92. VALLADOLID, capital. Fachada del cvto. de San Pablo.
93. VALLADOLID, capital. Detalle de la parte superior de la fachada del cvto. de San Pablo.
94. VALLADOLID, capital. Palacio de los Pimentel.
95. VALLADOLID, capital. Patio del pal. de los Pimentel.
96. VALLADOLID, capital. Capitanía General.
97. VALLADOLID, capital. Plaza del Coso Viejo.
98. VALLADOLID, capital. Otra perspectiva de la plaza del Coso Viejo.
99. VALLADOLID, capital. Fachada del pal. de Fabio Nelli.
100. VALLADOLID, capital. Patio del pal. de Fabio Nelli.
101. VALLADOLID, capital. Pal. de los Marqueses de Valverde.
102. VALLADOLID, capital. Portada de la igl. de San Miguel.
103. VALLADOLID, capital. Retablo mayor de la igl. de San Miguel.
104. VALLADOLID, capital. Fachada del mon. de San Benito el Real.
105. VALLADOLID, capital. Fachada de la igl. del mon. de San Benito el Real.
106. VALLADOLID, capital. Interior de la igl. del mon. de San Benito el Real.
93. VALLADOLID, capital. Detalle de la parte superior de la fachada del cvto. de San Pablo.
94. VALLADOLID, capital. Palacio de los Pimentel.
95. VALLADOLID, capital. Patio del pal. de los Pimentel.
96. VALLADOLID, capital. Capitanía General.
97. VALLADOLID, capital. Plaza del Coso Viejo.
98. VALLADOLID, capital. Otra perspectiva de la plaza del Coso Viejo.
99. VALLADOLID, capital. Fachada del pal. de Fabio Nelli.
100. VALLADOLID, capital. Patio del pal. de Fabio Nelli.
101. VALLADOLID, capital. Pal. de los Marqueses de Valverde.
102. VALLADOLID, capital. Portada de la igl. de San Miguel.
103. VALLADOLID, capital. Retablo mayor de la igl. de San Miguel.
104. VALLADOLID, capital. Fachada del mon. de San Benito el Real.
105. VALLADOLID, capital. Fachada de la igl. del mon. de San Benito el Real.
106. VALLADOLID, capital. Interior de la igl. del mon. de San Benito el Real.
VALLADOLID** (VIII), capital de la provincia y de la comunidad: 29 de mayo de 2011.
A continuación del Museo Nacional de Escultura instalado en el colegio de San Gregorio, presidiendo la amplia plaza homónima, se levanta la iglesia del convento de San Pablo*, con su bellísima fachada** de estilo gótico isabelino, verdadera filigrana en piedra en cuya realización, iniciada a finales del siglo XV, intervino Simón de Colonia, si bien la parte superior, clasicista, corresponde al XVII. El interior del templo es de una sola nave, con capillas abiertas entre los contrafuertes. Además de dos destacables portadas góticas en ambos extremos del crucero, acoge varias esculturas de Gregorio Fernández, entre ellas un espléndido Cristo yacente*, con cavidad en el pecho para guardar la Sagrada Forma el día de Jueves Santo.
A la misma plaza de San Pablo se asoma el antiguo palacio de los Pimentel, sencillo edificio renacentista con una hermosa ventana plateresca haciendo esquina. Es la sede de la Diputación Provincial y en él nació Felipe II. El zaguán está decorado con escenas de la historia de la ciudad en azulejería talaverana de J. Ruiz de Luna (1939-1940). Completando la magnificencia de la plaza, frente a la iglesia de San Pablo se alza el que fuera Palacio Real, actual sede de la Capitanía General, un edificio reconstruido en el siglo XVII del que destaca sobremanera su espacioso patio principal.
Al suroeste, por la calle de San Quirce llegamos a un espacio singular: la plaza del Coso Viejo. Una antigua plaza de toros inaugurada en 1833 ha conseguido crear una burbuja urbana donde reina el sosiego, crecen los árboles y se solazan las maderas. El graderío octogonal del coso ha sido convertido en un raro ejemplo de armonía urbanística. Vigas de madera y fachadas de ladrillos macizos general un perímetro interior lleno de sabor y tipismo. Y definen un remanso de sosiego en medio de la asechanza de los bloques de pisos.
Por la calle de San Ignacio, nos acercamos a otra zona que reúne varios monumentos de interés. Situado en la plaza de su nombre, el palacio de Fabio Nelli es obra de gusto clasicista, con una hermosa fachada entre notables torres. Fue iniciada a instancias de este banquero de origen italiano en 1576 y es la sede del Museo de Valladolid. Las salas, distribuidas alrededor del elegante patio de dos pisos, muestran una amplia colección de útiles, monedas, mosaicos, loza, cerámica, pinturas y esculturas desde el Paleolítico hasta el siglo XVIII.
