607. TOLEDO** (III), capital: 7 de septiembre de 2008.

22. TOLEDO, capital. Portada y torre de la igl. de San Román.

23. TOLEDO, capital. Puerta de Valmardón.

24. TOLEDO, capital. Puerta del Sol.

25. TOLEDO, capital. Portada de la igl. de Santiago del Arrabal.

26. TOLEDO, capital. Ábside de la igl. de Santiago del Arrabal.

27. TOLEDO, capital. Igl. de Santiago del Arrabal con la puerta nueva de Bisagra al fondo.

28. TOLEDO, capital. Portada y torre de la igl. de Sta. Leocadia.

29. TOLEDO, capital. Portada de la igl. de San Clemente.

TOLEDO** (III), capital de la provincia y de la comunidad: 7 de septiembre de 2008.

Toledo visigodo, árabe y mudéjar

   No existe en Toledo una sola construcción hecha por los visigodos, a pesar de que sus monarcas estuvieron casi doscientos años en la ciudad. Podemos descubrir infinidad de columnas y capiteles, estelas decorativas, partes de murallas y otros elementos arquitectónicos integrados en edificaciones posteriores, sobre todo musulmanas, y ello es tal vez debido a que los árabes, refinados y cultos, encontrarían las construcciones visigodas toscas y bárbaras y aprovecharon de ellas lo que les podía servir. Sin embargo, y sólo para calmar la curiosidad, se puede visitar el Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda, instalado en la impresionante iglesia de San Román, una de las más antiguas y bellas de Toledo. En ella coinciden elementos árabes y cristianos de tal forma que su fundación bien pudiera haber sido visigoda y haber sufrido transformaciones árabes y cristianas. Alguna teoría atribuye al templo una primera fundación romana. Hay noticias de su existencia en el 1125 y de una reconstrucción del 1221. El ábside fue modificado por Covarrubias en el siglo XVI y la torre, que fue exenta, es de finales del XIII. Es de planta basilical, muy bien conservada y mejor restaurada, y tiene sus muros cubiertos con restos de pinturas del románico que aparecieron, muy deterioradas, en 1940. El museo del templo se fundó en 1968 y consta de códices y textos de los concilios toledanos, objetos visigodos, restos de elementos arquitectónicos y ajuares funerarios compuestos por piezas de orfebrería y adornos femeninos. Hay también una buena reproducción del Tesoro de Guarrazar, cuyo original se encuentra en el Museo Arqueológico de Madrid y consta de coronas votivas, la mayor de ellas la de Recesvinto.

   Junto a la mezquita del Cristo de la Luz se ven la puerta de Valmardón -Bib al Mardón- con entrada en codo, muy reformada, y la puerta del Sol, del siglo XII y rematada en su parte superior en mudéjar del XIV. Es a la vez torre albarrana y puerta militar de entrada a la ciudad y tuvo los nombres de puerta de la Herrería, luego de San Ildefonso -por el medallón que mandó poner en ella el corregidor Gutiérrez Tello en el siglo XVI, representando la imposición de la casulla por la Virgen al santo- y finalmente del Sol, a partir del XVIII, por la pintura, tan común en muchas puertas de ciudades, que representa la luna y el sol.

   Si se baja desde esta puerta hacia la salida de la ciudad aparece a la izquierda el más grande, equilibrado y bello monumento mudéjar de Toledo: Santiago del Arrabal. Es anterior a 1265 y su construcción en ladrillo, sus grandiosas proporciones, su torre exenta como un minarete de mezquita -y tal vez lo fue- nos hablan de la nostalgia árabe al elevar este templo cristiano, casi una catedral con arcos de herradura. No se conoce la fecha de su construcción ni quién la mandó elevar, pero de las varias teorías barajadas se puede extraer que fue Alfonso VI quien inició un pequeño templo aquí, tal vez sobre la antigua mezquita, que fue sustituido por éste a principios del siglo XIII y financiado por el rey portugués Sancho Capelo y la Orden de Santiago conjuntamente. Es de tres naves con ábsides semicirculares con arquerías de ladrillo. La portada principal asombra por sus proporciones de gran audacia, por la fábrica de ladrillo, con un arco de herradura enmarcado en un alfiz. Tiene un retablo plateresco con la cabecera, obra de Francisco de Espinosa, y pinturas de Juan de Tovar.

   En su paseo por Toledo, el viajero se encontrará a cada paso con un ábside o torre mudéjares y, aunque reseñarlos todos resulta imposible, se aconseja visitar las iglesias de San Justo, Santa Úrsula, San Vicente, San Eugenio, Santa Leocadia, San Clemente ...

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606. TOLEDO** (II), capital: 7 de septiembre de 2008.