1. ZUFRE, Huelva. El lateral del Concejo Municipal y la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción al fondo. |
2. ZUFRE, Huelva. Vista frontal del Concejo Municipal. |
3. ZUFRE, Huelva. Otra visión del Concejo Municipal. |
4. ZUFRE, Huelva. El pórtico del Concejo Municipal con la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción al fondo. |
5. ZUFRE, Huelva. Interior del Concejo Municipal. |
6. ZUFRE, Huelva. Puerta de acceso al Concejo Municipal. |
7. ZUFRE, Huelva. Otra perspectiva del Concejo Municipal. |
8. ZUFRE, Huelva. Ventana del Concejo Municipal. |
9. ZUFRE, Huelva. La Fuente del Concejo Municipal. |
10. ZUFRE, Huelva. Detalle de la Fuente del Concejo Municipal. |
11. ZUFRE, Huelva. La igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
12. ZUFRE, Huelva. Torre de la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
13. ZUFRE, Huelva. Portada lateral de la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
14. ZUFRE, Huelva. Interior de la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
15. ZUFRE, Huelva. Retablo de San José en la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
16. ZUFRE, Huelva. La virgen de los Dolores, ante su retablo en su capilla propia de la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
17. ZUFRE, Huelva. Virgen del Rosario en la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
18. ZUFRE, Huelva. Marco-retablo de las Ánimas Benditas del Purgatorio, en la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
19. ZUFRE, Huelva. Retablo mayor de la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
20. ZUFRE, Huelva. Bóveda de la capilla mayor de la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
21. ZUFRE, Huelva. Stmo. Xto. de la Veracruz, en la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
22. ZUFRE, Huelva. Retablo de la Virgen del Carmen, en la cap. sctal. de la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
23. ZUFRE, Huelva. Bóvedas de la nave de la igl. de Sta. Mª de la Purísima Concepción. |
24. ZUFRE, Huelva. Vista de la Plaza de Toros. |
25. ZUFRE, Huelva. Otra perspectiva desde el interior de la Plaza de Toros. |
ZUFRE (I), provincia de Huelva: 23 de agosto de 2018.
El origen del poblamiento de su término municipal se remonta a la Edad del Bronce, en el III milenio a.C. Será en época romana cuando se forme el núcleo de población actual. Así lo testimonian los restos arqueológicos aparecidos durante las obras de restauración de la Fuente del Concejo. De época islámica, se conservan restos de la cerca almohade del siglo XII, además, del topónimo –sutefiel- palabra que significa “tributo”. En el año 1246, Zufre pasó a manos cristianas y, bajo el reinado de Alfonso X, se incorporó al alfoz de Sevilla. Durante el siglo XVI la población conocerá un crecimiento sostenido aunque los continuos enfrentamientos bélicos entre los reinos de Portugal y España generaron periodos de crisis que se prolongaron hasta el siglo XVIII. A lo largo del siglo XIX, la roturación de nuevas tierras y la expansión de las actividades mineras, provocaron un discreto aumento demográfico que se mantendrá durante toda la primera mitad del siglo XX. Cuenta Zufre con un número abundante de fuentes entre las cuales destacamos la citada Fuente del Concejo, realizada en sillares y constituida por dos cuerpos a distinto nivel: el primero, formado por una pequeña pila donde se encuentra el surtidor decorado por una carátula marmórea en forma de cabeza de león y, el segundo, a un nivel más bajo, formado por un pilón rectangular para el abrevo del ganado. La plaza de toros fue construida en torno al año 1860 por el alarife portugués Domingo Alfonso de Amorín.
El antiguo Concejo Municipal
Responde a la tipología de los Cabildos municipales del siglo XVI y ha sido atribuido al arquitecto Hernán Ruiz II, aunque no hay constancia documental de este hecho. Sólo sabemos con certeza el año de su inauguración el 15 de abril de 1570, según constaba en una inscripción ya desaparecida aunque ha quedado constancia literal de su texto.
