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| 8446. SEVILLA, capital. Bienvenida a la muestra de Juan Valdés, en la Fundación Cajasol. |
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| 8447. SEVILLA, capital. Retrato del rey, Don Juan Carlos I, de Juan Valdés. |
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| 8448. SEVILLA, capital. Retrato de de la reina, Doña Sofía, de Juan Valdés. |
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| 8449. SEVILLA, capital. Retrato del rey, Don Felipe VI, de Juan Valdés. |
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| 8450. SEVILLA, capital. Retratos de los reyes, Don Felipe VI y Doña Letizia, de Juan Valdés. |
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| 8451. SEVILLA, capital. Retrato del papa Benedicto XVI, de Juan Valdés. |
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| 8452. SEVILLA, capital. Retrato del rey, Don Felipe VI, de Juan Valdés. |
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| 8453. SEVILLA, capital. Retrato del rey, Don Juan Carlos I, de Juan Valdés. |
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| 8454. SEVILLA, capital. Retratos de generales, de Juan Valdés. |
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| 8454. SEVILLA, capital. Retratos de Plácido Fernández Viagas, Rafael Escuredo y José Rodríguez de la Borbolla, de Juan Valdés. |
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| 8455. SEVILLA, capital. Retrato de Manolo Caracol, de Juan Valdés. |
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| 8456. SEVILLA, capital. Retrato de Manuel Otero Luna, de Juan Valdés. |
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| 8457. SEVILLA, capital. Retratos de Curro Romero, Pepe Luis Vázquez y Antonio Bienvenida, de Juan Valdés. |
SEVILLA** (MCXXVII), capital de la provincia y de la comunidad: 15 de noviembre de 2018.
Mostramos imágenes de la exposición "Juan Valdés. Retratos" organizado por la fundación Cajasol en la sala Murillo.
Una de las vanidades más constantes del género humano ha sido la de su pervivencia a través del tiempo, perviviencia que, ante la imposibilidad física, ha buscado, desde la Antigüedad, la de la efigie, la del retrato más puro y duro, olvidándose, quizás de que la mejor pervivencia es la de la personal huella humana y la memoria del comportamiento con los demás. Es el aserto popular que comenta que "Duras lo que dura tu memoria, no más".
Juan Valdés supo, desde el primer momento de su llegada a Sevilla, que, si quería integrarse entre lo más cuajado de la Escuela Hispalense de pintura, entre los tradicionales genios andaluces, estaba obligado a cultivar profundamente sus muy únicas dotes como dibujante. Aplicó su dominio de la muñeca manejando el carboncillo y el lápiz con toda la soltura que sólo los privilegiados son capaces de conseguir y aplicó, también, aquella larga tradición de que "Sin dibujo no es posible el arte", sin el cimiento no es posible la elevación plena del edificio del arte.
Posteriormente, llega la eclosión de la luz y el color, llega la Proyección de la creatividad, llega la madurez y con ella un brillante campo sembrado de obras plenas de vida, sueño y realidad. El estilo continua, la luz se hace brillo, el dibujo está patente y la figuración se apodera de unas composiciones que se llenan de sentido íntimo, en las que desaparece lo superfluo. El retrato de don José Hernández Díaz abre el camino a la absoluta modernidad figurativa de Valdés, modernidad que, pasando por los muy serios óleos de don Hugo Galera Davidson o de don Enrique Barrero, entre otros muchos, llega, con el muy rico en matices retrato de don Manuel Otero Luna, a enlazar con la total limpieza, apenas ligeras concesiones localistas, a la nueva imagen de una joven monarquía representada por nuestro actual monarca, por Su Majestad el Rey Felipe VI.
Textos de:
www.fundacioncajasol.com
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2813. SEVILLA** (MCXXVI), capital: 15 de noviembre de 2018.
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