13. GERONA, capital. Claustro de la catedral.
14. GERONA, capital. Una de las alas del claustro de la catedral.
15. GERONA, capital. Presbiterio desde la nave central de la catedral.
16. GERONA, capital. Baldaquino de la catedral.
17. GERONA, capital. Campanario románico de la catedral.
18. GERONA, capital. Escalinata y fachada barroca de la catedral.
19. GERONA, capital. Cabecera de la catedral.
20. GERONA, capital. Igl. del mon. de Sant Pere de Galligants.
21. GERONA, capital. Portada de la igl. del mon. de Sant Pere de Galligants.
22. GERONA, capital. Torre y ábside de la igl. del mon. de Sant Pere de Galligants.
23. GERONA, capital. Los baños árabes.
24. GERONA, capital. Ábsides y cimborrio de la igl. de Sant Nicolau.
25. GERONA, capital. Igl. de Sant Feliu.
26. GERONA, capital. Campanario de la igl. de Sant Feliu.
27. GERONA, capital. Uno de los sarcófagos de la igl. de Sant Feliu.
16. GERONA, capital. Baldaquino de la catedral.
17. GERONA, capital. Campanario románico de la catedral.
18. GERONA, capital. Escalinata y fachada barroca de la catedral.
19. GERONA, capital. Cabecera de la catedral.
20. GERONA, capital. Igl. del mon. de Sant Pere de Galligants.
21. GERONA, capital. Portada de la igl. del mon. de Sant Pere de Galligants.
22. GERONA, capital. Torre y ábside de la igl. del mon. de Sant Pere de Galligants.
23. GERONA, capital. Los baños árabes.
24. GERONA, capital. Ábsides y cimborrio de la igl. de Sant Nicolau.
25. GERONA, capital. Igl. de Sant Feliu.
26. GERONA, capital. Campanario de la igl. de Sant Feliu.
27. GERONA, capital. Uno de los sarcófagos de la igl. de Sant Feliu.
GERONA - GIRONA** (II), capital de la provincia: 16 de agosto de 2011.
La catedral**
Dos cosas destacan en la seo gerundense: en primer lugar sus impresionantes dimensiones interiores y después, su dilatada cronología de construcción, que ha dejado vestigios de todas las épocas desde el primitivo templo románico, consagrado en el siglo XI, hasta el siglo XX. Así pues la visita a la catedral es también un posible paseo por los estilos artísticos a través del tiempo.
De la iglesia románica, derruida para levantar la mole gótica actual, han pervivido el claustro y el campanario.
El claustro, obra del siglo XII, presenta una infrecuente planta trapezoidal. Las arquerías de medio punto están sostenidas por dobles columnas y sus capiteles aparecen magníficamente labrados con motivos bíblicos, los más antiguos, y con fabulaciones vegetales y animales los posteriores.
Desde el claustro se puede distinguir bien el campanario románico (siglo XII), aprovechado como contrafuerte de la iglesia gótica. Se trata de una torre decorada con arcuaciones y lesenas de gusto lombardo. La construcción gótica empezó a principios del siglo XIV por la cabecera, y en el momento de continuar la nave, o las naves, surgió una gran controversia que llegó incluso a reunir en dos ocasiones (13786 y 1416) a una comisión de expertos para decidir si el templo debía levantarse con planta basilical o, por el contrario, con una única nave. Al final este último criterio, sostenido por los maestros de obra, es el que se llevó a cabo y cuyo resultado todavía maravilla al visitante.
En el momento de su construcción y hasta que en el siglo XVI fuera superada por San Pedro de Roma, la catedral de Gerona fue la nave cubierta por una bóveda más ancha del mundo, y continúa siendo la mayor del país. Sus dimensiones, sin precedentes en la época, continúan sorprendiendo: 23 m de luz (casi el doble de la anchura convencional), 34 m de altura (elevación comparable a las del gótico europeo, de mayor verticalidad siempre) por 50 m de largo. De la conjugación de estas medidas resulta un espacio interior completamente libre, en verdad inaudito e imponente. Las bellas vidrieras polícromas proporcionan además a tan magno espacio una singular matización de la luz.
En el área del presbiterio conserva un conjunto artístico notable, en el que destaca el ara del altar mayor, de alabastro, y la cátedra episcopal, en mármol, popularmente conocida como la silla de Carlomagno, ambas piezas románicas del siglo XI. Góticos son el baldaquino y el retablo del altar mayor, ambos de plata repujada, y también un buen número de sarcófagos en alabastro.
