67. SALAMANCA, capital. Puente romano.
68. SALAMANCA, capital. Verraco ibérico.
69. SALAMANCA, capital. Portada del antiguo colegio de San Ambrosio, actual Archivo de la Guerra Civil.
70. SALAMANCA, capital. Portada de la casa de Lis.
71. SALAMANCA, capital. Vista posterior de la casa de Lis.
72. SALAMANCA, capital. Acceso al llamado huerto de Calisto y Melibea.
73. SALAMANCA, capital. La llamada Cueva de Salamanca.
74. SALAMANCA, capital. La torre del marqués de Villena y restos arqueológicos junto a la Cuevea de Salamanca.
75. SALAMANCA, capital. Murallas romanas.
76. SALAMANCA, capital. Las catedrales desde el Patio Chico.
77. SALAMANCA, capital. Ábside y torre del Gallo de la catedral vieja.
78. SALAMANCA, capital. Fachdada meridional de la catedral nueva.
79. SALAMANCA, capital. Astronauta de la fachada de Ramos de la catedral nueva.
80. SALAMANCA, capital. Conjunto de las catedrales.
81. SALAMANCA, capital. Portada de Ramos de la catedral nueva.
82. SALAMANCA, capital. Detalle de la portada de Ramos de la catedral nueva.
83. SALAMANCA, capital. Portada principal de la catedral nueva.
84. SALAMANCA, capital. Torre de la catedral nueva.
85. SALAMANCA, capital. Interior de la catedral nueva.
86. SALAMANCA, capital. Crucero y cúpula de la catedral nueva.
87. SALAMANCA, capital. Coro de la catedral nueva.
88. SALAMANCA, capital. Trascoro de la catedral nueva.
89. SALAMANCA, capital. Retablo de la cap. de la Virgen de Morales, de la catedral nueva.
90. SALAMANCA, capital. Cimborrio de la catedral vieja.
91. SALAMANCA, capital. Interior de la catedral vieja.
92. SALAMANCA, capital. Crucero y cimborrio de la catedral vieja.
93. SALAMANCA, capital. Cúpula de la catedral vieja.
94. SALAMANCA, capital. Pinturas murales de la catedral vieja.
95. SALAMANCA, capital. Sepulcro polícromo de la catedral vieja.
96. SALAMANCA, capital. Retablo mayor de la catedral vieja.
97. SALAMANCA, capital. Detalle del retablo mayor de la catedral vieja.
98. SALAMANCA, capital. El Juicio Final sobre el retablo mayor de la catedral vieja.
99. SALAMANCA, capital. La Virgen de la Vega, en el retablo mayor de la catedral vieja.
100. SALAMANCA, capital. Cúpula de la capilla de Talavera de la catedral vieja.
101. SALAMANCA, capital. Pal. del Obispo.
102. SALAMANCA, capital. La plaza de Anaya con el palacio y la igl. de San Sebastián.
103. SALAMANCA, capital. Palacio de Anaya.
104. SALAMANCA, capital. Portada de la igl. de San Sebastián.
105. SALAMANCA, capital. Interior de la igl. de San Sebastián.
106. SALAMANCA, capital. Cúpula de la igl. de San Sebastián.
73. SALAMANCA, capital. La llamada Cueva de Salamanca.
74. SALAMANCA, capital. La torre del marqués de Villena y restos arqueológicos junto a la Cuevea de Salamanca.
75. SALAMANCA, capital. Murallas romanas.
76. SALAMANCA, capital. Las catedrales desde el Patio Chico.
77. SALAMANCA, capital. Ábside y torre del Gallo de la catedral vieja.
78. SALAMANCA, capital. Fachdada meridional de la catedral nueva.
79. SALAMANCA, capital. Astronauta de la fachada de Ramos de la catedral nueva.
80. SALAMANCA, capital. Conjunto de las catedrales.
81. SALAMANCA, capital. Portada de Ramos de la catedral nueva.
82. SALAMANCA, capital. Detalle de la portada de Ramos de la catedral nueva.
83. SALAMANCA, capital. Portada principal de la catedral nueva.
84. SALAMANCA, capital. Torre de la catedral nueva.
85. SALAMANCA, capital. Interior de la catedral nueva.
86. SALAMANCA, capital. Crucero y cúpula de la catedral nueva.
87. SALAMANCA, capital. Coro de la catedral nueva.
88. SALAMANCA, capital. Trascoro de la catedral nueva.
89. SALAMANCA, capital. Retablo de la cap. de la Virgen de Morales, de la catedral nueva.
90. SALAMANCA, capital. Cimborrio de la catedral vieja.
91. SALAMANCA, capital. Interior de la catedral vieja.
92. SALAMANCA, capital. Crucero y cimborrio de la catedral vieja.
93. SALAMANCA, capital. Cúpula de la catedral vieja.
94. SALAMANCA, capital. Pinturas murales de la catedral vieja.
95. SALAMANCA, capital. Sepulcro polícromo de la catedral vieja.
96. SALAMANCA, capital. Retablo mayor de la catedral vieja.
97. SALAMANCA, capital. Detalle del retablo mayor de la catedral vieja.
98. SALAMANCA, capital. El Juicio Final sobre el retablo mayor de la catedral vieja.
99. SALAMANCA, capital. La Virgen de la Vega, en el retablo mayor de la catedral vieja.
100. SALAMANCA, capital. Cúpula de la capilla de Talavera de la catedral vieja.
101. SALAMANCA, capital. Pal. del Obispo.
