1. BAEZA, Jaén. Puerta principal de la plaza de toros.
2. BAEZA, Jaén. Portada de la igl. del colegio seminario de San Ignacio.
3. BAEZA, Jaén. Convento de San Antonio.
4. BAEZA, Jaén. Portada del cvto. de San Antonio.
5. BAEZA, Jaén. Portada de la igl. del convento de la Magdalena.
6. BAEZA, Jaén. Portada de la igl. de San Andrés.
7. BAEZA, Jaén. Torre de la igl. de San Andrés.
8. BAEZA, Jaén. Relieve de la Piedad en los muros de la igl. de San Andrés.
9. BAEZA, Jaén. Nave principal y retablo mayor de la igl. de San Andrés.
10. BAEZA, Jaén. La virgen del Alcázar, en el retablo mayor de la igl. de San Andrés.
11. BAEZA, Jaén. Capilla bautismal de la igl. de San Andrés.
2. BAEZA, Jaén. Portada de la igl. del colegio seminario de San Ignacio.
3. BAEZA, Jaén. Convento de San Antonio.
4. BAEZA, Jaén. Portada del cvto. de San Antonio.
5. BAEZA, Jaén. Portada de la igl. del convento de la Magdalena.
6. BAEZA, Jaén. Portada de la igl. de San Andrés.
7. BAEZA, Jaén. Torre de la igl. de San Andrés.
8. BAEZA, Jaén. Relieve de la Piedad en los muros de la igl. de San Andrés.
9. BAEZA, Jaén. Nave principal y retablo mayor de la igl. de San Andrés.
10. BAEZA, Jaén. La virgen del Alcázar, en el retablo mayor de la igl. de San Andrés.
11. BAEZA, Jaén. Capilla bautismal de la igl. de San Andrés.
BAEZA** (I), provincia de Jaén: 16 de octubre de 2011.
Histórica, ilustre y muy hermosa ciudad alzada en un llanazo de la comarca de la Loma, rodeada de extensos olivares, cuyo casco histórico, de traza medieval y suntuosas edificaciones, cuenta con la declaración de Patrimonio Universal de la UNESCO.
El colegio seminario de San Ignacio
Viniendo de Úbeda, que suele ser lo habitual, el mejor lugar para iniciar la visita a Baeza es la estación de autobuses, por cuyos alrededores no resulta difícil dejar el automóvil.
Desde aquí, tomando por la calle Andrés Segovia, se ve enseguida la plaza de toros, que está en la calle Diego de Hoces. Es este un coso de estilo neomudéjar, construido en 1892 con las piedras de los derribados conventos de San Francisco y de la Victoria que por aquí se encontraban y que desaparecieron con la Desamortización.
La calle Diego de Hoces es perpendicular a Sor Felisa Ancín. Aquí levantaron los jesuitas el colegio seminario de San Ignacio, noviciado fundado por el obispo de Cuzco Antonio Raya Navarrete, inaugurado en 1648. De este noviciado no queda más que la iglesia, ya que la institución desapareció con la Desamortización y en su lugar, bastante tiempo después, se construyó una residencia para personas mayores. Al exterior, el templo muestra una magnífica portada de estilo barroco, tipo retablo, con dos cuerpos, el inferior compuesto por un arco de medio punto, con la clave adornada con acanto y el relieve de la Fortaleza y la Esperanza en las albanegas, entre columnas toscanas sobre plinto. Estas columnas soportan un entablamento clásico sobre el que apea el cuerpo superior, centrado por un gran relieve de San Ignacio y el obispo fundador ante la Trinidad.
El monasterio de San Antonio
Se alza a escasa distancia de aquí, en la Acera de San Antonio, cruzando la avenida del Alcalde Puche Pardo. Este convento, de serena estampa, lo fundaron los franciscanos en el siglo XV. Un siglo más tarde se vieron obligados a abandonarlo, siendo ocupado por monjas clarisas. Desde entonces hasta hoy, ha sufrido numerosas reformas y modificaciones que han favorecido la introducción y mescolanza de distintos estilos. Al exterior, muy sencillo, muestra una portada plateresca bastante humilde, pero elegante, en la que figura una hornacina avenerada en la que está la imagen de San Antonio de Padua.
El convento de la Magdalena
Bajando por la avenida de Andalucía, sale, a la izquierda, la calle Magdalena. En ella se levanta el convento del mismo nombre, de monjas agustinas, fundado en 1568. La iglesia lleva una portada clásica, consistente en un arco de medio punto sobre impostas, entre pilastras toscanas y con los relieves de la Fe y la Fortaleza en loas albanegas. Las pilastras sostienen un entablamento de triglifos y metopas, sobre el que aparece, encuadrado por pilastras corintias, un precioso relieve con la imagen de la Magdalena en penitencia.
