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viernes, 11 de septiembre de 2015

1272. ÚBEDA** (V), Jaén: 15 de octubre de 2011.

44. ÚBEDA, Jaén. Portada del hospital de los Honrados Viejos del Salvador.

45. ÚBEDA, Jaén. Patio del hospital de los Honrados Viejos del Salvador.

46. ÚBEDA, Jaén. Portada del Palacio de los Manueles.

47. ÚBEDA, Jaén. Detalle de la portada de la Casa de los Salvajes.

48. ÚBEDA, Jaén. Fachada del convento de San Miguel.

49. ÚBEDA, Jaén. Fachada del oratorio de San Juan de la Cruz.

ÚBEDA** (V), provincia de Jaén: 15 de octubre de 2011.
El Hospital de los Honrados Viejos del Salvador
   Se encuentra adosado a la Sacra Capilla, pero ya en la calle Baja del Salvador. Fundado en los últimos años del siglo XIV como centro de beneficencia para pobres, estuvo funcionando hasta 1821, año en que los enfermos pasaron al Hospital de Santiago. Se convirtió entonces en refugio de transeúntes sin medios económicos, hasta que ya a finales del siglo XX pasó a ser sede de un taller ocupacional. Fue muy reformado por Vandelvira en el siglo XVI, con ocasión de que el hospital hubiera cedido a don Francisco de los Cobos el solar en el que iba a construir su Sacra Capilla. En su portada, de dos cuerpos articulados con columnas dóricas y jónicas, aparece la figura de Dios Padre en una hornacina de carácter serliano. El interior presenta un patio de dos pisos, con sólo dos lados, formados por arcos de medio punto sobre columnas toscanas en ambos pisos.
El oratorio de San Juan de la Cruz
   Al fondo de la calle Baja del Salvador, orlada de jardines, se encuentra la plaza de Santa Lucía, donde estuvo la puerta de este nombre en la muralla y donde hoy hay un mirador, a la derecha del cual arrancan unos agradables jardines.
   Para seguir la ruta, sin embargo, hay que llegar a la plaza del Padre Antonio, a la que da la portada norte de la Sacra Capilla del Salvador, y se sigue por la calle Horno del Contador, en cuyo número nueve se encuentra el Palacio de los Manueles, otra solemne casona mandada construir a principios del siglo XVII por el caballero veinticuatro don Rodrigo Manuel de Biedma.
   Un poco más arriba, en la esquina de la calle Ventaja, la que se ve ahora es la Casa de los Salvajes, así llamada por la pinta de los dos tenantes que sostienen el emblema de su propietario sobre el balcón de la primera planta. Este propietario fue don Francisco Vago, que fue camarero del obispo Alonso Suárez, por lo que se le conoce en la ciudad como el Camarero Vago. La casa fue construida a principios del siglo XVI.
   Doblando esnseguida, a la derecha, por Bartolomé de la Cueva se alcanza la calle del Carmen. Aquí se levanta el convento de San Miguel, de carmelitas descalzos, y, adosado a él, el oratorio de San Juan de la Cruz, quien falleció en este convento el 14 de diciembre de 1591.
   El convento tiene una elevada aunque austera fachada presidida por la imagen de san Miguel, patrón de la ciudad, ubicada en una hornacina del segundo cuerpo, entre los escudos de santa Teresa y san Juan de la Cruz, tres vanos de acceso de medio punto en la planta baja y el remate superior de un frontón triangular con el escudo de la orden carmelitana. Tras su muerte, san Juan de la Cruz fue enterrado en una pequeña capilla del convento. De aquí fue robado su cuerpo dos años más tarde y llevado a Segovia, de donde, en 1607, tras larguísimo pleito, Úbeda logró que le devolvieran un brazo y pierna del místico. Treinta años más tarde, en 1637, la ciudad levantó el primer oratorio que se le dedicó al santo en el mundo, en el mismo lugar en el que había sido enterrado. Hoy se encuentra declarado Bien de Interés Cultural.
   Al exterior, haciendo escuadra con el convento, muestra un medio punto entre columnas corintias y, encima, una hornacina con la imagen del santo, rematando el conjunto, como en la iglesia, un frontón triangular, en este caso, con un óculo inscrito. El templo es de una sola nave con la cabecera poligonal y coro alto a los pies, construido, según se cree, en el mismo lugar en el que estuvo la celda en la que el santo murió. Un retablo barroco, articulado con columnas salomónicas muy decoradas, se alza en el altar mayor. Está presidido por la imagen de San Juan de la Cruz, flanqueada por las de Santa Teresa y san Elías. En el ático figura el Crucificado de los Cuatro Clavos, obra del siglo XIII. Por debajo del oratorio existe desde 1978 un interesante museo que reúne reliquias, objetos sacros, pinturas e imágenes relacionados con el santo, así como una biblioteca especializada en temas sanjuanistas y de espiritualidad. Se compone de once salas que hace un completo recorrido por la biografía y las inquietudes vitales de San Juan de la Cruz. 

Enlace a la Entrada anterior de Úbeda**:

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