larga, y continuando por Panaderos, llegamos a la iglesia del Salvador, en la plaza de su nombre. Está construida en el solar de la antigua mezquita mayor del Albayzín, de la que conserva el patio. Durante las revueltas de 1936 el templo sufrió un incendio que sólo respetó los muros y el tejado. Fue rehabilitado en 1950 y restaurado nuevamente en 1996. La fábrica del templo es de ladrillo macizo, visto en el cuerpo inferior y enfoscado en el superior. La portada de acceso, en el lado del Evangelio, es de Esteban Sánchez. Encima del dintel campea un templete con una imagen de la Virgen con el Niño. Esta iglesia fue una de las dos que en Granada gozaron del derecho de asilo y en el patio se colgaban los sambenitos de los moriscos condenados por la Inquisición.
El mirador de San Nicolás*
   La escalonada y empinada cuesta de las Cabras lleva hasta la mezquita mayor de Granada, de nueva construcción e inaugurada en 2003. Esta mezquita, que viene a llenar un paréntesis de quinientos años, alza al aire el alminar, de perfiles netamente albayzineros. Exteriormente, el edificio es de una exquisita sencillez. Concebido como un centro cultural, además de como lugar de oración, consta de tres espacios principales: el jardín, el Centro de Estudios Islámicos y la mezquita propiamente dicha. Por encima de la mezquita está el mirador de San Nicolás. Es este uno de los lugares más bellos de Granada y también uno de los más conocidos. Este fue, aproximadamente, el centro de la alcazaba Qadima, construida por el walí al-Xaibani hacia la mitad del siglo VIII, aprovechando antiguas fortificaciones romanas y visigodas. Se trata de una amplia explanada que, ante todo, ofrece las mejores vistas del Albayzin, de la Alhambra, del bosque que hasta ella sube, con las cumbres de Sierra Nevada como telón de fondo, y del resto de la ciudad. Cualquier momento del día es bueno para subir hasta aquí, pero el atardecer, de forma especial, resulta inolvidable, sobre todo en invierno, cuando el sol en retirada tiñe de carmín las crestas nevadas de la sierra y el paisaje se difumina lentamente como en un cuento de Las Mil y una noches. Aquí se sitúan hoy la iglesia de San Nicolás, a su lado un aljibe moro de gran tamaño reconstruido por los cristianos, y en el centro del espacio, una cruz de piedra. La iglesia es una de las más antiguas de la ciudad, pues estaba concluida en 1525. De entre las que sobreviven, es también una de las que más daños ha sufrido, por lo que ha cambiado en parte su fisonomía original. En los años noventa del siglo XX se le realizó una restauración integral, con lo que vuelve a mostrar una imagen sumamente sugestiva. Las diversas alturas de los tejados marcan la de los espacios interiores, constituyendo, al mismo tiempo, uno de sus principales atractivos. La torre, concluida en 1543, es propiamente un alminar, si no fuera porque se cubre con un tejado a cuatro aguas sobre un amplio alero de canecillos.
   El mirador es, claro está, uno de los lugares más frecuentados de Granada. Músicos callejeros, algunos de mucha calidad, y vendedores ambulantes con gran variedad de artículos añaden color de zoco a un espacio que, aún cristianizado, sigue conservando un fuerte sabor agareno.
La puerta de Elvira
   En el ángulo oriental de la plaza del Triunfo se alza la puerta de Elvira, el acceso más importante que tuvo la ciudad musulmana. En sus orígenes  era un enclave defensivo bastante complejo, que sería ampliado y modificado en tiempos de Yusuf I. En realidad, era una pequeña fortaleza, que incluso llegó a contar con un alcaide cuando, tras la conquista cristiana, se temían revueltas por parte de la población morisca. A partir de los últimos años del siglo XVI, tal fortaleza fue perdiendo su funcionalidad defensiva, motivo por el que se dejó de atender a su mantenimiento y empezó a perder algunos de sus elementos. En el siglo XIX, al destruirse buena parte de la muralla, estuvo a punto de desaparecer. A pesar de su monumentalidad, lo que ahora se ve es sólo un pálido reflejo de lo que era en sus momentos de esplendor. No obstante, la restauración llevada a cabo en 1990 ha recuperado, al menos, su dignidad y el sentido de símbolo que siempre tuvo para la ciudad.
La calle de Elvira
   Como la puerta, esta fue, igualmente, la calle más importante de Granada durante la época islámica y buena parte de los tiempos posteriores a la conquista cristiana. Aún hoy sigue siendo un lugar estratégico en todos los sentidos. Línea de unión entre el viejo Albayzín y la medina, no ha llegado a perder nunca del todo su carácter arábigo, de zoco abigarrado, de lugar fronterizo, abierto y subterráneo, al mismo tiempo.
   En esta vía se han instalado en los últimos años bastantes comercios islámicos, habiendo disminuido un tanto los de antigüedades de toda la vida, que siguen siendo, sin embargo, muchos. Hay también bares y tabernas, tiendas de recuerdos de diverso pelaje, otras de productos granadinos, carnicerías, peluquerías, una sala de exposiciones tachada de heterodoxa, ...

Enlace a la Entrada anterior de Granada**:

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