233. PARIS, capital. El Hôtel de Ville. |
234. PARIS, capital. Zona central de la fachada del Hôtel de Ville. |
235. PARÍS, capital. Ante el Hôtel des Invalides. |
236. PARÍS, capital. La impresionante fachada del Hôtel des Invalides. |
237. PARÍS, capital. Los conejos deambulando a sus anchas por los jardines del Hôtel des Invalides. |
238. PARÍS, capital. El Dôme des Invalides en el conjunto de Les Invalides. |
239. PARÍS, capital. Dôme des Invalides desde place Vauban. |
240. PARÍS, capital. Cúpula del Dôme des Invalides. |
241. PARÍS, capital. Ante la Tour Eiffel en los jardines del Palais de Chaillot. |
242. PARÍS, capital. La Tour Eiffel en el atardecer parisino. |
243. PARÍS, capital. La Tour Eiffel en la noche parisina. |
PARIS** (XII), capital del departamento, de la región y de Francia: 20 de agosto de 2014.
EL MARAIS
Hôtel de Ville*. En 1246 se constituye, bajo Luis IX, el primer consejo municipal de los comerciantes-navegantes, y el sello de ésta, la famosa barquita con el lema fluctuat nec mergitur, que significa "navega y no se hunde" se convirtió en el escudo del municipio. Pero fue gracias al prévôt de los mercaderes, Etienne Marcel, que en 1357 se edificó en el lugar que actualmente ocupa el Hôtel de Ville, conocido entonces como Casa de los Pilares. Construido en varias fases entre el 1533 y el 1628, fue destruido por un incendio en 1871.
Reconstruido en idéntico estilo renacentista, en conjunto puede considerarse un museo del siglo XIX: participaron en el proyecto decorativo treinta escultores y, en su interior, muchas salas conservan pinturas de estilo pompier. Desde entonces, además de ser la sede administrativa de la ciudad, alberga todos los años celebraciones y bailes: el salón de fiestas mide 150 x 12,80 m y tiene una altura de 13 m. En invierno el jardín se transforma en una pista de patinaje al aire libre.
DESDE LES INVALIDES A LA TOUR EIFFEL
Les Invalides**. Los soldados y los oficiales que ya no podían servir en el ejército, por enfermedad o simplemente porque eran demasiado mayores, estaban en general abocados a la mendicidad o, en el mejor de los casos, eran acogidos en los monasterios de las órdenes religiosas. Para todos estos soldados Luis XIV decidió crear un hospital militar y, en 1671, se puso la primera piedra del Hôtel des Invalides. Una institución real, administrada por un gobernador, exenta de impuestos, un lugar donde médicos, cirujanos y farmacéuticos eran nombrados directamente por el rey y tenían los mismos derechos que la corte.
La construcción del enorme complejo fue confiada a Libéral Bruant, que acababa de terminar el Hôpital de la Salpêtrière, una obra destinada a acoger a los indigentes. La planta, muy sencilla, está compuesta por un amplio patio central, la cour d'honneur, en torno al cual se desarrollan los espacios destinados al hospital. A ambos lados, los edificios se organizan alrededor de dos patios de dimensiones más reducidas. Por el fondo del patio se accede a dos iglesias contiguas: la église des Soldats, destinada a los inválidos, y la église du Dôme, reservada al rey a la corte.
Hôtel des Invalides*. La perfecta simetría del solar permitió planificar su construcción en dos tiempos. La parte oriental se llevó a cabo entre 1671 y 1674 y la occidental se completó cuando ya se habían instalados los primeros huéspedes. El hôtel, construido para cerca de 2.000 inválidos, ha llegado a albergar a 3.000. Siguiendo una nueva concepción, más que alojarlos en grandes estancias, los pensionados eran instalados en habitaciones de seis camas, si eran simples soldados, o en salas de de una o dos plazas, si eran oficiales. En la enfermería, para evitar un eventual contagio, los enfermos disponían de habitaciones individuales. La severas normas de convivencia incluían el rezo diario y duros castigos para quienes infligieran el reglamento. Quien fuera sorprendido en la cama "con una mujer o un hombre" sería izado en una especie de caballete de madera y colgado del techo. Los pensionados trabajaban en los talleres de tapicería, cerámica y caligrafía y ofrecían sus productos a la corte.
