89. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Portada de San Xerome.
90. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Escultura de Santiago apóstol en la portada de San Xerome.
91. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Portada del hospital de los Reyes Católicos.
92. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Escudo de los Reyes Católicos en la fachada del hospital homónimo.
93. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Acceso a la escalera en uno de los patios del hospital de los Reyes Católicos.
94. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Fuente de uno de los patios del hospital de los Reyes Católicos.
95. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Acceso al museo de la catedral.
96. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Tímpano de la portada de las Platerías de la catedral.
97. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Fachada de la Inmaculada y Torres de la catedral.
98. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Crucero de la catedral durante la misa del peregrino.
99. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Vuelo del "Botafumeiro" durante la misa del peregrino en la catedral.
100. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Fachada de la Casa de la Parra.
101. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Plaza de las Platerías.
102. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Igl. de Sta. Mª Salomé.
92. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Escudo de los Reyes Católicos en la fachada del hospital homónimo.
93. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Acceso a la escalera en uno de los patios del hospital de los Reyes Católicos.
94. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Fuente de uno de los patios del hospital de los Reyes Católicos.
95. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Acceso al museo de la catedral.
96. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Tímpano de la portada de las Platerías de la catedral.
97. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Fachada de la Inmaculada y Torres de la catedral.
98. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Crucero de la catedral durante la misa del peregrino.
99. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Vuelo del "Botafumeiro" durante la misa del peregrino en la catedral.
100. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Fachada de la Casa de la Parra.
101. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Plaza de las Platerías.
102. SANTIAGO DE COMPOSTELA, La Coruña. Igl. de Sta. Mª Salomé.
SANTIAGO DE COMPOSTELA** (V), provincia de La Coruña y capital de la comunidad: 30 de abril de 2010.
Tras un largo, intenso y agotador Camino de 214 kms haciéndolo en una etapa menos de las esperadas, decidimos hacer una visita por la capital gallega y contemplar una pequeña parte de sus monumentos.
San Xerome, hoy rectorado de la Universidad, es el más modesto de los edificios convidados a cerrar la plaza del Obradoiro. Albergó un colegio menor para estudiantes y artistas pobres, conocido irónicamente por el pueblo como "de pan y sardina". Su portada procede del hospital viejo de la Azabachería, derribado para ampliar el convento de Pinario. Aunque es una realización del gótico tardío, muestra rasgos arcaizantes en su composición. De buena factura son la Virgen del tímpano y el Santiago de la jamba izquierda. Puede visitarse su patio clásico.
Los Reyes Católicos otorgaron las rentas de los Votos de Granada y enviaron a su arquitecto Enrique de Egas para la edificación del Hospital Real** (desde 1958 hospedería de lujo); el deán Diego de Muros supervisó las obras. De 1501 a 1511 se levantaron la fachada plateresca y dos patios sometidos a la influencia manuelina, con puertas de arco conopial y fuentes. La proyectada planta de cruz griega inscrita en un cuadrado se cerró en el siglo XVIII con otros dos patios. Una notable iglesia isabelina ocupa el centro; destacan la reja del Maestro Guillén, las ornamentadas pilastras con esculturas flamígeras y la linterna de Juan de Álava. A la elegante lonja, limitada por pilares y cadenas, se abre la portada plateresca de Martín de Blas y Guillén Colás. Isabel y Fernando están presentes en sendos medallones de las enjutas; a los lados se disponen santos y los desnudos de Adán y Eva; sobre un friso del apostolado se abre la graciosa ventanita que daba al aposento regio. Dos grandes escudos de Castilla la flanquean. Las balconadas sobre mensulones y las ventanas enmarcadas por racimos de frutos son del benedictino fray Tomás Alonso, que desmontó y rehizo la maltrecha fachada en 1678 (se conserva una ventana renacentista en el ángulo izquierdo). La cornisa está decorada con cadenas y bolas, desaguando grotescas gárgolas (hay que destacar, sobre todo, la sexta hacia la izquierda).
El Museo Catedralicio* puede comenzar a visitarse por la mal llamada Catedral Vieja, edificada en tiempos de Gelmírez para salvar el desnivel del terreno y reforzada por Mateo para sustentar su pórtico.
En la pequeña plaza contemplaremos la única fachada** original de la Catedral que se ha conservado, un maremágnum de escultura románica procedente de diversos lugares y obra de varios maestros, entre ellos Esteban (trabajaba en 1103). De singular belleza son los altorrelieves de David tocando el arpa (jamba izquierda), el Salvador(siglo XIII), Santiago entre los cipreses y Abraham (friso). Lostímpanos están dedicados a las Tentaciones de Cristo, con la tenida por mujer adúltera con la calavera de su amante, y a la Pasión. El estilo se relaciona con Toulouse o San Isidoro de León.