102. SALAMANCA, capital. La plaza de Anaya con el palacio y la igl. de San Sebastián.
103. SALAMANCA, capital. Palacio de Anaya.
104. SALAMANCA, capital. Portada de la igl. de San Sebastián.
105. SALAMANCA, capital. Interior de la igl. de San Sebastián.
106. SALAMANCA, capital. Cúpula de la igl. de San Sebastián.
SALAMANCA** (IV), capital de la provincia: 23 de octubre de 2010.
Las catedrales y su entorno
Desde la calle Libreros queda a la vista el impresionante conjunto catedralicio, aunque antes es recomendable acercarse hasta el puente sobre el Tormes, que aún conserva en su tramo inicial 15 arcos de su primitiva construcción romana (siglo I). En su centro se encuentra un verraco ibérico de piedra, tradicionalmente identificado con el "toro de las calabazadas" mencionado en El Lazarillo de Tormes. Muy cercanos se hallan la iglesia de Santiago, del siglo XII, obra románico-mudéjar aunque profundamente reformada; el colegio barroco de San Ambrosio, del siglo XVIII, convertido en Archivo de la Guerra Civil, y la casa de Lis, de 1905, edificio modernista que alberga el Museo Art Nouveau y Art Déco, en el que pueden verse diversas colecciones de porcelanas, pinturas, muebles, joyas, juguetes, muñecas, abanicos y otros muchos objetos que responden a la estética de ambos estilos. En las proximidades, el llamado huerto de Calisto y Melibea, es un apacible jardín conmemorativo de la tradición que considera estos rincones como inspiradores del escenario de La Celestina.
También en los aledaños de las catedrales se ha recuperado recientemente una zona tradicional evocadora de la Cueva de Salamanca, espacio largamente recreado en la literatura y al que la leyenda considera como sede de una cátedra de nigromancia regentada por el mismo diablo.
La torre del marqués de Villena, personaje clave de esta oculta historia y los restos arqueológicos prerromanos, de la muralla romana y de la iglesia románica de San Cebrián, en cuya cripta se situaba la famosa cueva, componen un remozado espacio presidido por el busto del escritor Diego de Torres y Villarroel.
El Patio Chico es un excelente observatorio de algunos de los más característicos perfiles de las dos catedrales de Salamanca, ya que permite contemplar los ábsides semicirculares y el cimborrio octogonal de influencia bizantina (torre del Gallo*) de la más antigua y la fachada meridional de la nueva. Inmediato a él, el rondín de las Edades del Hombre, abierto a finales de 1993 con motivo de una importante exposición artística, hace posible ahora rodear por completo los templos catedralicios. En ellos se ha llevado a cabo una profunda restauración de la que, como huella anecdótica para la posteridad, puede verse la anacrónica pero bien integrada figura de un astronauta esculpida en el flanco izquierdo de la puerta de Ramos. Ambos templos se encuentran comunicados entre sí y sus interiores, comenzando generalmente por la Catedral Nueva, se visitan en los mismos horarios.
También en los aledaños de las catedrales se ha recuperado recientemente una zona tradicional evocadora de la Cueva de Salamanca, espacio largamente recreado en la literatura y al que la leyenda considera como sede de una cátedra de nigromancia regentada por el mismo diablo.
La torre del marqués de Villena, personaje clave de esta oculta historia y los restos arqueológicos prerromanos, de la muralla romana y de la iglesia románica de San Cebrián, en cuya cripta se situaba la famosa cueva, componen un remozado espacio presidido por el busto del escritor Diego de Torres y Villarroel.
El Patio Chico es un excelente observatorio de algunos de los más característicos perfiles de las dos catedrales de Salamanca, ya que permite contemplar los ábsides semicirculares y el cimborrio octogonal de influencia bizantina (torre del Gallo*) de la más antigua y la fachada meridional de la nueva. Inmediato a él, el rondín de las Edades del Hombre, abierto a finales de 1993 con motivo de una importante exposición artística, hace posible ahora rodear por completo los templos catedralicios. En ellos se ha llevado a cabo una profunda restauración de la que, como huella anecdótica para la posteridad, puede verse la anacrónica pero bien integrada figura de un astronauta esculpida en el flanco izquierdo de la puerta de Ramos. Ambos templos se encuentran comunicados entre sí y sus interiores, comenzando generalmente por la Catedral Nueva, se visitan en los mismos horarios.
