41. BAEZA, Jaén. Casas Consistoriales Bajas.
42. BAEZA, Jaén. Ayuntamiento.
43. BAEZA, Jaén. Uno de los balcones del Ayuntamiento.
44. BAEZA, Jaén. Fachada de la igl. del convento de San Francisco.
45. BAEZA, Jaén. Portada de la igl. del hospital de la Concepción.
46. BAEZA, Jaén. Calle de San Pablo con el Palacio de los Salcedo en primer término.
47. BAEZA, Jaén. Ante la portada del palacio de los Salcedo.
48. BAEZA, Jaén. Ventana del palacio de los Salcedo.
49. BAEZA, Jaén. Patio del palacio de los Salcedo.
50. BAEZA, Jaén. Decoración de una de las estancias del hotel Palacio de los Salcedo.
51. BAEZA, Jaén. Junto al monumento a Antonio Machado.
52. BAEZA, Jaén. Patio del palacio Cerón o de los Sánchez Valenzuela.
53. BAEZA. Jaén. Portada de la Casa de los Acuña.
54. BAEZA, Jaén. Portada de la Casa de los Cabrera.
55. BAEZA, Jaén. Portada principal de la igl. de San Pablo.
56. BAEZA, Jaén. Nave central de la igl. de San Pablo.
42. BAEZA, Jaén. Ayuntamiento.
43. BAEZA, Jaén. Uno de los balcones del Ayuntamiento.
44. BAEZA, Jaén. Fachada de la igl. del convento de San Francisco.
45. BAEZA, Jaén. Portada de la igl. del hospital de la Concepción.
46. BAEZA, Jaén. Calle de San Pablo con el Palacio de los Salcedo en primer término.
47. BAEZA, Jaén. Ante la portada del palacio de los Salcedo.
48. BAEZA, Jaén. Ventana del palacio de los Salcedo.
49. BAEZA, Jaén. Patio del palacio de los Salcedo.
50. BAEZA, Jaén. Decoración de una de las estancias del hotel Palacio de los Salcedo.
51. BAEZA, Jaén. Junto al monumento a Antonio Machado.
52. BAEZA, Jaén. Patio del palacio Cerón o de los Sánchez Valenzuela.
53. BAEZA. Jaén. Portada de la Casa de los Acuña.
54. BAEZA, Jaén. Portada de la Casa de los Cabrera.
55. BAEZA, Jaén. Portada principal de la igl. de San Pablo.
56. BAEZA, Jaén. Nave central de la igl. de San Pablo.
BAEZA** (VI), provincia de Jaén: 16 de octubre de 2011.
El paseo de la Constitución
En el lateral frontero de la plaza, pero un poco más abajo, están las Casas Consistoriales Bajas, en las que es célebre el balcón corrido de la planta alta, con triple arcada sobre pares de columnas toscanas y el central y sobre pilares los laterales. La inauguración de este nuevo emplazamiento del Ayuntamiento se realizó en 1701. En la actualidad es sede de la Asociación Arciprestal de Cofradías.
El Ayuntamiento*
Cerca se alza el actual Ayuntamiento* de la ciudad. Se trata de uno de los edificios más notables, si no el que más, del plateresco en Andalucía. Construido en el siglo XVI como cárcel y casa del Corregidor, al exterior muestra una soberbia fachada de dos pisos en la que imperan de forma pareja la horizontalidad y la suntuosidad. En el piso inferior presenta dos portadas. La de la izquierda, conforme se mira, se corresponde con la de la antigua cácel. Consiste en un arco de medio punto sobre sobre impostas y acanto en la clave, entre sendas cariátides que representan a la Justicia y a la Caridad. La otra es la entrada a la casa del Corregidor y se compone de un gran vano escarzano entre columnas corintias sobre alto basamento y con adornos propios del estilo en la cumbrera. entre ambas puertas se sitúan dos ventanas con decoración de roleos, volutas y rosetas. El piso superior presenta cuatro balcones, los dos centrales extraordinarios, compuestos, al estilo serliano, de un arco central y dos dinteles laterales con dos ósculos encima y una preciosista decoración. El conjunto se corona con un gran alero decorado con ovas y apeado sobre una serie de canes con distintas figuras humanas y de animales, algunas grotescas, al gusto de la época. En la fachada se ven, además, los escudos de Felipe II, del corregidor y de la ciudad de Baeza.