La Acibechería*, hoy plaza de la Inmaculada. La antigua portada románica catedralicia del Paraíso y la gran fuente de los peregrinos han desaparecido. Lucas Ferro y Fernández Sarela iniciaron la actual fachada septentrional con toques rococós, pero la intervención académica de Ventura Rodríguez hizo que el segundo cuerpo y el remate fueran encargados a Antonio Lois Monteagudo, siguiendo un frío estilo neoclásico (1770). Aunque no encaja plenamente, su calidad artística no desmerece del conjunto. Ésta es la entrada habitual de los peregrinos que usan la vía francígena.
En el interior de la catedral, en el centro del crucero se alza una cúpula gótica de la que cuelga la perola para enganchar el botafumeiro, el mayor incensario del mundo, utilizado ya desde el siglo XIV para aromatizar el templo. Resulta espectacular verlo elevarse hasta las bóvedas del crucero, hábilmente guiado y detenido por los tiraboleiros. El actual, de latón plateado, data de 1851, y se hace funcionar en las solemnidades o por previo encargo y pago de la ofrenda.
En la parte alta de la plaza de la Quintana vemos la casa da Parra, con fachada del siglo XVII por la que trepan vides de piedra y otras reales; se utiliza como sala de exposiciones.
La parte inferior de la plaza de las Platerías está concebida a modo de escenario barroco con la fachada-telón de la casa del Cabildo*, portento del arte de Clemente Fernández Sarela (1758), creado tan sólo para ornato urbano (con 3 m. de fondo). El soportal del Banco de España rompió la primitiva armonía, mientras que la fuente de los Caballos(1829) pone un poco de agua entre tanta piedra. Se compone de cuatro équidos marinos que sostienen una alegoría de la Religión con la estrella sobre el arca del Apóstol. El surtidor sirve para las novatadas estudiantiles cuando se invita a descubrir las partes bajas de los bichos; otro tanto se hace con diversos detalles de la zona monumental, sin ir más lejos, intentando cumplir la proeza de subir de dos en dos las escaleras de esta plaza.
A medio camino de la rúa do Vilar aparece la iglesia de Santa María Salomé, muy reformada desde que la construyera Gelmírez. El porche del siglo XV cobija una portada románica flanqueada por una entrañable Anunciación gótica
En la pequeña plaza contemplaremos la única fachada** original de la Catedral que se ha conservado, un maremágnum de escultura románica procedente de diversos lugares y obra de varios maestros, entre ellos Esteban (trabajaba en 1103). De singular belleza son los altorrelieves de David tocando el arpa (jamba izquierda), el Salvador(siglo XIII), Santiago entre los cipreses y Abraham (friso). Lostímpanos están dedicados a las Tentaciones de Cristo, con la tenida por mujer adúltera con la calavera de su amante, y a la Pasión. El estilo se relaciona con Toulouse o San Isidoro de León.
La Acibechería*, hoy plaza de la Inmaculada. La antigua portada románica catedralicia del Paraíso y la gran fuente de los peregrinos han desaparecido. Lucas Ferro y Fernández Sarela iniciaron la actual fachada septentrional con toques rococós, pero la intervención académica de Ventura Rodríguez hizo que el segundo cuerpo y el remate fueran encargados a Antonio Lois Monteagudo, siguiendo un frío estilo neoclásico (1770). Aunque no encaja plenamente, su calidad artística no desmerece del conjunto. Ésta es la entrada habitual de los peregrinos que usan la vía francígena.
En el interior de la catedral, en el centro del crucero se alza una cúpula gótica de la que cuelga la perola para enganchar el botafumeiro, el mayor incensario del mundo, utilizado ya desde el siglo XIV para aromatizar el templo. Resulta espectacular verlo elevarse hasta las bóvedas del crucero, hábilmente guiado y detenido por los tiraboleiros. El actual, de latón plateado, data de 1851, y se hace funcionar en las solemnidades o por previo encargo y pago de la ofrenda.
En la parte alta de la plaza de la Quintana vemos la casa da Parra, con fachada del siglo XVII por la que trepan vides de piedra y otras reales; se utiliza como sala de exposiciones.
La parte inferior de la plaza de las Platerías está concebida a modo de escenario barroco con la fachada-telón de la casa del Cabildo*, portento del arte de Clemente Fernández Sarela (1758), creado tan sólo para ornato urbano (con 3 m. de fondo). El soportal del Banco de España rompió la primitiva armonía, mientras que la fuente de los Caballos(1829) pone un poco de agua entre tanta piedra. Se compone de cuatro équidos marinos que sostienen una alegoría de la Religión con la estrella sobre el arca del Apóstol. El surtidor sirve para las novatadas estudiantiles cuando se invita a descubrir las partes bajas de los bichos; otro tanto se hace con diversos detalles de la zona monumental, sin ir más lejos, intentando cumplir la proeza de subir de dos en dos las escaleras de esta plaza.
A medio camino de la rúa do Vilar aparece la iglesia de Santa María Salomé, muy reformada desde que la construyera Gelmírez. El porche del siglo XV cobija una portada románica flanqueada por una entrañable Anunciación gótica
Enlace a la Entrada anterior de Santiago de Compostela**:
No hay comentarios:
Publicar un comentario