La Catedral Nueva**, cuyos perfiles externos predominan en el conjunto, fue iniciada por Juan Gil de Hontañón a partir de 1513 para remediar las insuficiencias de la anterior y no se concluyó hasta 1733, de ahí que estilísticamente responda al gótico tardío con numerosos elementos renacentistas -sobre todo, en la decoración de los muros y en los relieves de las portadas*- y barrocos. La torre fue levantada en 1705 y posteriormente los hermanos Churriguera construyeron el poderoso cimborrio, de influencia escurialense, que tuvo que ser reedificado en 1763 porque el terremoto de Lisboa de 1755 le afectó gravemente. El interior, de tres naves sobre anchos pilares, recorrida por galerías y con capillas laterales, produce una impresión de grandiosidad (105 x 50 m), acentuada por la cúpula que se alza sobre el crucero a 80 m de altura. El coro*, uno de los más destacados del barroco español, profusamente decorado y con excelentes labras en la sillería, es obra de A. Churriguera, al igual que el trascoro, donde se conservan dos tallas de Juan de Juni. Entre las numerosas capillas cabe destacar la Capilla Dorada, verdadero museo escultórico compuesto por más de 100 pequeñas tallas policromadas con sus correspondientes peanas y doseletes, y la capilla del Cristo de las Batallas, que alberga un crucifijo románico que se supone perteneció al Cid.
La Catedral Vieja**, de los siglos XII y XIII, iniciada en estilo románico, por su largo periodo de ejecución se concluyó con formas protogóticas. Es un templo de tres naves, con bóvedas de crucería y un bellísimo cimborrio que, con su inequívoco aire oriental, constituye lo más destacable de la obra exterior, en gran medida enmascarada por la Catedral Nueva.
La Catedral Vieja**, de los siglos XII y XIII, iniciada en estilo románico, por su largo periodo de ejecución se concluyó con formas protogóticas. Es un templo de tres naves, con bóvedas de crucería y un bellísimo cimborrio que, con su inequívoco aire oriental, constituye lo más destacable de la obra exterior, en gran medida enmascarada por la Catedral Nueva.
Aparte de los relieves escultóricos de los capiteles, los numerosos enterramientos y pinturas murales, en su interior, de una luminosidad inusual en los templos románicos, destaca el grandioso retablo* gótico (siglo XV) que cubre el ábside de la Capilla Mayor. Está formado por tablas que representan escenas de la vida de Cristo y la Virgen, obra de Dello Delli, y rematado por una representación del Juicio Final pintada directamente sobre el muro por Nicolás Florentino, hermano del anterior. Lo preside una imagen de la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad, de influencia bizantina (siglo XII). En el claustro, que resultó afectado por el terremoto de Lisboa, se abren varias capillas, como la capilla de Talavera, donde ocasionalmente aún se celebra culto según el rito mozárabe, y la capilla de Santa Bárbara, fundada en 1334 por el obispo Juan Lucero, enterrado en ella. Durante siglos fue la "capilla de grados", escenario de los exámenes para obtener la titulación universitaria.
También el cercano y neoclásico palacio del Obispo (siglo XVIII), en la plaza de Juan XXIII, acoge dos instalaciones museísticas de interés: el Museo de la Ciudad, situado en la planta baja, y el Museo Diocesano. En ellos pueden verse maquetas, hallazgos arqueológicos y obras diversas relacionadas con la historia de la ciudad.
Frente a la fachada septentrional de la Catedral Nueva se abre la espaciosa plaza de Anaya*, que toma su nombre de don Diego de Anaya, fundador del primer colegio mayor salmantino, situado donde se levanta el palacio neoclásico (1768) que alberga la Facultad de Letras. Una escalinata precede al pórtico columnario rematado por un frontón triangular. A su izquierda se encuentra la iglesia de San Sebastián, construida como capilla del colegio por Alberto Churriguera (1731), mientras que el edificio de la derecha, antigua hospedería del centro, se debe a Joaquín Churriguera (1715) y posee un patio barroco.
También el cercano y neoclásico palacio del Obispo (siglo XVIII), en la plaza de Juan XXIII, acoge dos instalaciones museísticas de interés: el Museo de la Ciudad, situado en la planta baja, y el Museo Diocesano. En ellos pueden verse maquetas, hallazgos arqueológicos y obras diversas relacionadas con la historia de la ciudad.
Frente a la fachada septentrional de la Catedral Nueva se abre la espaciosa plaza de Anaya*, que toma su nombre de don Diego de Anaya, fundador del primer colegio mayor salmantino, situado donde se levanta el palacio neoclásico (1768) que alberga la Facultad de Letras. Una escalinata precede al pórtico columnario rematado por un frontón triangular. A su izquierda se encuentra la iglesia de San Sebastián, construida como capilla del colegio por Alberto Churriguera (1731), mientras que el edificio de la derecha, antigua hospedería del centro, se debe a Joaquín Churriguera (1715) y posee un patio barroco.
Enlace a la Entrada anterior de Salamanca**:
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