30. ZAMORA, capital. Igl. de San Isidoro.
31. ZAMORA, capital. Curiosa ventana en la cabecera de la igl. de San Isidoro.
32. ZAMORA, capital. Igl. de San Pedro y San Ildefonso.
33. ZAMORA, capital. Igl. de la Magdalena.
34. ZAMORA, capital. Portada meridional de la igl. de la Magdalena.
35. ZAMORA, capital. Igl. de Sta. Mª la Nueva y Museo de la Semana Santa.
36. ZAMORA, capital. Ábside de la igl. de Sta. Mª la Nueva.
37. ZAMORA, capital. Monumento a Viriato en la plaza homónima.
38. ZAMORA, capital. Portada del hospital de la Encarnación.
39. ZAMORA, capital. Patio del palacio de los condes de Alba y Aliste.
40. ZAMORA, capital. Portada de la igl. de la Concepción.
41. ZAMORA, capital. Igl. de San Cipriano.
42. ZAMORA, capital. Enigmáticos relieves en los muros de la igl. de San Cipriano.
43. ZAMORA, capital. Igl. de Sta. Lucía.
44. ZAMORA, capital. Palacio del Cordón.
45. ZAMORA, capital. Igl. de Sta. Mª de la Horta.
46. ZAMORA, capital. Una de las portadas de la igl. de Sta. Mª de la Horta.
47. ZAMORA, capital. Igl. de Sto. Tomé.
48. ZAMORA, capital. Cabecera de la igl. de Sto. Tomé.
49. ZAMORA, capital. Interior de la igl. de Sto. Tomé.
50. ZAMORA, capital. El Ayuntamiento Viejo.
51. ZAMORA, capital. Igl. de San Juan de Puerta Nueva.
52. ZAMORA, capital. Rosetón de la fachada meridional de la igl. de San Juan de Puerta Nueva.
53. ZAMORA, capital. Monumento a la Semana Santa en la Plaza Mayor.
Entre la Catedral y la Plaza Mayor
A partir de la Catedral, en dirección al centro de la ciudad, el casco antiguo está jalonado por una incesante sucesión de templos románicos. Muy cerca, a la izquierda, queda la iglesia de San Isidoro, del siglo XII, en cuya decoración externa se perciben influencias de la Catedral. Su interior, al igual que el de la mayoría de las iglesias zamoranas, fue completamente reformado en siglos posteriores, en este caso en el siglo XVIII.
Por la rúa de los Notarios, atravesada la plaza de los Ciento, sale al paso la iglesia de San Pedro y San Ildefonso, originaria del siglo XII, aunque renovada en el siglo XV y cubierta con bóvedas alargadas de crucería gótica. Conserva del románico la Capilla Mayor, un bello rosetón, la portada con tres arquivoltas y el muro meridional.
La inmediata calle de los Francos conduce hasta la iglesia de la Magdalena*, de una sola nave, ábside semicircular y estilizadas proporciones. Su portada meridional*, con arquivoltas profusamente esculpidas, está considerada por muchos como la mejor de la ciudad. En el interior puede verse un precioso sepulcro románico** del siglo XII bajo un elaboradísimo baldaquín. Enfrente del templo está el convento del Tránsito, del siglo XVII.
Un poco más al norte, la iglesia de Santa María la Nueva*, incendiada durante el Motín de la Trucha, en 1158, sólo conserva de la obra primigenia el muro meridional y la cabecera, con un hermoso ábside*. En el interior destaca una pila bautismal* del siglo XIII.
Junto a este templo, en un edificio moderno, se halla instalado el Museo de la Semana Santa, donde se pueden ver buena parte de los pasos procesionales.
Contigua se abre la plaza de Viriato, presidida por una estatua del caudillo lusitano, obra de Eduardo Barrón.
A un lado, con iglesia anexa, se extiende el antiguo hospital de la Encarnación (siglo XVII), de sobria arquitectura, que es la sede de la Diputación Provincial. Frente a él queda el palacio de los condes de Alba y Aliste, hermosa mansión gótico-renacentista con un bellísimo patio, convertida en parador.
En la cercana plaza de la Claudio Moyano se alza la iglesia de la Concepción, del siglo XVII, perteneciente a un antiguo convento, y detrás mismo del Parador, en medio de una zona ajardinada y al pie de un agradable mirador, se sitúa la iglesia de San Cipriano (siglos XI y XII), con una compleja disposición que evidencia intervenciones posteriores. Es interesante su cabecera, formada por tres ábsides rectangulares, y posee notables capiteles en el interior.
La marcada y pintoresca pendiente que arranca bajo la iglesia conduce hasta la plaza de Santa Lucía, en la zona donde estuvo situado el barrio judío; está presidida por la iglesia de Santa Lucía, que aunque tuvo un origen románico fue reconstruida en el siglo XVII.
El Museo Provincial de Zamora ocupa el contiguo palacio del Cordón o de Puñónrostro (siglo XVI), con una bella fachada enmarcada por un alfiz a modo de cordón franciscano. El museo consta de dos secciones, la de arqueología y la de bellas artes, y guarda, entre otras piezas, el valioso Tesoro de Arrabalde, compuesto por joyas de la Edad de Hierro.
