29. SIGÜENZA, Guadalajara. Vista general de la ciudad.
30. SIGÜENZA, Guadalajara. Portada principal de la catedral.
31. SIGÜENZA, Guadalajara. Una de las torres que flanquean la portada principal de la catedral.
32. SIGÜENZA, Guadalajara. Puerta del Mercado y torre del Santísimo de la catedral.
33. SIGÜENZA, Guadalajara. Plaza Mayor, con el Ayuntamiento al fondo.
34. SIGÜENZA, Guadalajara. Lateral de la plaza Mayor.
SIGÜENZA* (III), provincia de Guadalajara: 12 de septiembre de 2008.
Para visitar Sigüenza el viajero debe tener en cuenta los tres ámbitos que la forman. La ciudad medieval ocupa la parte más alta y se extiende a partir del castillo, de estrechas calles en las que surgen de vez en cuando restos de la muralla. En esta zona está la plazuela de la Cárcel, que era la del mercado y en la que se desarrollaban la actividad social y los asuntos públicos medievales, y también la Casa del Doncel y las iglesias románicas de Santiago y San Vicente. Más abajo se extiende la ciudad renacentista, que se formó en torno a la catedral, con la plaza mayor y calles más amplias a las que se abrían antiguos palacios y mansiones señoriales. Finalmente está la parte baja de Sigüenza, iniciada en la construcción de barrios de trazado simétrico por iniciativa de los sucesivos arzobispos.
La catedral
Indudablemente el monumento señero de la ciudad es su catedral, iniciada en el año 1123 por su primer obispo, Bernardo de Agen, al poco de ser conquistada la plaza a los árabes. Para visitarla es necesario acudir al campanero, que es el encargado de guiar a los visitantes con precisas explicaciones durante la hora aproximada que dura el periplo. La obra arquitectónica se prolongó en sucesivas etapas hasta el siglo XV y en lo ornamental hasta el XVIII. Durante la guerra civil de 1936-1939 sufrió importantísimos daños, realizándose después una ardua labor de restauración y reconstrucción. El aspecto general del templo es de gran solidez y fortaleza y denota la doble vertiente religiosa y militar de los obispos que la construyeron. Su estilo general es gótico cisterciense, con elementos románicos de los primeros tiempos de su construcción. La influencia francesa es muy notable y nada extraña, ya que los cinco primeros obispos eran de ese pais.
La fachada principal es la parte más claramente militar, flanqueada por las dos macizas torres iniciadas en el siglo XII y terminadas en el XIV, la de la derecha, y en el XVI, la de la izquierda. Sobre la portada central, muy ornamentada, un relieve colocado en 1713 representa la clásica escena toledana de la Virgen imponiendo la casulla a San Ildefonso; sobre éste, un gran rosetón románico, y rematando la fachada, una balaustrada barroca. La fachada sur se alza sobre la Plaza Mayor y presenta la puerta del Mercado, que da acceso al crucero; es de estilo románico, cerrada por un pórtico de estilo neoclásico colocado en 1757. A la derecha de la portada se eleva la estrecha y airosa torre del Santísimo, originaria de 1300 y que, tras la reconstrucción posterior a 1939, adquirió un aire marcadamente italiano. Un gran rosetón acentúa la gran belleza asimétrica de la fachada.
La Plaza Mayor
Frente a la fachada sur de la catedral se abre la Plaza Mayor, mandada construir por el cardenal Mendoza en 1494. Es un espacio con mucho carácter, con soportales en uno de los lados, y conformado por edificios de finales del siglo XV y principios del XVI. Al fondo se alza el Ayuntamiento (siglo XVI), que tiene tallados en piedra diversos escudos de la ciudad.
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