1. RUTA DE EL ARROYO CALZADILLAS - Almadén de la Plata, Sevilla. Colosal pared de granito sobre el cauce del arroyo Calzadillas.
2. RUTA DE EL ARROYO CALZADILLAS - Almadén de la Plata, Sevilla. Un enorme batolito atrapado entre las paredes que encajonan al arroyo Calzadillas.
3. RUTA DE EL ARROYO CALZADILLAS - Almadén de la Plata, Sevilla. En el mismo lugar pero desde el lado contrario.
4. RUTA DE EL ARROYO CALZADILLAS - Almadén de la Plata, Sevilla. Otra perspectiva del mismo lugar.
5. RUTA DE EL ARROYO CALZADILLAS - Almadén de la Plata, Sevilla. Zona de cascadas.
6. RUTA DE EL ARROYO CALZADILLAS - Almadén de la Plata, Sevilla. En la zona superior de las cascadas.
RUTA DE EL ARROYO CALZADILLAS - Almadén de la Plata (I), provincia de Sevilla: 26 de noviembre de 2011.
Se encuentra situado en las estribaciones de la Sierra Norte, próximo al curso de los ríos Viar y Cala. La existencia en las cercanías del pueblo de buenas canteras y minas ha determinado no sólo el nombre del mismo, sino también la presencia de pobladores desde tiempos remotos.
Mostramos aquí imágenes de la ruta senderista "Arroyo Calzadillas", de tipo circular y con una longitud de 12,2 km.
Esta ruta comienza entre las calles Palacios y Granadina de la localidad de Almadén de la Plata. Aquí arranca el Cordel de El Pedroso; al poco, tras dejar a nuestra derecha Huerta Perea, llegaremos a la E.D.A.R. (Estación Depuradora de Aguas Residuales) del pueblo y ya, desde ahí, acompañaremos al arroyo Celzadillas en la mayor parte del trayecto. En este primer tramo caminamos con la ribera y el Cerro Calvario a la derecha; entre ellos escudriñamos la Umbría del Zorro y, a nuestra izquierda, tras un amplio llano orientado al norte, el cerro Pedrera. Al noroeste descuella la solana del cerro de los Covachos. Recorridos dos kilómetros, el carril gira bruscamente con dirección sur, hacia el puerto de la Polana, entre el Calvario, al oeste, y la loma del Puerto, al este. Cuando el camino se orienta de nuevo al este, nos separaremos momentáneamente del Calzadillas; entonces tendremos la dehesa de la casa de la Polana al sur y, tras ésta, la loma de Don García. Pronto recobraremos nuestro discurrir junto al arroyo, situado a nuestra derecha, y atisbamos por una lado la típica vegetación de ribera y, por otro, el matorral mediterráneo; poco después observaremos algunos ejemplos de repoblación. Llevaremos unos cuatro kilómetros andados cuando pasamos bajo un tendido eléctrico. Tras 500 m veremos una de las puertas de la finca pública El Berrocal, situada también al sur, primer Parque Forestal de Andalucía.
Sobre los 5,1 km de recorrido el cordel comienza a descender y, antes de hacerlo con claro pronunciamiento, encontraremos a la izquierda un mirador con vistas al septentrión del Parque Forestal de El Berrocal, que según la época, la paleta de colores ofrecida puede ser bellísima. Desde el mirador resta algo menos de un kilómetro, no sin antes afrontar cinco marcadas y zigzagueantes curvas hasta el vado sobre el Celzadillas, justo al lado de donde el arroyo del Ermitaño le entrega sus aguas por la izquierda.
Hasta aquí habremos recorrido 6,3 km y, tras vadear el arroyo, tomaremos bruscamente a la derecha, entre el riachuelo y la alambrada que delimita el Parque Forestal. Al poco la valla traza un ángulo de 90º a la izquierda; nosotros continuaremos de frente, ignorando de momento el giro, que luego si tomaremos, para situarnos en la orilla contraria a la colosal pared de granito que estamos viendo. A la izquierda, aguas arriba, se nos brinda la visión de un batolito atrapado entre dos paredes de granito, con el líquido elemento cayendo tras él y pasando luego bajo la piedra.
Tras recrearnos un rato en el lugar, volvemos sobre nuestros pasos hasta la alambrada y ascendemos a la derecha entre un matorral más noble y espeso. Disfrutaremos en esta zona de una gran variedad vegetal constituida por eucaliptos, encinas, coscojas, labiérnagos, lentiscos, majuelos, matagallos, tomillos, jaras varias, neotas, orquídeas o algunas tóxicas como cicutas y garbancillos. Este entorno sirve de antesala al bello barranco que se mostrará a la derecha, conforme vamos avanzando, con sus travertinos y chorros de agua en caída.
Seguidamente, llegaremos hasta unos grandes bloques de piedras que bordearemos por la izquierda, estando muy atentos porque, al sobrepasarlas, quedará a nuestra derecha un cortado que mira al riachuelo y que tiene una peligrosa caída; por tanto, debemos cuidad mucho de fijar nuestra posición más a la izquierda, junto a la valla cinegética. Poco después, si así lo deseamos, encontraremos como bajar, con mucha precaución, hasta el curso del arroyo, que por aquí discurre entre grandes rocas.
Habrá que extremar la precaución y considerar el moderado riesgo que supone el acercarnos a las cascadas, ya que el granito puede resultar resbaladizo y la altura, sin ser excepcional, llega a ser importante en caso de caída.
Una vez por encima de las cascadas, continuaremos en paralelo al arroyo, aguas arriba, hasta llegar a un puentecillo que lo cruza. Este punto se encuentra junto a la puerta de la finca pública El Berrocal, que ya mencionamos antes. Con suerte quizá esté abierta y, si nos apetece, podremos recorrer el kilómetro y medio que nos separa de su cortijo, convertido en Centro de Visitantes, o acercarnos a ver el Alcornoque de El Berrocal, un Quercus con más de 500 años, incluido dentro del Catálogo de Árboles Singulares de la Provincia de Sevilla. El Berrocal ofrece varias rutas cortas en su interior, de las cuales podrás obtener información en el mismo Centro de Visitantes. Con incursión o no al cortijo, es en este puentecillo donde retornaremos al Cordel de El Pedroso, para volver hasta Almadén y completar esta ruta de poco más de 12 km.
Magnífica descripción, en breve la podremos disfrutar, muchas gracias por tus artículos, son de gran utilidad. Un saludo.
ResponderEliminarAmelia Villar