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domingo, 10 de marzo de 2024

3981. ROMA** (XIV), capital: 8 de septiembre de 2023.










ROMA** (XIV), capital de la provincia, de la región, y de Italia: 8 de septiembre de 2023.
Santos Luca y Martina. Via della Curia, 2. La iglesia es la obra maes­tra de Pietro da Cortona, erigida sobre otras más antigua en el foro de César. Destaca la fachada curva y su planta es de cruz griega, rematada por una cúpula con linterna. El San Lucas pintando a la Virgen, en el altar mayor, es de Antiveduto Gramática. La imagen de Santa Martina es obra de Niccolò Menghini.
Cárcel Mamertina. Clivo Argentario, 1. La escalera, que regala otra impagable vista* del área arqueológica del Foro Romano, baja a la cárcel Mamertina, antigua prisión del Estado, llamada Tullianum por la presencia de un manantial (tullus). Según una tradición carente de fundamento, el apóstol Pedro estuvo preso aquí y bautizó a sus com­pañeros con el agua de la fuente.
     La fachada en travertino, que data del año 40 a.C. está precedida por un pórtico, esconde otra más antigua de toba. Este mismo material se empleó en su interior, de planta trapezoidal, fechado en el siglo II a.C. Se arrojaba a los condenados a muerte a través de un agujero, que aún es visible en el suelo, hasta un calabozo inferior, donde morían estrangulados. Sobre los restos de la prisión se construyó a principios de siglo XVII la iglesia de S. Giuseppe dei Falegnami (San José de los Carpinteros), por encargo de esta congregación.
Hacia el Foro Romano y el Palatino. A lo largo de un trecho de calle empedrada se regresa a espaldas del Vittoriano y desde aquí, siguiendo por el lado derecho de la via dei Fori Imperiali, se rodea el área arqueológica del foro de César para lle­gar a la plaza (largo) de Rómulo y Remo (metro línea B, Colosseo), donde se encuentra una de las taquillas de entrada al Foro Romano** y el Palatino**, accesibles también por piazza del Colosseo y por vía di S. Gregorio.
DE LOS FOROS A SAN JUAN DE LETRÁN
Paseo a pie desde piazza Venezia a la plaza de San Juan de Letrán.
     La decisión de festejar al 'padre de la patria' con la construcción del Vittoriano en piazza Venezia -un lugar que pocos años después se iba a convertir en el nuevo 'foro de Italia' de las proclamas de Benito Mussolini- no fue la única consecuencia visible de la anexión de Roma al reino de Italia. En realidad, todo esto también sirvió para impulsar el redes­cubrimiento del glorioso pasado clásico de la ciudad, de cuya grandeza hasta entonces eran testimonio exclusivo el Coliseo -elevado a la categoría de símbolo de la ciudad- y el producto de algunas campañas arqueológicas que no siempre se llevaron a cabo con el debido ri­gor. Las excavaciones, fuertemente pro­movidas por el régimen fascista, obligaron al derribo de un barrio entero, comprendido entre la actual piazza Venezia y via Cavour, dejando con ello al descubierto las magníficas ruinas de los foros, corazón económico y político de la antigua metrópolis.
     Inspirados en la arquitectura helenística, los foros de los emperadores ha­bían ido ocupando poco a poco el valle entre el Quirinal y el Campidoglio, dando vida a un conjunto arquitectó­nico unitario, que se articulaba alrede­dor de cinco inmensas plazas portica­das destinadas a diversas funciones; el aspecto propagandístico era sin duda muy importante, y a este se añadían además funciones administrativas, judiciales y culturales.
     Se trata, pues , de un complejo arquitectónico tal vez sin parangón en el mundo, que por via dei Fori Imperiali llega hasta Letrán; esto es, hasta la antigua ciudadela papal donde, al tiempo que el Imperio corría hacia su decadencia, comenzaba a brillar la estrella de la Iglesia, destinada a perpetuar la universalidad de Roma. El itinerario comienza en los alrededores de piazza Ve­nezia, sube hacia el Museo de los Foros Imperiales, instalado en los mercados de Trajano, luego atraviesa el área arqueológica por via Alessandrina para llegar a via dei Fori Imperiali, prosigue hacia el Coliseo y, más tarde, se dirige en dirección a Letrán.
Santa María de Loreto y Santísimo Nombre de María. A dos pasos de piazza Venezia, ambas iglesias son solo aparentemente gemelas. La primera (generalmente cerrada) se empezó a construir, quizás sobre plano de Bramante, en 1507, y no se ter­minó hasta 1573 o 1576 por Jacopo del Duca, que realizó tanto la cúpula como el campanario. Con una arquitectura muy semejante, pero con las necesa­rias adaptaciones a los gustos de finales del Barroco, la iglesia del Santísimo Nombre de María data del siglo XVIII; dentro, en la capilla mayor, se ex­pone una tabla (La virgen con el Niño) de la escuela romana de la primera mitad del siglo XIII.