El convento de San Francisco
La calle Gaspar Becerra lleva hasta la de San Francisco. Doblando a la derecha y bajando por ella, enseguida se alcanza, en la acera de la izquierda, el que fuera gran convento de San Francisco, una de las obras más importantes de Andrés de Vandelvira en Baeza y del Renacimiento andaluz, construcción llevada a cabo a partir de 1540, en la que estuvo incluida la capilla funeraria de don Diego Valencia Benavides, promotor de la fundación del convento, y de su esposa Leonor Guzmán de Mendoza.
Un terremoto ocurrido en los primeros años del siglo XIX y la ocupación francesa acabaron con la institución. Hoy sólo se conservan el claustro, reconvertido en un lujoso restaurante, y las ruinas de la iglesia. Ésta muestra una brillante fachada consistente en un gran medio punto enmarcado por sendos pares de pilastras en cuyas entrecalles figuran cuatro hornacinas vacías. En el interior del arco se inscribe el acceso, compuesto por otro medio punto entre columnas toscanas sobre altos basamentos que sostienen un entablamento clásico, a partir del cual, por encima de una cornisa, aparece un cuadro rectangular con el relieve de San Francisco en la Porciúncula, encima de un medallón con la imagen de la Virgen y a los lados los escudos heráldicos de los fundadores. En el interior quedan restos de la imponente capilla mayor que da idea de su grandiosidad.
El Hospital de la Concepción
Se encuentra en la misma acera, un poco más abajo que el convento. Este hospital se fundó en 1529, tuvo una importante reforma en 1625, patrocinada por el obispo Baltasar Moscoso y Sandoval, y se mantuvo en funcionamiento hasta 1940. Luego, fue convento de carmelitas descalzas y colegio menor, y en la actualidad es un hotel.
La iglesia del hospital es una pequeña joya en el conjunto de la ciudad. Aparece tal y como quedó tras la reforma realizada por el obispo Moscoso. La fachada se asemeja a la del convento de San Francisco. Como aquélla, se compone de un gran arco de medio punto sobre impostas entre pilastras cajeadas, en el que se inscribe el acceso, un arco semejante, con las imágenes de la Fe y la Esperanza en las albanegas y un relieve de la Inmaculada Concepción en la parte superior.
La calle San Pablo*
La calle San Francisco, muy comercial, baja hasta la plaza de España, desde la que parte hacia el nordeste esta calle de San Pablo, hoy peatonal y una de las principales de la ciudad, tanto por el tránsito que recoge como por sus comercios y, más aún, por el número de palacios y casas solariegas que en ella se alzan, todos en la acera de la derecha.
El primero que aparece, haciendo esquina con la calle Aguayo, es el Palacio de los Salcedo, magnífico ejemplar gótico del siglo XVI, como puede comprobarse por las ventanas con arco conopial y ajimezadas de la fachada, convertido hoy en hotel. Tiene un espléndido patio de doble arcada, más una planta a dintel añadido a mediados del siglo pasado.
Justo en las siguiente esquina está el monumento a Antonio Machado, obra de Antonio Pérez Almahano en 2009, delante del Palacio Cerón o de los Sánchez Valenzuela, construcción del siglo XVI con aspecto de fortaleza, merced, principalmente a las torres de los extremos. Tiene un gran patio puramente gótico, con una doble arquería sobre pilares octogonales.
