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domingo, 22 de diciembre de 2019

2835. SEVILLA** (MCXXXVII), capital: 29 de noviembre de 2018.

8593. SEVILLA, capital. La Bodega del Condado de Huelva, en el Museo de Artes y Costumbres Populares.
8594. SEVILLA, capital. Otra perspectiva de la Bodega del Condado de Huelva, en el Museo de Artes y Costumbres Populares.
SEVILLA** (MCXXXVII), capital de la provincia y de la comunidad: 29 de noviembre de 2018.
Museo de Artes y Costumbres Populares - Bodega - Bar.
   Desde la antigüedad, los vinos andaluces han gozado de una fama notable. Ya en época romana los cita Marcial y sabemos que, a pesar de la prohibición de beber alcohol, los árabes andaluces apreciaban mucho los vinos dulces de Málaga a los que llamaban jarabe malagueño.
   Todos los vinos andaluces tienen como denominador común una alta graduación alcohólica desde la misma formación del mosto y por este motivo, se conocen como vinos generosos. Esta característica se debe sobre todo, a la alta insolación de las vides en esta tierra.
   De todos los vinos andaluces el más conocido universalmente es el de Jerez, fabricado a base de la variedad de uva palomino aunque se usa también, para los vinos dulces, la Pedro Ximénez y la moscatel. Los vinos de Jerez han tenido entre los ingleses sus más ardientes propagandistas y consumidores. El pirata Francis Drake, cuando incendia Cádiz, toma como botín grandes cantidades de este vino.
   Pero la fama de los caldos de Jerez y su pariente, la manzanilla de Sanlúcar no deben hacernos olvidar otros vinos andaluces de apreciable relevancia, como los Montillas y Moriles, elaborados a partir de mosto con más cuerpo y graduación que los de Jerez hasta el punto de que no necesitan casi nunca ser encabezados, añadiéndoles alcohol vínico para estabilizarlos.
   Los vinos malagueños en todas sus variedades, Pedro Ximénez, moscatel, málaga dulce color, pajarete, etc., destacan por su dulzor exquisito y los del Condado de Huelva se elaboran a partir de la variedad de uva zalema en su mayor parte, alcanzándose con ellos dinos, soleras y olorosos de sabor intenso que denotan su parentesco con los caldos jerezanos.
   Tal vez sea en esta zona del Condado donde se ha conservado mejor los procedimientos artesanales de crianza, pero junto a ellos se han desarrollado nuevas técnicas industriales para la elaboración de vinos de mesa de baja graduación alcohólica.
BODEGA DEL CONDADO DE HUELVA
   Las bodegas andaluzas no son subterráneas como en otras partes del país. Se instalan en espaciosas naves, formando andanas o filas de bocoyes apilándolos unos sobre otro. Se ventilan con pequeñas ventanas pues, aunque debe conservarse la humedad, la renovación de aire es necesaria para favorecer el proceso de fermentación de estos vinos. Por eso los bocoyes no se llenan por completo.
   En esta sala, se ha instalado una bodega procedente del Condado de Huelva. Está compuesta por dos andanas: una criadera, formada por la fila superior de bocoyes y una solera, la fila que se apoya en el suelo.
   El método de criadera y solera está ideado para ir envejeciendo el vino pasándolo progresivamente desde los bocoyes más altos (pueden disponerse varias filas de criaderas), hasta acabar en la solera, de donde se extrae para su consumo.
   Los vinos del Condado, como los de Jerez, una vez que han pasado la fermentación tumultuosa, fermentan por segunda vez lentamente produciendo una levadura blanquecina que se deposita en su superficie y a la que se llama la flor. Esa levadura desaparece progresivamente encaminándose el vino hacia el fino o el oloroso según la técnica que se emplee. El bocoy usado en las bodegas del Condado es de mayor volumen y más panzudo que la bota de Jerez. Este tipo de vasija de roble tiende a desaparecer, sustituyéndose progresivamente por la bota jerezana.
   En las bodegas del Condado era frecuente encontrar un tabanco o pequeña taberna como la que se halla situada al fondo de esta sala. Estaba formada por un castillete de medias botas rellenas con distintas calidades de vino y un mostrador en el que se despachaba a granel o se degustaba directamente en medio de animadas tertulias.
Textos de:
ÁLVAREZ MORO, Mª de las Nieves Concepción, BARRAGÁN JANÉ, Montserrat, CANO RIVERO, Ignacio, HEREZA LEBRÓN, Pablo, MUÑOZ MEJÍAS, Sierra, ORTIZ MOYANO, Rocío. Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla. Guía Oficial. Junta de Andalucía, Consejería de Cultura. Sevilla, 2003.

Enlace a la Entrada anterior de Sevilla**:
2834. SEVILLA** (MCXXXVI), capital: 27 de noviembre de 2018.

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