35. SIGÜENZA, Guadalajara. Portada de la igl. de Santiago.
36. SIGÜENZA, Guadalajara. Torre de la igl. de San Vicente.
37. SIGÜENZA, Guadalajara. Portada de la igl. de San Vicente.
38. SIGÜENZA, Guadalajara. Interior de la igl. de San Vicente.
39. SIGÜENZA, Guadalajara. La Casa del Doncel.
40. SIGÜENZA, Guadalajara. Plaza de la Cárcel.
41. SIGÜENZA, Guadalajara. Ayuntamiento viejo en la plaza de la Cárcel.
42. SIGÜENZA, Guadalajara. Vista general del Castillo.
43. SIGÜENZA, Guadalajara. Algunas de las torres del Castillo.
44. SIGÜENZA, Guadalajara. Plaza de armas del Castillo.
45. SIGÜENZA, Guadalajara. Uno de los salones del Castillo, actual Parador de Turismo.
SIGÜENZA* (IV), provincia de Guadalajara: 12 de septiembre de 2008.
Hacia el castillo: la ciudad medieval
Ascendiendo por la Calle Mayor en dirección al castillo, sale al paso la iglesia de Santiago, con portada románica del siglo XII, aunque el interio, cuidadosamente restaurado, fue transformado en el siglo XVI. Fuen la iglesia conventual a las monjas clarisas, que tuvieron al lado su convento hasta la guerra civil de 1936.
Frente a Santiago arranca la Travesaña Alta, en cuyo inicio se alza la iglesia de San Vicente, originaria de 1156 y también muy rehecha. Conserva, igual que la anterior, la portada románica, mientras que en el interior se puede ver la talla gótica policromada de un Cristo del siglo XIV. Frente al templo está la llamada Casa del Doncel, un palacio acastillado de finales del siglo XV construido por la familia del Doncel, como lo demuestran los escudos de los Arce y Sosa que se ven en la fachada.
Siguiendo la Travesaña Alta, el apacible paseo por la Sigüenza medieval nos conduce a la plaza de la Cárcel, que fue, en tiempos, la plaza mayor de la ciudad y en la que se agrupan varios edificios antiguos, alguno requiere urgente reforma. Destacan entre ellos la posada del Sol y el Ayuntamiento viejo (siglo XV), con escudos de los Reyes Católicos y del cardenal Carvajal; de su uso como cárcel deriva el nombre de todo el espacio.
Desde la plazuela se alcanza el castillo, que corona la ciudad en el lugar donde estuvieron sucesivamente el castro ibérico, un castrum romano, la ciudadela visigoda y la alcazaba musulmana. Fue después residencia episcopal y tuvo diversas ampliaciones, especialmente en los siglos XIV, XVI y XVIII, para caer después en un largo abandono que lo puso al borde de la absoluta ruina. La última gran restauración, acometida en 1976, se produjo para transformarlo en el que sigue siendo su uso vigente: un acogedor Parador de Turismo.´
Enlace a la Entrada anterior de Sigüenza*:
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