1. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Inicio de la ruta cerca de Poncebos.
2. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Con Xavi en el inicio de la ruta, junto a una cascada.
3. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Cabra en la ruta.
4. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Impresionante el tajo horadado por el Cares.
5. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Vista de una zona en la parte asturiana de la ruta.
6. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Impresionante cortado con el río Cares al fondo.
7. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Una especie de lagarto sobre una roca.
8. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Una de las imágenes más típicas de la ruta.
9. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Sendero sobre la roca.
10. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Túneles horadados en la montaña.
11. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Una vista más de la ruta.
12. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Túneles y Canal excavados en la montaña.
13. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Salto de agua.
14. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Impresionante vista del cortado.
15. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Túnel excavado en la montaña.
16. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Vista del Cares desde uno de los semitúneles.
17. RUTA DEL CARES, Asturias - León. En uno de los semitúneles ante un salto de agua.
18. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Impresionante vista del río y los túneles.
19. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Llegada a Caín.
20. RUTA DEL CARES, Asturias - León. Con Xavi, Sergio y Juanfran tomando unas cervezas tras concluir la ruta, en Caín.
RUTA DEL CARES**, de Poncebos a Caín (I), provincias de Asturias y León: 23 de junio de 2008.
Los macizos del Cornión y Los Urrielles, porciones occidental y central de los Picos de Europa, cuentan con una frontera natural entre ambos muy precisa, la profunda incisión en sus calizas de montaña que el río Cares, a lo largo de su historia, ha aprovechado para excavar un profundo desfiladero y evacuar por él los materiales de erosión procedentes de la comarca de Valdeón.
La Ruta del Cares** es, sin lugar a dudas, la excursión más popular de la cordillera Cantábrica. En los últimos años la aglomeración de visitantes durante los periodos vacacionales la ha convertido en intransitable. Por culpa de este fenómeno, resulta poco recomendable acercarse a ella en agosto, mes por otra parte con un menor interés naturalístico en la zona. Durante el otoño y la primavera sin embargo, cuando los robles, fresnos y tilos mudan su follaje y destacan entre las siempreverdes carrascas, la Ruta del Cares continúa siendo una de las más interesantes y atractivas de Europa.
A lo largo del desfiladero se abren a izquierda y derecha diversas "canales", grandes tajos en las verticales laderas rocosas. Sirven de vía de acceso al interior y las cumbres del Cornión y Los Urrieles. En su seno crecen retazos de bosques colgados sobre el precipicio.
Aguas abajo de Caín, el Cares se remansa en una presa. De ella parte un canal construido entre 1916 y 1921 por la Compañía Eléctrica de Viesgo para alimentar la central hidroeléctrica de Poncebos, situada 9 km. más abajo. Aprovechando el trazado del canal, en 1946 se abrió una senda para permitir el tránsito a través del desfiladero, que hasta entonces sólo era posible por peligrosos senderos de muy quebrado trazado. Senda y canal atraviesan numerosos túneles, situados en su mayoría al comienzo, en los cortados de la ribera izquierda tras la presa, frente a la canal de Dobresengros. Después la senda cruza de una pared a otra sobre el vacío por los puentes de Los Rebecos y Bolín. A la izquierda de este último se abre la Canal de Trea, con su bosquecillo colgado de la ladera, por el que se accede a Vega de Ario. Dos kilómetros más adelante la pared izquierda se rasga de nuevo en la Riega de Culiembro.
Las aguas del Cares, ligeramente enturbiadas en Caín durante los meses de verano, se autodepuran muy pronto, como lo demuestra la presencia de la nutria y el desmán pirenaico, un topo de hocico largo y aplastado que vive en ríos y arroyos de aguas limpias en la cordillera, cuya observación está restringida a personas de especial fortuna. Resulta más fácil sorprender al mirlo acuático, un pájaro negro con el pecho blanco que trina cuando vuela a flor de agua. Sin duda, el pajarillo más común en el río es la lavandera cascadeña, de cola larga, cabeza y dorso de color gris, y pecho y vientre amarillos.
En las paredes junto al camino abunda el colirrojo tizón, y en las alturas, planeando sobre los crestones, es habitual la presencia de buitres leonados, acompañados de algún alimoche durante el verano. En los bosques y cantiles del desfiladero viven diversas aves rapaces, como el águila real, el águila perdicera y la estival culebrera, además del ratonero, el halcón, el gavilán y el cernícalo.
La senda continúa hasta las cabañas de La Viña, bajo la Canal de la Raya, donde el Cares gira hacia el este. A partir de ahí rodea el murallón de Amuesa con los hayedos del monte Llué y Castiello colgados de sus quebradas umbrías. Frente a ellos, sobre las laderas soleadas de la Peña Galgorio, en las estribaciones de la Cabeza de Llorosos (1.792 m.), los labiérnagos, las cornicabras y las carrascas se aferran a las rocas.
En las pedrizas de Arbeyares el camino comienza el descenso hasta alcanzar el cauce del río cerca del puente de La Jaya, a menos de 1 km. de Puente Poncebos.
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