La distribución del edificio sigue las reglas de la arquitectura hospitalaria y conventual de la época. Alrededor de la cour d'honneur se instalaban los refectorios y las enfermerías; en los edificios de la parte posterior se encontraban las estancias de los soldados y los oficiales; aparte, las cocinas. Al fondo del patio, la entrada a la iglesia está flanqueada a la izquierda por el ala de los panaderos y a la derecha por los alojamientos de los sacerdotes. Las fachadas son austeras y regulares; los tragaluces del techo están insertados en escudos, o en bustos esculpidos de hombres armados que conforman una armada silenciosa y una original variante decorativa. Muy original es la entrada concebida como un arco de Triunfo en el que destaca el bajorrelieve de Luis XIV a caballo (reconstruido en 1815), con la cabeza de Hércules en la clave de la bóveda. A los lados, las imágenes de la Justicia y la Prudencia son de Guillaume Coustou (1735). Marte y Minerva, a los lados de la portada, son del mismo autor (copias instaladas en 1966).
Dôme des Invalides**. Separada por una vidriera de St-Louis-des-Invalides, la iglesia tiene su entrada en la place Vauban (se puede acceder desde la cour d'honneur). La riqueza y majestuosidad de sus formas contrastan con la severidad de la arquitectura de Les Invalides. Hay dos hipótesis que explican esta diversidad de estilos. Hardouin-Mansart, además de construir una iglesia digna de un rey, quería realizar una entrada igualmente honorable. Pensó entonces acceder a Les Invalides desde la place Vauban, a través de la nueva iglesia. Para reforzar su proyecto diseñó a su lado una columnata semicircular (que no llegó a realizarse), a imitación de la creada por Bernini para la plaza de San Pedro de Roma. La otra teoría que explica tal monumentalidad es la probable utilización de la iglesia como capilla funeraria de la familia real. Colbert encargó un proyecto análogo en 1665 a François Mansart para la catedral de St-Denis. El joven Hardouin-Mansart encontró en el estudio heredado de su tío el proyecto del mausoleo y lo retomó para los Inválidos sin hacer demasiados cambios.
El complejo sistema de tres cúpulas superpuestas representa el elemento más complejo y sugerente del templo. La primera cúpula bien iluminada por las ventanas del tambor, oculta una serie de vanos que iluminan la segunda cúpula decorada con las pinturas de Charles Delafosse. En el exterior, una tercera cúpula recubierta de oro (cerca de 12 kg de oro de 24 quilates en láminas) cubre las dos primeras. La iglesia es de planta central (una cruz griega inscrita en un cuadrado) y se extiende en torno a la cripta circular (15 m de diámetro y 6 m de profundidad) excavada en el suelo. El sarcófago de pórfido rojo de Finlandia, en el centro de la cripta, fue realizado según el diseño de Louis-Joachim Visconti y conserva las cenizas de Napoleón llegadas desde Santa Elena en 1840. Están guardadas en un cilindro blanco realizado en hierro, que a su vez está encerrado en un sarcófago de madera de acacia, en dos de plomo, en un quinto de ébano y un último de encina.
Hôtel de Ville*. En 1246 se constituye, bajo Luis IX, el primer consejo municipal de los comerciantes-navegantes, y el sello de ésta, la famosa barquita con el lema fluctuat nec mergitur, que significa "navega y no se hunde" se convirtió en el escudo del municipio. Pero fue gracias al prévôt de los mercaderes, Etienne Marcel, que en 1357 se edificó en el lugar que actualmente ocupa el Hôtel de Ville, conocido entonces como Casa de los Pilares. Construido en varias fases entre el 1533 y el 1628, fue destruido por un incendio en 1871.
Reconstruido en idéntico estilo renacentista, en conjunto puede considerarse un museo del siglo XIX: participaron en el proyecto decorativo treinta escultores y, en su interior, muchas salas conservan pinturas de estilo pompier. Desde entonces, además de ser la sede administrativa de la ciudad, alberga todos los años celebraciones y bailes: el salón de fiestas mide 150 x 12,80 m y tiene una altura de 13 m. En invierno el jardín se transforma en una pista de patinaje al aire libre.