La catedral guarda además un importante Museu Tresor**, donde se pueden admirar piezas muy célebres, como el Tapiz de la Creación, excepcional bordado románico (siglo XI), o el valioso manuscrito del Beatus (siglo X).
Las obras de la nave gótica no concluyeron hasta principios del siglo XVII, y a finales de ese mismo siglo se proyectó la fachada barroca, parcialmente concluida en el siglo XVIII y de un modo definitivo en 1961. Muestra ésta un gran retablo en piedra, de tres cuerpos, que sostiene un rosetón profusamente ornamentado. La estatuaria que se completa en las hornacinas es reciente (1960).
En el extremo del muro meridional surge adosado el campanario neoclásico de planta octogonal, coronado el siglo XVIII. Y aún ca mencionar una puerta lateral, en la plaça dels Apòstols, que concluyó en 1975 con criterios neogóticos una abertura gótica inacabada.
En el Palacio Episcopal está instalado el Museu d'Art, que conserva una notable colección que reúne desde piezas prerrománicas, como al ara portatio de Sant Pere de Rodes, hasta obras de los siglos XIX y XX.
Se puede seguir después hacia la cara exterior del ábside para contemplar desde un agradable jardín (Els jardins de la Francesa) la armonía geométrica que conforman sus contrafuertes, arbotantes, agujas y gárgolas. La visita a esta extraordinaria obra del arte religioso se puede completar ampliando el recorrido hasta algunos templos próximos, igualmente destacados.
Hacia el norte se encuentra el monasterio de Sant Pere Galligants*, del siglo XII, antigua abadía benedictina que nació en las afueras de la ciudad. Su iglesia constituye un buen ejemplo del románico catalán. Cuenta con planta de tres naves, crucero, y cuatro ábsides. Exteriormente el edificio guarda una elegante armonía con aspecto de castillo medieval. La torre del campanario, restaurada en los años 60, resulta inconfundible: sobre una base cuadrada se elevan dos pisos de planta octogonal con aberturas dobles y decoración lombarda en cada una de las caras. Tiene además un pequeño claustro que invita al recogimiento. Actualmente es sede del Museu Arqueològic.
Muy cerca se pueden visitar los denominados baños árabes*. Pese al nombre y algún motivo ornamental, el edificio contiene unas termas románicas del siglo XII, que aparecen divididas en tres salas según el estilo romano. El frigidarium, o piscina de agua fría, muestra en el centro una pequeña cúpula sostenida por ocho elegantes columnas.
No muy lejos de Sant Pere y de los baños árabes está la iglesia de Sant Nicolau, del siglo XII, también románica e igualmente un conjunto arquitectónico de exquisitas proporciones. Sus ábsides, en forma de trébol, sobre los que se eleva un cimborrio octogonal ofrecen un singular perfil.
Hacia poniente de la catedral se encuentra la iglesia de Sant Feliu*, cuyo estilizado campanario, obra del gótico tardío, señorea sobre toda la ciudad. Los muros de esta iglesia son románicos (siglos XII-XIII) pero fueron cubiertos en época gótica (siglos XIV-XV), y la fachada es de estilo barroco (siglo XVII). Lo principal de Sant Feliu son los ocho sarcófagos paganos y cristianos (siglos II y IV) que se conservan en las paredes del presbiterio y cuyo origen posiblemente se remonte a alguna antigua necrópolis romana.
Enlace a la anterior Entrada de Gerona - Girona**:
1240. GERONA - GIRONA** (I), capital: 16 de agosto de 2011.
Desde el claustro se puede distinguir bien el campanario románico (siglo XII), aprovechado como contrafuerte de la iglesia gótica. Se trata de una torre decorada con arcuaciones y lesenas de gusto lombardo. La construcción gótica empezó a principios del siglo XIV por la cabecera, y en el momento de continuar la nave, o las naves, surgió una gran controversia que llegó incluso a reunir en dos ocasiones (13786 y 1416) a una comisión de expertos para decidir si el templo debía levantarse con planta basilical o, por el contrario, con una única nave. Al final este último criterio, sostenido por los maestros de obra, es el que se llevó a cabo y cuyo resultado todavía maravilla al visitante.