La iglesia de San Andrés
Siguiendo ahora por la calle Cipriano Tornero, se llega a la iglesia de San Andrés, en la plaza de su nombre. Este templo, cuyo titular es el patrón de la ciudad, se construyó a lo largo del siglo XVI, inaugurándose en 1579. Desde 1764 hasta 1852 ostentó el título de colegiata, que había pertenecido a la desaparecida iglesia de Santa María del Alcázar. La portada principal es de estilo plateresco, muy decorada con grutescos, mascarones y candelieri. Presenta dos cuerpos, el inferior con un doble medio punto sobre impostas, entre dobles semicolumnas sepuerpuestas apoyadas en plintos. El superior, separado por un entablamento, lleva tres calles: en la central, una hornacina con la imagen de san Andrés, y en las laterales, el escudo del obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce. A la izquierda de esta portada hay una pequeña hornacina, muy bella, con un relieve de la Piedad. El templo lleva otra portada al norte, renacentista y de gran sencillez, en la que aparece el escudo del obispo Diego Tavera (1555-1560). En la torre, de base cuadrada, destaca la crestería gótica de flameros que la coronan.. El interior presenta dos naves de desigual anchura, la central con cubierta de madera sobre arcos diafragma y la lateral con bóvedas baídas. En el lado de la Epístola lleva, además, una serie de capillas entre recios contrafuertes. El retablo mayor, clásico, es muy hermoso. Se compone de banco, dos cuerpos de cinco calles y ático de tres calles, todas formadas por columnas corintias. Lo labraron los hermanos Blas y Juan León entre 1629 y 1633, si bien el dorado se realizó en los primeros años del siglo XVIII. La calle central la ocupan, de abajo a arriba, la Virgen del Alcázar, patrona de la ciudad, en su camarín, san Andrés, y un Calvario. Por el resto del altar se reparten las imágenes en bulto redondo de los apóstoles. Muy interesante es la capilla bautismal, con su portada plateresca y la bóveda de crucería.
La calle Diego de Hoces es perpendicular a Sor Felisa Ancín. Aquí levantaron los jesuitas el colegio seminario de San Ignacio, noviciado fundado por el obispo de Cuzco Antonio Raya Navarrete, inaugurado en 1648. De este noviciado no queda más que la iglesia, ya que la institución desapareció con la Desamortización y en su lugar, bastante tiempo después, se construyó una residencia para personas mayores. Al exterior, el templo muestra una magnífica portada de estilo barroco, tipo retablo, con dos cuerpos, el inferior compuesto por un arco de medio punto, con la clave adornada con acanto y el relieve de la Fortaleza y la Esperanza en las albanegas, entre columnas toscanas sobre plinto. Estas columnas soportan un entablamento clásico sobre el que apea el cuerpo superior, centrado por un gran relieve de San Ignacio y el obispo fundador ante la Trinidad.
El monasterio de San Antonio
Se alza a escasa distancia de aquí, en la Acera de San Antonio, cruzando la avenida del Alcalde Puche Pardo. Este convento, de serena estampa, lo fundaron los franciscanos en el siglo XV. Un siglo más tarde se vieron obligados a abandonarlo, siendo ocupado por monjas clarisas. Desde entonces hasta hoy, ha sufrido numerosas reformas y modificaciones que han favorecido la introducción y mescolanza de distintos estilos. Al exterior, muy sencillo, muestra una portada plateresca bastante humilde, pero elegante, en la que figura una hornacina avenerada en la que está la imagen de San Antonio de Padua.
El convento de la Magdalena
Bajando por la avenida de Andalucía, sale, a la izquierda, la calle Magdalena. En ella se levanta el convento del mismo nombre, de monjas agustinas, fundado en 1568. La iglesia lleva una portada clásica, consistente en un arco de medio punto sobre impostas, entre pilastras toscanas y con los relieves de la Fe y la Fortaleza en loas albanegas. Las pilastras sostienen un entablamento de triglifos y metopas, sobre el que aparece, encuadrado por pilastras corintias, un precioso relieve con la imagen de la Magdalena en penitencia.
La iglesia de San Andrés
Siguiendo ahora por la calle Cipriano Tornero, se llega a la iglesia de San Andrés, en la plaza de su nombre. Este templo, cuyo titular es el patrón de la ciudad, se construyó a lo largo del siglo XVI, inaugurándose en 1579. Desde 1764 hasta 1852 ostentó el título de colegiata, que había pertenecido a la desaparecida iglesia de Santa María del Alcázar. La portada principal es de estilo plateresco, muy decorada con grutescos, mascarones y candelieri. Presenta dos cuerpos, el inferior con un doble medio punto sobre impostas, entre dobles semicolumnas sepuerpuestas apoyadas en plintos. El superior, separado por un entablamento, lleva tres calles: en la central, una hornacina con la imagen de san Andrés, y en las laterales, el escudo del obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce. A la izquierda de esta portada hay una pequeña hornacina, muy bella, con un relieve de la Piedad. El templo lleva otra portada al norte, renacentista y de gran sencillez, en la que aparece el escudo del obispo Diego Tavera (1555-1560). En la torre, de base cuadrada, destaca la crestería gótica de flameros que la coronan.. El interior presenta dos naves de desigual anchura, la central con cubierta de madera sobre arcos diafragma y la lateral con bóvedas baídas. En el lado de la Epístola lleva, además, una serie de capillas entre recios contrafuertes. El retablo mayor, clásico, es muy hermoso. Se compone de banco, dos cuerpos de cinco calles y ático de tres calles, todas formadas por columnas corintias. Lo labraron los hermanos Blas y Juan León entre 1629 y 1633, si bien el dorado se realizó en los primeros años del siglo XVIII. La calle central la ocupan, de abajo a arriba, la Virgen del Alcázar, patrona de la ciudad, en su camarín, san Andrés, y un Calvario. Por el resto del altar se reparten las imágenes en bulto redondo de los apóstoles. Muy interesante es la capilla bautismal, con su portada plateresca y la bóveda de crucería.
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