Columna de Trajano**. Via dei Fori Imperiali. Tras la conquista de la Dacia -actual Rumanía-, Trajano condujo al Imperio a su máxima expansión. Para conmemorar tal evento, se erigió una columna de casi 40 m de altura, so­bre la que se esculpió un friso en bajorrelieve para narrar los hechos acaecidos en las guerras de 101 a 103 y de 107 a 108 d.C. La obra del Maestro de las Hazañas de Trajano, que originalmente lucía vivos colores, destaca por la minuciosa exactitud en los detalles de una representación que ha llegado hasta nosotros prácticamente intacta. He aquí al­gunos datos que darán una idea de su grandiosidad: la columna está formada por 25 bloques de mármol de 3,5 m de diámetro; hay más de 2.500 figuras representadas sobre la franja de casi 200 m de longitud, que envuelve el cilindro y el emperador aparece más de 50 veces. Desde el pedestal de la base, decorado con trofeos de armas bárbaras, asciende una escalera de caracol por el interior del fuste hasta lo más alto de la columna donde, desde 1587, en lugar de la efigie del emperador domina ahora las alturas una estatua de San Pedro, obra de Tommaso della Porta y Leonardo Sormani.
     Aunque a los pies de la columna del emperador comienza el gran Parque Arqueológico de los Foros Imperiales, para contemplarlos desde lo alto y conocerlos mejor es preciso visitar el Museo de los Foros Imperiales (se entra por via IV Noviembre, accesible desde la escalinata que sube por el lado derecho de la iglesia del Santísimo Nombre de María), instalado en varias salas de los Mercados de Trajano.
Mercados de Trajano*. Via Quattro Novembre, 94 (visita de 9.30 h a 19.30 h; www.mercatiditraiano.it/es). Obra de Apolodoro de Damasco, están separados del foro homónimo por un muro de granito y una calle empedrada. Esta discurre ante el hemiciclo*, que en su parte inferior muestra unos espacios llamados tabernae -se trataba de oficinas públicas y no de tiendas o lugares de encuentro- de ladrillo enmarcadas con travertino (en los lados, en cam­bio, se hallan sendas salas en forma de ábside), mientras que en la parte superior presenta ventanas en arco. Tras el hemiciclo, discurre un pasillo con más tabernae que conduce a una escalera que sube a la via Biberatica (tal vez llamada así por los locales de bebida que la salpicaban). Con su pavimento de roca vol­cánica, tiene una forma curvilínea que sigue la del hemiciclo que hay debajo y, por medio de una escalera, se conecta con la sala grande rectangular* donde se desarrollaban las contrataciones. Esta última, estructurada en dos plantas con seis tabernae a lo largo de sus la­dos mayores y cubierta por seis bóvedas de crucería de ladrillo apoyadas sobre ménsulas de travertino, alberga el Museo de los Foros Imperiales.
Museo de los Foros Imperiales*. Dedicado a la decoración escultórica y arquitectónica de los Foros Imperiales, reúne los frutos de las últimas investigaciones arqueológicas de arrolladas en esta área. El conjunto arquitectónico de los mercados conectaba entre sí a distintos niveles la explanada de los foros y el barrio de la Suburra (Monti). Se accede a través de la sala grande, abovedada, que sirve de antesala a todos los recintos de los foros (aquí se expone la cabeza de Constantino del siglo IV, recuperada en el foro de Trajano). En la planta superior, donde se abren algunas salas de exposición, se muestran restos de la misma procedencia. Sin abandonar el nivel más alto, un tramo de calle adoquinada en el exterior lleva hasta la torre delle Millizie y su pequeño jardín, mientras que por el otro lado se accede a un mirador que se asoma a los foros, con el Vittoriano al fondo. En un nivel inferior se halla la vía Biberatica que discurre por la parte alta del hemiciclo. Aún más abajo, el museo se abre paso hasta el nivel del suelo del foro de Trajano, por el que se puede pasear en dirección a la basílica Ulpia y la Columna Trajana. De nuevo en la Columna de Trajano, se sigue via Alessandrina, que da a los restos de los grandes espacios públicos proyectados por los emperadores; no es posible acceder, pero se pueden contemplar las ruinas desde los miradores.
Foros Imperiales*. Largo della Salara Vecchia 5/6, (visita desde las 8.30 h. El cierre varía desde las 16.30 h a las 19.15 h en base a las horas de luz. Última admisión: una hora antes. En www.coopculture.it se pueden comprar entradas para visitar tanto el Foro Romano como el Palatino y el Coliseo). La Columna de Trajano es la entrada ideal al foro de Tra­jano, proyectado por Apollodoro de Da­masco.