DESDE LES INVALIDES A LA TOUR EIFFEL
Les Invalides**. Los soldados y los oficiales que ya no podían servir en el ejército, por enfermedad o simplemente porque eran demasiado mayores, estaban en general abocados a la mendicidad o, en el mejor de los casos, eran acogidos en los monasterios de las órdenes religiosas. Para todos estos soldados Luis XIV decidió crear un hospital militar y, en 1671, se puso la primera piedra del Hôtel des Invalides. Una institución real, administrada por un gobernador, exenta de impuestos, un lugar donde médicos, cirujanos y farmacéuticos eran nombrados directamente por el rey y tenían los mismos derechos que la corte.
La construcción del enorme complejo fue confiada a Libéral Bruant, que acababa de terminar el Hôpital de la Salpêtrière, una obra destinada a acoger a los indigentes. La planta, muy sencilla, está compuesta por un amplio patio central, la cour d'honneur, en torno al cual se desarrollan los espacios destinados al hospital. A ambos lados, los edificios se organizan alrededor de dos patios de dimensiones más reducidas. Por el fondo del patio se accede a dos iglesias contiguas: la église des Soldats, destinada a los inválidos, y la église du Dôme, reservada al rey a la corte.
Hôtel des Invalides*. La perfecta simetría del solar permitió planificar su construcción en dos tiempos. La parte oriental se llevó a cabo entre 1671 y 1674 y la occidental se completó cuando ya se habían instalados los primeros huéspedes. El hôtel, construido para cerca de 2.000 inválidos, ha llegado a albergar a 3.000. Siguiendo una nueva concepción, más que alojarlos en grandes estancias, los pensionados eran instalados en habitaciones de seis camas, si eran simples soldados, o en salas de de una o dos plazas, si eran oficiales. En la enfermería, para evitar un eventual contagio, los enfermos disponían de habitaciones individuales. La severas normas de convivencia incluían el rezo diario y duros castigos para quienes infligieran el reglamento. Quien fuera sorprendido en la cama "con una mujer o un hombre" sería izado en una especie de caballete de madera y colgado del techo. Los pensionados trabajaban en los talleres de tapicería, cerámica y caligrafía y ofrecían sus productos a la corte.
La distribución del edificio sigue las reglas de la arquitectura hospitalaria y conventual de la época. Alrededor de la cour d'honneur se instalaban los refectorios y las enfermerías; en los edificios de la parte posterior se encontraban las estancias de los soldados y los oficiales; aparte, las cocinas. Al fondo del patio, la entrada a la iglesia está flanqueada a la izquierda por el ala de los panaderos y a la derecha por los alojamientos de los sacerdotes. Las fachadas son austeras y regulares; los tragaluces del techo están insertados en escudos, o en bustos esculpidos de hombres armados que conforman una armada silenciosa y una original variante decorativa. Muy original es la entrada concebida como un arco de Triunfo en el que destaca el bajorrelieve de Luis XIV a caballo (reconstruido en 1815), con la cabeza de Hércules en la clave de la bóveda. A los lados, las imágenes de la Justicia y la Prudencia son de Guillaume Coustou (1735). Marte y Minerva, a los lados de la portada, son del mismo autor (copias instaladas en 1966).
Dôme des Invalides**. Separada por una vidriera de St-Louis-des-Invalides, la iglesia tiene su entrada en la place Vauban (se puede acceder desde la cour d'honneur). La riqueza y majestuosidad de sus formas contrastan con la severidad de la arquitectura de Les Invalides. Hay dos hipótesis que explican esta diversidad de estilos. Hardouin-Mansart, además de construir una iglesia digna de un rey, quería realizar una entrada igualmente honorable. Pensó entonces acceder a Les Invalides desde la place Vauban, a través de la nueva iglesia. Para reforzar su proyecto diseñó a su lado una columnata semicircular (que no llegó a realizarse), a imitación de la creada por Bernini para la plaza de San Pedro de Roma. La otra teoría que explica tal monumentalidad es la probable utilización de la iglesia como capilla funeraria de la familia real. Colbert encargó un proyecto análogo en 1665 a François Mansart para la catedral de St-Denis. El joven Hardouin-Mansart encontró en el estudio heredado de su tío el proyecto del mausoleo y lo retomó para los Inválidos sin hacer demasiados cambios.
