1. OLIVARES, Sevilla. Retablo mayor de la colegiata.
2. OLIVARES, Sevilla. La Virgen de las Nieves del retablo mayor de la colegiata.
3. OLIVARES, Sevilla. Hornacina central del retablo de la Divina Pastora, en la colegiata.
OLIVARES (I), provincia de Sevilla: 5 de agosto de 2008.
El núcleo urbano de Olivares, de bastante extensión, comenzó su auge a mediados del siglo XVI por la protección del primer conde de Olivares, don Pedro de Guzmán. Don Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares, lo dotó de iglesia colegial en 1623. Es el edificio más importante de la población, junto con el palacio ducal, situados ambos en la misma plaza, en el centro de la población.
La Colegiata de Santa María de las Nieves es una construcción compleja, ya que las obras de reforma fueron constantes desde su fundación hasta mediados del siglo XVIII. Presenta planta de cruz latina inscrita en un rectángulo, con tres naves separadas por columnas pareadas y varias capillas laterales. Las cubiertas son bóvedas de cañón con lunetos en la nave central y en el ábside, rebajadas en las naves laterales y semiesférica en el crucero. Las columnas soportan arcos de medio punto, intercalándose entre ellas y los arcos un trozo de entablamento. La decoración consiste en yeserías que datan de la época de la primera construcción. Hay varias capillas abiertas al cuerpo de la iglesia y tribunas sobre el presbiterio destinadas a los duques. Al exterior presenta tres portadas, todas adinteladas y muy sobrias, y una torre a los pies, con dos cuerpos recorridos por pilastras y un remate prismático con adorno de azulejos, pudiendo leerse en ella la siguiente inscripción: "Acabóse 1689".
La riqueza interior del templo es considerable, pudiendo concepctuarse como uno de los conjuntos más ricos de la provincia de Sevilla. El retablo mayor es obra de fines del siglo XVII, ya que en 1690 estaba terminado. En la obra intervinieron los ensambladores y arquitectos de retablos José Guisado, José Escobar y Matías de Brunenque, siendo dorado en 1700 por Miguel Parrilla con sus hijos Pedro y Manuel. Consta de tres calles, banco, un cuerpo y un remate, con dos hornacinas centrales y columnas salomónicas en la separación de las calles. Lo preside la Virgen de las Nieves, imagen barroca sedente. La escultura se debe a María Roldán, hija mayor de Pedro Roldán, casada con uno de los autores del retablo, Matías de Brunenque, que terminó la talla en 1697. La Virgen lleva una magnífica corona de plata realizada por Ignacio de Córdoba, platero sevillano, examinado de maestro en 1712, hecho por el que la corona ha de ser algunos años posterior a la imagen. En el retablo se hallan también las esculturas de San Nicolás de Bari, Santo Domingo, San Pedro y Santiago, todas contemporáneas del mismo, excepto una pequeña Inmaculada que se halla en la hornacina superior que pertenece a la segunda mitad del siglo XVIII. Hay también en el presbiterio pinturas murales y dos bancos de madera tallada con los escudos de los duques que corresponden a la misma época.
En una de las capillas de la nave derecha podemos encontrar un retablo de estilo rococó dedicado a la Divina Pastora, atribuida a Bernardo Gijón.
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