     Comenzado en 107 d.C. y concluido bajo el reinado de Adriano, ocupa un área de unos 300 x 190 m. En su centro había una plaza cerrada con pórticos por tres de sus lados y ornamentada con una estatua del emperador. Las columnas que se elevan en el centro de las excavaciones corresponden a la Basí1ica Ulpia (la más grande de Roma), cuyo interior, parte del cual se extiende aún bajo la via dei Fori Imperiali, se dividía en cinco naves ricamente decoradas. Dos pasadizos conducían desde aquí a un patio porticada flanqueado por las bibliotecas griega y romana, adornado con una columna. A espaldas de esta, estaba el enorme templo de Trajano cuyas magníficas dimensiones son fáciles de imaginar al contemplar los restos de columnas y capiteles.
     Caminando por la via Alessandrina, se gira a la derecha para ver el foro de César, el más antiguo de los Foros imperiales, cuyo emplazamiento en las faldas del Campidoglio está marcado por una copia en bronce de la estatua del gran condotiero. Comenzado a construir en el año 46 a.C. y financiado con el botín de la campaña de las Galias. Se terminó durante el reinado de Augusto. El espacio, que cubre un área de 160 x 75 m, presentaba una plaza rectangular, rodeada de soportales cerrada por el norte con el templo de Venus Genitrix (de la que César aseguraba descender directamente), al que pertenecen las tres columnas que quedan en pie y el entablamento. A lo largo del pórtico occidental se disponían algunas tabernae, mientras una serie de pilastras de ladrillo a la izquierda del templo de Venus señala la localización de la Basílica Argentaria, que, al menos durante una parte de su historia, fue una escuela, como atestiguan las caricaturas y las pintadas de los estudiantes con versos de la Eneida que pueden leerse aún en sus paredes.
     De regreso a via Alessandrina se puede contemplar el foro de Augusto -inspirado en la planta del de César-, que volvió a ver la luz entre 1924 y 1932, pero solo en su parte contigua a los Mercados de Trajano. Las excavaciones retomadas en los últimos años han aportado nuevos resultados. En el centro del complejo, consagrado en 42 a.C., se erguía el templo de Marte el vengador, formado por un podio de toba revestido con bloques de mármol y rodeado por ocho columnas a cada lado (de las que quedan tres en el lado derecho), que guardaba las estatuas de Marte y de Venus, y las enseñas de las legiones romanas que los partos devolvieron a Augusto en el año 20 a.C. Este era el lugar donde se tomaban las decisiones más importantes: aquí, el senado decidía guerras y tributaba triunfos, y los victoriosos generales depositaban sus enseñas.
     Tras un periodo de abandono, el foro de Augusto se utilizó como cantera a cielo abierto; en torno al siglo X se levantaron aquí un convento y una iglesia dedicados a san Basilio. Elementos relacionados con el complejo romano se pueden encontrar en la casa de los Caballeros de Rodas*, erigida en el siglo XV sobre la exedra de la izquierda del foro. Levantada por orden del cardenal Pietro Barbo y luego sede de la orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén (luego de Rodas y de Malta, siguiendo la progresiva expansión turca en el Mediterráneo), conserva en el atrio porticada pilastras de travertino que en otro tiempo pertenecieron al foro de Augusto; la capilla de San Juan Bautista es una adaptación de parte de las estancias cubiertas, realizada en el siglo XX.
     Con el nombre de foro de Nerva o Foro Transitorio se alude al gran complejo que edificó Domiciano pero que inauguraría su sucesor, Nerva, en el año 97. El sobrenombre de 'transitorio' se debe a que era la zona de paso entre el barrio popular de la Suburra y el Foro Romano. Aquí se encontraba un templo de Minerva, del que deriva el otro apelativo con el que se conocía el lugar, forum Minervae o Palladium; del edificio queda parte del podio y las llamadas colonnacce que hacen las veces de pórtico (sobre el ático se conserva un friso* con bajorrelieves de Minerva y escenas de labores femeninas). En esta zona se encon­traba también el Macellum, mercado de época republicana destruido en el incendio que se produjo en tiempos de Nerón.
     El templo de la Paz*, edificado por el emperador Vespasiano para conme­morar la victoria sobre las revueltas ju­días, se inauguró en el año 75 con el objetivo de acoger los botines y tesoros de la larga campaña (entre ellos la menorá, el candelabro de siete brazos procedente del templo de Jerusalén); dañado por el incendio, como ocurrió a muchos de los edificios monumentales, Septimio Severo lo restauró en el año 192.
