1. ANTEQUERA, Málaga. Capilla tribuna de la Cruz Blanca.
2. ANTEQUERA, Málaga. Fachada del cvto. de la Trinidad.
3. ANTEQUERA, Málaga. Vista de la capilla y retablo mayor de la igl. del cvto. de la Trinidad.
4. ANTEQUERA, Málaga. San Juan de Mata en el retablo mayor de la igl. del cvto. de la Trinidad.
5. ANTEQUERA, Málaga. Cristo de la Piedad, en la igl. del cvto. de la Trinidad.
6. ANTEQUERA, Málaga. Fachada de otra iglesia antequerana.
7. ANTEQUERA, Málaga. Detalle de la portada de la iglesia anterior.
8. ANTEQUERA, Málaga. Portada del cvto. de San José.
ANTEQUERA* (I), provincia de Málaga: 23 de mayo de 2008.
Esta bella, antigua y artística población, cuajada de monumentos, se sitúa en las leves alturas de un ribazo desde el que domina su feraz vega, a espaldas del misterioso Tocal y frente a la no menos noble y bella peña de los Enamorados.
El convento de la Trinidad
En la calle Maderuelos, al lado de la plaza de San Francisco, puede verse la casa de los Colarte, que llama la atención por la caliza roja del Torcal con la que se construyó el cuerpo inferior de la portada, un amplio dintel enmarcado entre columnas toscanas sobre altos plintos. Bajando desde la plaza por la calle Santa Clara, se descubre la capilla tribuna de la Cruz Blanca, otra de las capillas de este tipo que, como la del Portichuelo, jalonaron el casco antequerano.
Enfrentado a ella, se levanta el convento de la Trinidad, fundado por los trinitarios descalzos en 1637, cuya iglesia tiene una amplia fachada coronada por un frontón triangular, con dos grandes aletones en los extremos y la espadaña en el lado izquierdo. El interior es muy amplio, con planta de cruz latina, gran cúpula de media naranja en el crucero y coro alto a los pies. Un incendio producido en 1935 destruyó el retablo mayor y gran parte de las imágenes. El que se ve en la actualidad sigue el diseño de Francisco Palma, mostrando las imágenes de San Juan de Mata y San Félix de Valois, fundadores de la Orden. Muy relevante es la sacristía, realizada por el alarife antequerano Cristóbal García. De planta rectángular, se cubre con bóveda de cañón separada en tramos por arcos perpiaños trilobulados y en ella resalta la decoración orientalizante.
Bajando por la cuesta de los Rojas, se alcanza la preciosa plaza de las Descalzas, con su fuente en el centro y sus grandes magnolios, a la que da el convento de San José, de carmelitas descalzas, fundado en 1632. La iglesia, que data de 1734, tiene una espléndida fachada barroca rematada por un gran frontón triangular. Guarda estimables pinturas y es muy apreciable el retablo mayor, barroco, en el que llama la atención la profusa utilización del estípite. El convento da cobijo en la actualidad al magnífico Museo de las Descalzas*, que reúne en sus cuatro salas un importante patrimonio sacro y artistico con obras como una Dolorosa de las varias que Pedro de Mena realizó en su taller de Málaga; una Virgen de Belén, atribuida a Luisa Roldán, o un Niño Jesús Pastorcito, atribuido a Salcillo.
En la calle Maderuelos, al lado de la plaza de San Francisco, puede verse la casa de los Colarte, que llama la atención por la caliza roja del Torcal con la que se construyó el cuerpo inferior de la portada, un amplio dintel enmarcado entre columnas toscanas sobre altos plintos. Bajando desde la plaza por la calle Santa Clara, se descubre la capilla tribuna de la Cruz Blanca, otra de las capillas de este tipo que, como la del Portichuelo, jalonaron el casco antequerano.
Enfrentado a ella, se levanta el convento de la Trinidad, fundado por los trinitarios descalzos en 1637, cuya iglesia tiene una amplia fachada coronada por un frontón triangular, con dos grandes aletones en los extremos y la espadaña en el lado izquierdo. El interior es muy amplio, con planta de cruz latina, gran cúpula de media naranja en el crucero y coro alto a los pies. Un incendio producido en 1935 destruyó el retablo mayor y gran parte de las imágenes. El que se ve en la actualidad sigue el diseño de Francisco Palma, mostrando las imágenes de San Juan de Mata y San Félix de Valois, fundadores de la Orden. Muy relevante es la sacristía, realizada por el alarife antequerano Cristóbal García. De planta rectángular, se cubre con bóveda de cañón separada en tramos por arcos perpiaños trilobulados y en ella resalta la decoración orientalizante.
Bajando por la cuesta de los Rojas, se alcanza la preciosa plaza de las Descalzas, con su fuente en el centro y sus grandes magnolios, a la que da el convento de San José, de carmelitas descalzas, fundado en 1632. La iglesia, que data de 1734, tiene una espléndida fachada barroca rematada por un gran frontón triangular. Guarda estimables pinturas y es muy apreciable el retablo mayor, barroco, en el que llama la atención la profusa utilización del estípite. El convento da cobijo en la actualidad al magnífico Museo de las Descalzas*, que reúne en sus cuatro salas un importante patrimonio sacro y artistico con obras como una Dolorosa de las varias que Pedro de Mena realizó en su taller de Málaga; una Virgen de Belén, atribuida a Luisa Roldán, o un Niño Jesús Pastorcito, atribuido a Salcillo.
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