1. ÁGREDA, Soria. Puertas y Torre de la muralla medieval.
2. ÁGREDA, Soria. Puerta califal ante el palacio de los Castejones.
3. ÁGREDA, Soria. Portada del palacio de los Castejones.
4. ÁGREDA, Soria. Igl. de San Miguel.
5. ÁGREDA, Soria. Ayuntamiento.
6. ÁGREDA, Soria. Igl. de Ntra. Sra. de los Milagros.
7. ÁGREDA, Soria, Portada de una casona de la villa.
ÁGREDA (I), provincia de Soria: 24 de junio de 2009.
Pequeña villa de empinadas calles y acentuado aspecto medieval, a los pies del legendario Moncayo. Es la cabeza de una comarca de transición entre la meseta castellana y el valle del Ebro.
Del antaño poderoso castillo de la Muela, levantado sobre el antiguo castro, no quedan sino ruinas, junto a las que se extienden los restos de la muralla medieval, entre ellos dos puertas de época califal. Inmediato a una de ellas, el rehabilitado palacio de los Castejones (siglo XVII) es una sobria y espaciosa construcción rematada en los ángulos por torres de ladrillo de clara influencia aragonesa. Interiormente se organiza en torno a un patio central con arquerías de dos pisos comunicados por una monumental escalera. Junto a él, por detrás de de una antigua y pequeña iglesia románica (siglo XII), con ábside de tambor, aún conocida como la Sinagoga, se extiende el antiguo barrio morisco*. Algunos restos de la aljama medieval, donde convivieron judíos y mudéjares, quedan en torno a la iglesia de Nuestra Señora de la Peña, obra básicamente románica (siglo XII), de dos naves irregulares, con ábsides y capillas de estilo gótico. Mayor interés posee, en la también cercana plaza de Mercadal, la iglesia gótica de San Miguel (siglo XV), tanto por su torre románica almenada (siglo XII) como, sobre todo, por el notable retablo del llamado Maestro de Ágreda* (siglo XVI), con escenas de la Pasión y del arcángel San Miguel, cuya estatua lo preside. Lugar emblemático es el convento de la Concepción (siglo XVIII), fundado por sor María de Jesús de Ágreda, cuyo cuerpo se conserva en él.
El irregular espacio de la Plaza Mayor lo comparten el palacio renacentista del Ayuntamiento, con galería superior de bellos arcos, y la iglesia de Nuestra Señora de los Milagros (siglo XVI), templo de fachada clasicista, entre dos estrechas torres gemelas, y cabecera pentagonal. En su interior, de una sola y alta nave tardogótica, se venera a la Virgen homónima, talla gótica del siglo XIV, y se conservan también destacables retablos a los pies del templo. El agaradable paseo por las calles de la villa pondrá ante los ojos del visitante algunas casonas de ladrillo y mampostería, con graciosos aleros y largos corredores adornados con arcos que poseen una impronta innegable del arte constructivo mudéjar. En la parte más baja del pueblo pueden verse los jardines del palacio de Paredes, con detalles barrocos, y a la salida, en dirección al ameno parque de la Dehesa, se conservan restos de una capilla románica (siglo XII) perteneciente, según la tradición, a un antiguo convento templario.
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