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lunes, 28 de octubre de 2019

2780. SEVILLA** (MXCVII), capital: 13 de octubre de 2018.

8123. SEVILLA, capital. La igl. de San Hermenegildo.
8124. SEVILLA, capital. Portada de la igl. de San Hermenegildo.
8125. SEVILLA, capital. Interior de la igl. de San Hermenegildo.
8126. SEVILLA, capital. Otra visión del interior de la igl. de San Hermenegildo.
8127. SEVILLA, capital. El retablo de San Fernando en la igl. de San Hermenegildo.
8128. SEVILLA, capital. El retablo de San Juan Nepomuceno, en la igl. de San Hermenegildo.
8129. SEVILLA, capital. El retablo mayor de la igl. de San Hermenegildo.
8130. SEVILLA, capital. Cúpula de la igl. de San Hermenegildo.
8131. SEVILLA, capital. Copia del retrato de Cristóbal Suárez de Ribera, cuyo original de Velázquez se conserva en el Museo de Bellas Artes, en la igl. de San Hermenegildo.
8132. SEVILLA, capital. Busto de Dolorosa, en la igl. de San Hermenegildo.
8133. SEVILLA, capital. Lápida mortuoria en la igl. de San Hermenegildo.
8134. SEVILLA, capital. Ventana de la cárcel y lugar de martirio de San Hermenegidlo, en la igl. homónima.
8135. SEVILLA, capital. Retablo de la Virgen con el Niño, en la igl. de San Hermenegildo.
SEVILLA** (MXCVII), capital de la provincia y de la comunidad: 13 de octubre de 2018.
Iglesia de San Hermenegildo
   Una placa en la fachada de una iglesia junto a los restos de la antigua muralla almohade habla al viandante sobre la sangre de un rey visigodo. Fue Gestoso el que asentó la antigua tradición por la que Hermenegildo, el rey visigodo que fue proclamado santo como pudo ser declarado golpista y martirizado en una estancia situada en la conocida Puerta de Córdoba. Nada más lejos de la realidad. Entre otras cosas, porque las mismas fuentes originales dudan del lugar del martirio del rey que se sublevó contra su padre, y porque la Puerta de Córdoba es uno de los restos almohades de la antigua muralla de la ciudad, una edificación del siglo XII que queda bien lejos de un martirio que se produjo en el año 585.
   El origen de la iglesia dedicada al santo rey visigodo hay que buscarlo en una hermandad que, ya en el siglo XV, fundó un hospital con este título en la collación de San Julián, conocido como el del Cardenal por el patrocinio del cardenal Juan de Cervantes. La institución se trasladaría, a finales del siglo XV, al lugar actual, gracias a los esfuerzos de don Cristóbal Suárez de Ribera, que pasaría a la posteridad por el retrato que le realizó Diego Velázquez. En esta ubicación ya consta la existencia en el siglo XV de una capilla bajo la torre y la celebración de unas justas en honor del santo titular. La nueva iglesia se estrenó en 1616, con toda la solemnidad propia de la época. En el siglo XVIII se reedificaría parte de la iglesia y las legendarias celdas donde la leyenda situaba el martirio del santo titular. Ya en el siglo XIX (1837), comenzaría el proceso de unificación de los hospitales de la ciudad, desapareciendo la mayoría de ellos, que se concentrarían en el antiguo hospital de la Sangre o de las Cinco Llagas. Allí precisamente estaría durante unos años el retablo mayor de la iglesia, que volvió en 1847 a su situación original, aunque perdería el lienzo del titular, hoy conservado en el Museo de Bellas Artes.
   La iglesia, de gran simplicidad en su exterior (estaba adosada a las murallas), destaca por la elevada altura de su única nave, presentando al exterior una sencilla portada protobarroca de escasa decoración y una sencilla espadaña de un único cuerpo. El interior es un gran cajón rectangular con escasos elementos decorativos, apenas unos arcos rehundidos en los muros laterales donde se ubican algunos retablos. La nave se cubre con bóveda de cañón sobre arcos fajones y lunetos, abriéndose ventanas que contribuyen a iluminar el interior. El tramo de nave delante del presbiterio se cubre con una bóveda semiesférica que se sostiene sobre pechinas en las que aparecen pintados complicados escudos y alegorías, inspirados en los libros de emblemas del siglo XVII, completadas con inscripciones latinas que hacen alusión a la vida y virtudes del titular. Preside el presbiterio el interesante retablo mayor, coetáneo a la fecha de terminación de la iglesia. Es obra de dos cuerpos y tres calles, realizada en madera de roble sin policromar, con un clásico esquema compositivo ordenado mediante columnas y frontones rectos. No conserva el lienzo original del Tránsito de San Hermenegildo, cuadro de gran formato de Alonso Vázquez que se conserva en el Museo de Bellas Artes. No terminó Alonso Vázquez el resto de las pinturas del retablo, ya que se embarco camino de las Américas, siendo el pintor Juan de Uceda el que concluyó el conjunto. Preside la parte central del retablo una notable talla anónima de San Hermenegildo, una iconografía tradicional en la que el santo porta la palma del martirio, los grilletes de su prisión y la cruz que simboliza su resistencia frente a la herejía arriana. Por el resto del retablo se sitúan lienzos alusivos al santoral de la ciudad, como los dedicados a las santas Justa y Rufina, o el dedicado a San Laureano, presidiendo el primer cuerpo una escena alusiva a la apoteosis de San Hermenegildo. Una representación de Santa Gertrudis, otra de San Juan Bautista y la escena de la Anunciación en el ático completan un ciclo que escoltan los santos Pedro y Pablo el ático.
   En los muros laterales de la iglesia destaca una talla en piedra de la Virgen con el Niño, de posible origen tardogótico. Discretos son los retablos laterales, de estilo neoclásico y de imitación marmórea. También son discretas las esculturas que se sitúan en ellos, un San Fernando flanqueando por Santa Catalina y Santa Inés, una Virgen con el Niño entre San Francisco de Sales y San Juan de Ávila, y un retablo dedicado a San Juan Nepomuceno que aparece flanqueado por San Antón y San Francisco Javier, todas ellas del siglo XVIII.
   En un muro lateral se expone una copia del retrato de Cristóbal Suárez de Ribera, cuyo original de Velázquez se conserva en el Museo de Bellas Artes. El gran benefactor de la primitiva hermandad fundacional está enterrado en la capilla mayor de la iglesia desde su fallecimiento en octubre de 1618. A los pies de la iglesia se sitúa una tribuna con celosía bajo la que se sitúa una estancia que fue reedificada en 1871, un lugar donde la leyenda sitúa la estancia carcelaria de San Hermenegildo.
Textos de:
ROLDÁN, Manuel Jesús. Iglesias de Sevilla. Almuzara. Sevilla, 2010.

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2779. SEVILLA** (MXCVI), capital: 13 de octubre de 2018.

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