Fuente del Concejo
Fuente de dos pilas inserta en un muro de piedra, junto al Ayuntamiento. El agua brota de una cabeza, supuestamente de león. El agua va a parar a una primera pila, comunicada con otra pila rectangular situada en un nivel inferior, de una longitud aproximada de cuatro metros.
Los materiales constructivos de la fuente son: mármol, piedra y cemento. La cabeza de donde mana el agua es de mármol. Las dos pilares están enfoscados en cemento. La figura donde se encuentra el caño puede ser considerada como decorativa.
Iglesia de Santa María de la Purísima Concepción
Originalmente, debió ser un edificio de nave única, de arcos transversales aspecto fortificado, datable a comienzos del XIV. De esta primitiva fase, se conserva la fachada de los pies, con la portada gótico-mudéjar y los dos huecos apuntados que conformaban la antigua espadaña.
A mediados del siglo XVI, en el costado izquierdo, se le añadió una pequeña capilla de planta cuadrada, cubierta con bóveda de crucería, dedicada a los Santos Mártires –hoy a la Virgen de los Dolores-, que fue costeada en 1554 por don Gonzalo López y su mujer doña Catalina Martín.
Años después, a instancias del vicario Antón Alonso, debió plantearse la necesidad de ampliar toda la iglesia, comenzándose las obras por la capilla mayor.
El nuevo presbiterio, que presenta las características formales del gótico final, se cubrió con bóvedas de nervadura estrellada y quedó concluido en 1563, según consta por una inscripción en uno de sus muros.
De inmediato, continuaron las obras por la nave, encontrándose ya al frente de ellas el arquitecto Hernán Ruiz II. La solución adoptada fue disponer dos grandes tramos cubiertos con bóvedas semiesféricas, decoradas con nervaduras radiales y concéntricas, diseños característicos de este maestro. El arco que separa ambos tramos apea sobre una ménsula decorada con una carátula en forma de cabeza de león, donde aparece el año de 1568.
De una fase posterior es la Capilla del Sagrario y la Bautismal, aunque ésta última fue profundamente reformada en 1912, como consta por una inscripción aún legible situada en el trasdós del arco de entrada. Del primer cuarto del siglo XVII, es la sacristía.
Tras el Terremoto de Lisboa, Pedro de Silva diseñó la torre en 1756, terminándose su proceso de construcción en 1758.
Finalmente, a lo largo del siglo XIX, se le adosaron distintas estancias en el costado Sur.
Su retablo mayor, de carácter pictoescultórico, es el resultado de dos fases estilísticas. Las catorce tablas del banco –que representan un Apostolado más Santa Lucía y Santa Bárbara-, podrían datarse en torno a los años iniciales del siglo XVI, mientras que las ocho tablas restantes y los dos relieves del cuerpo principal –con un programa iconográfico alusivo de la Vida de la Virgen- de mayor formato y estilísticamente más modernas, serían datables a mediados de dicha centuria, siendo el autor de los altorrelieves el escultor Bernardino de Ortega y las tablas, atribuibles al pintor Juan de Zamora. Todo el conjunto quedó finalizado en 1545 como consta por una inscripción. A la derecha del retablo, se sitúa una imagen de la Inmaculada Concepción del siglo XVII.
En el muro izquierdo, se encuentran dos cuadros, uno de San Cristóbal y otro de San Lorenzo, ambos del siglo XVII, y un retablo-marco para lienzo donde se representa a Cristo como Fuente de Vida con las Ánimas benditas del Purgatorio, del segundo tercio del siglo XVIII.
En la pared de enfrente, se observa una imagen del Cristo de la Veracruz, del segundo tercio del siglo XVI y tres cuadros que representan la Aparición de Cristo y la Virgen a San Francisco y Santo Domingo; Santo Domingo y el beato Abiano de Rufo y La entrega del rosario a Santo Domingo, éste último de medio punto. Todos formaron parte de un retablo, costeado por Fabián Rufo y su mujer, dedicado a la Virgen del Rosario cuyo “nicho” fue aderezado por un tal Alonso Miguel –quizás el conocido pintor Alonso Miguel de Tovar- en 1702.
