2181. MIRANDA DO DOURO* (I), Bragança: 17 de agosto de 2016.

1. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Restos del castillo.

2. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Cap. de la Sta. Cruz.

3. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Interior de la cap. de la Sta. Cruz.

4. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Retablo de Jesús Nazareno en la cap. de la Sta. Cruz.

5. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Portada de la antigua Alhóndiga.

6. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Plaza de João III.

7. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Ante el Museu da Terra da Miranda.

8. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Fachada de la igl. de la Misericordia.

9. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Interior de la igl. de la Misericordia.

10. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Retablo de Xto. yacente en la igl. de la Misericordia.

11. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Retablo de Ánimas, en la igl. de la Misericordia.

12. MIRANDA DO DOURO, Bragança. La Sé o Catedral.

13. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Portada principal de la Sé.

14. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Vista de parte del Parque Natural do Douro Internacional.

15. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Vista lateral de la Sé.

16. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Las ruinas del antiguo claustro del pal. episcopal, con la Sé al fondo.

17. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Biblioteca municipal, instalada en la antigua igl. de la Trinidad.

18. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Vista de una de las calles del casco antiguo de la localidad trasmontana.

19. MIRANDA DO DOURO, Bragança. Una última imagen de la localidad.

MIRANDA DO DOURO* (I), distrito de Bragança: 17 de agosto de 2016.

   El pueblo antiguo se encuentra situado a la izquierda de la carretera, mientras que los barrios nuevos han preferido extenderse hacia el lado contrario. El primero es un apretado caserío de edificios bajos y fachadas blancas surcado por callejuelas empedradas; los segundos, una amalgama de estilos a cada cual más funcional y dirigidos fundamentalmente a atender las demandas del turismo, como suele ser habitual en las localidades fronterizas portuguesas. Este auge comercial es un fenómeno reciente, ya que antes de que se construyera la presa sobre el Duero que une ambos países no había comunicación directa con España.

   La amplia explanada que se abre junto a las ruinas del castillo, destruido por una explosión en el siglo XVIII cuando era utilizado como polvorín, se ha convertido en un aparcamiento en el que es aconsejable dejar el coche para recorrer a pie las calles de esta pintoresca localidad trasmontana. Las casas que jalonan la rua da Costanilha, muchas de ellas construidas en el siglo XV, permiten hacerse una idea de cómo era este burgo medieval. Miranda do Douro fue uno de los más importantes centros urbanos de Portugal durante los dos primeros siglos de independencia, aunque en sus orígenes fuera un couto de homiziados y su colonización se hiciera a base de conceder dispensas a los condenados que aceptaban instalarse en los territorios fronterizos. La Sé, de pórtico renacentista, fue construida en el siglo XVI bajo el reinado de João III. Se trata de un edificio de proporciones imponentes e interior dividido en tres naves cuyos mayores tesoros artísticos son el retablo del altar mayor, obra del escultor español Juan Muniátegui, y una imagen del Niño Jesús (Menino Jesus da Cartolinha) que puede contemplarse en una vitrina junto a su completo ajuar de trajecitos. Según la leyenda, el Niño Jesús recorrió las calles de Miranda, espada en mano, para animar a sus habitantes a fin de que tomaran las armas contra los españoles. La sillería del coro y el órgano son, como los retablos, de estilo barroco. 

   El retablo mayor representa la Asunción de la Virgen y, alrededor de la imagen central, se desarrollan varias escenas de la vida de María y de los cuatro Evangelistas. En el segundo piso de la calle central, como remate a todo el conjunto, un calvario con figuras de tamaño natural. A espaldas de la Catedral se levantan las ruinas del claustro del antiguo palacio episcopal, destruido a causa de un incendio y transformado hoy en un parque urbano.

   En la plaza de João III, junto a una sólida mansión medieval, se encuentra el Museu Regional da Terra de Miranda, dependiente del Instituto Português do Património Cultural. Ocupa el mismo edificio que la vieja casa consistorial, y contiene fondos de arqueología, numismática y etnografía (trajes, máscaras, telares, aperos, etc.).

   Una reliquia cultural de la región es el mirandês, lengua latina arcaica que, en razón a las repoblaciones del medievo, está emparentada con el bable y el leonés. El gobierno portugués, desde la entrada en la Unión Europea, lo ha defendido con celo, tanto es así que lo ha declarado segundo idioma oficial del país. Si hace unos años apenas se hablaba y corría el riesgo de desaparecer, hoy es una de las asignaturas que se imparten en las escuelas locales, y para asombro de muchos alcanzó la cooficialidad con el portugués en 1999.

   Desde un embarcadero situado al pie de la pousada parte el catamarán que recorre un pequeño tramo del Parque Natural do Douro Internacional*, que coincide con uno de los sectores más espectaculares de los Arribes. Las explicaciones tienen un claro componente ecológico.

Textos de:

SERRA, Rafael y HITA, Carlos de. Guía Total: Portugal de punta a punta. Anaya. Madrid, 2004.