ROMA** (XXXIX), capital de la provincia, de la región, y de Italia: 10 de septiembre de 2023.
Panteón**. Piazza della Rotonda (visita de 8.30 h a 19.30 h, domingo, de 9 h a 18 h y festivos entre semana, de 9 h a 13 h. Entrada gratuita). Se ha escrito ya todo sobre la importancia artística de este monumento. Se ha di cho que es uno de los restos del pasado más célebres del mundo; que su estado de conservación es asombroso; que es un sabio experimento de técnica constructiva, un exquisito 'híbrido' de la cella redonda con cúpula del tipo empleado en las termas y el tradicional pronaos de tímpano de los templos.
Estos elogios hubiesen complacido a Marco Vipsanio Agripa, yerno de Augusto, que lo construyó en el 27 a.C., y a Adriano, que lo volvió a edificar en 118-125, y que conservó, para volver a colocarla en el frente, la inscripción original que durante tanto tiempo impidió a los investigadores su correcta datación. Terminado por Antonio Pio y restaurado en tiempos de Septimio Severo y de Caracalla, con la caída del Imperio quedó olvidado hasta que el emperador bizantino Foca, en 608, lo cedió a Bonifacio IV, que lo dedicó a la Virgen y a los mártires. Se empleó después como fortaleza y en 1625 Urbano VIII Barberini retiró los revestimientos de bronce del pórtico para fundir 80 cañones con destino al castillo de Sant'Angelo y las cuatro columnas salomónicas del baldaquín de San Pedro (a cuento de este expolio se escribió el pasquín Quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini, Lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini). Al día siguiente de la unidad italiana se eligió como panteón de los reyes de Italia: la subsiguiente restauración eliminó la verja del pronaos y las "orejas de burro", como se llamaba a los campanarios que añadió Bernini.
Las 16 columnas monolíticas del pronaos son de granito gris y rosa, pasado el cual están las puertas de bronce (1560-1565) y dos nichos, probablemente destinados a las estatuas de Augusto y Agripa. Los muros de la rotonda son de ladrillo; la cúpula tiene 43,3 m de diámetro y es de hormigón. El interior presenta siete nichos semicirculares y rectangulares, precedidos por parejas de columnas acanaladas de mármol de Numidia y mármol frigio, con edículos intercalados; el octavo nicho, rematado por un arco, está situado frente a la entrada. En la bóveda, con cinco hileras de artesones, el ojo con orla de bronce es la única fuente de luz natural del edificio; buena parte del pavimento de mármol con motivos geométricos es el original.
El primer nicho que hay a la derecha contiene un fresco (Anunciación) atribuido a Melozzo da Forli; el segundo nicho guarda la tumba de Vittorio Emanuele II (muerto en 1878), diseñada por Manfredo Manfredi. Ille hic est Raphael, timuit quo sospite vinci, rerum magna parens et moriente mori (Aquí yace aquel Rafael por quien la gran madre de todas las cosas -la naturaleza- temió ser vencida cuando él vivía y morir cuando él murió); así reza el díptico de Pietro Bembo sobre la tumba de Rafael, un antiguo sarcófago de mármol griego. Fue el propio Rafael quien encargó a Lorenzetto la Madonna del Sasso* (1520), que hay encima. En el sexto nicho están los sepulcros d Humberto I (Giuseppe Sacconi, 1900) y de Margarita de Saboya; el séptimo se conoce como el de los 'Virtuosos del Panteón' por las dedicatorias fúnebres de Flaminio Vacca (1605), Taddeo Zuccari (1566) y Perin del Vaga (1547).
San Marcello al Corso. Piazza di San Marcello, 5. Unas hojas de palma caracterizan la bella fachada de travertino, obra de Carlo Fontana (1682-1686), de la iglesia más antigua del Corso. Dedicada, según la leyenda, al papa Marcelo, obligado por Majencio a trabajar en el servicio postal de la época, se levantó sobre un titulus del siglo V. Reconstruida en el siglo XII, se reedificó de nuevo en 1519 bajo la dirección de Sansovino (Antonio da Sangallo y Annibale Lippi la reconstruyeron después de 1527). La mano de Sansovino es aún reconocible, a pesar de la restauración purista, en la decoración del interior de la nave única con capillas laterales; la firma del maestro decora el monumento del cardenal Giovanni Michiel y su sobrino Antonio Orso, a la izquierda de la entrada.
El baptisterio es contemporáneo del antiguo titulus, y es el único de la ciudad que da fe de la administración del bautismo por inmersión (sin embargo, la pileta forrada de mármol data del siglo VIII). Se puede ver desde el interior de la Banca di Roma, en el palazzo De Carolis, edificio del siglo XVIII acondicionado en 1907 por Pio Piacentini. Adosada a su flanco izquierdo está la fontana del Facchino (una de las estatuas parlantes), tradicionalmente atribuida a Miguel Ángel (VV.AA. Guía total: Roma y el Vaticano. Anaya. Madrid, 2020).
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4005. ROMA** (XXXVIII), capital: 10 de septiembre de 2023.
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