1. RIPOLL, Gerona. Fachada del mon. de Sta. Mª.
2. RIPOLL, Gerona. Pórtico del mon. de Sta. Mª.
3. RIPOLL, Gerona. Detalle del pórtico del mon. de Sta. Mª.
4. RIPOLL, Gerona. Otro detalle del pórtico del mon. de Sta. Mª.
5. RIPOLL, Gerona. Detalle de la puerta del pórtico del mon. de Sta. Mª.
6. RIPOLL, Gerona. Nave de la igl. del mon. de Sta. Mª.
7. RIPOLL, Gerona. Cúpula sobre el crucero de la igl. del mon. de Sta. Mª.
8. RIPOLL, Gerona. Claustro del mon. de Sta. Mª.
9. RIPOLL, Gerona. Capiteles del claustro del mon. de Sta. Mª.
10. RIPOLL, Gerona. Ábsides del mon. de Sta. Mª.
RIPOLL* (I), provincia de Gerona: 16 de agosto de 2011.
En la confluencia de los ríos Ter y Freser y rodeada por altas montañas, Ripoll ha sido calificada como "bressol de Catalunya" (cuna de Cataluña) por la riquísima historia de la que ha sido protagonista su monasterio.
En el ángulo de confluencia de los ríos Ter y Freser, que defendían la población por el flanco meridional, se encuentra el núcleo más antiguo de Ripoll.
En el vértice mismo se abre la plaza del mercado. Porticada parcialmente, esta plaza sirve también como entrada a la villa, que queda cerrada al noreste por el monasterio de Santa María de Ripoll**, uno de los polos de atracción de la ruta del románico catalán.
La práctica totalidad de las dependencias monásticas quedaron destruidas en el incendio provocado en 1835 y en el medio siglo de abandono que le siguió. Hacia el final del siglo XIX se iniciaron las obras de reconstrucción de la basílica levantada en el siglo XI por el abad Oliba, que era entoncees la cuarta renovación que se realizaba sobre la iglesia monástica. Sus cinco naves, siete ábsides y elevado transepto fueron reedificados bajo la dirección del arquitecto Elies Rogent. La iglesia fue nuevamente consagrada en 1893.
Pese a la pérdida de la mayor parte de sus riquezas arquitectónicas, el monasterio ha conservado el monumento más sobresaliente de la escultura románica, su extraordinario pórtico**.
Emplazado entre las torres de los campanarios, esta portada resume en su piedra profusamente labrada una buena parte de los conocimientos bíblicos y alegóricos de la época en que fue tallada, a mediados del siglo XII. Especial relieve artístico presenta también el claustro*. Fue iniciado a finales del siglo XII, fecha en la que se construyó la galería más próxima a la basílica.
Las obras no continuaron hasta dos siglos más tarde, cuando se construyó un segundo piso sobre el corredor románico. La planta inferior se concluyó en el siglo XV y la superior a principios del siguiente. Pese a la dilatación de las obras el conjunto guarda una unidad estructural, rota sólo en la decoración escultórica, huella de los diversos estilos que se sucedieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario