1. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Fachada del col. de San Ildefonso.
2. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Detalle de la portada de la fachada del col. de San Ildefonso.
3. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Una ventana de la fachada del col. de San Ildefonso.
4. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Fachada de la cap. de San Ildefonso.
5. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Col.-cvto. de San Agustín.
6. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Col.-cvto. de Málaga.
7. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Igl. Magistral.
8. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Portada de la igl. Magistral.
9. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Interior de la igl. Magistral.
10. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. La virgen del Val, patrona de Alcalá, en el interior de la igl. Magistral.
11. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Acceso a la cripta de la igl. Magistral.
12. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Reliquias de los Stos. Mártires en la cripta de la igl. Magistral.
13. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Cvto. de San Bernardo.
14. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Portada de la igl. del cvto. de San Bernardo.
15. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Palacio Arzobispal.
16. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Detalle del balcón principal del pal. Arzobispal.
17. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Casa de la Entrevista.
18. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Portada del cvto. de la Imagen.
19. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Casa de Cervantes.
20. ALCALÁ DE HENARES, Madrid. Patio de la Casa de Cervantes.
21. ALCALÁ DE HENARES, Madrid
ALCALÁ DE HENARES** (I), provincia de Madrid: 13 de agosto de 2011.
A pesar de las transformaciones sufridas en los últimos años, que la han convertido en una ciudad mitad industrial y mitad dormitorio de la gran urbe, Madrid, Alcalá es un ejemplo de urbanismo del siglo XVII. La variedad de sus monumentos y los vestigios del trazado antiguo son testigos de la ciudad intelectual y universitaria que fue Alcalá, hecha a la medida del concepto renacentista de la época y del propio cardenal Cisneros. La patria chica de Miguel de Cervantes fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998.
El edificio monumental más importante es el colegio de San Ildefonso*, sede de la Universidad como cabeza principal del complejo docente. Pedro Gumiel supervisó la construcción de la ciudad inspirada por el cardenal Cisneros, para la que no hubo reparos en gastos y aporte de capitales. El colegio de San Ildefonso, rodeado de siete colegios más, hospital universitario y viviendas para los estudiantes, tenía tres grandes patios de los que se conservan dos: el de Santo Tomás de Villanueva, de estilo clásico-barroco y el Trilingüe, de influencia italiana, por el que se tiene acceso al paraninfo.
El edificio en general fue construido dentro de un concepto mudéjar, primero de ladrillo y luego, en la época de Carlos I, en piedra por el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón sobre planos realizados por Pedro de la Cotera. La fachada es plateresca y suele ponerse como ejemplo de este estilo con la del hospital de Santa Cruz de Toledo. la rejería es de Díaz del Corral y Villalpando. En el paraninfo, destinado a los actos solemnes, sobresale la cátedra plateresca y policromada, las yeserías y el artesonado de lacería morisca. La capilla de San Ildefonso estaba revestida con una sillería en el coro, tenía rejas de Juan Francés y púlpito además de un bello retablo, todo lo cual desapareció en el siglo XIX cuando se trasladó a Madrid la Universidad. Hoy conserva el artesonado polícromo de lacería y yeserías de inspiración gótico-mudéjar, además del sepulcro del cardenal Cisneros de estilo renacentista, diseñado por Domenico Fancelli y realizado en mármol en Carrara por el taller de Bartolomé Ordóñez. Su decoración recoge en bellos relieves las tres preocupaciones del cardenal: lo militar, lo intelectual y lo religioso.
El colegio de Santa Catalina, el de San Pedro y el del Rey, éste fundado por Felipe II para la educación de los hijos de sus servidores, pueden admirarse en el entorno de la Universidad.
En la calle de los Colegios, una de las arterias principales de Alcalá de Henares, se pueden ver los colegios-conventos de Santo Tomás, San Agustín, de Málaga y, el más moderno, fundado en el año 1660, de San Basilio Magno.
Partiendo de la Universidad por las calles de Santa Úrsula y de Escritorios, o dando un paseo por la calle Mayor que se ha hecho peatonal, se llega a la Iglesia Magistral, que se encuentra en el lugar donde se levantó un antiguo templo sobre el escenario de la degollación, en el siglo IV, de los Santos Niños Justo y Pastor.
Alrededor de este lugar santo se fue creando en la Edad Media la villa de Alcalá y la iglesia, elevada a colegiata por el arzobispo Carrillo, fue reedificada por el cardenal Cisneros a principios del siglo XVI, consiguiendo de Roma para el templo el título de Magistral. El interior del edificio de tres naves góticas imita en dimensiones reducidas a la catedral de Toledo, y en la cripta se encuentran las reliquias de los Santos Niños en urnas de plata labrada en el siglo XVIII. Son interesantes el sepulcro de Gregorio Fernández y el retablo mayor plateresco del siglo XVI debido a León Picardo y Felipe Vigarny.
Por la calle de San Felipe Neri se llega a un complejo monumental muy armónico e interesante formado por el Palacio Arzobispal, el convento de la Madre de Dios, y la fachada del convento de San Bernardo. Este último es un ejemplo de los numerosos conventos que instalaron en Alcalá las órdenes religiosas, sobre todo a partir del siglo XVI, atraídas por el foco intelectual, los estudios especialmente religiosos y el elevado número de estudiantes. San Bernardo fue fundado en 1617 por el cardenal Sandoval y Rojas y su iglesia es obra del arquitecto Juan Gómez de Mora.
El palacio Arzobispal sería también ejemplo de la arquitectura civil del siglo XVI si no se hubiese quemado, igual que otros monumentos, durante la guerra de 1936. La fachada, que es parte de una reforma de Covarrubias del antiguo palacio de los arzobispos toledanos, es lo que se conserva actualmente del edificio original.
Además del sencillo pasear por sus calles y plazas, hay otros lugares muy interesantes y dignos de una visita como pueden ser; la casa de la Entrevista, llamada así a lo que queda del antiguo convento de San Juan de la Penitencia, lugar conocido porque allí fue donde los Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón cuando éste les expuso el proyecto de su viaje a las Indias; el convento de la Imagen, del que fue priora María Belén, la hermana mayor de Miguel de Cervantes; el convento de Santa Úrsula, el de la Consolación, que guarda una hermosa talla de Alonso Cano; la casa de Lizana, un palacio cedido a las monjas para convento, y la casa de Cervantes, en la Calle Mayor, que es en realidad la reconstrucción de una casa típica del siglo XVI ambientada con muebles y estilo de la época.
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