El complejo sistema de tres cúpulas superpuestas representa el elemento más complejo y sugerente del templo. La primera cúpula bien iluminada por las ventanas del tambor, oculta una serie de vanos que iluminan la segunda cúpula decorada con las pinturas de Charles Delafosse. En el exterior, una tercera cúpula recubierta de oro (cerca de 12 kg de oro de 24 quilates en láminas) cubre las dos primeras. La iglesia es de planta central (una cruz griega inscrita en un cuadrado) y se extiende en torno a la cripta circular (15 m de diámetro y 6 m de profundidad) excavada en el suelo. El sarcófago de pórfido rojo de Finlandia, en el centro de la cripta, fue realizado según el diseño de Louis-Joachim Visconti y conserva las cenizas de Napoleón llegadas desde Santa Elena en 1840. Están guardadas en un cilindro blanco realizado en hierro, que a su vez está encerrado en un sarcófago de madera de acacia, en dos de plomo, en un quinto de ébano y un último de encina.
Tour Eiffel**. París organizó, con ocasión del primer centenario de la Revolución, la más grande de las exposiciones universales realizadas hasta entonces. La muestra organizada en el Champ-de-Mars tenía dos puntos cardinales: la galerie des Machines en un extremo y la Tour Eiffel en el eje con el puente que comunica con el Trocadéro. La galería cubría con sus arcos de acero, de 115 m de ancho, una distancia de casi medio km: ¡nunca se había visto un espacio tan grande! Se había perdido toda referencia a las dimensiones humanas: comenzaba la era de la modernidad. Los pabellones de la Exposición fueron demolidos en 1910, conservándose la Tour Eiffel como único testimonio del renovado espíritu de la época. Se la galerie des Machines, en cuanto a sala de exposiciones, se consideraba funcional, la torre parecía, por el contrario, no tener utilidad alguna, se consideraba un desafío técnico, un capricho de su inventor. Durante su construcción se orquestó una hábil campaña difamatoria, iniciada en primer lugar por los habitantes del barrio, que temían que la torre se desplomara sobre sus casas y, después, por la publicación del manifiesto de los artistas, denominado de los Trois cents, en el que se hablaba de "torre inútil y monstruosa", de "gigantesca y oscura chimenea de oficina", e incluso de "odiosa columna de hierro" y de "deshonor de París" (entre los firmantes del manifiesto estaban Maupassant y Zola).
Pese a las adversidades, Gustave Eiffel construyó su torre en tan solo 25 meses. No sólo se ganó el favor del público, sino que la torre se convirtió pronto en el símbolo de París. Destinada a ser destruida 20 años después, como todo lo que se construyó para la Exposición Universal, se ganó lentamente el derecho a permanecer en pie; se convirtió en estación meteorológica y después en emisora de radio; una convención internacional de 1912 estableció que desde la torre se difundiera la hora universal y, en 1922, comenzaron las primeras transmisiones radiofónicas de Radio Tour Eiffel. Con una altura de 300,65 m y organizada en tres niveles (el primero a 57,33 m, el segundo a 115,73 y el tercero a 276,13 m), la torre es hoy el monumento más visitado del mundo. Concebida para desafiar el viento, registra una oscilación de sólo 15 cm. Sin embargo, sufre una deformación que llega hasta los 20 cm y que varía con la exposición al sol. Las partes de metal expuestas a los rayos sufren una dilatación superior a las que permanecen en sombra. A pesar de su peso (7.000 toneladas), la presión sobre el suelo es de 4 kg por cm2, equivalente a la de un hombre sentado en una silla. Una acertada iluminación nocturna* la hace aún más ligera. Los ascensores suben entra la filigrana de su estructura: se abre la vista, el horizonte se aleja y, en la cima, se disfruta de un panorama extraordinario.
Enlace a la Entrada anterior de Paris**:
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