     La cámara del templo estaba precedida por un altar y que una serie de co­lumnas de granito rosa procedentes de Asuán sostenían el pórtico. En el edificio se conservaba la Forma Urbis Romae, un gran plano de mármol de la ciudad que ordenó realizar Septimio Severo sobre la base de los seis catastros, y cuyos fragmentos se encuentran en la cercana basílica de los Santos Cosme y Damián.
Via dei Fori Imperiali. Inaugurada con ocasión del 10º aniversario de la marcha sobre Roma y terminada a tiempo para el Cumpleaños de Roma de 1933, via dell'Impero (este es el nombre que recibió en un principio) fue una de las intervenciones urbanísticas más discutidas del periodo fascista. Bajo el asfalto aún yacen las casas, los talleres y las callejuelas del antiguo barrio derribado por las excavadoras del duce. Durante las obras se destruyó también la colina de la Velia, que unía el Palatino con el Esquilino, dejando libre la vista del Coliseo que antes quedaba oculta por esta elevación. El proyecto -muy discutido- de suprimir la actual vía para recuperar la gran porción de los Foros Imperiales que aún yace oculta parece abandonado. A pe­sar de ello, las áreas arqueológicas han experimentado una progresiva ampliación, que solo ha dejado intacta la calzada central, sobre la que tiene lugar el desfile militar del 2 de junio.
     Tras recorrer esta avenida hacia el Coliseo, se llega a una de las iglesias de la zona, la basílica dedicada a los santos Cosme y Damián.
Santos Cosme y Damián. Via dei Fori Imperiali, 1 (visita, www.cosmadamiano.com). En el siglo VI Teodorico y su hija Amalasunta donaron algunos edificios antiguos -casi con certeza, perte­necientes a la biblioteca del templo de la Paz y al templo del Divino Rómulo­ a Félix IV, que lo convirtió en lugar de culto dedicado a los santos hermanos médicos Cosme y Damián.
     El interior de la basílica se rehízo en 1632; mucho más reciente, de 1947, es la fachada de autor desconocido que da a la via dei Fori Imperiali, actual entrada a la iglesia. Por el lado que da al Foro Romano, donde se encontraba la entrada original, una gran vidriera da al templo del Divino Rómulo (se puede visitar en el Foro Romano), que hasta el siglo XIX fue el atrio de la basílica. El edificio actual conserva algunos restos del periodo de Félix IV en la iglesia inferior y en el ábside, con mosaicos* de los siglos VI y VII.
Templo de Venus y Roma. Piazza di Santa Maria Nova, 53. Comienza a ser visible casi a la altura de las tablas de mármol diseñadas por Antonio Muñoz que, pegadas al murallón que hay a la derecha de la via dei Fori Imperiali, narran la expansión del poder de Roma a lo largo de los siglos. Comenzado a construir por Adriano en 121, terminado por Antonio Pio y restaurado por Massenzio en 307, el templo decástilo corintio se asienta sobre una enorme plataforma que formaba parte de la Domus Aurea. Flanqueado por dos pórticos con propileo central, tenía una doble cella con ábsides para las estatuas de Roma y Venus.
Santa Francesca Romana. Piazza di Santa Francesca Romana, 4. La iglesia, que data del siglo IX aunque se am­plió en la segunda mitad del siguiente siglo, se llamaba Santa María Nova -para distinguirla de la cercana Santa María Antiqua, en el Foro Romano- en la época en la que la futura santa fundó allí las Oblatas de la congregación bene­dictina de Monte Oliveto (15 de agosto de 1425), que pocos años más tarde se recogieron en el monasterio de Tor de'Specchi. A su muerte, acaecida en 1440, Francesca Romana fue sepultada en la cripta de la iglesia, que Pablo V le dedicó tras canonizarla en 1608.
     Para visitar el edificio, hay que subir por el lado derecho de vía dei Fori Imperiali a lo largo de una callecita que enseguida lleva hasta un tramo de calzada romana y luego hasta la misma puerta de entrada. El aspecto de la fachada y el interior, con un notable techo artesonado, son fruto de intervenciones de la segunda mitad del siglo XVII. En el transepto derecho una reja protege los Sílices Apostólicos; se trata de unas piedras oscuras de basalto que la leyenda relaciona con el enfrentamiento entre Simón Magno y San Pedro. El mosaico de la Virgen con el Niño, en el ábside, y la tabla del mismo tema, en el altar, datan del siglo XII; en la sacristía (visita previa solicitud) se puede contemplar el icono de la Virgen Glycophilusa* (de la Dulzura), del siglo V (VV.AA. Guía total: Roma y el Vaticano. Anaya. Madrid, 2020).

Enlace a la Entrada anterior de Roma**:
3980. ROMA** (XIII), capital: 8 de septiembre de 2023.

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