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viernes, 6 de diciembre de 2019

2819. SEVILLA** (MCXXXII), capital: 21 de noviembre de 2018.

8482. SEVILLA, capital. Vista general de la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8483. SEVILLA, capital. Azulejos realizados con la técnica en relieve de la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8484. SEVILLA, capital. Azulejos realizados con la técnica de la cuerda seca de la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8485. SEVILLA, capital. Azulejos realizados con la técnica de la cuerda seca de la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8486. SEVILLA, capital. Azulejos realizados con la técnica de arista de la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8487. SEVILLA, capital. Azulejos realizados para techos, en la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8488. SEVILLA, capital. Azulejos realizados para pavimentos y contrahuellas en la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8489. SEVILLA, capital. Azulejos identificativos en la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8490. SEVILLA, capital. Azulejos realizados con la técnica en plano pintado, en la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8491. SEVILLA, capital. Azulejos realizados para zócalos, en la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8492. SEVILLA, capital. Otros azulejos realizados para zócalos, en la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8493. SEVILLA, capital. Azulejos devocionales, en la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8494. SEVILLA, capital. Panel de azulejos de San Francisco de Paula (h. 1700-1750), en la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
8495. SEVILLA, capital. Paneles de azulejos decorativos, en la sala 5 del Museo de Artes y Costumbres Populares.
SEVILLA** (MCXXXII), capital de la provincia y de la comunidad: 21 de noviembre de 2018.
Museo de Artes y Costumbres Populares - Sala 5.
CERÁMICA Y AZULEJERÍA
CERÁMICA DE CORTEGANA
   En este sector se expone una selección de la producción del único alfar que pervive en Cortegana (Huelva). Uno de los talleres que abandonó la producción alfarera es el que se acaba de contemplar en el final de la sala IV.
   En este centro alfarero se emplean cinco tipos de arcilla: tres para el modelado y dos para el acabado y la decoración. Los productos químicos más usados para el vidriado y la decoración son: el sulfato de plomo, sulfato de cobre, óxido de manganeso y óxido de cobalto.
   El barro se depura por el sistema de pila única y se amasa a mano.
   El torno usado es  la rueda de pie sujeta a obra de mampostería, como pudo observarse en la vitrina anterior.
   El horno de cocer las piezas es de planta cilíndrica y cubierta de cúpula.
   Como técnica de fabricación destaca un peculiar sistema de decoración, que consiste en dejar caer los baños (óxidos o arcillas) sobre la superficie de la pieza, al tiempo que se hace girar ésta con la mano, de modo que se mezclen formando los más diversos moti­vos espiriformes.
AZULEJERÍA
   La sala V, continúa desarrollando la sección dedicada a cerámica, con la exposición de una selección de piezas de azulejería, que combina el proceso cronológico de estas piezas con la explicación de las principales técnicas  que se han utilizado  para su fabricación y los diferentes usos a que se destinaron.
   El uso del azulejo ha tenido una gran importancia en Andalucía a partir de la época musulmana. Sobre todo ha sido empleado en la construcción, tanto en un sentido funcional como decorativo, pero además, se ha usado para otra serie de funciones como rótulos, motivos heráldicos, imágenes religiosas, etc.
   La selección de las piezas aquí expuestas, abarca una cronología que va de los siglos XIII al XX, y en ella quedan representadas las cuatro técnicas fundamentales empleadas en su fabricación: el relieve, la cuerda seca, la arista y la pintura plana.
Azulejos heráldicos de relieve
   Entre las obras de azulejería sevillana más primitivas, se encuentran los azulejos heráldicos en relieve.
   Son placas con una de sus caras en relieve, obtenido por presión sobre molde, en los que se representan escudos nobiliarios esmaltados en color blanco impuro, con toques de melado, negro de manganeso y verde.
   Cronológicamente se sitúan entre la segunda mitad del siglo XIII y el siglo XV, y estaban destinados a formar sepulturas de personajes pertenecientes a estamentos nobiliarios, cuya heráldica reproducía cada una de las piezas.
Azulejos de cuerda seca: siglos XV, XVI y XX
   Los azulejos de cuerda seca constituyen la primera técnica sustitutiva del mosaico, cuya producción manual y complicada resultaba excesivamente costosa.
   El procedimiento consistía normalmente en dibujar sobre la pieza cocida las líneas divisorias de los colores con una tinta grasa que impedía su mezcla, sometiendo posteriormente la pieza a una segunda cocción. A veces, estas líneas pintadas se reforzarían con relieve impreso por plantilla logrando un procedimiento mixto.
   En principio se siguieron los esquemas de lazo y estrellas geométricas propios del arte hispano­- musulmán; más tarde se introducirían figuraciones de estilo gótico. En época de los Reyes Católicos alcanzó esta técnica su momento más importante.
   El procedimiento se retomará en los siglos XIX y XX con los movimientos arquitectónicos historicistas.
Azulejo de arista: siglo XVI
   Esta técnica supone la eliminación del dibujo de los motivos a pincel, al ejecutarse esta tarea con la plantilla de relieve en negativo presionándose sobre el barro aún fresco, y produciendo unas aristas que impedirán la mezcla de los óxidos que darán el colorido.
   Esta mecanización del proceso hará del azulejo un producto seriado que supondrá una comercialización especialmente dirigida al mercado ultramarino.
   Toledo con un producto de gran calidad, y sobre todo Sevilla, con un enorme volumen de producción, serán los focos principales de ésta técnica seguidos por Aragón y Granada.
   Estos azulejos de arista se emplearían en pavimentos, altos zócalos e incluso en techos, cubriendo los espacios entre las vigas con los llamados ladrillos  por  tablas,  magníficamente  representados  en esta colección.
   Los variados motivos florales y geométricos extraídos especialmente de muestras de tejidos rediseñados expresamente, y el vistoso colorido de los óxidos metálicos, darán a las decoraciones de interiores una suntuosidad, heredada del lujo y confort de los palacios de las cortes hispano-musulmanes.
Azulejo plano pintado: siglos XVI al XX
   Aunque conocido desde época medieval en versiones monócromas o bícromas, su resurgimiento hacia el 1500 en Sevilla, parte de la nueva técnica de brillante colorido que trae de Italia Francisco Niculoso Pisano, quién además, aporta la novedosa decoración renacentista de los centros cerámicos de Toscana. A la muerte de éste, se interrumpe esta técnica hasta que en 1560 vuelve a ser reinstaurada definitivamente por artistas cerámicos flamencos que la habían aprendido en Italia igualmente.
   Las variadas posibilidades de aplicación, fueron más allá del uso para pavimentos, zócalos, frentes de escalones o piezas complementarias, produciéndose un tipo de revestimientos de tejados y cúpulas, una pintura devocional para espacios públicos, placas indicadoras de propiedades urbanas, o nomenclátor de calles. Ya en el siglo XX se emplearán para configurar carteles urbanos, necesitados de vistosidad y de capacidad de conservación.
Textos de:
ÁLVAREZ MORO, Mª de las Nieves Concepción, BARRAGÁN JANÉ, Montserrat, CANO RIVERO, Ignacio, HEREZA LEBRÓN, Pablo, MUÑOZ MEJÍAS, Sierra, ORTIZ MOYANO, Rocío. Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla. Guía Oficial. Junta de Andalucía, Consejería de Cultura. Sevilla, 2003.

Enlace a la Entrada anterior de Sevilla**:
2818. SEVILLA** (MCXXXI), capital: 20 de noviembre de 2018.

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