A continuación, haciendo esquina con la calle Castillo, aparece la Casa de los Acuña, un gran ejemplar manierista de finales del siglo XVI, con una brillante portada como protagonista principal.
Haciendo esquina con la calle Godoyes, sigue la Casa de los Cabrera, construida en el siglo XVI siguiendo las pautas del plateresco, como puede verse en su estimable portada. Enfrente se sitúa la iglesia de San Pablo*, que da nombre a la calle. Este importante templo gótico se construyó a caballo de los siglos XIV y XV en el solar que desde la conquista de la ciudad por las tropas cristianas había ocupado una hospedería. La portada principal da a la calle San Pablo. Su construcción, realizada en 1665, se atribuye a Eufrasio López de Rojas. La forma de un arco de medio punto con la clave resaltada entre pilastras toscanas que soportan un entablamento clásico sobre el que aparece un frontón partido con el busto de san Pablo en una hornacina. Tiene otra portada orientada hacia el norte, muy sencilla, de estilo tardogótico, construida en 1652. El interior es grandioso. Lleva planta rectangular y cabecera plana, con tres naves separadas por arcos ojivales sobre altos pilares cruciformes, la central más elevada que las laterales, cubiertas con bóvedas de nervaduras. En los laterales se abren capillas góticas de sencilla factura, salvo la de don Pedro Núñez Álvarez de Salazar, en la cabecera del lado de la Epístola, construida en 1619 en estilo renacentista. Tiene también el templo coro alto, con una buena sillería y un órgano neoclásico.
El Ayuntamiento*
Cerca se alza el actual Ayuntamiento* de la ciudad. Se trata de uno de los edificios más notables, si no el que más, del plateresco en Andalucía. Construido en el siglo XVI como cárcel y casa del Corregidor, al exterior muestra una soberbia fachada de dos pisos en la que imperan de forma pareja la horizontalidad y la suntuosidad. En el piso inferior presenta dos portadas. La de la izquierda, conforme se mira, se corresponde con la de la antigua cácel. Consiste en un arco de medio punto sobre sobre impostas y acanto en la clave, entre sendas cariátides que representan a la Justicia y a la Caridad. La otra es la entrada a la casa del Corregidor y se compone de un gran vano escarzano entre columnas corintias sobre alto basamento y con adornos propios del estilo en la cumbrera. entre ambas puertas se sitúan dos ventanas con decoración de roleos, volutas y rosetas. El piso superior presenta cuatro balcones, los dos centrales extraordinarios, compuestos, al estilo serliano, de un arco central y dos dinteles laterales con dos ósculos encima y una preciosista decoración. El conjunto se corona con un gran alero decorado con ovas y apeado sobre una serie de canes con distintas figuras humanas y de animales, algunas grotescas, al gusto de la época. En la fachada se ven, además, los escudos de Felipe II, del corregidor y de la ciudad de Baeza.
El convento de San Francisco
La calle Gaspar Becerra lleva hasta la de San Francisco. Doblando a la derecha y bajando por ella, enseguida se alcanza, en la acera de la izquierda, el que fuera gran convento de San Francisco, una de las obras más importantes de Andrés de Vandelvira en Baeza y del Renacimiento andaluz, construcción llevada a cabo a partir de 1540, en la que estuvo incluida la capilla funeraria de don Diego Valencia Benavides, promotor de la fundación del convento, y de su esposa Leonor Guzmán de Mendoza.
Un terremoto ocurrido en los primeros años del siglo XIX y la ocupación francesa acabaron con la institución. Hoy sólo se conservan el claustro, reconvertido en un lujoso restaurante, y las ruinas de la iglesia. Ésta muestra una brillante fachada consistente en un gran medio punto enmarcado por sendos pares de pilastras en cuyas entrecalles figuran cuatro hornacinas vacías. En el interior del arco se inscribe el acceso, compuesto por otro medio punto entre columnas toscanas sobre altos basamentos que sostienen un entablamento clásico, a partir del cual, por encima de una cornisa, aparece un cuadro rectangular con el relieve de San Francisco en la Porciúncula, encima de un medallón con la imagen de la Virgen y a los lados los escudos heráldicos de los fundadores. En el interior quedan restos de la imponente capilla mayor que da idea de su grandiosidad.