En el momento de su construcción y hasta que en el siglo XVI fuera superada por San Pedro de Roma, la catedral de Gerona fue la nave cubierta por una bóveda más ancha del mundo, y continúa siendo la mayor del país. Sus dimensiones, sin precedentes en la época, continúan sorprendiendo: 23 m de luz (casi el doble de la anchura convencional), 34 m de altura (elevación comparable a las del gótico europeo, de mayor verticalidad siempre) por 50 m de largo. De la conjugación de estas medidas resulta un espacio interior completamente libre, en verdad inaudito e imponente. Las bellas vidrieras polícromas proporcionan además a tan magno espacio una singular matización de la luz.
En el área del presbiterio conserva un conjunto artístico notable, en el que destaca el ara del altar mayor, de alabastro, y la cátedra episcopal, en mármol, popularmente conocida como la silla de Carlomagno, ambas piezas románicas del siglo XI. Góticos son el baldaquino y el retablo del altar mayor, ambos de plata repujada, y también un buen número de sarcófagos en alabastro.
La catedral guarda además un importante Museu Tresor**, donde se pueden admirar piezas muy célebres, como el Tapiz de la Creación, excepcional bordado románico (siglo XI), o el valioso manuscrito del Beatus (siglo X).
Las obras de la nave gótica no concluyeron hasta principios del siglo XVII, y a finales de ese mismo siglo se proyectó la fachada barroca, parcialmente concluida en el siglo XVIII y de un modo definitivo en 1961. Muestra ésta un gran retablo en piedra, de tres cuerpos, que sostiene un rosetón profusamente ornamentado. La estatuaria que se completa en las hornacinas es reciente (1960).
En el extremo del muro meridional surge adosado el campanario neoclásico de planta octogonal, coronado el siglo XVIII. Y aún ca mencionar una puerta lateral, en la plaça dels Apòstols, que concluyó en 1975 con criterios neogóticos una abertura gótica inacabada.
En el Palacio Episcopal está instalado el Museu d'Art, que conserva una notable colección que reúne desde piezas prerrománicas, como al ara portatio de Sant Pere de Rodes, hasta obras de los siglos XIX y XX.
Se puede seguir después hacia la cara exterior del ábside para contemplar desde un agradable jardín (Els jardins de la Francesa) la armonía geométrica que conforman sus contrafuertes, arbotantes, agujas y gárgolas. La visita a esta extraordinaria obra del arte religioso se puede completar ampliando el recorrido hasta algunos templos próximos, igualmente destacados.
Hacia el norte se encuentra el monasterio de Sant Pere Galligants*, del siglo XII, antigua abadía benedictina que nació en las afueras de la ciudad. Su iglesia constituye un buen ejemplo del románico catalán. Cuenta con planta de tres naves, crucero, y cuatro ábsides. Exteriormente el edificio guarda una elegante armonía con aspecto de castillo medieval. La torre del campanario, restaurada en los años 60, resulta inconfundible: sobre una base cuadrada se elevan dos pisos de planta octogonal con aberturas dobles y decoración lombarda en cada una de las caras. Tiene además un pequeño claustro que invita al recogimiento. Actualmente es sede del Museu Arqueològic.
Muy cerca se pueden visitar los denominados baños árabes*. Pese al nombre y algún motivo ornamental, el edificio contiene unas termas románicas del siglo XII, que aparecen divididas en tres salas según el estilo romano. El frigidarium, o piscina de agua fría, muestra en el centro una pequeña cúpula sostenida por ocho elegantes columnas.
No muy lejos de Sant Pere y de los baños árabes está la iglesia de Sant Nicolau, del siglo XII, también románica e igualmente un conjunto arquitectónico de exquisitas proporciones. Sus ábsides, en forma de trébol, sobre los que se eleva un cimborrio octogonal ofrecen un singular perfil.
Hacia poniente de la catedral se encuentra la iglesia de Sant Feliu*, cuyo estilizado campanario, obra del gótico tardío, señorea sobre toda la ciudad. Los muros de esta iglesia son románicos (siglos XII-XIII) pero fueron cubiertos en época gótica (siglos XIV-XV), y la fachada es de estilo barroco (siglo XVII). Lo principal de Sant Feliu son los ocho sarcófagos paganos y cristianos (siglos II y IV) que se conservan en las paredes del presbiterio y cuyo origen posiblemente se remonte a alguna antigua necrópolis romana.
Enlace a la anterior Entrada de Gerona - Girona**:
1240. GERONA - GIRONA** (I), capital: 16 de agosto de 2011.
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