En la Capilla de la Virgen de los Dolores se encuentra un retablo barroco entre estípites, ejecutado en 1748 por los entalladores Bernardo Francisco, Diego Rosales y Juan González. En el banco aparece una imagen de Cristo yacente datable en el segundo tercio del siglo XVI, y en la hornacina una Virgen Dolorosa, de vestir, del siglo XVIII. Finalmente, en el ático se sitúa una tabla con un San Sebastián y una santa mártir con la inscripción que informa del nombre de quienes fundaron hacia 1543 la capellanía a la que servía el retablo, dedicada entonces a los santos mártires: Gonzalo López y Catalina Martín.
En la nave se contempla un lienzo de la Virgen de Guadalupe, de la primera mitad del siglo XVIII y un retablo rococó, del tercer tercio del siglo XVIII, que aloja una imagen de San José con el Niño de la misma época del retablo.
En el sotocoro, se sitúan dos pilas de agua bendita, labradas en capiteles romanos bajoimperiales y en el coro alto, una imagen de Cristo crucificado del segundo tercio del siglo XVI. Su antepecho está constituido por balaustres en forma de hermas, antiguas cabezas de la viguería de fines del siglo XVI.
En el interior de la Capilla Bautismal se encuentra una pila del siglo XVI y tres esculturas: la Virgen del Rosario tallada en 1577, un San Miguel, del siglo XVIII y un San Antonio de Padua, de principios del siglo XIX. Completan la decoración de este espacio dos lienzos de la segunda mitad del siglo XVIII que representan a Santa Lucía y a Judit con la cabeza de Holofernes.
En la Capilla del Sagrario, encontramos un retablo recompuesto con elementos del siglo XVIII. Preside la hornacina central, una imagen de la Virgen del Carmen tallada en el siglo XX por Francisco Buiza, flanqueada por lienzos de Santo Domingo y de San Francisco, ambos de principios del siglo XVII. El remate es un relieve muy plano de Dios Padre, de hacia 1600.
Se conservan en la sacristía un grabado original del Monumento del Jueves Santo de la Catedral de Sevilla según dibujo de Domingo Martínez y plancha abierta en Amberes; dos lienzos, uno de San Felipe Neri y el otro de San Isidro Labrador, de fines del siglo XVII, y una cajonería de madera es de fines del siglo XVII.
De la platería destacamos la cruz parroquia, de estilo gótico, datable en el último cuarto del siglo XV, con añadidos de mediados del siglo XVI y un ostensorio de plata sobredorada, recompuesto con elementos del último cuarto del siglo XV y de inicios del XVII. Finalmente, de 1553 son unas campanillas de bronce decoradas con el tema de la Anunciación.
Respecto de los ornamentos, destacamos una casulla y dos dalmáticas de terciopelo carmesí con bordados en oro y sedas de colores, de fines del siglo XVI o principios del XVII.
Plaza de Toros
Estrechamente vinculada con la forma urbana y su interesante y escarpada topografía la plaza de toros es una edificación de trazado semicircular, con un lado recto al norte y donde se inscribe y es tangente el circulo del ruedo, dando forma y enlazando así el camino que la rodea y se ciñe a las cotas topográficas.
Una grada de cinco escalones se corta y desaparece en el lado recto. Se trata de una construcción de fábrica de mampostería de piedra. Fue construida entre 1879 y 1886 remodelada en el año 2009. Es de propiedad municipal, se encuentra en buen estado, y se ubica en la calle Linares.
Textos de:
ARJONA, Rafael. Guía total: Andalucía. Anaya Touring. Madrid, 2005.
CARRASCO TERRIZA, Manuel Jesús; GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel; OLIVER CARLOS, Alberto; PLEGUEZUELO HERNÁNDEZ, Alfonso; SÁNCHEZ SÁNCHEZ, José María. Guía artística de Huelva y su provincia. Diputación de Huelva y Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006.