1. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Ruinas de la igl. de Sant Joanipol.
2. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Ábside de la igl. de Sant Joanipol.
3. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Puente románico.
4. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Acceso al monasterio.
5. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Claustro del monasterio.
6. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Restos del antiguo claustro en el claustro del monasterio.
7. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Pila bautismal usada como fuente en el claustro del monasterio.
8. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Interior de la nave de la igl. del monasterio.
9. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. El Santíssim Misteri en el altar mayor de la igl. del monasterio.
10. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Retablo de Sta. Mª la Blanca en la igl. del monasterio.
11. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Retablo de San Agustín, en la igl. del monasterio.
12. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Cabecera de la igl. del monasterio.
13. SANT JOAN DE LES ABADESSES, Gerona. Detalle de la cabecera de la igl. del monasterio.
SANT JOAN DE LES ABADESSES (I), provincia de Gerona: 16 de agosto de 2011.
A la izquierda del río Ter, en un típico valle pirenaico, la población ha tomado el nombre de una impresionante abadía de monjas benedictinas.
Los dos monumentos que luce la población, al margen del espléndido monasterio, han llegado a nuestros días bastante dañados. De la iglesia de Sant Joanipol sólo queda en pie la cabecera y el pórtico, pues la nave fue destruida en 1936.
En esas mismas fechas fue volado el puente románico (inicialmente construido en el siglo XII, aunque reedificado en múltiples ocasiones, que fue totalmente restaurado en 1976.
El atractivo principal de Sant Joan de les Abadesses es, sin duda, el monasterio** homónimo. La puerta de acceso actual da paso inmediatamente al claustro gótico, situado al norte de la iglesia. Sencillos, esbeltos y sumamente elegantes son los arcos apuntados de sus cuatro galerías, a su vez amplias y luminosas. Fue levantado a mediados del siglo XV en el más puro estilo catalán, por su gusto austero, abierto y geométrico. En el ala norte se observan adosados al muro unos arcos románicos procedentes de un antiguo claustro. En el centro una pila bautismal del siglo XIII hace las veces de surtidor, un pequeño prado y un fresno dan una pincelada de color a este hermoso lugar.
Una puerta conecta el alegre y luminoso claustro con la suntuosidad de la iglesia. El templo actual fue consagrado en 1150 y es una de las muestras más genuinas del románico catalán. La complejidad de su cabecera contrasta con la sencillez de su única nave, despojada de cualquier ornamento. El proyecto inicial era, al parecer, mucho más ambicioso, y se tuvo que simplificar en una de las tres hipotéticas naves. La cabecera cuenta con un enorme ábside en el que se abren tres absidiolos, más otros dos en los brazos del transepto. En esta área un deambulatorio enmarcaba el presbiterio.
A continuación del ala izquierda del crucero se construyó en el siglo XVIII la capilla barroca de los Dolores. Especial relieve presenta el tesoro escultórico que alberga el monasterio. El altar mayor está presidido por un grupo del siglo XIII, el Santíssim Misteri*, único ejemplo de descendimiento románico que se ha conservado completo, práctiacamente con todas sus figuras, sólo uno de los ladrones es reproducción moderna.
A la derecha del ábside está el sarcófago del Beato Miró, impresionante escultura yacente gótica, del siglo XIV, así como también resulta magnífico el retablo en alabastro con la figura central de Santa María la Blanca situado en el brazo sur del transepto. Es una de las obras escultóricas más sobresalientes del gótico catalán.
Completa esta rica colección los restos del retablo de Sant Agustí, también en alabastro gótico. La visita puede concluir en el pequeño pero interesante museo que muestra parte de los tesoros monásticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario