116. BARCELONA, capital. Plaça Espanya con la antigua plaza de toros Las Arenas al fondo.
117. BARCELONA, capital. Palau Nacional, sede del MNAC.
118. BARCELONA, capital. Ábside de la igl. de Sant Climent de Taüll en el MNAC.
119. BARCELONA, capital. Ábside de la igl. de Sta. Mª de Taüll en el MNAC.
122. BARCELONA, capital. Baldaquino de Tost en el MNAC.
123. BARCELONA, capital. Frontal del mon. de Tavèrnoles en el MNAC.
124. BARCELONA, capital. La Verge dels Consellers, de Lluis Dalmau, en el MNAC.
125. BARCELONA, capital. Detalle de La Verge dels Consellers, en el MNAC.
126. BARCELONA, capital. Consagración de San Agustín, de Jaume Huguet, en el MNAC.
127. BARCELONA, capital. Pareja amorosa desigual, de Lucas Cranach el Viejo, en el MNAC.
128. BARCELONA, capital. Cristo con la cruz, de El Greco, en el MNAC.
120. BARCELONA, capital. Majestat Batlló en el MNAC.
121. BARCELONA, capital. Detalle del Majestat Batlló en el MNAC.
BARCELONA** (IX), capital de la provincia y de la comunidad: 18 de agosto de 2011.
Montjuïc
Antes que al llano que ocupa en la actualidad, el origen de la ciudad condal está vinculado a ese promontorio de 191 m de altura que se alza majestuoso en el sur, dividiendo en dos la costa. En este enclave privilegiado, que dominaba la desembocadura de dos ríos, el Llobregat y el Besòs, se asentaron los primeros pobladores ibéricos, los míticos laietanos, de quienes sólo sabemos que acuñaron las monedas de Laiesken, nombre que ostentaría el lugar en época prerromana. Su denominación actual, Montjuïc, procede sin duda de la expresión "monte de los judíos", en clara referencia a una necrópolis hebrea que existió en la ladera de la montaña. Su urbanización moderna se emprendió en la cara norte con motivo de la Exposición Internacional de 1929, y alberga hoy las instalaciones de la Feria Internacional de Muestras, entra la plaça Espanya y el Palau Nacional, sede este último del Museu Nacional d'Art de Catalunya**, el MNAC.
Este museo es, por sus colecciones, el museo de arte más importante de Cataluña. En lo que atañe a época medieval, y especialmente al periodo románico, ocupa un lugar destacadísimo entre los museos de Europa.
Quizá lo más impresionante del museo es la magnífica colección de pinturas murales románicas y, en particular, la inacabable serie de ábsides del siglo XII, la mayoría de los cuales proceden del obispado de la Seu d'Urgell, en el Pirineo leridano. Pero el MNAC es mucho más que el románico, y de hecho hemos seleccionado una serie de obras capitales en la historia del Arte mundial que podemos admirar en las salas del museo barcelonés.
Enlace a la Entrada anterior de Barcelona**:
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