65. VALLADOLID, capital. Portada de la casa del Sol.
66. VALLADOLID, capital. Portada del colegio de San Gregorio.
67. VALLADOLID, capital. Detalle de la portada del colegio de San Gregorio.
68. VALLADOLID, capital. Un ángulo del patio del colegio de San Gregorio.
69. VALLADOLID, capital. Otra visión del patio del colegio de San Gregorio.
70. VALLADOLID, capital. Una de las gárgolas sobre el friso de la galería superior del patio del colegio de San Gregorio.
71. VALLADOLID, capital. Exterior de la cap. funeraria de fray Alonso, en el col. de San Gregorio.
72. VALLADOLID, capital. Interior de la cap. funeraria de fray Alonso, en el col. de San Gregorio.
73. VALLADOLID, capital. Detalle de la decoración en la cap. funeraria de fray Alonso, en el col. de San Gregorio.
66. VALLADOLID, capital. Portada del colegio de San Gregorio.
67. VALLADOLID, capital. Detalle de la portada del colegio de San Gregorio.
68. VALLADOLID, capital. Un ángulo del patio del colegio de San Gregorio.
69. VALLADOLID, capital. Otra visión del patio del colegio de San Gregorio.
70. VALLADOLID, capital. Una de las gárgolas sobre el friso de la galería superior del patio del colegio de San Gregorio.
71. VALLADOLID, capital. Exterior de la cap. funeraria de fray Alonso, en el col. de San Gregorio.
72. VALLADOLID, capital. Interior de la cap. funeraria de fray Alonso, en el col. de San Gregorio.
73. VALLADOLID, capital. Detalle de la decoración en la cap. funeraria de fray Alonso, en el col. de San Gregorio.
VALLADOLID** (VI), capital de la provincia y de la comunidad: 29 de mayo de 2011.
Desde la plaza de San Pablo a la Plaza Mayor
La parte septentrional del casco histórico es la que reúne mayor número de casas palaciegas. En la calle de las Cadenas de San Gregorio, cercana a la plaza de San Pablo, está la llamada casa del Sol, construida en la primera mitad del XVI, con una bella portada plateresca en la que un gran astro remata el escudo nobiliario del conde de Gondomar. Junto a ella se levanta uno de los más hermosos monumentos vallisoletanos, el colegio de San Gregorio**. Ejemplo señero del gótico hispano-flamenco, fue construido entre 1484 y 1496 a iniciativa de fray Alonso de Burgos, como centro docente de teología. Su espléndida portada**, cuyo estilo hace suponer que es obra de Gil de Siloé, está concebida a modo de estandarte profusamente decorado con motivos heráldicos y escenas simbólicas, es una pieza maestra del llamado estilo isabelino.
Y otro tanto puede decirse del armonioso patio* en torno al que se disponen las principales dependencias interiores: atribuido a Juan Guas, está formado por un claustro de dos pisos, con arcos rebajados sobre esbeltas columnas helicoidales en el nivel inferior y una preciosa galería superior de ventanales calados delicadamente ornamentada, al igual que el friso que recorre la cornisa bajo salientes gárgolas. Comunicando ambas plantas se dispone en dos tramos la gran escalera* gótico-renacentista con artesonados mudéjares. Merece la pena visitar la capilla* funeraria de Fray Alonso, en el extremo izquierdo de San Gregorio, obra de Juan Guas y Juan de Talavera. En ella la labor decorativa queda patente de forma soberbia en la tribuna del coro y el órgano. No debemos obviar el magnífico Retablo, procedente del Monasterio de Mejorada de Olmedo, obra de Vasco de la Zarza y Alonso de Berruguete hacia 1525, y las estatuas orantes de los Duques de Lerma, a ambos lados del retablo, obras en bronce dorado de Pompeo Leoni, en 1608
Y otro tanto puede decirse del armonioso patio* en torno al que se disponen las principales dependencias interiores: atribuido a Juan Guas, está formado por un claustro de dos pisos, con arcos rebajados sobre esbeltas columnas helicoidales en el nivel inferior y una preciosa galería superior de ventanales calados delicadamente ornamentada, al igual que el friso que recorre la cornisa bajo salientes gárgolas. Comunicando ambas plantas se dispone en dos tramos la gran escalera* gótico-renacentista con artesonados mudéjares. Merece la pena visitar la capilla* funeraria de Fray Alonso, en el extremo izquierdo de San Gregorio, obra de Juan Guas y Juan de Talavera. En ella la labor decorativa queda patente de forma soberbia en la tribuna del coro y el órgano. No debemos obviar el magnífico Retablo, procedente del Monasterio de Mejorada de Olmedo, obra de Vasco de la Zarza y Alonso de Berruguete hacia 1525, y las estatuas orantes de los Duques de Lerma, a ambos lados del retablo, obras en bronce dorado de Pompeo Leoni, en 1608
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