Por la rúa de los Notarios, atravesada la plaza de los Ciento, sale al paso la iglesia de San Pedro y San Ildefonso, originaria del siglo XII, aunque renovada en el siglo XV y cubierta con bóvedas alargadas de crucería gótica. Conserva del románico la Capilla Mayor, un bello rosetón, la portada con tres arquivoltas y el muro meridional.
La inmediata calle de los Francos conduce hasta la iglesia de la Magdalena*, de una sola nave, ábside semicircular y estilizadas proporciones. Su portada meridional*, con arquivoltas profusamente esculpidas, está considerada por muchos como la mejor de la ciudad. En el interior puede verse un precioso sepulcro románico** del siglo XII bajo un elaboradísimo baldaquín. Enfrente del templo está el convento del Tránsito, del siglo XVII.
Un poco más al norte, la iglesia de Santa María la Nueva*, incendiada durante el Motín de la Trucha, en 1158, sólo conserva de la obra primigenia el muro meridional y la cabecera, con un hermoso ábside*. En el interior destaca una pila bautismal* del siglo XIII.
Junto a este templo, en un edificio moderno, se halla instalado el Museo de la Semana Santa, donde se pueden ver buena parte de los pasos procesionales.
Contigua se abre la plaza de Viriato, presidida por una estatua del caudillo lusitano, obra de Eduardo Barrón.
A un lado, con iglesia anexa, se extiende el antiguo hospital de la Encarnación (siglo XVII), de sobria arquitectura, que es la sede de la Diputación Provincial. Frente a él queda el palacio de los condes de Alba y Aliste, hermosa mansión gótico-renacentista con un bellísimo patio, convertida en parador.
En la cercana plaza de la Claudio Moyano se alza la iglesia de la Concepción, del siglo XVII, perteneciente a un antiguo convento, y detrás mismo del Parador, en medio de una zona ajardinada y al pie de un agradable mirador, se sitúa la iglesia de San Cipriano (siglos XI y XII), con una compleja disposición que evidencia intervenciones posteriores. Es interesante su cabecera, formada por tres ábsides rectangulares, y posee notables capiteles en el interior.
La marcada y pintoresca pendiente que arranca bajo la iglesia conduce hasta la plaza de Santa Lucía, en la zona donde estuvo situado el barrio judío; está presidida por la iglesia de Santa Lucía, que aunque tuvo un origen románico fue reconstruida en el siglo XVII.
El Museo Provincial de Zamora ocupa el contiguo palacio del Cordón o de Puñónrostro (siglo XVI), con una bella fachada enmarcada por un alfiz a modo de cordón franciscano. El museo consta de dos secciones, la de arqueología y la de bellas artes, y guarda, entre otras piezas, el valioso Tesoro de Arrabalde, compuesto por joyas de la Edad de Hierro.
En las barriadas cercanas, próximas al río, aún pueden verse dos interesantísimos templos: la iglesia de Santa María de la Horta, del siglo XII, reformada en el siglo XVI, que conjuga elementos románicos e indicios protogóticos, y la iglesia de Santo Tomé, con una destacable decoración en su triple cabecera y la portada septentrional, ambas obras del siglo XII que consiguieron sobrevivir a la profunda reforma del siglo XVII.
Desde la plaza de Viriato, la arterial Ramos Carrión, en la que se suceden el teatro dedicado a este dramaturgo y libretista de zarzuelas zamorano y el interesante edificio del Conservatorio de Música (siglo XIX), desemboca en la Plaza Mayor, un amplio espacio creado a finales del siglo XV y reurbanizado en el siglo XVIII.
En su flanco meridional se halla el Ayuntamiento Viejo, notable construcción del siglo XVI, y frente a él emerge, completamente exenta y bien resaurada, la iglesia de San Juan de Puerta Nueva* de los siglos XII al XIV, en cuya fachada meridional destaca el magnífico rosetón. La torre, al igual que las cubiertas, fueron renovadas, tras su hundimiento, en el siglo XVI, época en la que también se alteró el interior, se suprimieron las naves laterales y se cubrió con una armadura mudéjar.
El edificio que ocupa el flanco septentrional de la plaza es la actual sede del Ayuntamiento.
Desde la plaza de Viriato, la arterial Ramos Carrión, en la que se suceden el teatro dedicado a este dramaturgo y libretista de zarzuelas zamorano y el interesante edificio del Conservatorio de Música (siglo XIX), desemboca en la Plaza Mayor, un amplio espacio creado a finales del siglo XV y reurbanizado en el siglo XVIII.
En su flanco meridional se halla el Ayuntamiento Viejo, notable construcción del siglo XVI, y frente a él emerge, completamente exenta y bien resaurada, la iglesia de San Juan de Puerta Nueva* de los siglos XII al XIV, en cuya fachada meridional destaca el magnífico rosetón. La torre, al igual que las cubiertas, fueron renovadas, tras su hundimiento, en el siglo XVI, época en la que también se alteró el interior, se suprimieron las naves laterales y se cubrió con una armadura mudéjar.
El edificio que ocupa el flanco septentrional de la plaza es la actual sede del Ayuntamiento.
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