7. CANDELARIO, Salamanca. La ermita del Humilladero y el crucero.
8. CANDELARIO, Salamanca. Perspectiva de una de las calles principales de la población, con la ermita del Humilladero en primer término.
9. CANDELARIO, Salamanca. Calle típica de la villa.
10. CANDELARIO, Salamanca. En un callejón del pueblo.
11. CANDELARIO, Salamanca. La igl. de la Asunción.
12. CANDELARIO, Salamanca. La torre de la igl. desde otro ángulo.
8. CANDELARIO, Salamanca. Perspectiva de una de las calles principales de la población, con la ermita del Humilladero en primer término.
9. CANDELARIO, Salamanca. Calle típica de la villa.
10. CANDELARIO, Salamanca. En un callejón del pueblo.
11. CANDELARIO, Salamanca. La igl. de la Asunción.
12. CANDELARIO, Salamanca. La torre de la igl. desde otro ángulo.
CANDELARIO** (II), provincia de Salamanca: 30 de octubre de 2010.
A partir de la pequeña placita inferior presidida por la ermita del Humilladero y el crucero, el caserío se escalona a través de calles empedradas de acusada pendiente, cortadas transversalmente, a modo de laberinto, por pequeñas callejuelas y recorridas por un sistema de acequias laterales (las llamadas regaderas) por las que fluye sin cesar el agua proveniente de los neveros. Las casas, generalmente de tres plantas, con vistosos entramados de madera y muchas de ellas de los siglos XVIII y XIX, responden a la necesidad de luchar contra el frío y la nieve (gruesos muros, aleros salientes, cubiertas verticales de teja en las medianerías), y también a la primordial dedicación chacinera mantenida hasta hace poco. A este uso se destinaba el gran patio interior enlosado (picadero) y la parte superior de las viviendas, con balconadas concebidas como secaderos. Muy peculiares son las batipuertas, ingeniosa solución para airear el interior sin que penetren la nieve ni la lluvia, a la vez que elemento, junto con las argollas aferradas a los dinteles, muy útil para las tareas de la matanza. Ésos y otros mil detalles, siempre marcados en su sencilla belleza por un preciso sentido funcional, llaman la atención del visitante en el recorrido a través de rincones que la irregular disposición del caserío llena de encanto. Incluso puede verse, en una casa de la calle de Enrique Fraile, un sencillo museo etnográfico (preguntar por "Hermanos Vallejera").
En el conjunto destacan el edificio del Ayuntamiento, construcción de finales del siglo XIX, y sobre todo, tras él, la iglesia parroquial de la Asunción (siglo XVI), obra del gótico tardío en mampostería, alzada sobre sillares. Un amplio rosetón calado corona la portada con arquivoltas. En el interior, de tres naves separadas por grandes arcos, destaca la techumbre mudéjar de la Capilla Mayor, emplazada en el ábside poligonal.
En la cima y a ambos lados del pueblo, la exuberante naturaleza del entorno nos obsequia con sus parajes de castaños y robles al pie mismo de las verdes praderías, bajo un cielo generalmente luminoso y con los blancos destellos de la nieve punteando las cercanas cumbres.
Enlace a la Entrada anterior de Candelario**:
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