El Hospital de la Concepción
Se encuentra en la misma acera, un poco más abajo que el convento. Este hospital se fundó en 1529, tuvo una importante reforma en 1625, patrocinada por el obispo Baltasar Moscoso y Sandoval, y se mantuvo en funcionamiento hasta 1940. Luego, fue convento de carmelitas descalzas y colegio menor, y en la actualidad es un hotel.
La iglesia del hospital es una pequeña joya en el conjunto de la ciudad. Aparece tal y como quedó tras la reforma realizada por el obispo Moscoso. La fachada se asemeja a la del convento de San Francisco. Como aquélla, se compone de un gran arco de medio punto sobre impostas entre pilastras cajeadas, en el que se inscribe el acceso, un arco semejante, con las imágenes de la Fe y la Esperanza en las albanegas y un relieve de la Inmaculada Concepción en la parte superior.
La calle San Pablo*
La calle San Francisco, muy comercial, baja hasta la plaza de España, desde la que parte hacia el nordeste esta calle de San Pablo, hoy peatonal y una de las principales de la ciudad, tanto por el tránsito que recoge como por sus comercios y, más aún, por el número de palacios y casas solariegas que en ella se alzan, todos en la acera de la derecha.
El primero que aparece, haciendo esquina con la calle Aguayo, es el Palacio de los Salcedo, magnífico ejemplar gótico del siglo XVI, como puede comprobarse por las ventanas con arco conopial y ajimezadas de la fachada, convertido hoy en hotel. Tiene un espléndido patio de doble arcada, más una planta a dintel añadido a mediados del siglo pasado.
Justo en las siguiente esquina está el monumento a Antonio Machado, obra de Antonio Pérez Almahano en 2009, delante del Palacio Cerón o de los Sánchez Valenzuela, construcción del siglo XVI con aspecto de fortaleza, merced, principalmente a las torres de los extremos. Tiene un gran patio puramente gótico, con una doble arquería sobre pilares octogonales.
A continuación, haciendo esquina con la calle Castillo, aparece la Casa de los Acuña, un gran ejemplar manierista de finales del siglo XVI, con una brillante portada como protagonista principal.
Haciendo esquina con la calle Godoyes, sigue la Casa de los Cabrera, construida en el siglo XVI siguiendo las pautas del plateresco, como puede verse en su estimable portada. Enfrente se sitúa la iglesia de San Pablo*, que da nombre a la calle. Este importante templo gótico se construyó a caballo de los siglos XIV y XV en el solar que desde la conquista de la ciudad por las tropas cristianas había ocupado una hospedería. La portada principal da a la calle San Pablo. Su construcción, realizada en 1665, se atribuye a Eufrasio López de Rojas. La forma de un arco de medio punto con la clave resaltada entre pilastras toscanas que soportan un entablamento clásico sobre el que aparece un frontón partido con el busto de san Pablo en una hornacina. Tiene otra portada orientada hacia el norte, muy sencilla, de estilo tardogótico, construida en 1652. El interior es grandioso. Lleva planta rectangular y cabecera plana, con tres naves separadas por arcos ojivales sobre altos pilares cruciformes, la central más elevada que las laterales, cubiertas con bóvedas de nervaduras. En los laterales se abren capillas góticas de sencilla factura, salvo la de don Pedro Núñez Álvarez de Salazar, en la cabecera del lado de la Epístola, construida en 1619 en estilo renacentista. Tiene también el templo coro alto, con una buena sillería y un órgano neoclásico.
Enlace a la Entrada anterior de Baeza**:
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