Próximo a él, el palacio de los Marqueses de Valverde (siglo XVI, con añadidos barrocos del XVIII) es interesante por la portada con arco de medio punto a base de grandes dovelas, el almohadillado de inspiración florentina, el ventanal central adintelado entre sendas pilastras o estípites antropomorfos (una leyenda dice que los rostros corresponden a los de la marquesa y un paje amante suyo) y las ventanas angulares, sobre las cuales pueden verse bellas yeserías en óculos. Al otro lado de la calle se halla la iglesia de San Miguel, construida a finales del siglo XVI y anteriormente templo del colegio de los Jesuitas. Posee en su interior tallas de Gregorio Fernández, así como el magnífico retablo barroco de la capilla de la Buena Muerte*.
En dirección a la Plaza Mayor, el monasterio de San Benito el Real*, en la calle de igual nombre, ocupa el lugar donde estuviera el alcázar-palacio del rey Juan I. Fundado a finales del siglo XIV, se convirtió dos siglos después en el convento benedictino más importante de España. La iglesia, construida entre 1499-1515 en estilo gótico, está precedida de un poderoso y severo pórtico rematado por Gil de Hontañón hacia 1569. En su interior se impone la sobriedad de las tres amplias naves cerradas por bóvedas de crucería. Adosadas a la iglesia se encuentran las dependencias monacales, ampliadas en los siglos XVII y XVIII, y en la parte posterior se abre un notable patio de estilo herreriano construido por Ribero Rada (siglo XVI). Precisamente en este patio, totalmente restaurado y con añadidos modernos que le proporcionan más luz, abrió sus puertas en mayo de 2002 el Museo de Arte Contemporáneo Español Patio Herreriano.
A la misma plaza de San Pablo se asoma el antiguo palacio de los Pimentel, sencillo edificio renacentista con una hermosa ventana plateresca haciendo esquina. Es la sede de la Diputación Provincial y en él nació Felipe II. El zaguán está decorado con escenas de la historia de la ciudad en azulejería talaverana de J. Ruiz de Luna (1939-1940). Completando la magnificencia de la plaza, frente a la iglesia de San Pablo se alza el que fuera Palacio Real, actual sede de la Capitanía General, un edificio reconstruido en el siglo XVII del que destaca sobremanera su espacioso patio principal.
Al suroeste, por la calle de San Quirce llegamos a un espacio singular: la plaza del Coso Viejo. Una antigua plaza de toros inaugurada en 1833 ha conseguido crear una burbuja urbana donde reina el sosiego, crecen los árboles y se solazan las maderas. El graderío octogonal del coso ha sido convertido en un raro ejemplo de armonía urbanística. Vigas de madera y fachadas de ladrillos macizos general un perímetro interior lleno de sabor y tipismo. Y definen un remanso de sosiego en medio de la asechanza de los bloques de pisos.
Por la calle de San Ignacio, nos acercamos a otra zona que reúne varios monumentos de interés. Situado en la plaza de su nombre, el palacio de Fabio Nelli es obra de gusto clasicista, con una hermosa fachada entre notables torres. Fue iniciada a instancias de este banquero de origen italiano en 1576 y es la sede del Museo de Valladolid. Las salas, distribuidas alrededor del elegante patio de dos pisos, muestran una amplia colección de útiles, monedas, mosaicos, loza, cerámica, pinturas y esculturas desde el Paleolítico hasta el siglo XVIII.
Próximo a él, el palacio de los Marqueses de Valverde (siglo XVI, con añadidos barrocos del XVIII) es interesante por la portada con arco de medio punto a base de grandes dovelas, el almohadillado de inspiración florentina, el ventanal central adintelado entre sendas pilastras o estípites antropomorfos (una leyenda dice que los rostros corresponden a los de la marquesa y un paje amante suyo) y las ventanas angulares, sobre las cuales pueden verse bellas yeserías en óculos. Al otro lado de la calle se halla la iglesia de San Miguel, construida a finales del siglo XVI y anteriormente templo del colegio de los Jesuitas. Posee en su interior tallas de Gregorio Fernández, así como el magnífico retablo barroco de la capilla de la Buena Muerte*.
En dirección a la Plaza Mayor, el monasterio de San Benito el Real*, en la calle de igual nombre, ocupa el lugar donde estuviera el alcázar-palacio del rey Juan I. Fundado a finales del siglo XIV, se convirtió dos siglos después en el convento benedictino más importante de España. La iglesia, construida entre 1499-1515 en estilo gótico, está precedida de un poderoso y severo pórtico rematado por Gil de Hontañón hacia 1569. En su interior se impone la sobriedad de las tres amplias naves cerradas por bóvedas de crucería. Adosadas a la iglesia se encuentran las dependencias monacales, ampliadas en los siglos XVII y XVIII, y en la parte posterior se abre un notable patio de estilo herreriano construido por Ribero Rada (siglo XVI). Precisamente en este patio, totalmente restaurado y con añadidos modernos que le proporcionan más luz, abrió sus puertas en mayo de 2002 el Museo de Arte Contemporáneo Español Patio Herreriano.
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