Las primeras 450 entradas de este blog las puedes consultar en el enlace Burguillos Viajero.

jueves, 30 de julio de 2015

1229. TAÜLL* (I), Lérida: 15 de agosto de 2011.

1. TAÚLL, Lérida. Cabecera con el triple ábside, y torre de la igl. de Sta. Mª.

2. TAÜLL, Lérida. Torre campanario de la igl. de Sta. Mª.

3. TAÜLL, Lérida. Nave central de la igl. de Sta. Mª.

4. TAÜLL, Lérida. Virgen con el Niño y Adoración de los Reyes en el ábside central de la igl. de Sta. Mª.

5. TAÜLL, Lérida. Arranque de la torre en el interior de la igl. de Sta. Mª.

6. TAÜLL, Lérida. Igl. de Sant Climent.

6. TAÜLL, Lérida. Otra perspectiva de la igl. de Sant Climent.

7. TAÜLL, Lérida. Triple ábside de la igl. de Sant Climent.

8. TAÜLL, Lérida. Nave central de la igl. de Sant Climent.

9. TAÜLL, Lérida. Una de las columnas del interior de la igl. de Sant Climent.

10. TAÜLL, Lérida. Pantócrator del ábside central de la igl. de Sant Climent.

11. TAÜLL, Lérida. Grupo de apóstoles en el ábside central de la igl. de San Climent.

12. TAÜLL, Lérida. Otra vista del interior de la igl. de Sant Climent.

TAÜLL* (I), provincia de Lérida: 15 de agosto de 2011.
   Entidad poblacional perteneciente al municipio de La Vall de Boí, profundo valle pirenaico, bien defendido por picos de gran altura y dueño de sí mismo como pequeño condado independiente, floreció el arte románico a principios del segundo milenio con un esplendor que aún hoy, es capaz de sobrecoger y emocionar al visitante.
   No sólo dos iglesias tuvo Taüll (1482 m), sino tres. La tercera no llegó a acabarse pues un fuerte desplazamiento de tierras anegó las obras y obligó a su abandono. El mismo desastre afectó a Sant Climent, donde los trabajo sí se reanudaron, siendo visibles claramente las dos etapas de construcción.
   En el extremo superior de la localidad, junto a su núcleo más antiguo, está la iglesia de Santa María (siglo XII), templo dedicado al culto. De la planta lo más destacable es el campanario, que no está adosado al muro, como es habitual, sino que sale del cuerpo mismo de la iglesia. Consta de tres naves y tres ábsides y la pintura de paredes y columnas es también lo más destacado.
   Las pinturas originales fueron extraídas de todos estos templos aplicando un lienzo impregnado en cola soluble que arranca el revoque y con él la superficie decorada. En su lugar lo que se contemplan son copias. Las pinturas murales más relevantes de Santa María son el ábside y la cara interior del pórtico, donde lucía unas espléndidas imágenes del Juicio Final. Tres son los rasgos estructurales que organizan la pintura románica: las "franjas" donde se cuenta la historia sagrada como en viñetas, las "formas circulares" que simbolizan la perfección, y la "simetría".
   En el ábside de Santa María se contempla, en la franja superior, la Virgen con el Niño, figuras insertas en un círculo, en la Adoración de los Reyes, Melchor queda a la izquierda, en gesto de adelantarse, y Gaspar y Baltasar a la derecha, más reunidos, para guardar las leyes de la simetría. En la franja inferior está el Colegio Apostólico y la obra concluye con varios elementos decorativos.
   En el extremo inferior de Taüll se encuentra situada la joya indiscutible del arte románico de la zona, la iglesia de Sant Climent**, consagrada el 10 de diciembre de 1123. Es la única iglesia del valle que se puede visitar con un amplio horario, previo pago de una mínima entrada.
   En la parte exterior destaca su espléndido campanario, junto al muro sur, de planta cuadrada y seis pisos de altura, todos ellos con ventanas geminadas a los cuatro vientos, salvo el primero, que tiene una, y el tercero, que es triple. Desde el interior de la iglesia se puede acceder hasta el último nivel del campanario.
   Su decoración tiene los típicos elementos del gusto lombardo, pues seguramente fue construida por maestros de esa región italiana, como son las bandas y los arquitos ciegos sobrepuestos a la piedra sillar, y los frisos en forma de dientes de sierra que separan los niveles. Este campanario está perfectamente alineado, a lo largo del valle, con los de Sant Joan de Boí y Santa Eulàlia de Erill-la-Vall.
   En la parte exterior se distinguen los dos niveles de construcción, debidos a que un desplazamiento de tierras alterara los trabajos. El sillar del nivel superior es de mejor factura que el sillarejo del inferior.
   Pasando al interior, se observa que la cubierta de la nave es de madera y pizarra a dos aguas, es decir, que sus primitivos constructores no dominaban suficientemente la técnica como para dotarla de una bóveda de piedra. Esta circunstancia ha motivado a lo largo de los siglos el corrimiento de los muros, visible en los dos templos de Taüll.
   La planta consta de tres naves y tres ábsides. Las columnas que separan las naves están decoradas con uno o dos collares en forma de dientes de sierra, unas tienen basa y otras no. Lo que más llama la atención son, claro, las pinturas. Quedan trazos del decorado original en las columnas más próximas al ábside y sobre el absidiolo de la izquierda (la figura de un animal fantástico). El resto son copias.
   El ábside está presidido por la figura del Pantócrator en actitud de bendecir, está inserto en una circunferencia y tanto el pelo como la barba (símbolo medieval del poder) están exquisitamente trabajados. Le rodean los cuatro Evangelistas con sus respectivos atributos animales (ángulo superior izquierdo; San Mateo; debajo: San Marcos con el león; ángulo superior derechos: San Juan  con el águila; debajo: San Lucas con el toro). En la franja inferior están los Apóstoles con María. Cabe añadir que este templo está orientado hacia el este, hacia levante, en dirección a la Tierra Santa, como todos los de la comarca, de modo que a la salida del sol sus rayos iluminan el ábside.

No hay comentarios:

Publicar un comentario